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Estudiar en la universidad y trabajar al mismo tiempo me cargaba de estrés y ansiedad, pues no era nada fácil tener una vida así. Pero sabía que luego de todo este esfuerzo podría cumplir mi sueño de bailar en los grandes escenarios del mundo.

Deseaba que alguna compañía me reclutara y que me llevase a donde siempre he querido estar.

Llegué algo atrasada a mi clase de Historia de la Danza, sintiendo el regaño venir del señor Choi.

—Buenas tardes, señorita Haesoo. Se le ha hecho costumbre llegar a esta hora —su tono era severo, y no pude evitar sonrojarme levemente mientras me disculpaba y tomaba asiento.

La clase avanzó lentamente, y aunque intentaba concentrarme, mis pensamientos seguían volviendo a los últimos días. Más específicamente, a las noches con Namjoon.

Recordar su cuerpo contra el mío, la forma en que me hacía sentir, era un arma de doble filo. Por un lado, había sido una experiencia increíble, pero por otro, el peso de lo que habíamos hecho se sentía como un secreto demasiado grande para mantenerlo oculto.

Justo cuando creí que podría concentrarme, un mensaje en mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Lo revisé rápidamente, asegurándome de que el profesor no lo notara. Era de Namjoon.

"¿Cómo estás? Yo estoy pensando en ti."

Mi corazón dio un pequeño vuelco y, sin poder evitarlo, una sonrisa apareció en mi rostro. Aunque traté de disimularla, supe que mis ojos estaban brillando de una manera que delataba lo que sentía.

—¿Quién te tiene así? —La voz de mi amiga Hana me hizo sobresaltar. Ella estaba sentada a mi lado, con una expresión curiosa que intentaba ocultar tras una sonrisa juguetona.

—Nadie en particular —mentí, guardando el teléfono y volviendo la mirada al frente. Pero sabía que no se dejaría engañar tan fácilmente.

—Venga ya, Haesoo. Últimamente te has visto más distraída de lo normal. —Su tono se suavizó, volviéndose más confidencial. Luego, con una chispa en sus ojos, añadió—: ¿Es alguien especial?

Reí, intentando que sonara natural. —No es nada, en serio. Solo estoy un poco estresada por la universidad.

Hana me miró fijamente, como si intentara leerme la mente, pero afortunadamente, el profesor Choi comenzó a hablar de nuevo, lo que desvió su atención. Tomé una respiración profunda, agradeciendo el respiro.

Después de la clase, Hana y yo caminamos juntas hacia la cafetería. Ella, como de costumbre, comenzó a hablar sobre su última obsesión: BTS. Era una fanática incondicional, y aunque no solía decirlo en voz alta, su favorito siempre había sido Namjoon.

Reí ante tal ironía.

—¿No es increíble lo talentosos que son? —decía Hana, con su entusiasmo habitual—. Namjoon es un genio, ¿sabes? No solo es increíblemente atractivo, sino que es tan inteligente y profundo. Si alguna vez tuviera la oportunidad de conocerlo, creo que me desmayaría.

Escucharla hablar de Namjoon con tanta admiración me hizo sonreír internamente. Si tan solo supiera lo que había estado sucediendo en mi vida... El líder de BTS no era solo una fantasía para mí, sino una realidad tangible, algo que no podía compartir con nadie, ni siquiera con mi mejor amiga.

Hana continuaba describiendo sus momentos favoritos de los conciertos y entrevistas, y aunque intentaba prestarle atención, mi mente seguía regresando a Namjoon. A cómo me hacía sentir viva de una manera que nunca antes había experimentado. Los mensajes que me enviaba, las palabras que susurraba en mi oído...

De repente, Hana se detuvo y me miró con curiosidad.

—¿Haesoo? ¿Estás bien?

Asentí rápidamente, dándome cuenta de que había estado sonriendo como una tonta mientras recordaba esos momentos. —Sí, solo estaba pensando en algo.

—¿Algo o alguien? —preguntó Hana con una ceja levantada, pero antes de que pudiera responder, su teléfono sonó, distrayéndola.

Mientras ella respondía la llamada, volví a sacar mi teléfono. Otro mensaje de Namjoon había llegado:

"¿Puedo verte esta noche?"

El simple texto envió una oleada de calor a través de mi cuerpo. Sabía que esto era peligroso, que cada vez me estaba adentrando más en un territorio del que no habría retorno. Pero la emoción y la atracción eran demasiado fuertes para ignorarlas. Respondí rápidamente:

"Nos vemos después de clases."

Hana terminó su llamada y me sonrió, sin darse cuenta de la pequeña burbuja de secretos que se estaba formando a mi alrededor. ¿Cuánto tiempo podría mantener todo esto bajo control?

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Namjoon

Me recosté en el sofá del estudio, aún sintiendo el cosquilleo en mi piel por el último mensaje de Crys. Ella era diferente a cualquier otra persona que hubiera conocido.

Había algo en ella que me hacía querer más, que me mantenía pensando en su sonrisa perversa, en cómo se veía cuando la hacía gemir... y cómo sus labios se sentían contra los míos.

Los demás miembros estaban dispersos en el estudio, algunos revisando grabaciones y otros relajándose después de una larga sesión de práctica. Yo no podía dejar de pensar en Crystal, en la chica que había irrumpido en mi vida de una manera tan inesperada.

—¿Estás en tu mundo, hyung? —La voz de Jungkook me sacó de mis pensamientos. Me miraba con una sonrisa traviesa, como si hubiera leído mi mente.

—Algo así —respondí, intentando sonar despreocupado, pero sabía que el maknae no era fácil de engañar.

Taehyung, que estaba sentado cerca, levantó la cabeza, interesado. —¿Algo te tiene distraído?

Suspiré, sabiendo que tarde o temprano tendrían que saberlo. Estos chicos eran mis hermanos, y aunque no solía compartir detalles de mi vida personal con ellos, algo en mí quería hablar de Crys. Tal vez era la necesidad de escuchar sus opiniones, o tal vez solo necesitaba sacar todo de mi pecho.

—Hay alguien —dije finalmente, captando de inmediato la atención de todos en la sala.

Jimin, que estaba mirando su teléfono, levantó la vista con una sonrisa. —Oh, ¿nuestro líder ha encontrado a alguien? ¡Esto es interesante!

—¿Quién es? —preguntó Yoongi, su tono serio pero curioso. Sabía que no soltaría el tema hasta obtener más detalles.

Les conté acerca de mi bailarina personal, aunque sin mencionar su nombre ni detalles específicos sobre cómo nos conocimos.

Les hablé de Crystal, la bailarina que había capturado mi atención y, más aún, mis deseos eróticos. Intenté mantenerlo ligero, pero la intensidad de mis emociones por ella se hizo evidente en mi voz.

—Suena... intrigante —dijo Hoseok, con una sonrisa—. Pero tienes que ser cuidadoso, Nam. Sabes lo complicadas que pueden ser estas cosas.

—Lo sé —respondí, pero no pude evitar sentir una punzada de deseo en mi pecho. Cuanto más tiempo pasaba con Crys, más difícil se volvía mantener la cabeza fría.

Jin, que había estado en silencio hasta ahora, habló finalmente.

—Si te hace bien, entonces eso es lo que importa. Pero tienes que estar seguro de que es lo que realmente quieres. No es una relación en la que haya amor o cariño, solamente sexual. Debes ser muy cauteloso.

Asentí, agradecido por su apoyo. Sabía que estaba caminando por una cuerda floja, y cada paso que daba me acercaba más a lo desconocido. Pero también sabía que no podía apartarme de Crystal. Algo en ella me llamaba, me atraía de una manera que nunca antes había experimentado.

Y aunque los demás no lo dijeron en voz alta, pude ver la curiosidad en sus ojos. Estaban intrigados por esta mujer que había logrado lo que pocas podían:

Hacer que el líder de BTS perdiera el control.

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Esto se pone interesante genteeeee 😏 😏 😏

Besitos en la cola :3

learmy01