Ahora mismo mantenía todo en mi cabeza, sentándome en posición fetal en la tina, mientras el agua caía en mi cabeza. Mi rodilla intentaba llevarlas hasta mi pecho, mientras que mis brazos abrazaban con fuerza mis piernas.

No iba a mentir que me gustó, porque lo hizo. Fue bueno, pero ahora...ahora me sentía mal...¿Me arrepentía...? Claramente lo hacía. Es el novio de mi amiga, Sans. Pero...¿Qué había de mi? ¿Soy la amante? Todo esto inició con fines y bienestar de la ciencia, ¿Entonces esto no contará como infidelidad?

Me sentía devastada, cansada. Me sentía como un ratón en jaula de un gato, y lo peor es que si salía de la jaula otro gato más estaría persiguiendo. Pero entonces, ¿Por qué en mi momento de lucidez permití que Sans usará mi cuerpo? ¿Por qué mierdas deje que hiciera lo que hizo? Él me dio muchas oportunidades para el arrepentimiento, ¿Por qué ahora tengo ese sentimiento?

Ahora Sans no tiene la culpa.

De hecho... ninguno de los dos la tiene.

Llorar era algo que casi no lo hacía, y si lo hacía era cuando me sentía frustrada, con impotencia y con ganas de matar a todo aquel que se me atravesará. ¿Quiero matar a Sans? No, claro que no.

Nunca tuve el atrevimiento de alzar la mano a alguien, no si realmente se lo merecía. Y Sans muchas veces lo merecía por ser un cabeza hueca, ¿Por qué no lo he hecho? Porque no puedo, simplemente no puedo y eso hace que sienta inconformidad conmigo misma.

Solo soy alguien que se atravesó en la determinación de Frisk, yo realmente no tengo nada que ver aquí.

Salí de la ducha, envolviendo mi cuerpo en la toalla y me puse frente al espejo. Esté estaba nublado por el vapor, por lo que con una toalla limpie el espejo y miré mi reflejo con tristeza.

«Tu cuerpo ya ha sido marcado por Sans»

Y se notaba de maravilla; mi cuello con chupetones, marcas de mordidas que parecían moretones, pequeños y minúsculas señas de sus dientes en mi clavícula.

Me sentía sucia al verme, pero algo muy dentro, pero muy, muy dentro de mí se sentía feliz.

⸻T/N Samantha Bennett...⸻Pronuncié mi nombre, arrastrando las palabras con ansiedad.

Aquella chica que veía en el espejo definitivamente ya no era una Bennett...

Yo no me veía fuerte, decidida ni leal. Ahora solo era pequeños trozos de la chica que alguna vez me convertí gracias a la vida; Sans me había desarmado toda, y no entendía la razón del porque me deje llevar tan fácil. Sabía que él estaba en una relación, por lo tanto, no puede tomar una responsabilidad tan grande conmigo como lo es el sexo.

Pueda que haya sido sexo casual o lo que pueda que querramos ver desde ese ángulo. Pero estaba mal, todo estaba mal aquí.

Iniciando desde raíz todo estaba mal.

Salí del baño, cambiada y con el cabello ya seco. No tenía ganas de arréglame por lo que salí con el cabello suelto, un suéter de lana holgado con un pantalón de pijama del mismo color de el suéter.

Cuando salí Sans se encontraba en la mesa, mirando su plato de comida. Aquellas orbes blancas desaparecieron, no estaban pero podía distinguir claramente una lágrima en su pómulo caer lenta y dolorosamente.

Mis ojos viajaron de su brazo hasta su mano, dónde tenía en un puño la dosis que debía ponerse. Podía ver cómo apretaba con fuerza aquella cosa, casi como si fuera un gancho para ejercitar la mano.

No podía descifrar cómo se encontraba él en estos momentos. Ya que su rostro no tenía expresión alguna y la posición que adoptó daba mucho que pensar.

Me crucé de brazos, quitando la mirada de Sans y mirando a todas partes, cómo si aquí se encontrará una muy buena solución para lo que pasó y pasará dentro de poco.

Me acerqué a la mesa, intentando llamar la atención de él y que se limpiara sus lágrimas, pero no lo hizo. Se mantuvo quieto, pero sus ojos ahora aparecieron y me miraban sin la necesidad de elevar su rostro. Aquello hizo que mi sangre se congelara por unos segundos, provocando que los nervios rozaran a flor de piel y me sintiera intimidada y muy avergonzada.

No quería aceptarlo, pero Sans tenía un toque más Sexy.

No dije nada, e intenté ignorarlo abriendo mi comida.

De nuevo omelette, pero ahora ya no lo veo tan delicioso como hace unos días.

Solté un suspiro y volví a esconder mi manos entre mis piernas mientras miraba el triste omelette.

⸻S-Sans...⸻Un sabor raro en la boca se instaló en cuanto llame su nombre, recordando la vez que me pidió que lo gritará. Cerré mis ojos en un intento de cambiar aquellas imágenes bochornosas de la madrugada de éste día. ⸻P-Perdón por todo...

No dijo nada. No respondió y solo se dedicó a verme, lo que me hacía sentir pequeña e intimidad.

No tenía hambre, de eso estaba muy segura. Todo lo que sentía era un nudo en la boca del estómago que evitaba que unas mariposas en el estómago salieran.

⸻Fue mi culpa. ⸻Miré sus ojos de nuevo, pero con sorpresa. Pero tan rápido como lo miré, él la apartó y miró su plato a medio comer. ⸻Debí suponer que no-

⸻N-No...⸻Lo interrumpí, guardando de nuevo el plato de comida con torpeza. ⸻No fue tu culpa, yo...yo estoy asustada por todo esto. Esto es culpa mía, perdóname Sans...

Noté que la tensión que tenía Sans desapareció a los segundos de dar mi disculpa. Y ahora se había acomodado en la silla mirándome asombrado por mis palabras. Sentía su mirada en mi, sentía como si pudiera ver dentro de mi cabeza, cómo si leyera todo lo que pasaba por mi mente; aquella jeringa nunca la soltó, no hasta que me removí incómoda por su mirada.

Un escalofrío pasó por mi cuerpo cuando ví la jeringa vacía y al lado de la comida sin terminar. Mis ojos simplemente se mantuvieron en esa cosa, temiendo que las reacciones de Sans sean producidas por eso, pero al mirarlo de soslayo solo lo notaba sereno. Su sonrisa característica se encontraba de nuevo en su rostro, y aquello me perturbaba de alguna manera.

⸻Welp, pensé que te habías levantado con el pie izquierdo. ⸻Soltó una risa divertido. ⸻Pero tranquila, no perderé la cabeza sanstasticamente.

Se le veía sereno, podía ver qué poco a poco regresaba hacer el mismo Sans que odiaba. Pero no dije nada, ¿Su celo habrá pasado ya?

Me sentía como idiota al disculparme, pero realmente nadie tenía la culpa sobre este tema, todo se nos ha salido de las manos y era normal lo que estábamos pasando en estos momentos. ¿Dolía? Siempre lo hace, y más en el orgullo, pero esto ya no era cuestión de orgullo.

⸻Alphys envía esto. ⸻Sans saca una bolsa del súper, lleno de chucherías favoritas mías y golosinas que me dio una pequeña ilusión. ⸻Es un pequeño regalo de Asriel.

Mis ojos se abrieron con asombro.

⸻¿A-Asriel...? ⸻Sentía una ligera calidez en mi pecho, agradeciendo profundamente el dulce gesto del príncipe.

⸻Yup. También dijo que vendría a vernos.

Sonreí imaginando al mismísimo príncipe ir a comprar todo eso, incluso compro bebidas suficientes para Sans y para mí.

Busqué mi celular en el sofá, pero no estaba así que tuve que levantarme y buscarlo en la mesita de noche. Y ahí estaba, conectado. Odiaba dejarlo más de dos horas conectado porque la batería no iba a durar mucho, pero al menos tenía el 100%.

Lo tomé y cuando solamente lo desbloqueo saltó el mensaje de Asriel.

Ayer

Asriel: ¡Howdy! Espero estés bien.

Hice lo mejor que pude para sacarte de ahí pero no lo logré. Espero me perdones con el regalo que te deje con Undyne y Alphys.

Sonreí. Asriel es divino, es un príncipe en todo su esplendor, realmente es un caballero.

Le escribí con la intención de agradecerle, pero me tomó por sorpresa un nuevo mensaje de Asriel.

Hoy

Asriel: ¡Buenos días! Veo que te acaban de pasar mi regalo, ¿Cómo has estado?

Sonreí y solté una risita ahogada.

Miré la cámara por inercia y sonreí tan grande como pude, subiendo mi mano y mi pulgar para indicar que todo estaba bien. Pero un gas proveniente de una "garganta" me hizo volver a Sans. Quién ya estaba sentado comiendo algunas chucherías mientras miraba cosas en su celular.

Fruncí el ceño y lo miré con los brazos cruzados.

⸻¿Ya estás comiendo chucherías tan de mañana? ⸻Me acerqué a él y miré su desayuno aún medio a comer. ⸻¡Ni siquiera has terminado de desayunar! ¡Y deja de tirar gases!

Sans sólo se encogió de hombros, sonriendo divertido mientras reproducía un vídeo.

⸻Lo siento, niña. No soy muy fan de la gastronomía de este laboratorio. Hehehehe.

Rodé los ojos y me senté mientras le escribía de regreso a Asriel, platicando un poco sobre lo que pasó ayer.

Tuve que tomar una gaseosa fría para evitar que mis nervios delataran lo que pasaba conmigo, ya que le escribía mentiras mi cabeza reproducía todas las veces que Sans me hizo gritar. Era vergonzoso, pero no voy a negar que no lo quise.

En todo ese rato, había terminado de comer, Sans se había quedado dormido con algunas golosinas a medias comer el la boca y un pequeño hilo de saliva caía en la comisura de sus dientes. No supe si ese era el mismo Sans que me follo o de plano tengo cierto grado de Esquizofrenia como para haber visto a Sans tan...¿Guapo...?

Y aunque había pasado dos horas platicando con Asriel, repentinamente Sans se levantó asustado. Saltando en su lugar y tirando todo lo que tenía en su regazo y notando un pequeño bulto en sus pantalones.

Por la vergüenza que Asriel que esté viendo esto, no lo miré más e intenté concentrarme en mi celular, pero Sans cayó al suelo intentando caminar al baño.

Me sentía hipócrita, y lo estaba haciendo, por lo que con los nervios de punta me acerqué a él y le pregunté que sucedía, pero no respondió y un pequeño temblor en su cuerpo me hizo que dudará su ayudarlo a levantarlo o no.

Con sutileza me acuclille a su altura, poniendo una mano en su hombro, pero repentinamente fue apartada de un manotazo mientras Sans volvía a levantarse y correr al baño. Repentinamente se cerró la puerta mucho antes de que él entrara.

⸻¡Maldición Alphys! ¡Este no es el momento! ⸻Gritó mirando a la cámara mientras notaba como su ojo brillaba con la misma intensidad que la de ayer.

Lo miré mientras me levantaba y miraba las acciones desesperadas de Sans. Lo notaba tenso, incluso aguantando las ganas de crear magia en su cuerpo, pero le fue complicado y su bulto creció un poco más, incluso lo podía ver igual de duro que ayer.

⸻¿S-Sans...? ⸻Di un pasó a él sin saber que hacer, pero solo me miró con seriedad pura y con vergüenza bajo su camiseta blanca para intentar ocultar su problema.

⸻E-Estoy bien, no te preocupes solo no te acerques.

Tragué con fuerza y solamente me quedé en mi lugar, Sans al ver que estaba cooperando se metió a su cama desordenada y sin cambiar de sábanas y con esas misma se cubrió por completo.

Entendía que Sans estaba haciendo el enorme esfuerzo de soportar sus instintos primitivos, pero ambos sabíamos que iba a explotar y si eso llegase a pasar...

⸻No se controlará...

Con rapidez fui al baño, girando la perilla, pero estaba completamente quieta. Se notaba que le había puesto seguro. Intenté golpear con mis puños la puerta y con patadas para siquiera intentar abrirla, pero no había nada que hacer. Con rapidez fuí con mi celular y con torpeza buscaba el número de Alphys y marqué, pero fue contestado por Asriel.

⸻¿Qué sucede ahí dentro? ¿Sans está bien? ⸻Se escuchaba muy preocupado, pero no tenía mucho tiempo para responder todo.

⸻¡Dile a Alphys que abra el baño! ⸻Exclamé con desesperación mientras intentaba abrir la puerta con mi mano libre. ⸻¡Si no la abren Sans perderá su cordura!

⸻L-Lo sé...⸻La voz de Alphys logré distinguir a dura penas por lo suave que había hablado, pues ella bien sabía que no era bueno lo que estaba pasando. ⸻P-Pero ya no puedo permitirme q-que Sans no deje ver las reacciones como tal.

Golpeó con furia la puerta con mi puño al escuchar la respuesta tan estúpida de ella.

⸻¡Joder Alphys! ¡Es tu amigo, abre la maldita puerta!

⸻N-No P-Puedo...S-Son órdenes de Frisk...

La cólera comenzó a recorrer mis venas, sintiendo furia al escuchar el estúpido nombre que lleva enojandome hace días.

