Capítulo 38 |Inseguridades.
|Si intentas encontrar el significado de por qué te gusta alguien con punto y coma, pierde su magia|
━━━━❰・🍚・❱━━━━
Ha pasado un mes y medio desde que dio inicio el ciclo escolar, tiempo que ha sido un sube y baja de sentimientos y emociones que me atormentan, que me han dejado una crisis tremenda que no logro descifrar del todo... o que no quiero descifrar mejor dicho; así estoy bien. Y todo por el estúpido ese del que no quiero hablar por ahora, por lo que vamos a hacer como si nada, excluyéndolo, y seguir con la narración de siempre, yup.
Ajá, como decía: todo ha ido relativamente normal, no ha habido nada nuevo del que les pueda informar.
Así que continuemos.
Ahora estoy en mi salón comiendo con una compañera que podría decirse que es de las contadas que me llevo de mi edad y grado.
No tengo de otra, además, fue ella quien se me acercó cuando notó que no me fui del aula cuando tocaron como siempre suelo hacer para irme con el idiota ya que él está ocupado.
—Vaya, milagro que no estás con el chico de mayor curso, Yuzu-chan —comenta la chica de las que les hice mención hace ya capítulos atrás y no les culpo si no la recuerdan; se llama Kimi.
—No siempre estoy con él —alego con enojo, cogiendo arroz con mis palillos y trangándomelo.
Bueno, en realidad sí, pero...
—Literalmente siempre los veo juntos, Yuzu-chan —inquiere con una ceja alzada y con una sonrisa burlona, haciendo que no encuentre la forma de debatirle el punto. Joder—. ¿Por qué esta vez no? ¿Se pelearon?
—Está en la biblioteca con Videl y sus otros amigos de tercero —contesto encogiéndome de hombros, siendo sincera. No sé qué diablos tienen que hacer, pero algo les pidió una maestra y se hicieron equipo, así que están acordando cómo se repartirán los temas o algo así; no le presté mucha atención.
Qué horror es saber que eso me depara el año que viene.
—Te lo va a ganar —exclama como queriendo sacarme celos o qué sé yo, haciéndome querer reír de inmediato, pero me contengo a duras penas.
Ja, si supiera...
—No, ambos están enamorados de otra persona —confieso dándole una media sonrisa, volviendo a mi tarea de comer.
Curiosamente soy yo esa persona, ugh.
—¿Cómo estás tan segura de eso? —Cuestiona ladeando su cabeza, interesada.
No lo sé, quizás porque ambos se me confesaron y me besaron, quién sabe, puede haber muchas razones.
—Solo lo sé y ya —gruño intentando dar por finalizado el tema de una buena vez. Y creo que parece captar la indirecta.
—Oh, mira, ahí viene Ritsu —murmura a mi dirección haciendo alusión a la chica que me ayudó con un trabajo de Química hace meses; quizás tampoco la recuerden—. ¡Ritsu! —Le grita y ella se sobresalta, pero después acomoda su lentes y nos mira, acercándose hacia nuestras butacas con cierta timidez.
No sé si alegrarme o llorar porque se están haciendo un tanto más cercanas a mí y se supone que yo no quiero amigos.
▶▫▪♡▪▫◀
Las clases terminaron, recordándome que mi rato de tranquilidad ya se va yendo a la chucha porque voy a ir a esperar al idiota del saltamontes a su salón ya que me dijo que quiere hablar conmigo de a saber qué cosa. No quiero pensar mucho al respecto, así estoy bien.
Me dirijo a las aulas de tercer año y me quedó afuera, esperando a que salgan por fin; parece que el maestro que está dentro se alargó con el tema y les está diciendo ahora su tarea.
Ugh, me toca esperar.
Pasados los minutos, veo cómo la puerta se recorre y algunos alumnos comienzan a salir, aliviándome porque ya me estaba hartando de estar parada.
