Capítulo 33 |Sospecha.
|Una mirada dice más que mil palabras|
━━━━❰・🍚・❱━━━━
¿Gustarle a Gohan? No, simplemente sigue sonando como una locura hasta ahora. Por más que intento encontrar indicios de que sea verdad, no los hallo; él nunca me ha insinuado nada. Ciertamente convivimos y salimos mucho, pero eso es lo que hacen los amigos, ¿no? Es algo normal.
Si realmente es verdad..., ¿entonces aquella vez intentó besarme?
No, debe de haber una explicación lógica, esto deben ser paranoias mías.
No hay razón como para que Gohan se haya fijado en mí habiendo muchas más chicas que lo pretenden cuando es el Gran Saiyaman.
¿Como por qué le habría atraído yo en primer lugar? Solo somos buenos amigos, nada más. Debo de dejar de suponer cosas que no.
Como estaba aburrida en mi casa y ya mi fuente de ingreso —mis recesos que me dan mis padres cuando voy a la escuela— se acabó, terminé saliendo de mi casa, usé mi reloj para vestirme de mi alter ego y me fui a mi acostumbrado edificio para pasar el rato, esperando que suceda algo lo suficientemente interesante como para intervenir.
Aún si no ocurre nada, me es tranquilizante ver todo desde las alturas; me relaja. Pero como los criminales parecen tener ese afán de estar cometiendo crímenes a pesar de saber que hay tres personas que siempre frustramos sus planes, no faltan los idiotas que piensan que se saldrán con la suya. Y esta vez estoy feliz porque me estaba muriendo de aburrimiento.
Con los ánimos renovados, me dejo caer del edificio de treinta metros al modo Hulk, llamando la atención de la gente. Hey, que es divertido imitar a lo súper héroes.
No tardo en llegar a la escena del crimen, observando cómo el que parece más debilucho se asusta al verme y empieza a susurrarle a su jefe que mejor se rindieran, que no valía la pena, que era mejor su salud, pero lo ignoran, por supuesto. Pobrecito. Por tenerme respeto —sé que es miedo, pero meh— y demostrarlo, le voy a tener compasión y no lo golpearé... mucho. O bueno, al menos no lo mandaré con los huesos rotos. Lo sé, soy muy generosa.
Me acerco a los estúpidos esos y rápidamente me disparan, pero gracias a los entrenamientos que Gohan me dio sé cómo detenerlas, asustándolos cuando ven que las tomo con mi mano y que estoy ilesa.
Oh, Dios, esto es divertido, por esto amo hacer el bien.
Como la buena persona que soy, me acerco primero al más débil y de un golpe lo desmayo, notando que los otros hacen el amago de querer huir. Ja, no en mi guardia. Pero como alguien allá arriba está empeñado en hacerme sufrir y divertirse con ello, siento un ki acercarse rápidamente este lugar. No me hace siquiera falta meditar unos momentos para saber de quién se trata ya que lo sé a la perfección. Y sí, él desciende del cielo y se deja caer delante de mí.
Maldición.
—Hey —dice dándose un poco la vuelta para verme, logrando que sienta que voy a entrar en crisis inmediatamente—. ¿Te hice falta en estos días?
Literalmente llevaba días sin verlo y ahora...
—Ja, para nada, estaba a punto de terminar de hecho —comento con tono burlón a pesar de que internamente me siento nerviosa—. Pero como soy buena amiga, te dejaré que hagas el resto —él ríe al escucharme, tensándome.
—De acuerdo —confirma risueño.
Me quedo atrás viendo cómo termina lo que me correspondía originalmente, intentando controlar estos malditos nervios que no entiendo por qué me invadieron de repente. ¡Es Gohan, joder, ni siquiera sé si sea verdad que le guste! Quizás sea una mal interpretación, quizás sea como ese cliché de pensar que un chico y una chica no pueden ser prácticamente mejores amigos simplemente, de que a fuerzas debe de haber sentimientos de por medio.
No tarda casi nada en terminar, logrando que la prensa vaya tras él... y mío también para mi sorpresa. Aún sigue siendo raro.
Lo que más me impacta es el hecho de que Gohan, cuando se pone a mi lado, me toma de la muñeca, haciendo que lo mire instantáneamente, me sonríe travieso y después tironea de su agarre mientras se echa a correr, logrando que le siga porque me está sosteniendo y arrastrando técnicamente. Así huyendo de los reporteros. Cuando por fin logramos despistar a la prensa, nos detenemos en un callejón con las respiraciones un poco agitadas, o al menos yo ya que Gohan no parece nada cansado, ni siquiera sudado. Qué envidia.
Aunque es estúpido mi pensar, me siento acorralada de alguna manera con su presencia.
Joder, debo de dejar de pensar en eso.
—¿No tienes que regresar a tus clases? —Pregunto y al instante me quiero dar una cachetada interna al percatarme que, por la forma en quien lo dije, parece que lo estoy corriendo.
—Hoy nos dejaron salir temprano —responde tranquilo, sonriéndome—. ¿Quieres que vayamos a algún lado?
—Eh..., t-tengo que ir a ayudar a mi mamá a cocinar, le prometí que hoy sería día de madre e hija —miento rápidamente. Creo que es una excusa factible a comparación de otras que he dado tiempo antes; realmente espero que lo sea y se lo crea.
Sin entender del todo por qué, no me siento lista para salir con él. Y me siento estúpida por eso.
—Bueno, será para la otra —inquiere con lo que identifico ligera decepción.
—Ehh, sí —murmuro con ansiedad. A pesar de no poder verlo enteramente por su casco, sé que me está observando, seguramente con confusión por mi extraña forma de actuar. Hace el amago de volver a hablar, pero me le adelanto—: B-bueno, me voy —y sin darle chance a despedirse, huyo.
Joder, ¿qué demonios me pasa?
▶▫▪♡▪▫◀
Lunes, al fin el regreso a clases llegó. No sé si alegrarme o llorar sinceramente.
Por un lado me siento orgullosa de que ya soy de segundo año y seré superior a los novatos de primero, que me voy a poder hacer respetar ante esos seres inferiores, pero por otro lado... significa sufrimiento, estrés, lidiar con nuevos maestros, tener deberes escolares, incorporarme a un nuevo grupo y socializar...
Qué horror.
Como que me están dando ganas de volverme a mi cama y quedarme allí por el resto de mi vida, pero sé que no puedo, así que me resigno a vivir esta vida que me tocó.
Como les quiero ahorrar lectura, resumo: pasé tiempo de calidad con mis padres en el desayuno, llegué tiempo a la escuela, dieron la clásica bienvenida y asignaron los grupos.
Las primeras horas de clases solo fueron de presentaciones y una que otra tarea por ahí, y finalmente vino mi hora favorita de la escuela: el almuerzo. ¡Hace hambre!
A diferencia del año pasado, ahora sí sé cómo moverme en este instituto. Qué nostalgia, hace apenas un año era una novata, ahora ya soy nivel normal, el siguiente año por fin seré de tercero y gobernaré la escuela, genial.
Llego al patio y encuentro lugar las grandes macetas que hay allí, así que me siento allí para comer a mi gusto sin ser interumpi...
—Tienes hambre, ¿eh? —Escucho una voz detrás mío y no necesito voltear para saber que es Gohan. Pensé demasiado rápido.
Tiempo de paz y tranquilidad, me despido.
—Tal vez... —murmuro centrada en lo mío, evitando hacer contacto visual con él.
Desde el incidente del banco que leyeron la escena pasada, no nos hemos topado nuevamente. Y lo agradezco de alguna forma.
Sé que es estúpido, sé que seguramente estoy exagerando, ¿pero y si le gusto a Gohan realmente? La verdad es que no sabría qué hacer, cómo reaccionar. Con Videl fue muy distinto, desde un inicio supe que debía rechazarla, mas no sabía cómo, por ello la estuve esquivando. Pero si de este idiota se tratara..., no lo sé, no sé ni qué pensar si se diera la situación.
Supongo que es porque he desarrollado lazos más fuertes con él.
Gohan parece normal mientras saca su comida, no hay nada raro en su comportamiento, no hay nada que denote que hay algo distinto.
Si el saltamontes sintiera algo por mí, ¿no actuaría... diferente? En los animes y películas lo muestran de esa forma, como que la persona se pone nerviosa fácilmente y no puede sostenerte la mirada, que insinúa que le gustas o se aleja de la nada, que aclara que las salidas son citas y así.
Y el Son nunca ha dado ningún indicio de ese tipo, ciertamente a veces suele ser... expresivo, pero no a esos grados.
Sí, deben ser exageraciones mías.
—Y... ¿cómo estuvieron tus vacaciones? —Pregunta Gohan, rompiendo el silencio.
—Un poco aburridas —respondo manteniendo mi vista en mi almuerzo casi acabado—. ¿Qué tal las tuyas?
—Ya sabes, en clases —contesta sonriendo y después noto de reojo que se ruboriza—. Te extrañé —confiesa y siento que me va a dar algo al escucharlo, pero mantengo mi postura de siempre y lo aparento.
Porque eso dicen los amigos, ¿no? No hay por qué alarmarse.
—Eh..., y-yo también —confieso por lo bajo, sin poder mirarlo por la vergüenza. ¡Yo no digo cosas así de cursis!
Aunque no miento: en las vacaciones me di cuenta que este idiota hace que ocupe mi tiempo en pasármela con él molestándolo y cosas así, pero sin su presencia...
—Ya llevamos un año conociéndonos —comenta de la nada mientras mira el pasto que hay más delante, sonriendo—. Ha pasado rápido el tiempo.
Ahora que lo pienso, tiene razón. Fue un día como hoy, hace un año, que me lo topé cuando estaba perdida y le hablé a regañadientes para pedirle indicaciones de cómo llegar a los salones de primer ingreso. Es hasta curioso pensar que en ese entonces éramos diferentes: él mucho más tímido y torpe y yo mucho más arisca y grosera.
Vaya, la gente tiene razón: una amistad puede influir mucho en uno para bien o para mal. Supongo que Gohan ha hecho que sea una mejor persona.
Ciertamente nos conocemos desde antes por así decirlo, pero en ese entonces había disfraces y máscaras falsas de por medio, y la primera vez que lo vi en forma civil no tenía ni la menor idea de quién era él, solo sabía que era un idiota que me "salvó" de ser atropellada. El Gran Saiyaman y la chica encapuchada son distantes a Gohan y a mí, solo son facetas que debemos mostrar para no revelar quiénes somos realmente. No somos nosotros a pesar de que esas identidades posean un poco de nuestra personalidad.
Pero si contamos ese tiempo, no falta mucho para cumplir dos años de conocernos.
—Tienes razón —inquiero rascando mi brazo son cierta ansiedad y con una mueca—. Ya hasta en el siguiente año vas a ir a la universidad...
—Lo sé —susurra él con tono nostálgico—. Ya no te voy a ver tan seguido.
—Pero vas a conocer a más gente, incluso capaz y consigues a una novia, no creo que sientas tanto mi ausencia —intento reconfontarlo dándole un pequeño golpe en su brazo, pero no sucede lo que yo espero.
—No va a ser lo mismo —asegura y en su mirada puedo ver total sinceridad. Por un momento odio sentir esto, esta debilidad que pocas veces me ha hecho sentir—. No te podría reemplazar, Yuzuki, eres especial para mí.
—No digas cosas así de la nada, cursi —me quejo sintiendo mis mejillas arder, empujándolo y sacándole una risa por consiguiente.
Volvemos a quedar en silencio, ambos en nuestro mundo. Me dedico a comer lo que me queda con un poco de incomodidad. Esto realmente es raro.
Por mera inercia, termino viendo de reojo a Gohan, atrapándolo mirándome fijamente, pero parece abstraído en algún pensamiento.
Momentáneamente, las palabras de Videl resuenan en mi cabeza, recordándome que ella hizo hincapié en que él me ve diferente, ¿será verdad? Sinceramente yo nunca he sido buena leyendo la miradas de los demás, ni siquiera sé cómo le hace la gente para lograr aquello, por lo que no tengo ni idea de cómo.
—¿Qué tanto me miras? —Reprocho y eso parece hacerlo reaccionar, por lo que se sonroja fuertemente y desvía sus ojos a otro lado.
—P-perdón —se limita a decir quedamente, cabizbajo. Volvemos a quedar en silencio, pero es roto por él ya que se aclara la garganta—. Por cierto, quería saber si te gustaría ir un día de estos a comer en mi casa, parece que mi mamá te cogió bastante cariño y quiere que vayas.
—Umh, no suena mal, tu mamá es genial cocinando —murmuro y sonrío, intentado dejar el momento incómodo atrás. Solo son delirios, Yuzuki, delirios—. Quizás un fin de semana pueda —accedo y doy el último bocado a mi comida.
—Claro, cuando puedas..., Yuzu.
Esperen, ¿acaso dijo Yuzu solamente?
—¿Cómo me dijiste? —Indago mirándolo de golpe y ahí parece darse cuenta, así que me observa nervioso.
Bueno, al menos me alegra que siga teniendo ese no sé qué para atemorizar a la gente.
—Ehh, bueno, oí a tus padres decirte así varias veces, pero si te molesta puedo... —intenta excusarse con vergüenza, moviendo sus manos con timidez.
—N-no te preocupes, puedes decirme así, solo me tomaste por sorpresa —admito sintiendo esa sensación otra vez y suspirando. Qué más da, igual, yo me la vivo llamándolo de un montón de formas menos de su nombre.
Es un precio que estoy dispuesta a pagar.
—Está bien, Yuzu —susurra sacándome un estremecimiento al volver a escucharlo llamándome así.
Estoy empezando a odiar que me haga sentir así seguidamente, joder.
━━━━❰・🍚・❱━━━━
-Lindassj1
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro