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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟺

Gracias a las fuerzas divinas omnipresentes el experimento fue un éxito. Sans y yo salimos en el día 30 del mes de marzo.

En esos días logré congenear un poco con Sans, llegando al grado de poder soportarnos más de cinco horas si estábamos enojados del uno o del otro. Y aún así, preferí no decir nada sobre mi amienemigo Sans.

Alphys fue la primera en llevarse una mirada de enfado de parte mía en cuanto salí, aunque después me arrepentí y me fuí tan rápido como pude de ahí para evitar que mi boca dijera algo que no iría al caso.

Papyrus fue el primero en recibirnos con un gran abrazo. Muy contento y emocionado de vernos nuevamente y que no hayamos incendiado el laboratorio de Alphys. No lo culpaba, Sans y yo seguramente se nos a pasado más de tres veces pensar eso.

Desde entonces que Papyrus me permitió vivir con él y su hermano. Pero en ese tiempo Frisk no se asomado en casa de Sans, y llamarla no iba al caso. Su agenda estaba apretada y podía confirmar que no tenía tiempo ni de respirar con solo verlo en la televisión.

Además que no iría a armar un escándalo en medio de algo importante como lo es un tratado de Paz. De lo único que estaba de acuerdo con ella, era que quería que los monstruos tuvieran derechos, leyes que los protejan y que puedan vivir aquí, en la superficie sin ningún inconveniente. Así que me controlo con eso; ir a la universidad también fue una de mis tantas opciones, pero estaban en parciales lo que me prohibían entrar a las aulas para querer hablar.

Le convenía estar ahí.

¿Su casa? No era opción realmente. Se había mudado y por la falta de comunicación (que yo le corté) no tenía la menor idea en dónde estaba y, si preguntaba seguramente no me iban a decir. Probé con Papyrus, que es el más honesto de todos mis amigos, y él no lo sabía y perfectamente sabía que no mentía. Papyrus no sabe mentir por lo que me convenció rápidamente.

⸻¿Café?

Volteó a ver a mi derecha con mi mano sosteniendo mi mejilla, quitando mi vista de mi computadora.

Agotada hize el esfuerzo de sonreír pero solamente salió un bostezo y con pereza alcé mi pulgar de mi mano libre.

⸻¿Estuviste ahí toda la noche? ⸻Preguntó de nuevo Papyrus con curiosidad.

⸻No, solo me levanté más temprano.

Y era verdad, eran las seis de la mañana, levantándome yo a las cuatro para terminar papeleo médico y clínico para mí nuevo trabajo.

⸻¡Cielos! ⸻Se asombró mientras dejaba a mi lado la taza con café humeante. ⸻Tu espíritu madrugador me gusta, ¡Pero no es suficiente para ganar al gran Papyrus! ¡Nyehehe!

⸻Supongo que tienes razón, Papyrus. Eres muy genial y no creo poderte ganar nunca.

Le sonreí con gracia al verlo tan contento.

A decir verdad, lo único que me tenía aún en la casa del comediante era su hermano. Su hermano era un rayito de sol que me ayudaba a tener mi humor de perros tan bajo como me sea posible. Era como un psicólogo sin que él mismo se diera cuenta.

Papyrus hizo el desayuno, platicábamos las grandiosas habilidades de cocina del mayor mientras que yo, solo lo apoyaba y animaba como él lo suele hacer cuando me ve mal.

⸻Humana, ⸻Llamó a mi con semblante preocupado. ⸻¿Te puedo pedir un favor?

Le di un sorbo a mi café, sintiendo aquel ambiente tenso. Preocupada miré al mayor, quien observaban su plato ya vacío pero portaba un semblante afligido. Eso me alarmó, ya que no era propio del Gran Papyrus, así que dejé mi computadora de lado y miré más atenta al mayor.

⸻Dime, papy. ¿En qué te puedo ayudar?

El mayor soltó un suspiro, cargado de angustia. Lo que me llevo a pensar que no era nada bueno para él.

⸻Cuando salieron del laboratorio de Alphys...⸻Se detuvo unos segundos, mirando sus manos desnudas, dudando si seguir. Pero no le permití dejarlo a media, por lo que lo apoye poneindo una de mis manos en su brazo como apoyo, lo que le hizo mirarme con tristeza. ⸻Sans ya no quiere a Frisk.

Era lógico. Pero Papyrus no tenía ni idea de lo que pasaba con su hermano y su novia.

⸻No te preocupes, seguro se quiere dar su tiempo. ⸻Aprete suavemente sus huesos, mirando como de sus cuencas se formaba una gotas de lágrimas. ⸻No tienes que mortificarte, en toda relación hay problemas y es normal.

Él dudo unos segundos de mis palabras, quitando su vista de mi para ver a la mesa en un punto muerto.

⸻Sans ha estado mencionado tu nombre mientras duerme. Es primera vez que habla dormido.

Un balde de agua fría a caído en mi cabeza, sintiendo vergüenza y pánico al escuchar esas palabras en boca de Papyrus. Sin saber que hacer quité mi mano de su brazo y con nervios a flor de piel abrace con mis manos la taza que aún tenía café, mirando aquel líquido.

⸻N-No quiero que me veas como la arruina...-

Papyrus me callo, está vez siendo él el que ponía una mano en mi brazo.

⸻No soy tonto. ⸻Reiteró un poco serio. ⸻Sé lo que se hace en la época de celo. Mi pareja y yo lo hicimos. Pero a lo que quiero dar a entender, es que...⸻Cerré los ojos, esperando un posible comentario rechazandome. ⸻Gracias a tí he visto a Sans más activo que de costumbre.

⸻¿Q-Qué...?

Mi cabeza no analizaba del todo aquello dicho por Papyrus, sorprendiendome a lo grande con eso y mirarlo incrédula por lo que dijo. ¿Había escuchado bien?

⸻Humana. En los celos de Sans no se le veía del todo bien con Frisk, pero se le ha notado “energía” desde que regreso contigo. ⸻Se acercó un poco a mí, poniendo una mano al costado de sus dientes murmurando. ⸻Creo que se ve mejor siendo tu pareja.

⸻¿¡Qué!?

Sentía que mi sangre subía, alejándome de golpe de él mientras sentía que la vergüenza reinaba cada fibra de mi ser. Casi provocando la caída de la silla en dónde estaba yo.

No sabía en qué punto de la conversación habíamos tocado este tema, y no estaba dispuesta a continuar con esto y más si era con Papyrus.

⸻N-No s-sé de lo que hablas. ⸻Tartamudee por el pánico al imaginar las palabras de Papyrus. ⸻¿N-No deberías ir a trabajar a la biblioteca?

⸻¡Tienes razón! Se me hace tarde. ⸻Se levantó, tomó los platos sucios y los lavo en un chasquido de dedos. ⸻¡Nos vemos en la tarde!

Podía escuchar mi corazón en mis oídos, y calor en el ambiente.

¿Por qué Papyrus mencionara ese tema?; En mi mente pasan imágenes intentado recordar las energías de las que hablaba Papyrus, no encontraba alguna. ¿Yo buena pareja para Sans? No, eso es completamente ridículo. Odio sus chistes, su forma perezosa y la manera en la que evita las charlas serias hace que me enferme de solo recordarlo. No, definitivamente no.

Ahora mi mente no dejará de pensar en eso. Que frustrante.

Papyrus se fue, dejándome atormentando me con mis pensamientos. Pero no paso mucho cuando los pasos pesados y perezoso se acercaban a la cocina. Sabía quién era, por lo que me levanté de la silla y me serví más café.

⸻Buenos días.

Sin mirarlo le devolví el saludo.

Sentía que iba a explotar, ¡Maldigo la madurez que se está formando en Papyrus!

Agarré aire discretamente, tratando de relajar mis pensamientos y mis torpes movimientos. Lo que me ayudó un poco, sintiendo la valentía necesaria para verlo a la cara.

⸻¿Intentas parecerte a mi amada Ketchup? ⸻Inquirió con una sonrisa burlona.

Apreté mis dientes, intentando no perder el control de mandarlo a volar y luego salir corriendo.

⸻No, ⸻Mascullé enojada mirando la pantalla de mi ordenador. ⸻Y es muy temprano para tus estupideces. Desayuna y te largas de aquí.

⸻Parece que alguien se levantó con el pie izquie-rojo. Hehehe.

Perdón, no tengo imaginación para los chiste malos de Sans :'v ¿Alguien que me ayude en eso? Xdd

Rodeé los ojos, tomando a la taza en mis manos con fuerza, intentado ignorar y hacer pensar que no había escuchado eso.

⸻Desayuna de una vez.

Él se encogió de hombros y así lo hizo. Comió en silencio (lo cual agradecía), pero sentía la mirada de Sans en mi persona. Lo que me hizo ocultarme en la pantalla de la computadora y encorgerme de los nervios.

Aquella conversación de Papyrus no de me olvidaba, y tener el principal personaje de conversación enfrente no ayudaba en absolutamente en nada.

A diferencia de Papyrus, Sans no levantó su plato, tomó su chaqueta y se preparó para salir de la cocina, pero se detuvo, dándome la espalda, provocando un sentimiento de duda.

⸻Olvide decirlo, pero vendré un poco más tarde. ⸻Alcé mi ceja, mirándolo más interesada en eso.

⸻¿A dónde irás? ¿Papyrus lo sabe?

Noté como metía las manos en su chaqueta, y simplemente se encogió de hombros mientras salía despacio a la salida.

⸻Tengo algunos asuntos que arreglar.

Y desapareció enfrente de mi.


⸻¿No falta nada, señorita Bennett?

Miré detrás de mí: la casa de los hermanos esqueletos. Sintiendo dolor en mí pecho y una piedra encajar directamente en la boca del estómago.

No quería irme, ya me había acostumbrado estar con ellos, pero debía hacerlo. No podía estar más tiempo ahí. Mi moral y mi integridad me lo pedían, pero mi corazón y alma me negaban el hecho que no los necesitaba. No podía aprovecharme más tiempo de la amabilidad de Papyrus, tampoco quería incomodar más a Sans y hacer de su vida un infierno en su propia casa estando yo ahí.

Negué con la cabeza, rendida ante la la nostalgia.

⸻No. ⸻Cerré la puerta con dolor. Sintiendo que algo me estaba jalando para regresar dentro. Pero me separé de la perilla, sintiendo un nudo en la garganta y una inmensas ganas de llorar. ⸻Es hora de irnos.

Todos los trabajadores de la mudanza hicieron caso a mi petición. Cerrando el camión y dejándome pasar en la cabina, llendo de copiloto.

Tan pronto como el camión encendió el motor, sentia que toda mi felicidad desaparecía. Toda aquella comodidad y familiaridad que sentía desaparecía dejando únicamente un sentimiento de culpabilidad y remordimiento.

Me iba al departamento que había encontrado, semi amueblado y cerca de mi trabajo, casi a las afueras de la ciudad Ebott.

Nadie sabía de mí partida, ni siquiera Papyrus ni Asriel lo sabían.

He sufrido mucho por ellos, desgastando mi juicio y corduta; miré por la ventana, sintiendo dolor nuevamente en mi pecho al ver alejarme de la casa de Sans. El dueño de la casa y yo fuimos víctimas de alguien a quien únicamente le importaba el experimento. Sabíamos que lo hacía para el bienestar general de los nuevos recientes de la superficie, pero. ¿A qué costó?

Sans no tuvo el pudor de quejarse y apesar de saber en dónde vive Frisk, se negaba ir a verla solo por el mismo enojo del que tanto compartimos los dos: Frisk uso su determinación de la peor manera contra sus familiares más cercanos.

Ya no solo había enojo y rencor por parte nuestra, sino también nos enfadaba el hecho que no fuera a vernos en el momento que salimos. Fue incluso preocupante, ya que Sans se había oxidado con sus poderes y Alphys y yo tuvimos que asistirlo.

Solo quedaba hacer una nueva vida. Lejos del doloroso recuerdo y exitante recuerdo. Era macabro que haya disfrutado del encierro. Quiero decir, el sexo de alguna manera se consideraba tortura física, pero era glorioso en su momento. Ahora eran recuerdos vergonzoso y dañaban mi dignidad en cualquier ángulo.

Pude jurar que desarrolle síndrome de Estocolmo y Esquizofrenia.

Necesitaba un psicólogo.

Tres horas fue lo que nos tardamos en llegar. Poco, pero lo suficientemente lejos para descansar de todo lo malo que viví en tan solo un mes.

Antes de bajar del camión, mi celular sonó, mirando el recordatorio que mi periodo debería bajar pasado mañana. Lo que me dejaba un mal sabor de boca al recordar las palabras que me decía en todo momento que podía Sans.

⸻Hueles a Cerezas y Bosque.

Sonreí ante la nostalgia.

Sans se hizo un buen compañero de hogar. No fue tan malo después de todo. Al fin y al cabo el mes que estuvimos juntos nos ayudó en encontrar el punto perfecto para soportarnos.

En todo caso, ya no podíamos hacer nada.

Habíamos decidido mejor solo ser conocidos. Aunque Sans se negó y quizo arreglar las cosas intentando ser amigos. Me negué por la obvia razón de temer que terminaríamos como amigos con derechos, y yo realmente no tenía las fuerzas suficientes para continuar con eso, a sabiendas que Sans estaba con mi ex-mejor amiga.

Bajamos las cosas y las subimos al departamento, sintiéndome libre finalmente. Pero a la vez, sentía que algo se rompía en mi interior.

¿Realmente terminaré quedándome sola de nuevo...?

Todo mis vida (hasta que apareció Frisk) había estado sola. No me quejaba sobre eso, pero a veces la soledad lo único que me provocaba era depresión, al no tener a nadie con quien hablar. Mi vida había sido monótona hasta que conseguí una bonita amistad con Frisk. Una buena amiga en su momento. ¿Qué le ha pasado? No iba a negar que no me dolió la traición de ella, porque estaría mintiendome a mi misma, y no había caso engañarme cuando iba a salir pero la cosa.

Solo quedaba rehacer nuevamente mi vida, ya no tengo nada que ver con los monstruos. Seguir adelante y borrar los recuerdos malo solo para estar con los buenos.

Estaba determinada a recordar aquella chica que alguna vez fue mi amiga, de la mejor manera. Recordaré con cariño la de veces que disfrutábamos con Alphys y Undyne ver series. La de veces que fui maniquí de Mettaton y ayudante de ella. La de veces que Muffet de mala gana me “regalaba” el pastel que hacía una vez al año. La de veces que tuve entrenamiento con Undyne y Papyrus, disfrutando de los entrenamientos “estrictos”. La de veces que la reina me invitaba con su familia pasar las tardes tomando té. La de veces que Asriel, Frisk y yo hacíamos pijamadas.

Dolía cada recuerdo feliz, dolía porque sabía que no se repetiría. Y si lo hacía, ha no sería igual. De eso estaba segura.


El sonido de lo maquinaria del reloj me hacía desesperar cuando tenía mucho trabajo, y poco tiempo para hacer cada cosa. Comenzaba a sentirme mal en cuanto sentía que estaba a punto de terminar una cosa cuando una nueva se arrimaba en mi espalda.

Más que frustración sentía cólera.

⸻Samantha. ⸻Apreté el lápiz con ira, elevando mi vista de los papeles para mirar de mala gana a mi compañero. ⸻Tengo una cita con una niña, ¿Me cubres con un ultra sonido de una de mis pacientes?

Podía jurar que mi tick en el ojo iba más rápido que el reloj.

⸻¿No puede ir Dimitri? ⸻Pregunté soportando las ganas de gritarle. ⸻De verdad estoy muy ocupada.

⸻Él también se está encargando de otro ultra sonido. ⸻Tomé aire y con impotencia asentí sin mirarlo para evitar sentir más ganas de tirarle los papeles en cara que estaba rellenando. ⸻¡Te pagaré el doble!

Aquello lo dijo antes de cerrar mi consultorio.

⸻¡Que sea de verdad Marcos! ⸻Exclamé agotada.

⸻¡Si mujer!

Rodeé los ojos exasperada, sintiendo un mareo pequeño por la falta de comida.

Ahí donde estaba, no había almorzado por lo increíblemente ocupada que había estado. Y las pacientes que eran menores de edad con una madre que no creía que era “buena en mi que hacía” agotaba mi paciencia.

Me levanté del escritorio de mala gana, tomando un chocolate para apaciguar el hambre que tenía. Solamente tres meses trabajando y ya sentía que necesitaba vacaciones. Nunca había sentido tanto estrés en este trabajo.

Salí del consultorio, dirigiendome al ala de ultra sonido. Aquella ala resultaba estar en el tercer piso, lo que provocaba que me subiera al elevador. Pero la peor sensación que sentí fua cuando el elevador subió y el mareo del hambre me invadió.

De no ser porque estaba una de las enfermeras hubiera caído al suelo. Aquella señorita me regaló un dulce, no me negué y lo acepté. Agradeciendo por su ayuda y evitando a toda costa hacer movimientos bruscos con la cabeza.

⸻Dios...ayúdame...

No podía, estaba horriblemente mareada y el estómago no me ayudaba porque rugía con todas sus fuerzas por comida.

Nunca había experimentado algo similar. Además que no comiera un día no me provocaba tremendos mareos. Pero hoy era diferente, casi que caigo de cara en cuanto entre a la sala designada por Marcos.

⸻Buenos días...⸻Tomé el portapapeles que estaba encima de la máquina del ultrasonido. Leyendo ahí el nombre de la paciente. ⸻Señorita, Valeria Rojas.

La chica me sonrió emocionada, contenta de que finalmente estuviera ahí.

⸻Buenos días doctora. ⸻Extendió su mano, como saludo. Y después señalo al hombre que estaba dormido en el sofá de al lado. ⸻Él es mi hermano, Rodolfo. Lamento si está dormido, le tocó desvelarse por mi culpa.

Sonreír imaginando la razón del porque.

⸻Desde luego puedo observar emoción por el bebé. ¿No es así? ⸻Me acerqué a ella para hacer para escuchar su corazón por el estetoscopio. De lo cual iba rápido, dando indicio de nervios o por el cansancio del bebé. ⸻¿Nerviosa?

⸻No, ⸻Negó con una sonrisa suave. ⸻estoy emocionada. Es mi primer bebé luego de varios intentos.

Un amargo sabor de boca invadió mi ser, y no precisamente por lo que dijo la chica. Intenté disimularlo con un suspiro y concentrarme en su corazón, pero después pasé a sus pulmones, escuchandolos igualmente rápidos pero nada fuera de lo normal.

⸻Tu historial clínico dice que tuvo dos abortos espontáneos. ⸻Dije relamiendo mis labios para sentir el dulzor de los dulces que antes había comido. ⸻Y parece que este será un éxito.

La chica hizo más grande su sonrisa, emocionada por mis palabras y con esperanza que todo salga bien.

Le indique que lo que debía hacer. Su vientre era más grande de lo normal, dándome una hipótesis de que probablemente sean gemelos.

⸻¿Cuántos meses lleva? ⸻Pregunté sin apartar los ojos del monitor.

⸻Cinco meses, ¿Pasa algo? ⸻Negué con la cabeza con una sonrisa Lara tranquilizarla.

⸻No, nada de eso. ⸻Miré a su hermano que despertaba. ⸻¿Le gustaría escuchar el corazón del bebé?

Ella asintió emocionada. Así que dejé el aparato unos momentos y prendí el sonido para escuchar los latidos.

En el monitor podía distinguir dos cabezas, pero habían más manitas que me dejaban descolocada. Revisaba bien y no parecía ser una deformación, lo que calmaba mis nervios de tener que decir una mala noticia, hasta que escuchamos más sonidos. La chica antes estaba entusiasmada, pero se preocupó al escuchar un sonido tan raro y casi rápido.

⸻¿Qué sucede? ¿Por qué suena así?

Me mordí el labio inferior antes de responder, asegurandome bien que mi vista no me fallaba.

Pero no lo hacía, ni mucho menos mis oídos.

⸻Antes quiero hacerle un par de preguntas. ¿Puedo? ⸻Ella asintió asustada, afligida, por lo que pose mi mano en su hombro aún acostada.⸻No es nada malo, eso se lo puedo asegurar.

Apagué la máquina y el hombre ya completamente despierto y al tanto de todo, nos prestó atención en silencio.

⸻Aquí dice que estuvo en tratamiento. ¿Verdad? ⸻Señalé con mi dedo índice los párrafos de su historial para yo no perderme.

⸻Si, así es. ⸻Respondió el hombre.

⸻¿Quieren que se les haga foto? Lo digo por la revelación que se hace habitualmente en los beby Showers.