—¡Son, tu novia te busca! —Le grita Shapner cuando sale entre risas, echándose a correr ya que Iresa, quien va a su lado, le quiere dar un zape por lo que dijo; ella solo me da una sonrisa de disculpa y va tras él.
¡¿Por qué me pasan estas cosas?!
Gohan por fin aparece y no sé si quiero golpearlo o golpearlo por hacerme venir acá a esperarlo en vez de haberme citado afuera de la escuela. ¡Habría sido mejor estar allá que aquí siendo observada por los de tercer año! ¡Odio ser el centro de atención cuando solo soy Yuzuki! ¡Malditas sabandijas chismosas que perecen no tener nada mejor que hacer que molestar!
—Emm..., ¿nos vamos? —Pregunta tímido el saltamontes a mi dirección cuando se coloca a mi lado, rascándose la nuca con nerviosismo.
—Pues ya qué —bufo entre malhumorada y avergonzada, cabizbaja.
En estos momentos quisiera ser como el vegetal andante que mandó a la chucha a los humanos con una bola de ki en el Torneo de Artes Marciales.
Sin más, comenzamos a caminar —yo aguardando las distancias— hasta que llegamos a los casilleros, sintiéndome aliviada ya que por fin dejamos de ser el centro de atención de esos estúpidos humanos.
Cuando terminamos de cambiarnos de calzado, salimos al fin de la escuela, quedándonos en la banqueta, observando en silencio a los demás alumnos que van y vienen; o al menos eso yo hago ya que Gohan parece inmerso viendo el piso.
Incómodo, simplemente incómodo, así es para mí desde ese día que ni sé qué demonios me dio por..., ugh, besarlo.
Lo único que me alivia es que Gohan no ha sacado a relucir el tema.
Aunque casi estoy segura de por qué lo hice, me niego simplemente a confrontar aquello; ni yo misma me termino de creer que, cuando me intentó besar cuando estábamos en el puesto de crepas, yo lo quise, quería que lo hiciera nuevamente. Y fue por eso precisamente que lo besé al final del día y huí porque caí en cuenta de aquello, me di cuenta de la espinita que me quedó después de su intento fallido.
Tengo miedo, no conozco de este tipo de cosas, no sé cómo tomármelo, cómo ponerle frente, aceptarlo.
Si admito que me gusta externamente, ¿qué pasaría? ¿Nos haríamos novios o qué demonios? Solo... no sé.
Me siento ridícula de temerle a esto, Dios, ¡soy Inoue Yuzuki, la chica que debía infundir terror, no ablandarme ante un chico! ¡¿Qué demonios me pasó?! ¡¿Cómo jodidos terminé de ser la chica que adoraba golpear e insultar a la gente a... esto?!
Gohan me ha cambiado, maldición.
Y es eso precisamente lo que me da miedo, me aterra.
Sé que es un cambio para bien, que me ayudó de alguna manera a dejar de ser tan insensible con los demás y que me enseñó que confiar no te hace débil, que tener amigos no es malo, que compartir el peso de la carga con alguien alivia, que es malo guardarse todo, pero... no lo sé. Si ha logrado esto sin que siquiera me gustara, con tan solo ser simples amigos, ¿cómo va a influenciar en mí si llegamos a ser algo más? ¿Va a cambiar nuestra relación y forma de llevarnos? ¿Vamos a cambiar? ¿Y si la relación no funciona? ¿Y si no lleno sus expectativas?
Soy bajita, un cuerpo sumamente atlético no tengo, no soy fuerte como él, soy sumamente impulsiva y malhablada, no tengo siquiera mucho pecho a pesar de ya tener dieciséis, no soy tan inteligente y se me da horrible el tener que ponerme a estudiar. ¿Por qué le gusto? Él simplemente dijo que "solo se dio" y no lo culpo porque estoy en las mismas; no termino de comprender cómo me terminé viendo envuelta en algo como esto. Él sí tiene muchas más fortalezas; yo soy más defectos que nada.
Incluso me aseguró que nunca se ha enamorado, ¿cómo podría saber entonces que el saltamontes siente algo más profundo por mí verdaderamente?
Malditas inseguridades, hacía mucho que no las tenía.
Es que... esto es demasiado bueno como para ser verdad, ¿por qué de la nada apareció un chico que poco a poco fue moviendo mi mundo? ¿Que me fue sacando de mi zona de confort? ¿Que le atrajo algo de mí? Nunca nadie antes se habían fijado en mí sobre todo por mi carácter, pero Gohan...
Agh, debo de dejar de darle vueltas a esto.
—Entonces..., ¿qué me ibas a decir? —Comienzo a hablar, sacándolo de su trance al fin.
—Ah, perdón —susurra dándome una sonrisa un tanto nerviosa—. ¿Quieres ir a comer mañana, que es sábado, en el río que está en mi casa? —Pregunta echando sus manos a los bolsillos, mirándome.
—¿Con tu familia? —Indago tranquilamente pensando que quizás su mamá le dijo que me invitaran o algo así; la última vez comentó que querían hacer una especie de picnic y que quería que llevara a mis padres para que se conocieran y así.
Realmente rezo para que sea eso y no...
—No, solamente tú y yo —aclara observándome al ver que sigo con una cara de poker; no sé como reaccionar, sé a lo que se refiere a la perfección, sé lo que está insinuando, pero nosotros nunca..., yo no...—. Una cita, Yuzuki —aclara dándome sonrisa entre divertida y enternecida.
Y lo dijo...
—Y-yo... —murmuro casi temblando, no sabiendo si agradecer el hecho de que no tocó el tema de que lo besé hace casi dos semanas atrás o maldecir.
—¿Qué dices? —Insiste él acercándose un poco más a mí, notando mis gestos de pánico, pero parece conmovido de verme así.
—Ahh..., s-supongo que puedo... —susurro sin alzar la mirada, avergonzada y acomodando con nervios mi fleco, en un intento vano de tranquilizarme.
¡No te muestres vulnerable, Yuzuki, tú no eres así!
—De acuerdo, nos vemos el sábado a las dos; voy a irte a recoger —avisa y siento cómo pone su mano en mi cabeza, sacudiendo levemente mi cabello, estreméciendome.
Dios, no, no, no, es demasiado. ¡Maldición, odio sentirme así!
—No, no es necesario, yo... —intento persuadir, pero me interrumpe.
—Voy a ir por ti —declara juguetón al tanto que baja su mano a mi mejilla, tensándome nuevamente y haciendo que lo mire. Ay, no, no puede ser. Pero no tarda casi nada en separarse, echándose atrás, logrando que por fin pueda respirar adecuadamente. Parece haber tomado más confianza hacia mí desde lo que pasó aquel domingo...—. Bueno, tengo que ir a la biblioteca por unos libros, solo te quería informar eso.
—¿E-es para el proyecto que me dijiste por mensaje? —Inquiero intentando que mi voz no se entrecorte, pero fallo en el inicio.
—Sí, Yuzu —afirma él alegremente, pero parece quedar en un gesto pensativo y después me vuelve a ver—. ¿Quieres que te acompañe a tu casa...?
—V-voy a hacer una compras que me encargó mi mamá, no te preocupes —esquivo mintiendo, intentando sonar lo más convincente que puedo. Necesito estar a solas, su compañía no me va a dejar pensar todo más claramente, solo me altera y me genera más dudas.
—De acuerdo, nos vemos mañana entonces —se despide y al fin siento que seré libre, pero canto victoria demasiado pronto ya que él se acerca a mí y besa mi mejilla, alejándose tranquilamente a dirección contraria a donde se supone debería estar yendo yo.
Y se supone ya que me dejó congelada por su gesto... otra vez.
—Maldito Gohan, te odio —me limito a susurrar, bufando por haber hecho eso y dejarme de esa manera
Una cita, ¿eh? Dios, no me siento preparada para afrontar eso.
━━━━❰・🍚・❱━━━━
-Lindassj1
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro