S E I S
Jimin se movió incómodo y abrió los ojos poco a poco, cuando escuchó la voz de una mujer hablar por unos altavoces. Se encontró con el rostro de Minji muy cerca. El niño le sonrió.
—Ya has despertado, Yoongi dice que tomes esto. —le extendió una pastilla blanca. —Es para la tu cabeza. —Jimin confundido la cogió. —Iré por agua, Taehyung debe tenerla. —el niño corrió hacia las sillas traseras.
Estaban en el aeropuerto. Jimin se encontraba vestido y sentado en una de esas sillas azules. Miró la pastilla en su mano y luego observó su cuerpo, no era su ropa, pero le quedaba bien. Minji llegó al cabo de unos segundos y le extendió una botella de agua. Jimin la cogió y la abrió, se metió la pastilla en la boca y luego pegó la boquilla a sus labios para tomar agua. Vio de reojo que Minji lo observaba muy curioso.
—¿Te sientes mejor? ¿Qué tanto jugó contigo? —Jimin casi escupe el agua y eso hizo reír a Minji.
—¿Dónde estamos?
—¡Nos vamos de viaje! —sonrió el niño y se sentó a su lado. —Yoongi dice que es bueno relajarse e ir con la familia. —Jimin arrugó el ceño.
—¿Familia? —asintió Minji y se giró señalando detrás de la silla en la que estaba Jimin.
—Ese señor de allá es Kim Taehyung, es familia de Yoongi.
—¿Taehyung? —le sonaba el nombre. Se giró y se encontró con una mirada fría y un hombre sentado con las piernas cruzadas. Su corazón se aceleró cuando un vago recuerdo de él apareció en su pensamiento. Pues, compartían carcajadas, mientras Jimin le lanzaba una cabeza mutilada. Debió ser su amigo entonces.
—Él es muy raro. —rio Minji. —Anoche me quedé con él, mientras usted estaba en el maletero. ¿Puede decirme si le divirtió jugar con Yoongi? —Jimin no apartaba la mirada de Taehyung, quien también la tenía fija en él, entonces Taehyung se levantó de la silla en la que se encontraba y se acercó a ellos haciendo que Jimin esquivara su mirada.
—Minji, nuestro vuelo sale en 5 minutos. Ve a coger tus cosas. —le dijo Taehyung y Minji asintió, bajándose se la silla y dejando solos a Jimin y Taehyung en un incómodo silencio. —Hola Jimin, tanto tiempo.
Jimin juntó sus cejas y miró a Taehyung.
—¿Nos conocíamos? —Taehyung asintió.
—Y bien que nos conocíamos. —le sonrió y eso hizo sentir incomodo a Jimin.
—¿Eres familia de Yoongi? —Taehyung negó.
—Solo soy un conocido. —contestó. —Deberías levantarte, están por anunciar nuestro vuelo.
—Espera. —se levantó Jimin. —¿Vuelo? ¿Yo también voy? —Taehyung asintió. —¿Por qué? No puedo, tengo estudio.
—Lastima, Yoongi me advirtió que si escapas tendré que cortarte la cabeza. —Jimin abrió los ojos sorprendido al escuchar tal cosa.
—Debo estudiar y nadie sabe que estoy aquí.
—Bueno, así es mejor. Nadie te buscará. —sonrió Taehyung.
La voz de la mujer de hace unos minutos volvió a salir por los altavoces anunciando el próximo vuelo, y en ese iba Jimin.
—¿Los Ángeles? —dijo Jimin.
Minji llegó a su lado con una mochila azul y un peluche en sus manos, este ya no era un conejo, ahora era Bambi.
—Vamos, tenemos que entregar los boletos. —Taehyung se adelantó para entregar los tres boletos. Minji se acercó a Jimin.
—¿Le tienes miedo a las alturas? Yoongi dice que eras algo miedoso, pero luego te convertiste en malo. —Jimin arrugó el ceño y se agachó a la altura de Minji.
—¿Qué más te ha dicho Yoongi de mí? —preguntó Minji.
—Él nunca ha dejado de hablar de ti. —rio Minji. —Dice que eres su persona favorita en todo este mundo.
Otro recuerdo golpeó la mente de Jimin. Él, se encontraba besando unos delgados labios con delicadeza mientras que alguien poseía su cuerpo de manera suave y cálida. Esa persona, por fin pudo verlo, era Yoongi. El corazón de Jimin se aceleró tanto que empezó a sudar al saber que todo este tiempo, había olvidado a la única persona que ha amado. Sí, porque él ama a su familia. Así como Yoongi ama a Jimin, porque es su hermano. ¿Cierto?
—¿Está bien? —preguntó Minji al ver pálido a Jimin.
—¡Minji! ¡Jimin! —llamó Taehyung y Jimin se levantó del suelo.
—Sí, estoy bien. Vamos. —Minji le agarró la mano a Jimin y caminaron hacia donde estaba Taehyung.
