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—Por favor, solo les pido que me cubran mañana, prometo comprarles lo que quieran— Pidió Hikaru por tercera vez, lo que hace uno por amor.

—Esta bien, pero tú le vas a decir lo que paso en la misión a él sensei—

—¿¡Qué!?— Exclamó, pero supo que no tenía más opción —Bien, iré a entregar el reporté— Se fue

—¿Qué quieres hacer, minion?—

—¿Me puedes acompañar a comprar algo?—

—¿Para tu rubio?— Pregunto y yo asentí —Bien, además tampoco le he comprado nada.— Admitió
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—¡Ya vámonos!— Grito mamá desde la puerta

Tome el regalo de la mesa y fui hacía ella para después ponerme mis sandalias ninja mientras esperábamos a Shikadai, quien se tardaba una eternidad.

—¡Shikadai si no bajas ya le diré a mamá lo que hiciste ayer!— Amenacé, mamá me miró sería —Solo es para que baje, se quedo solo tres horas, pudo haber echo cualquier cosa— Me excuse

—Mhm, te vigilo señorita—

—Qué fastidiosa.— Murmuró llegando, le saque levemente la lengua, acción que el imito para luego reírnos, se puso sus sandalias ninja y salimos de casa.

Hace rato con Haku fue muy estresante. Después de pasar casi tres horas buscando el regalo perfecto para Boruto, decidí volver a lo sencillo que le gustaría y le compre un juego, también le hice una carta, conseguí una edición limitada de Shinobi Bout Go con Katasuke, esta se basa en una pequeña secuela del personaje favorito de Boruto Firshles qué es uno de los personajes más fuertes, también le compre una figura de Kagemasa, además mañana sale a la venta una hamburguesa picosa extrema. Aún no creo que sean los mejores regalos, quería darle una chamarra pero sentí que era muy simple.

—Hola, pasen— Dijo Hinata-san al abrir la puerta, los tres pasamos

—Qué gusto verte Hina— Saludo mamá, se quedaron hablando ahí así que Shikadai y yo fuimos a la sala.

—Feliz cumpleaños— Dijimos yo y nii-chan al unísono al ver al rubio sentado en el sillón de la sala

—Un año más viejo— Se burlo dándole su regalo, que era un juego, ambos se rieron y después de saludarse Shikadai fue a saludar a Mitsuki

—Para ti— Le extendí el regalo —Ay varias cosas que se que te gustaran, de otras aún lo dudo pero..— Me interrumpío con un abrazo

—Con qué tu vengas ya tengo suficiente, linda.— Me sonrió haciéndome sonrojar, desvíe la mirada mientras escuchaba su cálida risa.

—Adelante, pasen— Escuche decir a Hina-san, mientras nos sentábamos junto a los chicos.

—Feliz cumpleaños, Boruto— Dijo la tía Sakura entrando junto a Sarada.

—Gracias, Sakura-san—Caminaron hacía nosotros —¿Tú también viniste?—

—Mi mamá me obligó a venir— Se excuso sonriente

—Siéntate aquí, Sarada— Ofrecí y así lo hizo. Himawari puso el pastel al otro extremo de la mesa.

—Aquí esta tu pastel, onii-chan—

—Gracias, Hima—

—Se ve muy bien, Hima-chan— Le sonreí

—Si, esta muy bien hecho— Halago la tía Sakura

—Yo lo decore— Dijo con orgullo mi pequeña Hima, esbozando una clásica sonrisa Uzumaki, es demasiado tierna.

—¿Y Naruto?— Pregunto mamá a Hinata-san

—Dijo que ya casi venía.—

—¿No te alegra?— Pregunto Sarada

—Me da igual si mi papá viene o no— Murmuró el Uzumaki menor, lo mire con una pequeña sonrisa.

-Si, claro.
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—El pastel estaba delicioso.— Dijo mamá haciendo feliz a Himawari, mientras en ese lado de la mesa reían Sarada y Shikadai competían sobre no se que.

—¿Estás bien?— Le pregunté al rubio, quien veía la única rebanada de pastel que quedaba sobre el plato

—Si.. —

—Amor, en diez años jamas me has podido mentir.—

—¿No eran doce?—

—No, porque también estuvo aquella vez que me dijiste que Shikadai había comprado el regalo para mamá.—

—Aahh, si.. Perdón, linda— Soltó una risita, beso mi mejilla y yo solo le sonreí

—¿Tú papá no va a venir?— Pregunto Mitsuki, en ese momento sonó el teléfono y Hinata-san atendió, por su expresión pude notar que se trataba del doble mayor. No iba a venir.

Aún que Boruto no lo quería demostrar, en definitiva le afectaba, se que culpa a Naruto de que se interesa más en ser el Hokage, no lo culpo, a veces siento algo parecido con papá porque mayormente no está en casa y me hace preguntarme si le interesa más su trabajo que Shikadai, mamá y yo. Pero se que lo hacen por el bien de la Aldea, sin ellos, no habría paz, solo que es complicado verlo, a veces esa idea se desvanece.

Sarada y yo subimos las escaleras a la habitación de Boruto con todos al final de la escalera con la intención de escuchar. Abrí la puerta de la habitación y ambas pasamos, el rubio estaba sentado frente a su escritorio con la cabeza echada para atrás.

—Boruto..— Murmuró, el se sentó correctamente y soltó una risa seca

—Así es el tonto de mi papá, aunque tampoco esperaba nada de él— Admitió, en sus palabras sabía que eso le dolía

—Debió tratarse de algo urgente. Como es el Hokage.. — Dijo Sarada

—Claro. Ser el Hokage es más importante que mi cumpleaños.—

—Oye..— Mire a Sarada dándole a entender que no siguiera, ella asintió, soltó un leve suspiro y salió de la habitación cerrando la puerta para que no se hiciera más drama abajo.

—Tú sabes como es él..— Murmuró, me acerque a el y gire la silla. El miraba al piso así que levante levemente su cabeza y deposité un beso en su frente.

—Aquí estoy para ti, siempre estaré aquí para alegrar tus días grises.— Lo abrace por los hombros poniéndo mi barbilla en su cabeza, él hundio su cara en mi pecho mientras abrazaba mi cintura

—Gracias..—

Más o menos una hora después ya todos se habían ido a dormir menos Boruto y yo, después de rogarle a mamá por media hora y prometer que la ayudaría con la comida me dejo quedarme, así que Boruto estaba jugando Chonin Hero Battle 2 mientras yo le hacía pequeñas colitas por todo su cabello pues ya había perdido en esta ronda, también teníamos una mascarilla, aunque el se la intentó quitar al principio tuvo que aguantarse ya que ese era su regalo de cumpleaños, a cambio tendríamos que comer doble hamburguesa después de entrenar.

—Este jefe es muy difícil— Suspiro estresado

—A ver, dame.— Le quite el juego, use las llamas de fuego y la espada de serpientes para derrotarlo fácilmente.
—Sencillo.— Le devolví su consola mientras tomaba la mía, pero ya no tenía pila.

—Presumida, aún así perdiste—

—Cállate, burrito.— Lo golpee levemente con su almohada

—Ven— Dijo y me senté entre sus piernas, paso sus brazos por mi cintura y acomodo su cabeza en mi hombro para que ambos pudiéramos ver la consola mientras él estaba recargado en el respaldo de la cama

—¿Qué quieres hacer para celebrar nuestros 50 días?—

—Todavía faltan tres días para eso, linda— Recordó, mientras peleaba contra unos trolls en el juego

—Lo se, cariño. Pero creo que ese día será el festival así que podremos decirles a nuestras familias, además podríamos hacer algo antes del festival.— Propuse

—Me gusta la idea. Tengo algo en mente que se que te gustara, ¿paso por ti a las 4?—

—Es una cita.— Acepte, gire levemente mi cabeza y bese su mejilla, el hizo una mueca y dejo su juego de lado para después besarme, era un beso tierno y lento, nuestros labios se sincronizaban a la perfección mientras acariciaba levemente mi mejilla haciéndome sentir nerviosa, ese sin duda era uno de los principales efectos que tenía Uzumaki Boruto sobre mi. Lo mejor de sus besos es que siempre me demuestran lo mucho que le importó, tiene esa manera tan especial de ser el que con cada pequeña caricia se asegura de que yo sepa lo mucho que me quiere.

Sin duda alguna, Boruto Uzumaki es el mejor novio del mundo.

☾~Author's note~☽

𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐦𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐒𝐚𝐲𝐨𝐧𝐚𝐫𝐚!💞
ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤:_1346