
O C H O
El puño de Yoongi aterrizó en la cara de Jungkook, haciendo que este retrocediera.
—¡Le dije a dónde venías! Porque sé que ella podrá cambiarte y podrás desaparecer de la vida de todos. —le dijo Jungkook, limpiándose el labio sangrante por segunda vez.
—Mi madre está muerta. —le dijo Yoongi. —¡Yo la vi! ¡Se estaba desangrando! Ella me cantaba, mientras moría. ¡No puede estar viva!
—Si no me crees, cuando llegues al maldito hotel, lo compruebas. —le dijo Jungkook y miró a Jimin, quien se encontraba detrás de Yoongi algo atónito. Este le sonrió. —Nos estaremos viendo, Park.
Jungkook, caminó por el lado de Yoongi y se acomodó bien el bolso que mantenía en el hombro, y se fue sin decir nada más. Yoongi se giró y miró a Minji, quien se encontraba al lado de Jimin y le sujetaba la mano. Este soltó un suspiro y pasó saliva.
—Vamos al hotel. —dijo Yoongi y los dos asintieron.
Yoongi cogió el bolso de Minji y su maleta, al igual que Jimin y los tres caminaron hacia la salida del aeropuerto. Cuando ya estaba fuera, Yoongi no vio a Taehyung y miró a Jimin.
—¿Lo recuerdas ahora? —preguntó Yoongi y Jimin arrugó el ceño.
—El desgarrador suceso de tu padre contigo. Sí, eso lo recuerdo. —dijo Jimin.
—Te salvaste de muchas, Jimin.
—De ti no me he salvado, Yoongi.
Yoongi le sonrió y rio.
—Somos hermanos. —dijo Jimin con una mueca de asco.
—Quita esa cara, bien que te gusta y ni te quejabas.
Jimin rodó los ojos.
—Jimin... —lo llamó Minji, interrumpiendo la conversación de los dos. —¿Tienes mamá? —preguntó él. Jimin, sintió una pequeña punzada de dolor en el pecho al recordar la mujer que alguna vez lo cuidó y protegió.
—Tenía, ella murió. —respondió Jimin, mirando a Yoongi.
—¿Me perdonas? —sonrió Yoongi y Jimin rio.
—Pero, ha pasado tanto desde eso. —Jimin miró a Minji, quien tenía una mirada triste.
—Yo tampoco tengo mamá. —le dijo Minji. —Yoongi dice que nací de las bola... —Yoongi le tapó la boca a Minji, antes de que dijera algo y Jimin soltó una carcajada.
—¿Por qué le dijiste eso, loco? ¡Es un niño! —le dijo Jimin.
—Estaba ebrio, el niño quería saber sobre su madre la cual no tiene. Se me salió, ¿Yo que culpa? —dijo Yoongi.
—¿Y qué le pasó a su madre? —Yoongi, recordó la escena de parto y cómo la había matado. Se encogió de hombros.
—No lo sé. —respondió y un auto negro brillante llegó a su lado.
Yoongi se giró para mirar al auto y bajaron la ventana. Un chico de cabello castaño oscuro, llevaba unas gafas oscuras y sonreía.
—¿Los llevo, bellas damas? —dijo él.
—¿Qué mierda haces aquí? ¡¿Ya no me puedo tomar unas malditas vacaciones en paz?!
—Vamos, Min. Los acercaré al hotel. Taehyung me llamó y me pidió que los llevara.
A Jimin le sonaba esa voz, se acercó al auto y pude ver un rostro conocido que le trajo muchos recuerdos. Pero, también lo había visto en la casa que compartía con Namjoon. Él era el chico que siempre dejaba sangre en la ducha y siempre hacía que Namjoon lo golpeara. ¿Debería fingir no conocerlo o no?
—Seokjin, vete a la mierda. ¿Si?
—¡Suban! —dijo Seokjin.
Jimin pasó saliva y Yoongi lo miró.
—Suban. —dijo regañadientes.
Minji se soltó de Jimin y corrió a abrir la puerta del auto en la parte de atrás, subió primero, mientras que Jimin y Yoongi subían las maletas en la parte trasera.
—Hola Minji. —saludó Seokjin.
—Hola Seokjin. —dijo el niño.
—¿No te sorprende que me sepa tu nombre, pequeño? —le sonrió Seokjin.
—No, ya te conocía. —sonrió el niño de manera inocente.
Seokjin también le sonrió.
—¿Cómo? Es primera vez que nos vemos.
—Es un secreto. —el niño se tapó la boca con las manos y río.
Yoongi y Jimin llegaron. Yoongi se subió en el asiento del copiloto y Jimin atrás con Minji. Los dos cerraron la puerta y Seokjin pisó el acelerador para irse del aeropuerto.
—Entonces, Kim. ¿Qué eres ahora? ¿Estafador? ¿Jefe? ¿Taxista? —Seokjin, giró los ojos mientras giraba el volante.
—Eso no te importa.
—Ah, es que tú eres el farsante.
—¿Hasta cuándo seguirán con eso? —Yoongi rió.
—El que quiere llevar la puta corona, debe soportar su peso. —le dijo Yoongi.
—¡Vaya! Jimin, ¿Puedes con toda esa carga? —le dijo Seokjin, mirándolo por el retrovisor.
Jimin bajó la mirada y trató de ignorar su presencia.
—¿Qué pasa con Jeon? —dijo Seokjin. —He escuchado que había estado acosando a Jimin.
—¿De dónde sacas eso? —dijo Yoongi.
—El nombre "Kookjung" lo dice mucho. —Yoongi soltó una carcajada. —Fue al juzgado a que lo diera por muerto y que luego cambiara su nombre.
—Está obsesionado con Jimin. —dijo Yoongi.
—Ah, mira. Y tú hablas como si nada, idiota. —le dijo Seokjin.
—Así como Namjoon contigo. —sonrió Yoongi y eso hizo que Seokjin se tensara, y Jimin mirara hacia el frente.
—Minji, ve videos. —Jimin le puso unos auriculares y le prestó su teléfono para que viera videos.
—Ay, Seokjin. Me sorprende que aún pase el tiempo y tú no te acostumbres a que yo lo sé todo.
—Estoy acostumbrado. —dijo Seokjin. —Pero no pensé que vigiles hasta en mis momentos íntimos.
—Sí, eso fue perturbarte para mí. —dijo Yoongi.
—Jimin, ¿Me recuerdas? —Jimin asintió.
—Estudiaste conmigo, bueno..., fingías estudiar. Eres de la policía.
—Era. —le sonrió Seokjin. —¿Sabes? Ocultar y limpiar tu nombre no fue nada fácil. —le dijo.
—¿Cómo haces con Yoongi? —Yoongi se giró para mirar a Jimin y levantó una ceja.
—No he limpiado el nombre de Yoongi hace dos años y medio. —dijo Seokjin. —Ha estado sin movimiento.
Jimin arrugó el ceño y miró a Minji, quien sonreía al teléfono.
—Al parecer el hijo de H...
—¡Llegamos! —dijo Yoongi, cortando a Seokjin. —Jimin, afuera.
Seokjin detuvo el auto, frente al hotel y miró a Jimin por el retrovisor con una sonrisa intimidante. Abrió la puerta y se bajó del auto. Minji, se quitó los audífonos y vio que le entraba una llamada. Él contestó.
—¿Hola?
Jimin y Yoongi, sacaban las maletas del auto cuando Minji se acercó a Yoongi con el teléfono de Jimin en alto.
—¡Es tu mamá! —le dijo Minji. —Quieres hablar contigo.
Yoongi, pasó saliva y miró a Jimin. Cogió el teléfono y lo acercó a su oreja para escuchar.
—¿Minyoung?
—Hola, Yoongi...
Sí, era la voz de su madre.
—Estás muerta, Minyoung.
—Si no me crees, hijo. Ven a verme.
Jimin se acercó a Yoongi y miró a Minji, quien también estaba interesado en la conversación. Seokjin, se fue en el auto, luego que las maletas ya no estaban en el maletero.
—Estoy en el mismo hotel que tú. ¿Qué tal si hacemos una cena familiar? ¿Si? Con Minji..., Hoseok..., Taehyung... y tu nuevo amigo.
Yoongi miró a Jimin.
—Ay, Yoongi. Muero por conocer al chico que te roba el aliento.
Soltó una risita.
—Vístanse bien. Adiós, hijo.
La mujer colgó la llamada, dejando a Yoongi en un grave silencio.
—Tenemos que irnos de aquí, ahora. —dijo Yoongi, agarrando a Minji.
—Yoongi, ¿Qué te dijo? —le preguntó Jimin, pero este caminaba arrastrando una maleta. —¡Yoongi! —Jimin llegó.
—Va a matarte, Jimin. ¡Lo hará! —dijo Yoongi.
—Es tu madre, Yoongi. ¿Por qué querría matarme? —le dijo Jimin. —Tú, siempre me hablaste de lo buena que era. Ella, no es como tu padre. ¿Qué te hace pensar eso?
—Quiere una maldita cena con todos. Incluyéndote. —le dijo Yoongi.
—¿Cena? ¿Por qué? —dijo Jimin.
—No lo sé... Esa mujer, ¿Cómo es que está viva? ¡LA VI DESANGRANDOSE! Ella me cantaba una maldita melodía mientras perdía el aliento. Él la había acuchillado más de una vez. ¿Cómo es que vivió? Y si, esta mierda es verdad. ¿Por qué no respondió a mis gritos de piedad cuando ese maldito tomaba cada parte de mí? —Jimin vio como a Yoongi se le cristalizaron los ojos, quería llorar y era verdad, le dolía saber que su madre estaba viva todo es tiempo y no lo ayudó en nada.
—Yoongi... —dijo Jimin. —Deberías preguntarle tú mismo.
Yoongi miró a Minji y este le sonrió.
—¿Conoceré a tu mamá, Yoongi? —Yoongi, reprimió una sonrisa y asintió.
—Bien, iremos a esa maldita cena. —dijo Yoongi. —Entremos.
