
𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟶
Aquella mano traviesa terminó obligándome a abrir las piernas. Sintiendo mi vergüenza crecer en todo mi cuerpo. Pero aquello fue opacado por los besos húmedos que me proporcionaba Sans en el cuello, sintiendo las ganas de gemir su nombre.
«Nombre del cual no tienes derecho a decir.»
Me mordí la lengua para evitar soltar su nombre. Puede que ya haya perdido en su totalidad mi dignidad, pero no podía ser tan mierda para acostarme con el novio de mi amiga y desgastar su nombre, en algo tan impuro como lo que tenemos planeado hacer.
En cambio mis suspiros y pequeños jadeos hacía que Sans siguiera torturando, pero ahora había soltado mis manos para encargarse de mis pechos libres de un sostén.
El notó aquello, por lo que simplemente aprovecho para meter una mano debajo de mi blusa, mientras que la otra la usaba para sostener su peso. Aunque su boca bajaba lentamente, rozando mi piel, sintiendo que me quemaba su roce. Cada movimiento de sus manos me hacía perder cada vez más la cordura. Era como una droga de la cual temía volverme adicta.
Poco a poco, Sans me despojó de mi blusa, dejándome desnuda de torso, jugando con mi pecho mientras que su lengua bajaba hasta otro de mi pecho. Cada vez sentía que no aguantaba más, que me desmayaría ahí mismo. Y también deseando que tomará mi mayor tesoro de una sola vez, pero temía que doliera.
Aún con los conocimientos que tengo, sabía que no lo haría. Pero temía que doliera por los nervios que presentaba, la vergüenza carcomía cada toque y cada lamida que daba Sans en mi botón sensible. Esa sensación era de doble filo, ya que sabíamos que no estaba correcto, pero es eso exactamente lo que lo vuelve excitante. Lo que lo vuelve tentador y estábamos dispuestos a ser unos amantes.
Sans se detuvo con su boca, pero su mano nunca se apartó de mi pecho, que seguramente ya se encontraba duro por la excitación; su rostro se alzó, mirándome con lujuria y excitación a más no poder, pero si ceño levemente fruncido hacía que mirara sus rostro con curiosidad y vergüenza pintada en mis mejillas.
⸻Gime mi nombre. ⸻Masculló con voz profunda, haciéndome tragar saliva por querer besarlo al escuchar su voz. ⸻Quiero escucharlo de tu voz.
Me negué. Negué con la cabeza mientras cerraba mis ojos y ponía el doblez del codo en mis ojos.
Escuché un bufido pícaro de él, lo que me hizo morderme el labio inferior por la situación bochornosa en la que estábamos.
Su mano abandonó mi pecho, sintiendo dolor en mi pecho por no sentir su toque. Quería ver la razón por la que me dejó con las ganas de sentir su lengua, pero un gemido fuerte salió de mi boca en cuanto las manos esqueléticas de Sans me jalaron hacia abajo, abriendo mis piernas.
Al principio me asusté por lo brusco que fue al abrirme las piernas, dejando mi brazo y levantar mi cabeza para ver lo que iba hacer Sans.
No sabía si fue un error o si las vistas eran jodidamente hermosas.
Sans sonrió satisfecho cuando me miró curioso, pero él nunca apartó sus ojos de mí mientras se acercaba a mi muslo interior izquierdo. Sacó su lengua dando una lamida lenta y tortuosa, acercándose peligrosamente en mi entrepierna; al principio gemí fuerte, temblando de las ganas que tenía que subiera más, pero se detuvo y después de detenerse regreso al inicio de la extensa lamida que dio. Soltando una risa socarrona con picardía y excitación.
⸻Sé qué quieres que suba más. Pero lo haré si dices mi nombre.
Odiaba cada maldito segundo a Sans por hacerme torturar de esta manera.
⸻¿P-Por qué...? ⸻Pregunté con un ligero temblor en mi voz por lo excitada que estaba.
Él sonrió, dejando ver lo feliz que estaba por escucharme igual de excitada que él.
⸻Porque quiero oírte lo mucho que te gusta.
Sin decir más, beso mi muslo, subiendo lentamente dejando el rastro de besos hasta llegar a mi entrepierna. Mirándome fijamente. Pidiendo permiso permiso de besar ahí incluso encima de la tela que protegía mi vagina.
⸻Hazlo. ⸻Habló en un susurro.
Tragué saliva.
Si lo hacía ya no habría vuelta atrás. ¿Estaba correcto lo que estábamos haciendo?, ¿Era correcto aprovechar la situación de Sans?, ¿Estará él en sus cinco sentidos en estos momentos?
No tenía la respuestas a todas las preguntas y otras tantas, pero ahora mismo, eran estupideces.
⸻S-Sans...⸻Solté con vergüenza. Sintiendo mi corazón latir con violencia en mi pecho, sintiendo palpitante mi vagina por lo desesperada que estaba.
Soltó una risa, se acercó a mi entrepierna soltando un suspiro que me estremeció. Intenté cerrar mis piernas por mero instinto, pero él no lo permitió y simplemente depositó un beso en la entrada.
⸻Buena chica, T/N.
Sin previo aviso hizo a un lado mi ropa, sintiendo el cálido aliento de Sans en mi entrada. Al principio Sans intento no mirar ahí, solo para torturarme de la vergüenza. Pero cuando cerré mis ojos sentí una lamida lenta en mi clítoris.
No lo pude aguantar más, y gemí su nombre con fuerza, deseando y anhelando que lo volviera hacer eso.
⸻E-Eres mejor de lo que imaginé. ⸻Habló entrecortado, notando su respiración entre cortada.
El calor rápidamente invadió mi rostro, siento mi sangre subir hasta mi cara y taparme con las manos con vergüenza. Sin embargo, simplemente dejé un pequeño hueco para que mi voz saliera y que él lograra escucharme.
⸻¿Y-Ya me has imaginado...?
Él volvió a dar otra lamida lenta, sintiendo placer y mi cuerpo soltando un pequeño espasmo del placer que me produjo la segunda vez que hizo eso.
⸻Con tu dulce aroma es inevitable. ⸻Soltó una risa. ⸻Y aunque quieras negarlo, todas la veces que fui al baño fueron por culpa de tu hermoso cuerpo en mi cabeza.
Y sin previo aviso y sin dejarme responder la lengua de Sans se introdujo en mi interior lentamente; en ese instante me revolví en mi lugar, cerrando mis piernas inconscientemente por el placer y para evitar gritar del mismo placer me mordí el labio aferrandome de las sábanas entre mis puños.
Entonces fue cuando Sans comenzó a mover su lengua en mi interior, moviéndose desenfrenadamente mientras soltaba gemidos y reclamaba su nombre a por más; Sans por querer darme ese placer, tuvo que poner sus manos en mis muslos, para evitar que las cerrar, pero aquello simplemente hacía que los choques eléctricos que sentía solo con tocarme la mano, fueran corriendo más a mi vagina. Que sentía que palpitaba de la sensación tan increíble.
Cada maldito segundo que Sans pasaba ahí abajo, disfrutando de todo lo que había. Hacía que mi mente dejara todo lo que me mantenía consciente.
Mi vista y mi mente ya comenzaban a nublarse por el placer enorme que sentí, gritando por más sintiendo que algo se avecinaba.
Cada vez gritaba su nombre, cada vez sentía que mis lágrimas abandonaron mis ojos y mi espalda se curvaba por la sensación tan maravillosa que sentía todo mi cuerpo.
⸻¡S-Sans!~ ⸻Exclamé desesperada por querer sentir más. ⸻¡J-Joder! ¡M-Me voy a venir...!
No recibí respuesta oral por parte de él por claras acciones, pero aquellas acciones se hicieron más frenéticas. Sintiendo que su lengua comenzaba a hacerse loca en mi interior; ya no aguantaba más, cada segundo sentía el placer pasar por todo mi cuerpo hasta que finalmente sentí que todo salía de mí.
Sans en ningún momento se separó de mí. Mis manos comenzaban a doler por la fuerza que ejercía ahí, y sin yo estar consciente por completo de todo mi cuerpo por la oleada de placer que sucumbió mi cuerpo, mi pierna derecha se posicionó en el hombro de Sans. Él claramente aprovechó eso, y con la mano libre introdujo un dedo, mientras sacaba su lengua.
⸻Eres exquisita. ⸻Habló ronco, con la voz débil.
Yo no podía contestar, mi respiración está muy acelerada. Mi corazón retumbaba en mis oídos y mi pecho subía y bajaba por lo cansada que estaba por haber hecho tremendo esfuerzo por no gritar como loca.
Sentí que se movió de su lugar, acomodándose para mejor movimiento de su mano que estaba en mi interior. Sintiéndome llena, pero no por completo.
Lamí mis labios por los resecos que estaban por tanto gritar y gemir. Sans comenzó a subir, depositando besos en mi monte de Venus mientras subía por el abdomen, dejando un rastro hasta llegar a mi cuello y para en mi oído.
Cuando llegó hasta ahí metió otro dedo haciéndome gemir, soltando una mano de las sábanas y colocarla en su hombro apretando sus huesos con fuerza.
⸻Quiero escucharte más de cerca. Así que no te contengas. ⸻Dijo mientras me besaba.
Aquel beso duró unos simples segundos que para mí fueron horas. Saboreando mis líquidos combinados con la saliva de Sans. Pero no pude quejarme por lo corto que fue porque él comenzó a mover sus dedos fingiendo pequeñas estocadas haciéndome gritar de nuevo.
Estaba sensible por la recién corrida que había hecho, por lo que mi cuerpo comenzó a temblar. Una extraña combinación de buscar paz y a la vez de querer más se apoderó de mí. Gritaba su nombre, le pedía a duras penas que se detuviera unos segundos, pero mis caderas me traicionaban pues se movieran para querer más. Él gruñía por cada vez que decía que se detuviera, y cada vez que lo mencionaba aumentaba sus movimientos. Llegó a abrir sus dedos creando el efecto tijera.
⸻¡M-Maldición, Sans! ⸻Grité llorando del placer, intentando no cerrar mis piernas con temblores en mi cuerpo y voz. ⸻¡N-No aguantaré!
⸻Cada vez estás más apretada. ⸻Depositó un beso en mi cuello, mientras lo lamía. ⸻Sé que puedes aguantar, tu cuerpo me lo dice todo.
Tragué saliva, sintiendo que se saldría por los gritos que pegaba.
Sans estaba cansado, sabía que le dolía porque de vez en cuando sus movimientos flaqueaban, así que me ayudó soltando mi agarré de las sábanas y frotar con suavidad mi clítoris.
Aquello fue el paraíso mismo.
Sentía que abandonaría cada dimensión en la que estábamos. Sans hacía lo posible por hacerme correr de nuevo con sus dedos y para evitar cansarlo del brazo lo ayude. ¡Y era glorioso!
⸻¡S-Sans! ⸻Exclamé pérdida.
Cuando la ola de placer abandonó mi cuerpo, Sans no saco sus dedos y lo único que hizo fue besarme, metiendo su lengua en mi boca.
Yo necesitaba aire, ya que estaba cansada. El sudor poco a poco comenzó a bañarme por completo y parece que a Sans le pasaría igual si seguía así. Pero poco nos importó lo cansado que estábamos y comenzamos a intentar seguir el beso del otro.
Me separé de él temblando, pero él continuó con su cuello.
⸻E-Espera...⸻Intente empujarlo. Pero me tomó firmemente de las caderas. ⸻B-Busca un condón.
Lo que dije lo había dejado en shock. Sacó sus dedos, haciéndome sentir vacía y sacando un suspiro; su rostro salió de mi cuello, mirándome asombrado por mis palabras.
Mis pulmones ardían. Mi cuerpo pedía un descanso, pero la lujuria que recorría todo mi cuerpo hacía que sacará fuerzas de Dios sabe dónde para continuar.
⸻¿E-Estas segura de eso? P-Puedo seguir-
No lo dejé continuar. Ya que lo bese guiando su rostro a mi cara con una mano en su mejilla. Nos quedamos juntos por unos minutos, descansando unos segundos para continuar con el dulce beso que habíamos creado.
Cuando sentí mi respiración ya con un ritmo normal (o hasta donde sabía lo normal) y le sonreí de lado con dificultad.
⸻Estoy segura Sans. Estoy completamente segura.
Sans se quedó unos segundos analizando mi rostro. Creo que lo había hecho para ver si era una especie de mentira o broma. Pero no lo hacía.
Él sonrió y me depositó un beso en la mejilla con dulzura.
Logré escuchar como uno de los gabinetes se abría. Del susto me separé, girando a ver lo que sucedió, pero mi sorpresa fue ver un pequeño paquete del condón flotar hacía nosotros.
Al principio me asusté, pero todo rastro de miedo desapareció cuando Sans tomó el condón con la mano y sonrió de lado pícaro.
⸻¿Sorprendida por mi magia? ⸻Habló de forma coqueta.
Solté un bufido divertido.
⸻He visto actos de magia mejores.
Él soltó una risa divertida, levantándose mientras se apoyaba en sus rodillas y abría el condón con cuidado. Por la posición en la que se encontraba podía notar su pene erecto, completamente rígido y su luz era lo que llamaba más la atención que el tamaño y el grosor.
Sans notó mi mirada puesta en su miembro, sonriendo mientras ponía solamente la punta del condón en su miembro.
⸻¿Gustas en ayudarme? ⸻Preguntó con una sonrisa.
Me mordí el labio inferior, mirando fijamente su miembro. Podía jurar verlo palpitar; solté mi labio y relamí mi labio inferior con gusto.
⸻Será un placer.
Se sentó, sintiendo mi vagina sensible, pero poco me importaba ya que disfrutaba mucho únicamente las vistas. Lo acomodé como se debía, y una vez bien puesto me volvió acostar pero ahora una almohada en mi cabeza me daba una mayor comodidad y haciendo que pudiera ver un poco mejor la zona que sería el coito.
Tan pronto como me acosté, Sans se dejó ir, poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza, mientras me sonreía cuando notaba que estaba mirando su miembro con asombro.
Puede que la lujuria haya nublado cada gramo de moral, prejuicios y todo lo que conlleva la cordura. Pero sentía vergüenza y miedo. ¿Realmente entrará ese "monstruo" dentro de mí?
⸻Oye. ⸻Sans llamó mi atención, mirándome sereno y con dulzura. ⸻Hasta a tiempo de echarte para atrás. Una vez que inicie-
⸻Hazlo.
Entonces se posicionó en mi entrada, sintiendo la punta rozar mi clítoris y mi entrada.
En el momento del roce suspiros soltaba. Rogando que pronto entrara y que ni se le ocurriera ser dulce.
Pronto se volvió apoyar en sus rodillas, obligándome a sostener mis piernas por debajo de mis rodillas; pronto pude sentir que la punta se introdujo en mi interior, pero el gruñido que soltó Sans me dio a indicar que no podía pasar más allá que solo la punta.
⸻Mierda, estás completamente cerrada.
Me avergüence un poco por eso. Pero por las enormes ganas que tenía de entrar, con una mano abrí mis labios, dejando arriba mi pierna. Sans parecía sorprendido por cada una de mis acciones, pero cada vez que sentía mi sangre subir a mis mejillas lograba divisar una sonrisa satisfecha de parte de él.
Sans no dijo nada por lo que hice. Intentó empujar suavemente, sintiendo como poco a poco se abría paso. Los suspiros y gruñidos por parte de ambos no se hicieron esperar, incluso Sans tuvo que salir de nuevo. Gruñidos de frustración y placer salía de su boca, su ojo que estuvo encendido todo este tiempo soltaba un brillo de un azul eléctrico que extrañamente me encantaba ver.
Volvió a intentar entrar, y aunque estuviera apretada no me dolía nada. Todo lo contrario. El placer inundaba cada fibra de mi ser, deseando que una vez por todas entrara en mi, quería sentirme llena.
Sans no se rindió, y volvió a empujar abriéndose pasó en mi interior, sacando un gemido fuerte ronco de parte de él.
⸻Aprietas deliciosamente...⸻Inquirió con voz grave.
Yo por mi parte dejé de abrirme con mis dedos, llevando mi mano a la boca para evitar soltar un alarido de placer.
Ahora me sentía completa. Me sentía feliz y llena.
Finalmente había dejado de ser virgen, y nunca creí que hubiera sido a la persona que más odiaba. ¿Realmente lo odiaba?; Si hace unos años me hubieran dicho que terminaría perdiendo mi "inocencia" con el ser que más odio en el mundo, me hubiera reído de esa persona. Pero ahora le agradecería.
Sans hizo que soltará mi otra pierna, ahora sosteniendo mis rodillas con sus manos mientras sonreía complacido por la posición en la que estaba.
No tardó mucho en moverse, saliendo poco y volver a entrar para que mi vagina se acostumbrara a su enorme tamaño. Yo no tenía palabras para describir el enorme placer que sentía con estos simples movimientos, incluso me excitaba más ver cómo se esforzaba por intentar abrirme más.
Poco a poco comenzó a salir más, mientras que mis manos se aferraban a la almohada, sintiendo el enorme miembro de Sans acomodarse. Era como si mi interior le diera un abrazo de bienvenida, de la cual se veía que ambos estábamos ansiosos por recibir.
⸻N-No puedo más, esto es increíble... ⸻Murmuró cansado.
Sin previo aviso Sans debo de sostenerme las piernas, ahora sus brazos evitando que cierre las piernas mientras sus manos se colocan a los lados de mi cintura.
Ahora estaba siendo más brusco y era como rozar el cielo mismo.
Aquellas estocadas me estaban haciendo perder todo razonamiento, sentía que me estaba partiendo en dos. Podía sentir que golpeaba mi interior de una manera maravillosa, incluso rozando aquel punto dulce que creí que Sans no encontraría.
Cada estocada que daba era como sentir que subía un escalón más para querer más, y eso pedía. Gritaba y gemía por más, soltando el nombre de Sans.
El también gemía, pero lo que me encantaba eran los gruñidos de placer que sentía. Quería más. Los dos queríamos más.
Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas, y a pesar de eso, mi vista lo único que hacía era ver lo que sucedía ahí abajo. Y la vista que había era tan espléndida que me encantaba.
⸻V-Veo que t-te gusta lo que vez...⸻Gruñó mientras se acercaba a mi cuello. ⸻M-Me encanta follarte.
No podía decir nada. Simplemente el placer me tenía en blanco, no podía ni siquiera pensar en nada más sobre lo maravilloso que era tener a Sans dentro de mí.
Mis piernas temblaban, y pedían cerrase, por lo brazos fuertes de Sans evitaban que lo hiciera.
Poco a poco sentía de nuevo aquella sensación de que algo se acercaba, pero poco me importaba avisar. Yo quería más, incluso los movimientos de Sans comenzaron a flaquear, sintiendo irregulación en sus movimientos. Dándome a entender que pronto acabaría.
⸻¡M-Más, joder! ¡M-Más!
Ya ni siquiera me importaba lo que decía.
Sans no tardó en acercarse a mi boca, besándome, insistiendo en abrir mi boca; le hice caso, y en cuanto la abrí el simplemente metió su lengua jugando con la mía como si su vida dependiera de ello.
Pero su vaivén nunca paró, y su salvajismo me estaba volviendo loca, llorando de placer y sintiendo que me iba a desmayar.
Mi cuerpo no pudo más, la sensibilidad de los dos orgasmos anteriores que tuve.
Mi último alarido fue callado por el beso de Sans. Separándose de mí y buscando mi cuello para morderlo; el mismo placer del orgasmo no sentí nada de dolor, simplemente me dejé llevar por lo caliente que sentía en mi interior. Podía sentir la semilla de Sans en mí, me daba una agradable sensación, queriendo que no desapareciera esa maravillosa experiencia.
Sans rápido salió de mí, quitándose el condón, llevando su semilla hasta la punta y haciendo un nudo para tirarlo a la orilla de la cama. En esos momentos quería preguntar que iba hacer, pero mis respiración no permitía soltar palabras. Los jadeos de cansancio era lo único que había de parte de mi.
Pero mi vista simplemente se fijó que había vuelto a sacar otro condón y colocándose de manera apresurada aquella cosa. Y tan pronto como pasó el látex por lo largo de su pene, entró de una estocada, soltando él un gruñido y yo un grito con su nombre.
Pero está vez volvió a salir, dejándome libre. Pero me obligó a ponerme boca abajo. Con sus manos abrió mis nalgas mientras buscaba mi entrada, y en cuanto la encontró entró nuevamente de una sola vez.
⸻¡Joder! ¡Así estás mejor!
No dije nada, pero mis brazos llevaron la almohada a mi pecho mientras los jadeos de cansancio se combinaban con los gemidos de placer y gritos de la lujuria.
Sabía que se estaba dejando llevar por su celo, y no me importaba nada.
Quería más.
Día 11
No tenía la menor idea de que hora era, pero lo único que podía decir era que había tenido la mejor noche de toda mi vida.
Incluso sintiendo un brazo de Sans rodear mi cintura, podía decir que fue la mejor de las noches para ambos.
Las sábanas cubrían nuestros cuerpos desnudos, y la calidez que emanaba el pecho de Sans en mi espalda era tan agradable que no quería moverme. Pero desgraciadamente la necesidad de ir al baño hizo que intentará levantarse sin despertar a Sans. Aunque fue todo en vano el esfuerzo de no despertarlo, me hizo feliz de alguna manera que intentará acercarse más.
⸻¿Dónde vas?⸻Habló perezoso y ronco por acabar de despertar.⸻ Está muy temprano para hacer cualquier cosa.
Me mordí mi labio inferior, intentando no soltar una carcajada. Pero, decidí forzar de nuevo la cosa.
⸻Que seas tú el perezoso no significa que yo lo sé. Necesito ir al baño y darme una ducha. Estoy sucia Sans. ⸻La nariz inexistente de Sans se pasó por mi cabello desordenado, olfateando ahí y mi cuello.
⸻Hueles a Cerezas y Bosque. No creo que necesites oler más delicioso que ahora.
Un escalofrío recorrió todo mi ser, recordando el primer día que me dijo Sans que olía a eso.
Pero ahora que estaba más consciente, podía notar que nuestros cuerpos reaccionan cómo si nos hubiéramos conocido hace años. Y aunque éramos como el agua y el aceite, podría decir que eso era lo que nos atraía.
⸻Pues no importa. ⸻Me quejé intentando alejarlo. ⸻Necesito una ducha, me siento pegajosa. Además que necesitamos desayunar y tú necesitas tomar la dosis nueva.
El quejido de Sans me hizo reír. Parecía un niño, pero comprendía completamente la situación que teníamos. Estábamos muy cómodos juntos en la cama.
No hubo de otra, me iba a levantar cuando Sans me detuvo de la muñeca intentando cubrirme con la sábana por el frío que hacía.
⸻¿Y ahora que quieres?
⸻¿Y si nos bañamos después de desayunar?
Me quedé callada unos segundos, pensando eso. Me mordí el labio inferior y me giré a verlo, notando la somnolencia en su rostro y viendo un pequeño sonrojo en sus pómulos.
«Él quería aprovechar el arranque de lujuria que le daba la dosis para volver hacer lo mismo en el baño.»
Me negué.
⸻No. Hazlo tú si quieres, yo no lo haré.
Noté que se enfadó por mi respuesta, frunciendo su ceño para abrir sus cuencas y mirarme enojado.
⸻¿Por qué de nuevo la hostilidad?
Me giré levantándome de la cama, pero el dolor en mí pelvis hizo que mis ojos se cristalizaron. No quería que Sans notara lo que me había provocado, así que me aguanté y con el orgullo en alto (o al menos lo poco que me quedaba) me fui al baño.
No iba a contestar, ya que ahora me sentía mal por lo que hice anoche.
Mi amiga no se lo merecía.
⸻Me he convertido en Emily...
Editado: 05.07.2023
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