Tantos recuerdos llegaron a su mente de él, asesinando, divirtiéndose, llorando y jugando con tantas personas. Recordó el sexo, los castigos, gritos, el placer y sobre todo recordó lo bueno que fue Yoongi con él. Estaba algo eufórico por lo que había recordado, pero, solo estaba Yoongi, Taehyung y Hoseok en sus recuerdos. ¿Quién era Namjoon? ¿Quién era Seokjin? Y sobre todo ¿Jungkook en verdad murió?
—¿Jimin? —lo llamó Minji, cuando caminaban para subir el avión. —¿Puedo sentarme contigo? —Jimin asintió y este sonrió.
Subieron al avión y buscaron sus asientos, para su sorpresa, Yoongi ya se encontraba dentro del avión. No ocultaba su rostro y eso le hizo confirmar a Jimin que era él, su demonio favorito.
—La parte delantera están nuestros asientos. Siempre me ha gustado viajar cómodo. ¿Cierto, Jimin? —Jimin pasó saliva y bajó la mirada.
Minji llegó a Jimin y le agarró la mano para tirar de ella y llegar a los asientos delanteros, dejando a Taehyung y a Jimin atrás. Antes de que Jimin diera un paso, Taehyung lo cogió por la muñeca y lo giró para mirarlo.
—Sé que recuerdas, Jimin. —le dijo Taehyung y con la expresión de terror que le puso Jimin, se lo confirmo. —Sé que te acuerdas de cada roce que te hizo y cada muerte que provocaste.
—No sé de qué estás hablando, Taehyung.
—Si no supieras de que estoy hablando, ¿Por qué te quedaste helado al ver el rostro de Yoongi? —sonrió este. —Aw, la historia se repite. Una y otra vez... —rio. —¿No estarás fingiendo? ¿Verdad? —se acercó a su rostro de manera intimidante. —Él no será el único que quiera lastimarte.
—¡No sé de qué hablas! —Taehyung soltó una carcajada.
—¿Seguro? ¿Señor Min? —lo empujó y pasó por su lado para llegar a los asientos delanteros, pero se detuvo para decirle una última cosa. —Si estás fingiendo, es mejor que no hables ahora, Jimin. Las pagarás caro, Park.
Jimin pasó saliva. No estaba mintiendo, o ¿Si?
Siguió la espalda de Taehyung, la cual dio con una cortina negra, la rodó y luego pasó por el baño, pero, la puerta se abrió y lo jalaron hacía dentro. Lo giraron contra la puerta y con una mano lo pegaron a la puerta, y con la otra desnudaban su parte de abajo. Entonces sintió su respiración el su cuello y como su lengua cálida subía por su nuca.
—¿Y si recordamos aquel ayer? —susurró a su oído para luego morder el lóbulo de su oreja. —Vamos a divertirnos, pequeño. —y los dos se sumergieron en gemidos y gritos de placer dentro de ese cubículo.
Yoongi embistió a Jimin con más fuerza, mientras este mordía su mano por el gran placer que le causaba. Su mano, se mantenía masturbando a su miembro por segunda vez a la espera de que Yoongi se corriera dentro de él. Tiró de su cabello hacia atrás, mientras depositaba pequeños besos en el cuello haciendo que este se erizara otra vez. Entonces, salió de él y lo giró, subió su pierna y volvió a introducir su húmedo miembro en su ano para moverse más rápido. Jimin, apretaba con fuerza la espalda de Yoongi y trataba de ahogar sus gemidos.
Una última embestida y Yoongi se corrió dentro de Jimin, haciendo que el ultimo mencionado gritara del placer y terminara con masturbar su miembro. Yoongi, le levantó la mirada con los dos dedos debajo de su barbilla y lo penetró con la mirada. Se mordió el labio inferior y luego juntó sus labios con los de él mientras introducía la lengua para unirla con la de él.
—No sabes cuánto extrañé tus gemidos, pequeño... —dijo entre húmedos besos.
—¿Nos conocíamos? —gimió Jimin y este se apartó.
—¿Sigues sin recordarme, pequeño? —le dio una mirada triste. —¡Ash! Me tocará ir por las malas.
Jimin arrugó el ceño.
—¿Por las malas? ¿A qué te refieres?
—A que seas la carnada de todo mi dinero, pequeño.
Jimin abrió los ojos.
—Los Ángeles, la ciudad que quiero para mí. Y tú, mi pequeño. Serás mi ayudante. —sonrió.
Minutos más tarde, Jimin se encontraba sentado al lado de Minji, mientras compartían una bolsa de papás fritas. Taehyung y Yoongi, estaban a su izquierda, pero en diferentes asientos. Taehyung, veía su teléfono y Yoongi, bueno, intimidaba a Jimin con la mirada y una que otra vez, le daba un trago a su Wisky.