Los tres caminaron hacia el hotel y se acercaron a la recepción.
—Wow... —dijo Minji, emocionado al ver la elegancia de ese hermoso hotel. —Jimin, ¿Dormiremos juntos? ¿Haremos una pijamada? —Jimin miró a Yoongi.
—Tú dormirás conmigo, Minji.
—¡Taehyung! —corrió Minji hacia él.
Yoongi lo miró y se acercó con enojo a él. Apartó a Minjin con la mano y lo cogió por el cuello de la camisa.
—¿Qué mierda es la que te pasa? ¿Llamando a mi maldita familia a mis espaldas?
—Vamos, ella se moría por verte.
—Si fuese así, ¿Por qué mierda no me buscó antes? —dijo Yoongi.
—Porque no se sentía segura tal vez. —dijo Taehyung, sonriendo.
—¡¿Qué mierda te traes con mi madre, Kim Taehyung?!
—Ella solo quiere ver a sus hijos y su nieto. —sonrió. —Yo no tengo nada que ver aquí. Me trabajo ya está hecho. Por fin, me libraré de ti.
Yoongi lo bajó y lo empujó.
—Eres un desagradecido. —dijo Yoongi con una sonrisa. —Esta vez, si van detrás de ti. No salvaré tu maldito culo, Kim.
—Nunca te pedí que me salvarás, Min. Yo era lo único que te quedaba, hasta que llegó Hoseok.
—¿Celoso? —sonrió. —Ere el postizo, Taehyung. Siempre lo fuiste, para todos. Eres solo el ayudante de Min Yoongi, aunque te duela, nunca serás mi familia.
—Yo nunca pedí ser tu familia. A mí, me arrebataron todo y todo fue gracias a tu maldito padre.
—Taehyung, si yo te importara una mierda. El día que mataste a Henry, el día que te pusiste de otro bando y te salve el maldito culo. ¿Por qué mierda no te alejaste de mí? ¿Por qué mierda contestaste mis llamadas y te fuiste del lado de Jimin? ¡Claro! Porque Jeon Jungkook está en toda plasta de mierda que pises. Estás atado a él. Tú, quien juraste jamás atarte a una persona. ¡Lo estás! —Taehyung apretó los puños con rabia. —Creaste un mundo en donde yo no existiera y creyendo que yo iba a desaparecer. Ahora, traes a mi madre y ¿Crees que volveré al niño que era? Te equivocas, Kim. Yo, estoy enfermo desde que nací. Amo matar, desde que Henry me puso un dedo encima. Adoro, que la sangre bañe mi cuerpo. TE GUSTE O NO, donde tu pises y trates de mejorarme, escucharas mi puto nombre a donde quiera que vayas. ¿Por qué? La respuesta es simple; soy el puto amo de toda esta mierda, Kim Taehyung.
Jimin se había quedado atónito con lo que había escuchado. Tantos recuerdos se le vinieron a la mente, los dos eran tan unidos desde que los conoció y ahora se estaban destruyendo uno al otro. ¿Por qué se sentía tan inmodesto por eso?
—Juro por la sangre de mi madre y de mi hermano que me vengaré de tu puta familia, Min Yoongi. —le dijo Taehyung. —Te haré sentir, lo que me hicieron sentir a mí. Tres balas, tu madre y tus dos hermanos. —miró a Jimin. —Pero..., al parecer alguien ya ha robado el puesto de Jimin. —miró a Minji, quien se encontraba sentado en el suelo, con su espalda pegada a la recepción mientras jugaba en el teléfono de Jimin. —Ese niño, es tu debilidad, Min Yoongi y no es tuyo. ¡Será increíble! Decirle a Hoseok que mataste a Jennie y le estuviste ocultado su hijo, ¡Su propio hijo! Durante dos años y medio. Aw, te mandaré a la mierda, Yoongi. —le sonrió de manera siniestra.
—No, si te mato antes. —le dijo Yoongi y le cogió la nuca. —Tengo tantos secretitos tuyos, Kim. No te conviene mandarme a la mierda, porque el que se va a ir, eres tú. ¿Por qué? Porque soy Min Yoongi, el amo y tú, Kim Taehyung, es decir, nadie. —Yoongi, pestañeó con una sonrisa.
—Nos vemos mañana en la noche, Min.
—Ojalá amanezcas vivo. —le dijo Yoongi, cuando Taehyung le pasó por el lado y rozó su hombro.
También pasó por el lado de Jimin le regaló una sonrisa para luego susurrarle:
—Será mejor que dejes de actuar, Park. Ya no le importas a Yoongi. —le dijo. —Su debilidad es otra. Estás muerto para él. —Jimin pasó saliva y Taehyung se fue.
Jimin vio, como Yoongi levantaba a Minji del piso y se agachaba hasta quedar a la altura de él. Yoongi le sonrió a Minji y luego miró a Jimin. El último mencionado, sintió algo extraño dentro. ¿Ternura? No era. ¿Amor? Menos. ¿Ganas de que la nueva debilidad desaparezca? Quizá.
VENGO CON MARATÓN!
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