Libro agua: Capítulo 2
"El regreso del Avatar."
CON EL SOL QUERIENDO ESCONDERSE Y EL CIELO PINTADO de naranjas pasteles, nos mantuvimos en las afueras del campamento, pero una mujeres más que otras molestas y otras decepcionados.
Sokka se mantuvo firme, mientra que yo miraba con la angustia de temer que fueron capturados ante el llamado de "ayuda" que aún se podía notar en el cielo. Daba miedo de solo pensar que podían venir un sin fin de personas atacarnos, solamente por una luz que no provocamos.
⸻¡Mirén!
Mi interés se desvió cuando una de las niñas había llamado la atención de sus amigos, y es cuando los niños al darse cuenta de que es lo que señalaban salieron corriendo soltando risas. Y es cuando me alma se estrujo ya que ese es un claro ejemplo de que los niños no saben las consecuencias de las acciones. No saben lo que pasa al su alrededor por lo que emocionados fueron a recibir a Aang.
⸻¡Aang ha vuelto!
⸻¡Volvió Aang!
⸻¡Viva!
Mi pecho se estrujaba, y ver al monje contento de tener a sus pequeños fans me lastimaba de cierta forma. Él no es malo, se le ve muy bueno, ¿por qué desconfiar de él? los niños lo adoran.
Sokka dio dos pasos al frente, y con eso fue suficiente para que saliera y ver por encima del hombro de mi primo, que sabía perfectamente que estaba muy enojado.
⸻Lo sabía. ⸻Habló directamente Sokka al de flechas llegando a señalarlo acusadoramente. ⸻Tu diste la señal a la armada de fuego con la véngala. Harás que vengan a nosotros.
Aang y Katara se acercaron más, con la confusión de vernos a todos afuera esperándolos. Pero por las palabras de mi primo, Katara saltó inmediatamente a defenderlo con el tono de voz molesto.
⸻Él no ha hecho nada Sokka. ¡Fue un accidente!
⸻Si, estábamos en el barco y había una trampa y...⸻Por lo que mis ojos veían, notaba a un chico bastante arrepentido, llevándose una mano detrás de su calva cabeza. ⸻Bueno...caímos en ella...
Su explicación era lógica, pero a Gran Gran abuela no le convenció para nada sus palabras, que ni siquiera tenía el ápice de cubrirse con una excusa.
⸻Katara. ⸻Habló la abuela seria.⸻ No debiste haber subido a ese barco, ahora todos podemos estar en peligro.
⸻No culpe a Katara. Yo la llevé ahí. Es culpa mía.
Ver a Aang intentando proteger a mi prima me llenó de alivio, pero tampoco me hizo sentir bien, ya que ninguno de los dos tenía la culpa, hasta cierto punto. Así que salí de la multitud posicionándome al lado de Sokka, quién volvió hablar de manera acusadora al monje.
⸻¡Ajá! ¡El traidor confiesa! Guerreros, ⸻Sokka miró a los niños que aún seguían al lado de Aang, que miraban expectantes lo que pasaba y no entendían nada. ⸻lejos del enemigo. El forastero es desterrado de nuestra tribu.
Los niños al escuchar las palabras de mi primo, se alejaron con la caras largas, haciendo sentir mal a Aang y a mi. Pero aquel monje por un momento me miró a los ojos, arrepentido por completo, sintiendo un nudo en la garganta que me dejó erizar la piel.
⸻Sokka, ¡Estas cometiendo un grave error! ⸻Y como si Katara haya visto mi intención, me miró con la frente en alto. Como si quisiera que la ayudara. ⸻¡T/N! Dile algo, ¡Él te hace caso a tí!
⸻Estás yendo demasiado lejos. ⸻Inquirí con un tono bajo, solamente para que mi primo me escuchara. ⸻Por favor, dale una segunda oportunidad.
Rogar no era propio de mí, pero ver a Aang tan decaído ante lo que estaba pasando me hacía sentir culpable. La sensación de ayudarle me invadió, por lo que tomé el codo de Sokka para que me viera, pero jamás me vio.
⸻¡No! ⸻Me respondió enfadado. ⸻¡Estoy cumpliendo mi promesa con mi padre y mi tío! Las protejo de amenazas como él. ⸻Señaló a Aang.
⸻¡No es nuestro enemigo!
⸻Primo, por favor...
⸻¿Es que no se dan cuenta? ⸻Katara ahora con una notable determinación los miro a todos y a cada uno con severidad. ⸻Él nos ha traído algo que hace tiempo no teníamos: la risa.
⸻¿La risa? ⸻Preguntó confundido Sokka, tomando mi mano y tomarla por la muñeca apretado ahí sin llegar a lastimarme. ⸻¡No puedes atacar a un maestro fuego con las risas!
⸻Podrías intentarlo.
Cubrí mi boca con discreción para evitar reír ante la respuesta de Aang, ya que ciertamente si se puede intentar. Aang lo noto, encogiéndose de hombros mientras me sonreí dando a entender que realmente contesto sinceramente. Pero la respuesta no le agrado para nada a Sokka, que al notar un leve temblor en mi brazos se giró bruscamente a mi.
⸻¡No te rías, T/N!
Fingiendo aclarar mi garganta cerré mis ojos para evitar ver la cara del flechas y estallar en carcajadas.
⸻No me río. ⸻Volví aclarar mi garganta. ⸻Estoy pensando.
⸻Si, claro...⸻me miró receloso. Pero a los segundos regresó su mirada con Aang. ⸻Vete de nuestro pueblo, niño. Ahora.
⸻¡¿Eh?!
Me alerte por las palabras de Sokka, por lo que en esta ocasión tomé su brazo que aún me sostenía y lo obligué a que me viera.
⸻¡No es justo Sokka! ¡Aang ni siquiera tiene provisiones y hasta hace poco es que lo trajeron!
Sokka un poco nervioso apartó su rostro del mío, siendo dirigido al lado contrario al que yo miraba. Con esa acción supe que no quería ser convencido por mi, y que estaba dispuesto a negarse por primera vez a mi.
Con la desesperación creciendo poco a poco en mi interior, dirigí mi mirada a Katara sin saber qué más hacer, pero también ví al monje que lucía arrepentido por sus palabras, pero sorprendido que lo esté ayudando en esta controversia.
Katara al notar que lo mío no funcionaria, recurrió a la otra autoridad que regía la tribu: la abuela.
⸻Gran Gran abuela. No permitas que Sokka haga esto...
Mi prima sabía que su voz se estaba rompiendo, por lo que en esta ocasión salió en un hilo de voz, como un susurro de suplica para nuestra abuela.
⸻Katara, sabías que subir a ese barco estaba prohibido. ⸻Luego paso sus ojos fríos a mi persona, donde una leve corriente de nervios de temor me invadió. ⸻Sokka tiene razón. Creo que lo mejor es que el maestro aire se vaya.
Sin saber qué más hacer, o cómo convencer a las personas que lideraban, Katara me miró una última vez, dónde ví unos ojos irradiar enfado y un rostro bastante duro. Luego se dio la vuelta dándonos la espalda.
⸻¡Bien! ¡Entonces yo también soy desterrada! ⸻En su caminata de regreso por dónde vinieron, tomo a Aang del brazo y lo jalo hasta el bisonte. ⸻Ven Aang, vámonos.
Durante la arrastra que le daba mi prima al de flechas, este mismo me observó sin tener idea que hacer o que decir, y ambos al vernos a los ojos, sabíamos que no podíamos hacer mucho con lo que estaba pasando. Así que con lástima siguió los pasos de Katara detrás de ella, aún sin soltarse de mi prima.
⸻¿¡A dónde crees que vas!? ⸻Gritó Sokka confundido por las acciones de su hermana.
⸻¡A buscar un maestro agua! Aang me llevará al polo Norte.
Me encaminé con las palabras de mi prima, sintiendo una piedra en mi estómago y ver cómo caminaba tan firme como sus palabras.
En aquel camino donde se iba con Aang logré apreciar las palabras de él.
⸻¿En serio? ¡Es fantástico!
«No Aang, esto no está bien.» Con aquella impotencia que me estaba matando, cerré mis puños.
⸻¡Katara! ⸻Gritamos Sokka y yo.
Me solté del agarre de mi primo y corrí al lado de ella, tomando su brazo con mi mano aún desnuda e intentar que me vea, pero se negó esquivando su rostro y seguir caminando aún si yo estaba agarrada de su brazo.
⸻Katara, no tienes que hacer esto...⸻Dije en un tono suave, evitando una pelea entre nosotras.
⸻¿Realmente lo eliges a él, antes que tú tribu, tu propia familia?
Las palabras de mi primo hasta a mí me dolieron, clavando los ojos grises de Aang y míos en una lucha interna sin saber qué hacer.
Dolía estar dividida. Porque también quería ir con Katara, quería a mi prima. Pero también estaba Aang y mi primo. Todos aquí tienen un pensamiento distinto, incluso aquel niño calvo.
Sus ojos grises se apartaron de los míos, para llamar a los azules de Katara, que realmente se le veía dolida por la forma en que dividió su hermano en ella, en su mente y corazón. La tenía contra la espada y la pared, y aunque nadie aquí me tenían en su mira como lo tienen con Katara, yo también estaba en esa situación.
Y como la hermana prima que soy, apreté su brazo solamente para que me prestará atención.
⸻Si te vas, yo también me voy....
⸻No lo hagas, T/N. ⸻Me respondió Aang, caminó hasta estar enfrente de mi prima y viéndola con compresión, le habló. ⸻Katara, no quiero interponerme entre tú y tu familia.
Con aquella palabras dichas por Aang, ambas lo seguimos con la mirada. El niño caminó hasta estar al lado de Appa, sonriendo melancólico.
⸻Entonces...¿Dejarás el polo Sur?, ¿Es una despedida?
Katara se rehusaba a dejar ir al joven monje, y la comprendía. Por lo que caminó un paso más impidiendo que vaya más allá de ese paso, pues sabía que se terminaría de derrumbar.
⸻Tiene que hacerlo, Katara. ⸻Le respondí aún si no se dirigía hacia mi. ⸻No puede quedarse, debe irse.
Aang hizo una línea fina en sus labios y con pesar soltó un suspiro cargado de inconformidad.
⸻T/N tiene razón, Katara. ⸻Pero a pesar del dolor de la despedida, él sonrió de una manera encantadora, algo que me hizo aún más aumentar el sufrimiento, que no pude hacer más por él. ⸻Gracias por andar en trineo pingüino conmigo, y por una tarde llena de risas T/N.
⸻¿A dónde irás? ⸻Preguntó con prisa Katara.
⸻Creo que iré a casa, en búsqueda de los maestros aire. ⸻Explicó con calma, aunque su rostro nos mostró que su mente lo hizo pensar y su disgusto se formó con una media sonrisa.⸻ ¡Guau! No he limpiado mi habitación en 100 años. ⸻Negó con su cabeza y nos miró una última. ⸻No tengo ganas de eso.
Entonces usó su aire control para subir a la cabeza de Appa, dónde nos sonrió ahí, enferma de despedida.
⸻¿Vas a visitarnos? ⸻Le pregunté con la esperanza de que al menos podríamos volverlo a ver.
⸻Eso es seguro. ⸻Me respondí sonriente. ⸻Quizás en la próxima tú seas la que vaya a trineo conmigo.
Solté un risa sin gracia, esperando que de verdad algún día cumpla su palabra.
⸻Por favor Aang, no nos olvides.
⸻Por supuesto que no. ⸻Aún con su sonrisa dibujada en sus labios miró a las personas que estaban a nuestras espaldas. ⸻¡Fue un gusto conocerlos!
⸻Veamos si tú bisonte vuela ahora, niño aire. ⸻Escuché a Sokka decir de forma sarcástico.
⸻Vamos Appa, tú puedes. ⸻Ánimo al enorme animal moviendo las riendas. ⸻¡Yip, Yip!
⸻¡Si! ¡Me lo imaginé!
Pero aunque no lo crean, los niños también sufrían la despedida de Aang, siendo una niña la valiente en salirse de entre las personas y de los brazos de su posible hermano.
⸻¡¡Aaaaaaang!!
Aquella niña valiente corrió hasta nosotras, siendo yo la que extendía mis brazos para abrazarla y cargarla para que siquiera una última vez a Aang más de cerca.
⸻No te vayas...Te extrañaré...
Esas dulces palabras fueron suficiente para derribar la sonrisa que llevaba Aang, aunque nadie puede mantenerse tan sereno en una despedida, y más aún cuando los niños son los que salen lastimados.
⸻Yo también...⸻Respondió con sufrimiento.
Aquellos ojos grises se posaron en mi prima que estaba a mi lado. Viendo un notable dolor y la conexión que ellos tuvieron incluso antes que yo conociera a Aang. Dolía ver a un amigo irse, dolía ver a mi prima sufrir por una segunda despedida.
⸻Vamos amigo...
Y cuando Appa dio sus primeros pasos, termino de verme a mí. Despidiéndose con la mano tímido para seguir su camino sin voltear a vernos.
Verlo irse fue muy doloroso, pues aunque Katara no lo dio a demostrar bien, si que nos había traído la risa y la diversión.
La niña con sus manitas en mi hombro, me indicó que la bajara, lo cual hice con mucho cuidado notando como se iba tan triste que hasta pasó de largo de todos.
Gran Gran abuela caminó hacia nosotros, se le veía comprensible, pues nosotros tenemos muchos años de no ver a nadie nuevo en la tribu, así que ella de alguna manera nos comprendía.
⸻Katara. ⸻Habló Gran Gran abuela, intentando llamar su atención.
Pero yo solo notaba un ceño fruncido en sus cienes.
⸻Te sentirás mucho mejor cuando estés...-
⸻¿¡Estás feliz ahora!?
⸻¡Katara! ⸻Le grité enfadada. ⸻¡No le grites a Gran Gran!
Mi prima solo me vio con cólera, pasando sus ojos a la abuela.
⸻¿¡Cómo no quieres que le grité si perdí mi oportunidad de ser una maestra agua!?
⸻¡Pero no te da derecho a alzarle la voz!
Sin contestarme, dio media vuelta y se fue hecha una furia.
Sabía lo frustrada que estaba por las decisiones de la abuela, pero gritarle a Gran Gran no se lo iba a permitir, aunque me odie en el intento no dejaré que el respeto quedé debajo de la ira. Por lo que solté un suspiro agotado, no sabía qué hacer con tanto. Tampoco sé qué es lo que vamos hacer.
Con aquella véngala que se lanzó, corríamos peligro, pero tampoco sabemos si quiera si estamos haciendo bien en desterrar al monje. Era solo un niño, quizás de mi edad.
⸻No te preocupes. ⸻Me giré a ver a la abuela decaída. ⸻No pasó nada.
⸻¿Estás segura, abuela?
Ella asintió con una muy diminuta sonrisa.
No estaba del todo convencida, y cuando iba a tomarla de las manos para llevarla a su tienda, fue que mi mente hizo "Clic". Mis guantes los seguía teniendo Aang, y mi mente recordó la sensación de la mano de Aang.
Su tacto, a pesar de estar en el frío era de alguna manera mi mente lo recordaba acogedor. Aunque sabía perfectamente que sus manos estaban heladas. Era muy gentil y los niños lo querían, ¿Es que existe alguien malvado que se lleve con los niños inocentes? Y aunque los haya, definitivamente no es Aang uno de ellos.
Ignorando aquel dato de no tener guantes, lleve a Gran Gran dentro del pueblo.
⸻¡A preparar las defensas! ¡La nación del fuego llegará a nuestras costas en cualquier momento!
Los gritos de Sokka me hicieron estremecerme porque en la vida solo viví una invasión de la nación del fuego, y realmente no fue de mi agrado. Menos para los recuerdos que poseo de mi tía.
En el camino de regreso, un niño se detuvo, mirando con desesperación tomando con una de sus manos su abdomen, sabiendo yo que quería ir al baño. Y Sokka también lo sopo.
⸻¡Y nada de ir al baño! ⸻Le contestó incluso antes de que el niño hablara.
Solté una risa por lo bajo.
Fuí con Gran Gran abuela a sentarse cerca de la fogata que varias mujeres intentaba recuperar. Niños tristes estaban ahí mirando la pequeña llama que comenzaba a crecer con la poca leña que le lanzaban.
No tenía la menor idea de que pasaría luego de esto, y Katara es rencorosa. Esto no lo dejara pasar en alto, y más aún de mi primo y nuestra abuela. Yo estaba sentada en el suelo, mientras que Gran estaba en una silla hecha de nieve abrazándome a mí misma más por consuelo que de frío.
Se sentía raro el pueblo, y aunque Aang estuvo solamente un día podía sentirlo como si siempre haya vivido aquí.
⸻Lo extraño mucho...
Aang no congenio tanto conmigo, pero puedo decir que disfrutaba más el tiempo con Katara; me relamí los labios en busca una sensación de consuelo en mis pensamientos.
Mi prima siempre fue buena, un poco más sociable que yo. Y para mí es normal que le haya enfurecido, más las desesperantes acusaciones en contra de Aang. Jamás se había hecho esto de "desterrar" a un extranjero, y más cuando es un niño.
Me abracé más inconscientemente.
Fue buen amigo, es lo único que podré decir aunque no pase tanto tiempo con él.
⸻¡Vayan a prepararse! ⸻Me giré a ver a Sokka señalando su torre de control a algunos niños. ⸻¡Y vigilen mientras me preparo!
Sokka puede ser exagerado, y por lo que veo estaba más ansioso nervioso que de costumbre. Se metió a tienda y con una precisión la cerró.
La desconfianza de Sokka hasta cierto punto es normal, ya que gracias a la nación del fuego perdieron a mi tía Kya, y mi madre que ni siquiera la he visto hace varios años me da cierta pesadumbre al pensar que mi madre sigue viva y que no puedo ir a verla.
Ya no podemos hacer muchas cosas con el temor de que la nación del fuego regresaría. Y que se llevaría a mi prima por ser la última maestro agua de la tribu agua del sur. Y mi tío Hakoda, le tiene pánico a que eso suceda.
Miré fijamente aquella tienda en la que se encontraba Sokka; Aang fue el único que nos hizo recuperar aquel sentimiento de calidez cuando todos estaban sumergidos en un profundo miedo. Incluso por un momento me hizo olvidar que mis primos había salido por un día y una noche.
Aquel vacío que dejó Aang era sofocante, llevándome una mano al pecho para alejar el abrigo de ese lugar, pero aquel sentimiento de no poder respirar me asfixia.
¿Por no hice más? Debí haber hecho más, me arrepiento de haber interpuesto entre Sokka y Aang.
Me levanté de mi lugar dejando mi abrigo tranquilo y caminar hasta donde se encontraba Sokka. Quería ver si podía convencerlo de hacer que regrese o que por lo menos se disculpara por como lo trato. Era eso o seguir viviendo con mi conciencia de que no hice nada por ayudar al de flechas.
Camine hasta estar frente a la tienda de Sokka, tomando aire helado y soltarlo en una bocanada buscando un alivio a mi mente para saber que decir.
⸻¿Sokka? ¿Puedo pasar?
⸻¿Qué quieres, T/N? ⸻Escuché pronunciar con dificultad.
Con esa "respuesta" abrí la tienda y entre llevándome con la sorpresa de ver un Sokka intentando amarrarse unas cuerdas a las mangas que se había puesto. Me mordí el labio para evitar reír y me senté en mis rodillas frente a él.
⸻¿Quieres que te ayude?
Extendí mi mano con la expectativa de que Sokka me pasará su brazo y yo lo hiciera, en cambio me ignoró por completo y siguió con lo suyo. Pero a los segundos, su brazo se fue directamente a su cara, escuchando un quejido de parte de él y sonarse la nariz.
⸻¿Quieres que te ayude ahora? ⸻Repetí con la ceja alzada.
⸻¡Ahg! ¡Sólo por esta vez! ⸻Contestó malhumorado sin verme a la cara.
Sokka suele hacerme caso, pero porque somos parecidos en no poseer Control agua o maestros control, por lo que me toma como una igual. Y ciertamente me sorprende la firmeza con la que ignoro mis súplicas, aún cuando él sabe que no soy de eso. Se tomó muy en serio aquella promesa.
Con molestia me tendió su brazo dónde yo le hice aquella atadura sin llegar a lastimarlo y que sea fácil de quitar.
⸻¿Cómo está Katara?
Su pregunta me tomó desprevenida, por lo que me detuve unos segundos intentando analizar. Luego seguí y le pedí que me diera su otro brazo.
Tragué saliva al no encontrar respuesta.
⸻Bueno, ya sabes cómo es ella. ⸻Hablé sin pensar.
Sokka rodó los ojos.
⸻Orgullosa y grosera.
⸻Sokka...⸻Le regañé.
⸻¡Digo la verdad! ⸻Solté sus manos para pasarle los zapatos que estaban a mi lado. ⸻Gracias. Pero, ¿Qué haces aquí?
Y es cuando me sentí pequeña ante mi primo, aunque no era por malas intenciones. Sokka es un chico comprensivo como su hermana cuándo estaba dispuesto a escuchar, y tenerlo tan alerta por la señal de peligro era como un pequeño cachorro buscando refugió. Buscando algo con que cubrirse, y en este caso cubrirse con palabras.
⸻El chico. ⸻Tomé un tarro, vertiendo su contenido en una vasija. Eso era tinta para maquillaje. ⸻El niño hablaba con la verdad.
Sokka gruñó con mis palabras, dejando un momento sus botas de guerra y me miró buscando algo.
⸻¿Sigues con eso? No cambiaré de opinión, T/N.
Con mis dedos tome un poco de tinta y comencé a mezclar para hacer maquillaje gris. Eso era lo que me mantenía serena para no entrar en una discusión con él, al fin y al cabo estaba aquí para una solución pacífica, no hostil.
⸻Aang fue sincero, Sokka. ⸻Lo miré a los ojos buscando su punto débil. ⸻¿Crees que cualquier hubiera hecho lo mismo?
⸻¡Si! ⸻Habló enfado, pero al retomar sus palabras se avergonzó. ⸻Digo, ¡Ahg! ⸻Se llevó una mano a su frente y se masajea el puente de su nariz. ⸻¿A qué quieres llegar con esto? ¡Él ya se fue!
Le sonreí al verlo nervioso, probablemente temiendo que haga una de mis maravillosas jugadas que siempre pueda usar para bien.
⸻Digo que si en verdad hubiera sido un espía, ¿no crees que ya se hubiera llevado a Katara en cuanto supo que es maestra agua?
⸻¡Lo pudo hacer pero al estar rodeado de puros hombres no lo hizo!
Sokka retomó a ponerse las botas en todo lo que ponía las vasijas en una pequeña mesa que había ahí. Tuve el cuidado de poner la mesa entre nosotros, para tener cerca el maquillaje y poder pintar el rostro de mi primo que se encontraba ya listo para que lo hiciera; en lo personal no me gusta subestimar a las personas, y menos a personas nuevas como lo es Aang. Pero en este caso debía hacer para entrar en razón, aunque probablemente ya no lo vuelva ver.
⸻Es un niño, Sokka. Cómo todos los hombres que hay en el pueblo. ¿Crees que un niño pueda llevarse a tu hermana?
⸻No tiene nada que ver. ⸻Me respondió viéndome a los ojos. ⸻Es un espía. Punto.
Pasé mis dedos de maquillaje negro bajo los ojos de Sokka, pintando ahí y su otro ojo.
Sokka podría tener la razón, como también podría estar equivocado. Era un niño que siempre pensaba en juegos.
Sonreí internamente.
⸻Al menos no te dijo nada por tus clases de hombres.
Fue cuando Sokka tomo mis muñecas alejando mis manos a su rostro y verme más a profundidad.
⸻¿Sabes qué?
⸻¿Qué? ⸻Pregunté inocente.
⸻Odio tu capacidad para convencer a las personas.
Es cuando me permití sacar una carcajada, divertida y gozando de otra victoria para convencer a las personas.
Sokka me soltó sonriendo de lado, disfrutando de mi felicidad y ser contagiado por la misma. Riendo por bajo me dejó continuar ayudándolo.
⸻Bueno, es un poder que uso para un bien mayor.
Sokka alzó una ceja y frunció sus labios.
⸻¿Para un bien mayor o para tu conveniencia?
Tomé la barbilla de mi hermano y bese su frente sin maquillaje con cariño.
⸻Para la conveniencia de los tres, querido primo. Quizás hasta se hubiera unido a tu ejército que estas educando.
⸻¡Rayos! ⸻Se quejó, pero luego me miró con cariño. ⸻Tu ganas. Si no viene nadie lo buscaré por los alrededores. Pero a cambio me darás tu porción de la cena de esta noche.
⸻Dalo por hecho.
Sonriente le termine de maquillar. Dejando las cosas en su lugar y darle en sus manos aquel bastón que solo los líderes de la tribu agua eran capaces de usar. Y su inseparable búmeran que mi padre le regaló en su último cumpleaños antes de irse con mi tío al reino tierra.
Se levantó y ya listo abrió la tienda, pero se detuvo y se giró a mi para verme confiado.
⸻¿Vendrás conmigo? ⸻Me ofreció antes de salir por completo.
⸻No, tengo que buscar a Katara. Se debe sentir mal.
⸻Está bien. Estaré en mi torre de control si me necesitas.
⸻Si, ten cuidado.
Nos despedimos, saliendo uno por uno en direcciones opuestas.
Había logrado convencer a Sokka, y con eso en mano, supe que debía hacer un pequeño plan para ayudar a Aang a regresar. Y el paso uno ya estaba hecho, el paso dos es calmar a mi prima.
Intenté localizarla por mi cuenta, pero de una u otra manera mi mente me decía que debía estar haciendo trabajo que retrasó por estar con Aang, algo que no me impresionaba.
Gran Gran no me había puesto a mi porque prácticamente adelante un día de trabajo ayer en el mediodía y en la noche, todo por la agonía de no saber si mis primos estaría bien.
⸻Señora Koto. ⸻Llamé a una mujer que estaba alistando a su niño. ⸻¿Ha visto a Katara?
⸻Está con Kumi.
⸻Gracias.
Agradecí yendo a dirección de la tienda de la señora Kumi.
Y exactamente como me lo dijo la señora Kota, ahí se encontraba Katara, haciendo todo de muy mala gana.
Aquello maltrataba en sus manos enguantadas era ropa sucia que la señora Kumi no podía lavar por cuidar a su pequeño niño. Y por estar concentrada en las rabietas de ella misma, toda la ropa cayó al suelo soltando barbaridades de palabras que no suele usar ella.
Corrí a su ayuda, tomando la ropa y mintiéndole de regreso a la cesta que se le había resbalado de sus manos.
Katara al verme sonrió dolida, notando su disconformidad al no haber podido lograr lo que ella quería, aunque eso no impidió que la dejara ayudarla.
⸻¿Cómo te encuentras?
Tomé un poco de ropa entre mis manos desnudas y la lleve en brazos para aminorar la carga de mi prima, aunque por mi pregunta se frustró y terminó por bufar en señal de reproche.
⸻Estoy molesta con Gran Gran. ⸻Me confesó irritada.
⸻Eso lo sé, le gritaste hace un par de minutos.
Con mi respuesta Katara se avergonzó, desviando su mirada a un lugar diferente al que miraba. Arrepentida de sus acciones tragó saliva fuertemente y miró al frente aún sin verme.
⸻No te puedo mentir, T/N. Fue algo que me dolió. Tenía la oportunidad de ser una maestra agua gracias a Aang.
⸻¿Aang te dijo que te llevaría al polo Norte? ⸻Curioseando intenté que se desahogará.
⸻Así es. ⸻Me respondió sincera. ⸻Me dijo que me llevaría a la tribu agua del polo Norte, que tenía amigos ahí que posiblemente me ayudarían.
⸻Suena algo genial.
⸻¡Y lo era! ⸻Se animó al recordar al monje, pero de nuevo recayó. ⸻Es algo difícil de explicar, pero yo de verdad quiero ser una maestra agua.
Intenté poner todo la carga de ropa en uno de mis brazos, dejando de caminar y apoyarla poniendo mi mano libre en su antebrazo.
⸻No te preocupes, Katara. Cuando tengamos la edad suficiente las dos viajaremos hacia allá para que cumplas tu deseo.
Ante mis palabras noté un brillo cariñoso en sus ojos azules, pero nuestros ojo repentinamente se miraron fijamente, abriéndose más al sentir un tambaleó en el suelo. Luego de ese movimiento brusco, un estruendo sonó.
Rápidamente nos giramos a ver nuestro alrededor sólo para buscar lo que había pasado, pero dejamos caer la ropa cuando un nuevo ruido nos hizo estremecernos del miedo y el pánico que se veía en las mujeres del pueblo.
A lo lejos noté un Sokka cerca de su torre, vigilando. Pero yo me adelanté en cuanto varias madres tomaron a sus hijos entre sus brazos. Tomé a Katara de la mano y la guíe al centro del pueblo, esto para tener un mayor panorama y saber que podemos hacer si se trata de algo grave.
Pero el movimiento del suelo se hizo más fuerte, haciendo entrar en pánico a todos, y Katara no saber ni a quien ayudar por el miedo que se desenfundó por algo que hace mucho no pasaba.
Pero aunque no tenía miedo, mi piel se erizó, mis nervios comenzaron hacer de las suyas y mis ojos no creían lo que veía, y más aún cuando estaba delante de Sokka que estaba cuidando la entrada del pueblo.
⸻Sokka...⸻Inquirí con cierto temor en mi voz.
Pero siquiera antes de correr a mi primo, señalé lo más lejos de la entrada, y ante los gritos de temor y pánico grité a Katara.
⸻¡¡Llévalos a todos lejos de la entrada!!
Y es que el problema era enorme, increíblemente enorme.
Un barco se acercaba a nuestro pequeño pueblo.
Katara no mencionó palabra algún, pero obedeció llevando a las mujeres a tiendas alejadas de la entrada, y con mi mirada en busca de alguien en problemas vi a un niño que se había caído al suelo. Corrí en su rescate, pero no había tomado en cuenta que una grieta en el suelo iba directamente a él, abriendo la nieve y dar paso a una caída abismal al mar.
Corrí más fuerte, tomando al niño en mis brazos y correr directo a la tienda donde la mayoría se había ocultado, aunque en mi camino estaba Gran Gran paralizada viendo el barco. Comprendía muy bien su pánico, su temor y sus recuerdos amargos que le debe causar ver aquella máquina gigante.
⸻¡¡Vámonos abuela!!
Con niño en brazos y tomando a Gran Gran abuela de la mano, obligándola que se mueva, hice lo que pude para alejarlos los más que podía del peligro inminente. Katara también me ayudó tomando al niño y haciendo que entrara, pero ahí faltaba alguien.
Me giré a buscar a Sokka y viéndolo aún en aquella muralla de nieve.
⸻¡¡Sokka aléjate de ahí!!
Katara se giró a dónde miraba y con más angustia me siguió con los gritos hacia Sokka.
⸻¡¡Sokka, sal de ahí!!
Pero en cambio se puso en posición de lucha, alzando el bastón entre sus manos.
⸻Qué testarudo...⸻Me quejé dejando en manos a la abuela a Katara. ⸻Encárgate de la abuela.
Y cuando di mis primeros pasos en rescate de Sokka la abuela me detuvo con una mano en mi codo, impidiendo que vaya hacia el peligro.
⸻¿¡A dónde vas!? ¡¡Es peligroso!! ⸻Me gritó Katara.
⸻¡A buscar a tu hermano!
Importando poco si era o no peligroso, fui corriendo hasta él, pero mi ser comenzaba a entrarle el miedo paralizante al ver tremendo barco acercarse y temiendo que Sokka fuera aplastado por eso.
Pero el cielo me sonrió al ver cómo se detenía poco a poco el barcos frente a Sokka, soltando un suspiro de alivio que ni en cuenta de que había retenido el aire por la enorme angustia de perder a Sokka.
La nieve hizo lo suyo por la gravedad, llevando a Sokka atrás y cayendo junto con la nieve.
Me quedé paralizada al ver el enorme barco juste frente a nosotros, un barco un poco más grande que el que había cerca del pueblo.
El miedo me invadió al percibir el silencio como al atemorizante al no saber que pasaría, pero un paso de retroceso fue lo que provocó en mí al ver una compuerta bajar lentamente frente a Sokka y caer de golpe enfrente a él.
Pero el jadeo de parte de mi garganta no se hizo esperar al ver a mi primo caer de espaldas, por el poder del golpe de la compuerta caer tan brusco al suelo.
Ahora que estaba cerca, corrí a auxilio, tomando carrera y caer rodillas para deslizarme y quedar casi al lado de él.
⸻¿Estás bien? ⸻Pregunté tomándolo de los hombros analizando lo de cabeza a pies.
Pero rápidamente fui empujada, quedando detrás de él, protegiéndome de los invasores y tomando con más fuerza el bastón.
⸻¡No deberías estar aquí! ¡Vete antes que se ponga peor!
Pero ya era tarde.
Del barco comenzaron a bajar soldados de la nación del fuego, ejerciendo autoridad con su sola presencia y su caminata firme daba pánico, ya que eso solo significaba una sola cosa.
⸻Buscan a alguien...
Con mis palabras dichas, Sokka corrió gritando para tomar más valor, pero antes de detenerlo yo. Uno de aquellos soldados detuvo a mi primo con una patada, arrebatando y lanzado el bastón, y con el mismo pie lanzó a Sokka lejos de su camino, aterrizando en la nieve recién caída.
Con el miedo y sin darme chance a levantarme me hice para atrás arrastrada, apoyándome con las manos y mis pies. Hasta sentir unas manos en mis hombros.
Al ver arriba de mi hombro vi una mirada azulada llena de miedo perteneciente a Katara, ayudándome a levantarme y ponerme al lado contrario de Gran Gran abuela, abrazándola.
Tragué saliva al ver los soldados detener su imponente caminar unos cuantos metros de nosotras. Teniendo a flor de piel mi último respiro para dar mi vida por Katara (si es que la buscaban a ella de nuevo) y salvar a todo aquel que quieran lastimar.
Pero solo uno camino de más, teniéndolo casi de cara y ver una cicatriz de quemadura en su ojo izquierdo. Pero que era camuflado de cierta manera con el casco que portaba.
Con el miedo, tomé con fuerza el brazo de Gran Gran.
El silencio que reinaba por la tensión del momento, solo hacia crecer el pánico. Y fue más denso cuando aquel soldado camino frente a nosotras, viéndonos a nosotras tres que estábamos ahí.
⸻¿Dónde lo esconden?
Habló fuerte aquel soldado. Pasando sus ojos de un lado a otro, buscando a ese alguien del que hablaba. Y cuando nadie respondió, de manera rápida tomó a la abuela de la capucha de su abrigo, tomándola de ahí de forma enfurecida.
Katara y yo habíamos hecho el intento de no sernos arrebatada la abuela, pero su movimiento fue tan de imprevisto que ninguna de las dos pudo impedirlo. Pero no impidió que aquel chico (que por su voz se notaba que era muy joven) hablara de nuevo.
⸻¿Acaso tendrá esta edad maestro de los cuatro elementos?
Con esa pregunta de alguna manera me alivio, porque supe que no buscaba a Katara, pero tampoco estaba me convencida que busca a otra persona; pronto lanzó a la abuela a nuestros brazos, y como pudimos la sostuvimos para evitar que caiga al suelo.
Pero la manera en que expresó la furia aquel chico, fue suficiente para obligar a la abuela y a Katara que dieran un paso atrás junto al resto de las mujeres del pueblo.
Los gritos del miedo de las mujeres no se hizo esperar, mientras que yo me mantenía firme evitando que alguien se quemara.
El chico usó el fuego control.
Pero se detuvo con el gritó de Sokka, que corría con fuerza hasta el soldado de la nación del fuego. Pero no duró mucho cuando el invasor lo esquivo haciendo que Sokka volará por unos segundos en el aire y cayera al suelo. En cuanto cayó de retaguardia, el soldado mandó una llamada de fuego a su dirección, pero Sokka fue más rápido, rodando en el suelo y detenerse en sus rodia lanzando su búmeran. Aunque esté "golpe" fue fácilmente esquivado, haciendo levemente un lado la cabeza.
⸻¡No tengas miedo! ⸻Llamó la atención un niño a Sokka, lanzando aquella lanza que tanto usaba él.
Sokka la tomo con una mano y nuevamente se lanzó al soldado.
Estaba esperanzada que en esta ocasión si podría darle una lucha, pero olvidaba que era Sokka al que estaba apoyando.
Aquel soldado rompió de manera fácil la lanza, haciéndola en muchos pedazos quedando en la manos de Sokka un pequeño palo que fue arrebatado velozmente y darle pequeños golpes en la cabeza de Sokka, aturdiendo y hacerlo caer de lleno al suelo. El palo que le fue arrebatado también lo rompió sin reparo alguno, dejando caer a cada lado de su cuerpo los trozos para que luego se clavaran en la densa nieve.
⸻¡Basta! ⸻Le grité, sin saber de dónde había reunido la valentía para llamar la atención de aquel joven. ⸻¿¡De quién demonios hablas!?
El joven abrió su boca, pero me arrepentí de haberlo distraído porque el búmeran que fue lanzado por Sokka regresó golpeándolo en la parte trasera de su casco. La mueca de enfado relucio, mirando con ira a Sokka y luego pasar sus ojos a mí.
De su rabia, hizo puño sus manos y de ahí salieron llamaradas de fuego pequeñas, pero fueron lo suficiente para tener por la vida de mi primo.
Repentinamente, algo o más bien, alguien, pasó por entre las piernas del soldado, haciendo que diera vuelta hacia atrás, cayendo de cara al suelo y su trasero se elevará. Aunque fue divertido ver cómo su casco se salía de su cabeza para caer perfectamente en su trasero.
Mordí mi labio evitando reírme por eso.
Aunque los niños no les importó y soltaron las carcajadas al ver caer al soldado. Con soldado caído, con Katara y yo fuimos a socorrer a Sokka. Pero mi vista se iluminó al ver cómo Aang venía con un pingüino, pero la diversión se expendió más al detenerse haciendo que la nieve cayera en las cabezas de los niños.
En cuanto Aang se detuvo, el pingüino hizo caer al de flechas al suelo, levantándose el animal y caminar tranquilo como si nada. Pero a Aang no le importa y con una sonrisa maravilloso nos volteo a ver.
⸻Hola Katara, Hola T/N, Hola Sokka.
⸻Hola, Aang... ⸻Le regresó el saludo al de flechas de manera decepcionada y una pizca de arrepentimiento. ⸻Gracias por venir...
⸻Aang, cuidado.
Aunque no le regrese el saludo, con mi mirada le indique que el soldado que él mismo había derribado se levantó, pero en esta ocasión con intenciones de luchar.
Temí por Aang en el momento que el joven alzó sus manos dando una orden que solamente entre ellos sabían que significaban. Rodearon a Aang teniéndolo en la mira, pero aquel que no tenía casco lo amenazó con la mirada.
Aang por otro lado con su planeador en manos, analizó su alrededor y sin previo aviso con su aire control lanzó nieve a las tropas que lo rodeaban. Y al que no tenía casco, por alguna razón no cayó al suelo, al menos, no de nuevo. Pero si que se cubrió el rostro con su brazos, alzando su cabeza solo un poco para visualizar mejor al monje.
Aang ahora firme y sosteniendo en una mano su planeador le habló directamente.
⸻¿Me buscabas?
Con solo escuchar a Aang de alguna manera sabía que todo estaría bien, y con felicidad apoyaba a Aang desde mis adentros.
⸻¿Tu eres el maestro aire? ¿Tu eres el avatar?
Aang no respondió, tomando con ambas manos su planeador y apuntar hacia el soldado; no hizo falta que Aang respondiera ante esas preguntas. Ya que su silencio nos hizo entrar una especie de shock.
⸻¿Aang...?
⸻No puede ser...
⸻Imposible...
Los tres estábamos helados de impresión, incrédulos por haber recibido tal cosa. Y aún más viniendo de un soldado de la nación del fuego.
Pero eso no importaba, porque Aang y el soldado comenzaron a caminar en círculos teniéndose enfrente para evitar un ataque desprevenido, pero el soldado continuó hablando luego de lanzar la "bomba".
⸻He pasado años preparándome para este encuentro. Entrenando, meditando, ¡Y eres solo un niño!
Se veía molesta, irritado de ver a Aang, y en sus palabras quedaba más que claro que estaba decepcionado de ver a un "niño" frente a él.
⸻Y tú solo un adolescente. ⸻Le respondió de regreso Aang confundido.
Sus palabras se las tomó muy mal, porque con irá lanzaba llamaradas enormes y potentes lanzaba hacia Aang, pero este solamente evitaba que le dieran girando su planeador esquivando el fuego con el aire que el creaba con la ayuda de su transporte.
Y como parte de esquivar es moverse de su lugar, lo hizo de esa manera Aang, pero llegó un punto en detenerse frente a nosotros, dónde el fuego nos asustó haciendo gritar a los niños y cubrirnos de las llamas.
Con mis brazos frente a mi y por medio de un pequeño hueco que se había formado, un leve vistazo le di a Aang, notando en sus ojos aperlados una mirada de preocupación hacia todos nosotros, pero se detuvo en mi. Y él también me miró.
De una maniobra dejó el fuego, dejándonos tranquilos a todos, pero preocupada por Aang, ya que apoyó su planeador en el suelo y compostura confiada dejó notar que ya no tenía deseos de seguir luchando.
⸻Si voy contigo, ¿Prometes dejar a la tribu tranquila?
Abrí mis ojos a más no poder. Saltando en mi lugar y analizar sus palabras.
¿Se ha entregado así por así? No, no lo hizo. Se entregó por la tranquilidad de nuestra tribu.
Y con esas palabras el adolescente (ya confirmado por Aang) se calmó y acepto su propuesta con un asentamiento.
⸻¿¡Qué!? ⸻Grité asombrada al ver cómo le quitaban el planeador repentinamente. ⸻¡Aang!, ¡No sabes lo que haces!
Y fue mi mayor el miedo cuando mi empujaban sin cuidado, escuchando de vez en cuando quejas de él. Katara por su preocupación dio pasos hacia delante y con temor miró al horrible lugar al que lo llevaban.
⸻¡No Aang! ¡No lo hagas!
⸻No se preocupen chicas, estaré bien. ⸻A pesar de estar en una situación grave, su voz salió apacible, como si supiera lo que estuviera haciendo.
Pero en sus ojos visualice un rastro de calma al vernos bien, y aunque yo estaba atrás de Katara, los ojos del joven avatar se posaron en la silueta de mi prima.
Pero no fue hasta ahí que fue la última vez que lo ví de esa manera, pues lo empujaron evitando ver hacia atrás y continuar por la enorme puerta del barco.
Sabiendo que Katara una vez más estaba por derrumbarse la tome del brazo, y con firmeza la detuve al ver sus intenciones de correr a ayudarlo. Pero no sé lo permití.
⸻¡Cuiden a Appa por mí! ⸻Fue lo último que gritó Aang antes de ser cubierto por más soldados detrás de él.
⸻¡Rumbo a la nación del fuego! ¡Vamos a casa! ⸻Gritó el adolescente.
Mi respiración que antes estuvo tranquila por estar cerca de Aang comenzó a ser agitada, pues verlo que se lo llevan personas despiadadas solo provocaba en mi horror y un pánico sofocante que lo único que podía hacer era aguantar un grito ahogado, rogando que no se lo llevarán.
Si antes dolió que Sokka lo haya desterrado, ahora dolía el doble al verlo en la manos de los mayores asesinos de nuestra tribu. Y lo fue aún más cuando la sonrisa que nos regalaba para tomar fuerzas comenzó a curvarse hacia abajo en una mueca dolía por vernos de esta manera.
Finalmente se cerró la compuerta, dejando un vacío en el pecho y un sufrimiento en el alma horrible. Como si mi pecho fuera martillado por mucho tiempo.
«¿Hasta cuándo se acabará el dolor de este día?»
[ . . . ]
Hace más de una hora que Aang fue llevado a la nación del fuego. El sol ya estaban en el horizonte, al límite de comenzar a ocultarse. Y todos aquí estaba devastados, ya sea porque sus tiendas se desboronarán o porque el que se supone que es el avatar, va a hacer asesinado.
Sokka en el momento que se fue Aang me tomó de la muñeca que me jaló hasta su tienda, dónde me extendió su brazo indicando que le quitará las cosas que yo misma le puse.
⸻Tenías razón, T/N. ⸻Masculló arrepentido. ⸻Aang no era malo.
Me contuve de sorber mi nariz, para evitar verme tan vulnerable por lo que estaba pasando.
⸻Lo sé, pero ahora ¿Qué se supone que vamos hacer? ⸻Le quité la manga de un brazo y continúe con el otro. ⸻El Avatar se a ido y en definitiva será asesinado.
⸻No si no lo permitimos.
Me detuve solamente para analizar la palabras que soltó con tanta confianza, que me fue imposible de creer lo que haya dicho.
⸻¿A-A que te refieres? ⸻Mi pecho comenzó a subir y bajar al querer evitar equivocarme, al pensar lo que significaba sus palabras. Y el nudo que se formó fue muy difícil de disimular.
⸻¿Recuerdas que te dije que iríamos a buscarlo para que se quedará? ⸻Asentí lentamente sonriendo poco a poco. ⸻Pues vamos a ir a buscarlo, pero en esta ocasión será para sacarlo de ahí.
Entonces solté un grito de emoción, saltando de la alegría inmensa que me provocaba las palabras de mi primo, dejando su brazo para saltar y rodear su cuello con mis brazos en un enorme abrazo efusivo.
⸻¡Espera, espera!
Sokka por un momento me quiso separar, pero no sé lo permití hasta estar satisfecha con el abrazo. Y cuando pasó me separé, y como niña chiquita espere a que hablara.
⸻Vaya, eres igual de rara que Katara. ⸻Mencionó, luego negó con la cabeza y me miró serio. ⸻Me bañaré y cambiaré, y tú irás a buscar algunas cosas para el viaje, ¿de acuerdo?
Asentí para salir corriendo, pero me detuve al pensar en alguien: mi prima.
⸻¿Qué hay de Katara? ⸻Pregunté curiosa.
⸻Ella está llorándole a su novio. ⸻Solté una risa por lo bajo al verlo sacar la lengua asqueado. ⸻Así que luego de reunir lo necesario y prepararnos los dos, le diremos. Pero ahora date prisa y que no se entere la abuela.
⸻Si, enseguida.
Hice caso a su orden, saliendo a toda prisa a mi tienda, tienda que era compartida por Katara y yo.
Aunque en el camino se me hizo difícil ver a la gente del pueblo, tan demacrados y agonizando en miedo ya que finalmente el avatar regreso. Pero ¿a qué costó?; mi felicidad ahora fue opacada por el ambiente lúgubre que se formó con el arresto de Aang. Y no es por de menos. Literalmente se sacrificó por nosotros.
Algunos niños ayudaban a sus madres, a levantar las tiendas que se desplomaron, otros tantos intentando volver avivar las llamas de la fogata. Y todos tenían la misma expresión de depresión.
Katara que ayudaba derramaba lágrimas, y nadie la consolaba porque sabían que iba hacer imposible sacarla de su burbuja de la tristeza. Al menos que yo la sacará de ahí.
Iba hacerlo, pero no podía perder tiempo con eso.
Katara es complicada con sus sentimientos, y no puedo complicarme por eso. Lo quiero, pero necesitamos hacer el rescate antes de sea demasiado tarde, o que estén demasiado lejos. No nos podíamos permitir tal cosa.
En una mochila metí ropa mi ropa, y en otra metí ropa para Katara.
Estuve así por mucho, y como a Katara le gustaba el orden más que a mi, hice e mayor esfuerzo de doblarla los más rápido que pude y meterla de llenó a la mochila. También le metí zapatos, sabiendo que a ella le gusta andar variando de vez en cuando.
Por mi parte metí un cambio diferente de ropa, ropa que era de mi madre cuando tenía mi edad. Y esto lo hice para estar cerca de ella, pero así sentirme al menos protegida. Y también en mi pierna me amarre una daga, esto por si es necesario algo de filo extra.
⸻¿T/N?
Me exalte al escuchar una voz, sintiendo mi corazón dar un vuelco y escuchar un grito en mi interior del susto.
Me giré para identificar el dueño de la voz, llevándome una mano a mi pecho para tranquilizarme.
⸻Sokka, que susto me has dado. ⸻Dije alterada.
⸻Lo siento, tenía que buscarte.
Al estar él en la entrada de la tienda, miró mi pierna. Cruzándose de brazos y verme pidiendo una explicación.
⸻Es por si necesitamos algo de filo, ¡nada más!
Intenté explicarme para evitar una pelea, pero solo rodó los ojos y tomó mi mochila y ponérsela en el hombro. Luego me dio la mochila de Katara, tomó mi mano y a arrastras me llevo hacía más afueras del pueblo. Y fue más aún sorprendentemente como con su otra mano tomaba la cuerda y jalaba sin dificultad una canoa.
A veces Sokka es fuerte cuando quiere.
Una vez que llegamos al océano, Sokka metió todo, y Katara estaba ahí. Pero jamás se fijó lo que estábamos haciendo.
⸻Tenemos que seguir ese barco, Sokka. ¡Aang salvó nuestra tribu, ahora debemos ayudarlo!
Mientras le pasaba las cosas a Sokka, mi mirada de diversión se posaba en ella. Katara sabía que estábamos ahí, pero no sabe porque y para que estamos ahí.
⸻Katara yo...⸻intentó Sokka explicar lo que estaba haciendo.
Pero fue interrumpido de nuevo por Katara de manera graciosa.
⸻¿¡Por qué no puedes comprender que él está de nuestro lado!? Sino lo ayudamos, nadie lo hará. ⸻Solté una risa por lo bajo por su dramatismo que comenzaba hacer. ⸻Sé que Aang no te agrada pero le debemos...
⸻¡Katara, déjalo hablar! ⸻Le grite ya apunto de reírme a carcajadas haciéndome caso.
⸻Uhg...sólo a ti te hace caso. ⸻Murmuró irritado Sokka. ⸻¿Vas hablar todo el día o vas acompañarnos?
Katara por un momento nos miró a los dos extrañada, hasta que Sokka con sus manos señaló la canoa que él y yo estábamos preparando. Entonces su cara fue un poema que valdría la pena disfrutar de su emoción.
⸻¡Sokka! ⸻Masculló eufórica por la emoción, obteniendo las misa reacción que yo hice.
Sokka sólo palmeo su espalda de mala gana, aunque en el fondo sabía que también se encontento por verla de mejor ánimo con la simple noticia de ir a salvar a Aang.
⸻Si, si, si. Esto es gracias a T/N. ⸻Explicó alejándola y señalarme a mi. ⸻Gracias a la promesa que le hice vamos a buscarlo.
Entonces recibí el mismo abrazo emocionada de parte de Katara.
⸻¿Te he dicho lo mucho que te quiero y lo mucho que me gusta tu capacidad de convencer a las personas? ⸻Me mencionó en el oído en el abrazo.
Quise soltar una carcajada, pero sólo me permití soltar una risa divertida por lo bajo para evitar dañar los tímpanos del oído a mi prima. Y cuando nos separamos la tome de la manos y me sonreí de lado.
⸻Todo sea por el bien de las personas y del mismísimo Avatar.
Ambas nos reímos, molestando a Sokka, separándonos y ofreciendo el paso a mi prima a la canoa.
⸻Sube, vamos a salvar a tu novio. ⸻Extrañamente sus palabras fueron dichas de manera comprensible.
Algo que me hizo reír más.
Pero la última palabra hizo saltar a Katara molesta.⸻¡No es mi nov...!
⸻Lo que sea.
Sokka la interrumpió importándole poco sí ella aceptaba o no el término que él uso para describir a Aang hacia Katara.
Pero mi mente se detuvo, repasando muchas cosas hasta recordar las palabras que nos soltó Aang antes de irse.
«Cuiden a Appa por mí.»
¡Qué tonta!, pensé con la intención de ir corriendo por los alrededores.
⸻¿A dónde vas? ⸻Me preguntó Katara extrañada por mi cambio de actitud repentina.
⸻Voy a por..
⸻¿Qué creen que hacen ustedes tres?
Mi sangre se congelo, e inmediatamente me volteo angustiada por recibir un sermón de parte de la dueña que me interrumpió.
Y es que Gran Gran nos sorprendió con un semblante atemorizante.
Katara y yo abrazamos a Sokka por los hombros y sonreír inocentemente con la esperanza de que no nos regañara, y poder continuar con el plan de ir al rescate de Aang.
⸻Necesitarán estos. ⸻Con sonrisa incluida en sus grisáceos ojos, nos ofreció unos sacos de dormir. ⸻Los espera una larga jornada.
Sin creer lo que nuestros ojos veían, nos observamos entre nosotros. Intercambiando miradas y posar los ojos en la abuela.
Se acercó poniendo a cada uno nuestros sacos de dormir en nuestras manos, y con la cercanía que teníamos siguió hablando ella.
⸻Desde hace tiempo perdimos la esperanza. Pero gracias a ti, ⸻se dirigió hacía Katara de forma cariñosa. ⸻mi pequeña maestra agua.
Con ternura y cariño Katara la abrazo agradecía que en esta ocasión no le prohibiría ir hacer su sueño.
Gran Gran sabía que el sueño de Katara era ser una maestro agua y seguir con las tradiciones, por lo que al vernos ya con determinación, supongo que se ha compadecido de ella.
Pero al estar distraída, me tomo de la mano repentinamente la abuela, viéndome con la misma ternura que Katara.
⸻Idéntica a tu madre y padre. ⸻Mencionó acariciando mi mano con cariño y notando un brillo melancólico en sus apagados ojos. ⸻Tan confiada y lista para defender a los que más lo necesitan, mi pequeña justiciera. No pierdas aquel don de tu dulzura de las palabras.
Mi corazón se estrujó, al tener que recordar a mis padres de una manera tan cariñosa que también me hizo abrazarla con fuerza. No queriendo despedirme de ella.
⸻Quizás deba quedarme, abuela. ⸻Le dije limpiando una lágrima traicionera. ⸻No te puedo dejar sola.
