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CAPITULO 10

Visita amistosa

Ya había pasado un tiempo desde el festival, no había ocurrido nada interesante por el momento. Nicky se encontró recostado en su cama leyendo un libro "Tácticas para cortar" No era que le llamara la atención, simplemente estaba tan aburrido, que andaba leyendo un libro que encontró en el cuarto de su madre. Era temprano, su madre siempre salía a horas como éstas, por lo que era fácil ir a su cuarto y agarrar algo.

Su libro comenzó a dejar de importarle, mientras que sus dudas empezaban a crecer con cada segundo, la curiosidad lo mataba, sus pensamientos y suposiciones eran muchas, no paraba de pensar, y eso que él no era de pensar mucho las cosas.

-¿A dónde irá?-Se preguntó-. Llega tan contenta, pero ni me lleva al lugar donde va. ¡Pero qué grosero de su parte!-Frunce el ceño-. Bueno, tampoco yo puedo hablar nada de ser grosero...

Un sonido se escuchó, seguro que su madre había llegado ya.

-Mejor le pregunto ahora mismo...-Ahora que lo notaba, parecía un demente al hablar solo, pero se le hiso costumbre.

-Mamá, ¿Has llegado ya?-El pequeño bajó las escaleras y fue corriendo hacia su madre. Vino con una sonrisa-. ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ay, Nicky, buenos días. Veo que te has despertado ya-Con suavidad acarició su cabeza-. Claro, dime tu duda, Nicky. Mientras, voy preparando el desayuno-Ella traía una pequeña bolsa, de ahí, sacó unos paquetes con comida.

-A dónde vas frecuentemente a esta hora, mamá?-Aleena, se detuvo, y lo miró fijamente.

-Bueno...-Se aclaró la garganta-. Tú sabes que tu padre, no es el mejor de todos. Es muy descuidado y eso no solo le afecta a él, también le afecta a Sonic y Manic. Jules siempre sale a esta hora, nadie sabe a dónde o para qué... Y tus hermanos mueren de hambre, por eso salgo a estas horas, voy, les doy un fuerte abrazo y les hago el desayuno-Sonríe-. Además, él no me deja acercarme, ¿Pero qué clase de madre será si los dejo a su suerte?

-Ahhh vale-No necesitaba tanta información, pero estaba bien. Aunque, a su madre se le acababa de dar una pequeña idea.

-Nicky, ¿Quieres visitar a tus hermanos hoy?-Iba a aprovechar que su padre de sus hijos no se hallaba aún en esa casa. Además, no dejaría a Nicky solo y él y sus hermanos convivirían juntos como en los viejos tiempos-. Ellos no han parado de preguntar por ti, te extrañan mucho.

-....¿Verlos?-Retrocedió un poco-. ¿Creo que...sí? Supongo, digo, sería maravilloso...

¿Ellos extrañándolo? Nunca, su mamá se había equivocado de lo que querían decir. Y para no hacerla sentir mal, solamente asentían.

-¡Perfecto! Vamos, alístate. Hay que aprovechar al máximo el tiempo que podremos estar juntos. Hoy será un buen día, lo presento...

-"Pero yo presiento que no lo será. Un momento, ¿Y mi desayuno?-Antes de decir algo, Aleena había subido las escaleras con rapidez, aunque no se comparaba a la suya. Oh no, ya sabe que le van a decir cuando él llegue.

Aleena bajó las escaleras apresuradamente, con una gran sonrisa, en lo que Nicky se comenzaba a alistar. La vestimenta del menor era bastante simple, no es como si fuera el día de su vida. Solo iba a verlos un rato, verlos hablar con su madre, enojarse con él, como antes.

Sus hermanos tenían su misma edad, compartían el mismo cumpleaños años, era obvio, eran trillizos, pero para nada parecido. Cada uno tenía su propia personalidad, pero él era el único que no encajaba. No tenía una buena relación con ellos, ¿Era apropiado decir que odiaba un poco a sus propios hermanos? Cuando aún toda su familia vivía junta; Su madre, sus hermanos y su padre, siempre sintieron que su ella prefería a sus hermanos sobre él, seguramente era por que eran menores que él, aunque sea por unos minutos. O tal vez solo era atención porque ellos trataban siempre de llamar su poniéndose en peligro constantemente o haciendo travesuras.

Se quedó atrapado en sus pensamientos, pero al ver que su puerta era abierta volvió. Su madre entró a su cuarto para saber que no había sucedido nada malo debido a que se estaba demorando en alistarse. Ella estaba apurada, no podía dejar de moverse por un segundo.

-Nicky, ¿Ya terminaste de alistarte?-Preguntó con rapidez-. Apúrate. Seguramente como siempre se siente solo, ese hombre es....despreciable-Su tono fue agresivo e impotente, siempre se volvió así al hablar de su padre.

-Sí, ya terminé de alistarme, mamá. Ya podemos irnos. Vamos...

-Está bien, vamos.

Aleena salió corriendo de la casa con su hijo, la mano con la que agarraba a Nicky comenzaba a hacerle doler la mano, estaba seguro que le dejaría una marca. Pero al menos su mamá estaría feliz, ¿O no? Seguro lo sería más si él se hubiera ido con su papá, y sus hermanos con ella. Seguro así estaría más tranquilo, ya que, él es el mayor. No, no debía tener esos pensamientos, debía ser más agradecido.

Habían pasado 30 minutos, "corriendo", era la corrida más larga y lenta de toda su vida. No podía culpar a su madre, no tenía su velocidad. Posteriormente, empezaba a familiarizarse con el lugar, una calle demasiado horrible, ésta se hallaba sucia, algo destruido, el olor a humo se podía sentir, juraba que sentía a unos animales caminando por sus piernas. El lugar donde nació, y pensaba que terminaría su vida. No quería estar allí, pero ahora temía decir lo que pensaba, su madre, no se encontraba en sus mejores ánimos al estar allí. Una puerta le llamó la atención, esa era la puerta del infierno donde un día vivió.

Su madre se detuvo frente a esta y golpeó suavemente esta. Unos pasos se escucharon, se estaban acercando, hasta que la puerta fue abierta. La que había abierto el ingreso a la casita era Sonia, quien estaba corriendo a los brazos de su madre con una sonrisa en sus labios.

-¡Mamá! ¡Qué bueno verte nuevamente! ¿Piensas quedarte por un tiempo más? ¡Ay que emoción! ¡Manic, ven, es mamá!-La pequeña daba saltos de alegría y jalaba la mano de su progenitora hacia dentro. Ya estaba por cerrar la puerta cuando notó a Nicky-. Oh, eres tú. Puedes entrar, supongo.

-Gracias, Sonia, creo-Entro con su rapidez, tenía el presentimiento que si caminaba le cerrarían la puerta. Pero con solo hacer eso, ya se ganó otro comentario.

-Veo que aún conservas esa velocidad-Ahora era Manic quien hablaba-. Pensaba que sería algo temporal...

-Bueno, pensabas por suerte-Debía calmarse.

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