⸻¡QUE SE VAYA AL DIABLO FRISK! ⸻Grité ya enfurecida, mirando a la cámara. ⸻SI NO ABRES LA PUTA PUERTA TE OLVIDARÁS DE MÍ CUANDO HAGAS UNA PUTA PIJAMA DE MIERDA. ¡¡ASÍ QUÉ ABRE LA PUTA PUERTA!!

Pero inesperadamente me colgó, no sin antes escuchar un reclamó del otro lado de la línea.

La vergüenza ya no era parte de mí. Lo único que importaba era que me sentía llena y el placer que provocaba las embestidas salvajes de Sans era lo único que mi mente se concentraba.

Sans ya no era él, sus ojos los mantenía cerrados y sus manos simplemente impedía que mis piernas se cerrarán por las oleadas de placer que me provocaba cada que tocaba mi punto dulce.

Mi suéter me estorbaba, el sudor y el calor me pedía que me lo quitará para sentir aire fresco, pero mis manos estaban retenidas arriba de mi cabeza. Con poca prudencia intente ocultar parte de mi rostro (que ya seguramente se encontraba rojo por el calor y el esfuerzo que hacía para no perder mi cordura) para que no me mirarán por las cámaras.

El almuerzo fue la hora en la que explotó Sans. Y Asriel no se había ido y no tenía la menor idea si al verme en este estado tan vergonzoso se habría ido.

A mi mente le importaba poco que me mirarán, lo único que quería era llegar al tan deseado clímax pero en mi interior sabía una cosa.

Sans no se detendría si no estaba satisfecho, y yo ya me había corrido tres veces seguidas.

⸻¡S-Sans! ⸻Llamé, intentando zafarme de la magia de él, pero era imposible. ⸻¡Y-Ya no p-puedo...!

Pude sentir como mi mente se nubló por unos segundos y mi cuerpo tenía espasmos del enorme orgasmo que estaba sintiendo.

Pero Sans no se detuvo y en cuanto sintió que me había vuelto a correr se acercó a mi cuello, ocultando su rostro en mi cuello sudoroso y dando pequeñas mordidas de mi lado bueno.

Podía escuchar gruñidos, gemidos ahogados e incluso mencionaba mi nombre que provocaba todo tipo de sensaciones que me hacían perder toda noción del tiempo y del lugar.

Mi cuerpo exigía un tiempo de descanso, y lo único que podía hacer era gritar por su nombre, pero solamente salían gritos ahogados llenos de placer. Ya hasta ardía mi garganta y mi cama seguro y ya debería estar rota de lo salvaje que se estaba comportando.

⸻¡S-Sans!~

Otro orgasmo había obtenido, sentía que me desmayaría por el placer. Ya no podía más, ya ni podía respirar y mis pulmones y abdomen dolían y ardían cómo el infierno.

No sé qué horas eran, Sans finalmente había caído en cuenta lo que estaba pasando.

Me había liberado hace ya media hora, la cena nunca llegó y dudo mucho que lo haga.

Mis piernas temblaban y espasmos de vez en cuando soltaba. Mis ojos y mejillas los sentía pegajosos y raros. Extrañamente no dolía abajo, menos mi cuello que posiblemente tenga nuevas marcas.

Lo bueno es que ambos estábamos en cama sin saber que hacer, hablar o mencionar.

Yo no quise decir nada (porque realmente no tenía voz para hacerlo) y solo miraba a Sans quien lloraba en silencio mirando el techo. Se le veía arrepentido, dolido y asustado.

Mi pecho se estrujó al verlo llorar, aguantar sus lágrimas y cerrar con fuerza sus cuencas mientras cubría su boca con sus manos.

Con dificultad extrema me acerqué a él y lo abracé a mi pecho, incluso mis espasmos fueron peores en cuanto intenté cerrar mis piernas, a Sans parece que no le importo y me abrazo por mi cintura.

Finalmente lloro.

Sans soltó todo lo que intentaba ocultar, sus ojos derramaban lágrimas y su abrazo en mi cintura se hizo fuerte. Con mi manos lo guíe a mi pecho, acariciando su cráneo con torpeza y besar ahí con dulzura.

⸻P-Perdóname...⸻Lloró con más fuerza en cuanto soltaba más besos en su cráneo. ⸻N-No se porque no tocaste el botón...T-Tuviste oportunidad...Lo siento tanto...

Me dolió escucharlo de esa manera. Mi alma se partió y un dolor punzante se instaló en mi pecho cuando Sans ocultaba su rostro ahí, y agradecía que en ningún momento me quité el suéter. Por lo qué podía decir que estábamos "normales".

Quería hablarle, decirle que estaba bien.

Pero había perdido mi voz.

Editado: 05.07.2023