La pareja negó impaciente.

⸻Bueno, entonces tengo muy buenas noticias. ⸻Sonreí por la gran noticia que tenía que dar. ⸻¿Cuántos niños hubiese querido en este embarazo?

El hombre y la mujer se miraron confundidos, intentando comprender lo que dije con solo la mirada, por lo que me volvieron a ver curioso y con más atención.

⸻Enhorabuena. Cinco bebés viene en camino. ⸻Y tan pronto como dije eso, el hombre se quedó estupefacto, notando lo pálido que estaba y sus ojos bien abiertos. Y la chica no sabía si estar contenta o asustada.⸻Esto es completamente...n-normal...cuando...-

Extrañamente un golpe repentino del mareo me invadió, cayendo al suelo finalmente. Las luces se apagaban de mis ojos y mi orientación me fue abandonando por completo.

Poco a poco sentía que me elevaban y me ponían en el sofá, pero cuento me pusieron ahí el sabor horrible en la boca fue peor. Buscando con la mirada un basurero y manos en boca lo encontré y lo tomé vomitando ahí los dos únicos dulces que había comido y luego el ácido, ardiendome la garganta y sintiendo horrible el estómago.

A los minutos todo malestar se dicipaba poco a poco, sintiendo débil mi cuerpo por la vomitado. Y sorprendeme aquella pareja no me dejó sola. El hombre en ningún momento se apartó de mi lado y la chica únicamente le daba instrucciones.

⸻G-Gracias...⸻Murmure en un hilo, sintiendo mi garganta horrible.

⸻No se preocupe. ⸻Mencionó el hombre. ⸻Creo que está pasando por un mal momento y es normal.

⸻Rodolfo. ⸻Regaño la chica. ⸻Iré a buscar una enfermera. No dejes que se levanté la doctora.

Angustiada por lo que dijo no le permití salir a ella, diciéndole que solamente se me había bajado el azúcar. Claramente no se lo creyó, pero respetó mi decisión y fueron a buscar las imágenes para ir de vuelta a casa.

Con dificultad y malestar fuí de nuevo a mí oficina, pero nuevamente el vómito me invadió y tuve que ir al baño de mi oficina para desechar los ácidos que tenía ahí.

Mi celular sonó en medio de eso, y cuando eso hizo logré distraer mi mente del asco para lograr dejar de vomitar.

Me enjuague la boca, baje la palanca y lave mis dientes para quitar el horrible sabor.

Prendí mi celular y note aquel calendario que avisaba mi regla.

⸻No...No...No, no, no, no...esto no puede estar pasando. Esto no puede estar pasando.

¿Cómo pude ser tan imbécil? ¿¡Cómo había dejado pasar desapercibido ésto!? ¿¡Tan malditamente ocupada a estado!?

Mi alma que me había abandonado sentía que regresaba cuando recordé que por el estrés puede atrasar la regla. Aquellos nervios que sentía hacían que temblaran pero mi conciencia estaba completamente aplacada por el miedo de que tenga razón.

No iba quedarme de brazos cruzados y rezar que solo sea el estrés.

Salí del baño, buscando entre mis gabetines una prueba de embarazo casera, incluso tomé una de las mejores.

Regresé al baño y la hice. Tenía ansiedad por esperar, mis nervios estaba a flor de piel, incluso mis manos temblaban cuando miraba aquella prueba y reazaba que fuera negativa. Pero mis manos temblaron más y sintiendo que mi alma me abandonaba y mi mundo se venía abajo.

Positivo. 3 meses.


⸻Dimitri. ¿Me haces el favor de pasar estas pruebas análisis?

Estaba asustada, todo mi cuerpo temblaba, pero ocultaba aquello metiendo mis manos en los bolsillos de mi bata y apretar mis manos en puños.

⸻¿Ahora? Me tengo que ir y...

Quice llorar en ese momento, quería salir de todo esto, no quería nada para más tarde y quería hecharme en cara que más estúpidas pruebas son una mierda que no sirven. Entonces le rogué, le rogué con la mirada.

⸻Me las debes...⸻Le susurré con tono añiñado.

Él rodó los ojos molesto.

⸻¡Bien! Pero mañana por la mañana te las enviaré. ⸻Sonreir por mis adentros al escuchar eso.

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