—Yoongi. —Minji, lo llamó. —¿Le pudo contar mi historia favorita para dormir?
Yoongi sonrió mirando a Jimin.
—¿La del padre que quería mucho a su hijo? —Minji asintió. —Bien, cuéntasela.
Jimin cruzó miradas con Yoongi y luego miró a Minji, quien empezaba a contarle la historia. Asustado, miró a Yoongi al ver cómo le podía contar ese cuento para dormir.
—Entonces el padre del niño lo golpeó luego de haber matado a su madre, pero cuando bajó, el señor lo besó... —Jimin miró a Yoongi de nuevo. —Y bueno, Yoongi no me quiso no me dijo lo demás. Dijo que me decía cuando cumpliera mis once años.
—Vaya, recuerdo esa historia como si fuese ayer. A mí me pasó algo parecido. —dijo Taehyung, sin apartar la mirada de su teléfono. —Solo que alguien prefería ser castigado por mí. —Yoongi soltó una carcajada al escucharlo hablar.
—Me sacrifiqué por alguien que no era mi familia. —dijo Yoongi, mientras se acariciaba la cien.
—Pero ese "alguien" te ayudó a escapar de todas tus mierdas. —dijo Taehyung.
—Taehyung, ¿Tú conociste al papá de Yoongi? —Yoongi miró a Minji y le regaló una sonrisa siniestra.
—¡Claro que sí! Y bien que lo conoció. ¿No, Kim? —Taehyung soltó un suspiro y se levantó de su asiento.
—Voy al bar. Park, ¿Quieres algo? —este negó.
—¿Puedo ir contigo? Jimin es aburrido. —dijo Minji y Taehyung asintió.
Los dos desaparecieron detrás de la cortina negra, dejando a Yoongi y a Jimin en un incómodo silencio. Jimin se movió incomodo en su asiento, mirando hacia la ventana. Habían estado en aire por más de 45 minutos, cuando sintió una mano posarse encima de la de él. Jimin, no quiso mirar porque ya sabía quién era.
—Quiero que me escuches atentamente, pequeño. —dijo Yoongi. —Ya que no recuerdas nada, tendrás que cambiar ese lindo color de cabello y tu tener una nueva identificación. Sacarte de Kansas no fue cosa fácil y ahora que lleguemos a los Ángeles, entrarte no será nada fácil también. ¿Sabes por qué? —Yoongi lo miró y sonrió. —Porque tú fuiste muy malo y la ley te busca. —rio Yoongi. —Creo que lo mejor que debería hacer es entregarte y que te condenen a muerte.
Jimin lo miró y negó con la cabeza.
—Que no recuerde nada de mi pasado, no te hace dueño de entregarme o no. Soy abogado. —dijo Jimin.
—Eres mi abogado, por lo tanto, tienes que defenderme de todo, pequeño. —dijo Yoongi y le acarició la mejilla a Jimin. —Pero... ¿Quién te defenderá a ti, pequeño? —le guiñó el ojo y se levantó de la silla.
Se desabrochó el saco beige y lo dejó encima de las piernas de Jimin.
—Algo para que nadie te vea haciéndotela. Puedes mirarme si gustas. —se mordió el labio inferior y se metió las manos en los bolsillos delanteros para caminar e irse de ahí, dejando a Jimin solo.
Buscó su teléfono en el saco de Yoongi y lo encontró. Su pantalla estaba rota y no veía nada muy bien. El teléfono vibró en sus manos cuando una llamada entró, pero cuando trataba de ver el número, respondió la llamada y llevó rápidamente el teléfono a su oreja.
—¿Hola? ¿Namjoon?
—Hola Minnie...
El corazón de Jimin se aceleró al escuchar la voz de Kookjung.
—¿Dónde estás? Nuestra cita era hoy...
—Lo siento, Kookjung. Ahora estoy estudiando.
—¿Seguro? No me gusta que me mientan... Por cierto, ¿Namjoon es tu hermano?
—Sí.
—Siento un poco de celos.
—¿Qué dices?
—Nada, espero verte pronto, Jimin.
—Dudo eso.
—Creo que te podré encontrar en los Ángeles.
Jimin arrugó el ceño. ¿Cómo era que sabía que iba a los Ángeles?
—Yo no estoy en los Ángeles.
—¿Ah no? Entonces, ¿Dónde está Minji ahora mismo?
Tragó saliva.
—Me saludas a tus amigos, será increíble verlos de nuevo.
Y colgó antes de que Jimin pudiera decir algo. Se levantó de su asiento cuando escuchó la cortina correrse, vio a Taehyung con un vaso de vino en la mano, pero no vio a Minji.
—¿Dónde está?
—¿Quién? —le dio un sorbo a su vaso.
—¡Minji!
—¿No está contigo? Dijo que venía contigo.
—Mierda.
Hola corazones mios. Casi alcanzo el mes por no actualizar, pero aquí está. <3
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