⸻No lo hagas, T/N. ⸻Con una mano en mi mejilla, me hizo alzar mi mirada que caía por el dolor de tener que dejarla sola. ⸻El mundo y tus primos necesitan de tu dulzura y paciencia para mantenerse unidos. Tu eres la única que hace que Sokka y Katara dejen sus problemas de lado, la única con el poder de cambiar a las personas.
¿Es que no había algo más doloroso que ver a tu abuela hablarte de una manera...tan triste, como si fuera la última vez que te vería? No, creo que no lo habría; recargue mi rostro en la mano gentil de la abuela, solamente para tomar fuerzas y limpiar todo rastro de llanto.
Una vez que la abuela se cercioró que no me quedaría se giró a Sokka, quien limpiándose una lágrima también. Cambió de actitud y se puso serio, como un hombre. Sonreí por aquella escena simpática.
⸻Y tú, mi valiente guerrero. ⸻Con esas palabras, Sokka suavizó su rostro, viéndola apaciguado. ⸻Se amable con tu hermana y cuida bien de tu prima.
⸻Si...⸻Mencionó avergonzado de eso, también abrazando a la abuela pero dando pequeños golpecitos en su espalda. ⸻Está bien, Gran...
Se separó de Sokka y nos miró a los tres, mirándonos ahora seria.
⸻Aang es el Avatar. Y es la única esperanza del mundo. Por alguna razón lo han encontrado y cuidado, ahora sus destinos se han entrelazado con el de él.
Con las palabras de Gran Gran, solo sentí la sensación de pesadez al saber que teníamos la responsabilidad de hacer que Aang este a salvó y cumpla con su labor de Avatar. Además de evitar que algo le pase. Tragué saliva al imaginar fracasar con lo dicho.
¿Podremos si quiera estar listos ante el peligro de lidiar con la nación del fuego? Y lo que es aún peor. ¿Appa se habrá perdido?
Sin perder mucho tiempo, le di a Katara mi saco de dormir y corrí en busca de Appa.
Tuve que subir una pequeña montaña de nieve para buscar (intentando) buscar por los alrededores al bisonte de Aang, aunque no fue necesario que me haya ido tan lejos, pues Appa ya iba caminando a mi dirección.
Al verme, Appa soltó un gruñido con un bostezo. Al verlo bien, me sentí tranquila, pero aún así no perdí el tiempo y corrí a su dirección abrazándolo por el cuello y su cabeza.
⸻Te extrañe amigo....⸻Murmuré con dulzura, como si pudiera entenderme.
Por lo cual, fui respondida por un bufido agradable, y par mi sorpresa. Se acostó con la intención de que me subiera.
Y así hice.
Me subí a su cabeza, tomando las riendas y dejar que él mismo se levantará y siguiera caminando.
Cuando llegamos a la misma colina que subí, gruñó llamando la atención de mis primos. Aunque Katara se emocionó más al verlo conmigo encima.
⸻¡Appa! ⸻Corrió Katara a dirección de nuestra.
Y aunque Appa caminaba a su ritmo para llegar al mar, pude escuchar perfectamente el reclamo de Sokka.
⸻Te gusta desautorizarme ¿verdad, T/N? ⸻Inquirió farfullando.
⸻A veces me gusta ser rebelde. ⸻Le contesté con una sonrisa orgullosa.
Appa se detuvo cuando Katara estaba ya dispuesta a subir, lo cual ayude para que estuviera detrás de mi.
⸻No te quejes y apresúrate, Sokka.
Katara apuro a su hermano que con rapidez saco las cosas que antes había metido. Pasándoselas a Katara desde abajo mientras que Sokka subía y Katara las acomodaba mejor.
Sin necesidad de hacer algo con las riendas, Appa camino a su ritmo y se metió al agua a nadar. Aunque ya estábamos dejando el pueblo, mi conciencia no me dejaba tranquila, dando vuelva mi nuca y alzar mi mano para despedirme de la abuela.
Aquella mujer fue mi segunda madre cuando mamá me envió con papá al Polo Sur. Ella fue la que me enseñó todo y la que me contaba historias de como era mamá, aunque ya no la recordara tanto como antes, sé muy bien que siempre me cuidará desde donde esté y aunque no la vea.
⸻¡¡Nos vemos pronto abuela!! ⸻Le grité con un nudo en la garganta.
Desde la lejanía pude ver a Gran Gran alzar el brazo y despedirse de nosotros.
Dolía dejar el único hogar que tuve, y aunque no haya nacido ahí. Es mi hogar.
⸻Eres fuerte, T/N. ⸻Me animó Katara. ⸻Regresaremos cuando Aang haya acabado con la guerra.
⸻Si, está bien.
Con la angustia de perder el barco de la nación del fuego, estábamos que nos comíamos las uñas de la desesperación de no saber cómo hacer que Appa volará.
Al menos yo así me sentía.
⸻Appa, por favor amigo... ⸻Intenté que el bisonte volará, pero simplemente no hacía más que bufar y seguir nadando.
⸻Corre. Vuela. Planea.
Sokka tampoco es que ayudaba con su tan poca fé que le tenía al pobre animal Katara intentaba callarlo con miradas de reproche, pero no le funcionaba.
En un intento desesperado, Katara se asomo y con sus manos acarició el suave pelaje del animal, y comenzó hablarle.
⸻Por favor, Appa. Necesitamos tu ayuda. Aang te necesita. ⸻Las súplicas de Katara hasta a mí me hacían sentir mal.
⸻Sube, haciende, elévate.
⸻Appa, amigo, ¿por qué no quieres volar? Aang realmente te necesita. ⸻Suplique ahora aferrándome a las riendas.
⸻Y aunque Sokka no cree que puedes volar, yo si creo que puedes. ⸻Me apoyó Katara sobando con ambas manos el pelaje del enorme animal.
⸻Venga, Appa. Tu puedes. ⸻Moví un poco las riendas, pero un bufido recibí.
⸻Vamos, ¿no quieres salvar a Aang? ⸻Añadió Katara.
⸻¿Cómo es que decía este niño? ⸻Sokka incluso se aburrió de intentar, hablando de mala gana. ⸻¿Yiha?, ¿Hap, Hap?, ¿Huapu? Eh...⸻Se encogió de hombros y sin nada de fe habló lo último. ⸻¿Yip, yip?
Un pequeño grito de susto solté al sentir que Appa comenzó a temblar, haciendo retroceder a Katara, y yo aferrarme más a las riendas con el temor de caerme al agua. Y fue cuando pronto un chapuzón se escuchó para luego alzar vuelo al aire.
⸻¡¡Ah!! ¡M-Más despacio!
Me sentía asustada por ver qué el vuelo fue turbulento, y cuando cuando subía más y más.
⸻¡Lo lograste Sokka! ⸻Felicitó con entusiasmo Katara.
⸻¡Está volando! ¡Está volando! ¡Katara, T/N, está vola...⸻Pude escuchar perfectamente que se cortó así mismo, teniendo en mente que posiblemente se calló porque Katara le ha dado la mirada de: "te lo dije"; se aclaró la garganta y de mala manera siguió con su festejo. ⸻Digo, ya era hora. Está volando.
Aunque en mis adentros me quise reír, por el miedo de la altura me mantuve viendo enfrente sin ver hacia abajo.
⸻¿Estás bien? ⸻Escuché a mis espaldas.
⸻S-Si...⸻Trague saliva intentando olvidar el vacío que tenía en el estómago por la altura que sabía que había debajo de Appa. ⸻S-Solo tengo que acostumbrarme...
Hubo unos segundos de silencio, para luego volver hablar con un poco de preocupación.
⸻¿Estás segura, T/N?
⸻¡Si! ⸻Mentí. ⸻Ya me...⸻Tragué de nuevo saliva. ⸻pasará...
Aunque yo no lo sentí en el momento, mis manos ya me dolían y las palmas me ardían por la incrustación de mis uñas mismas.
Me la estaba pasando fatal ser yo la que dirigía a Appa, y de alguna mi cuerpo se aferraba a lo que tuviera (literalmente) a la mano. Y ver a los glaciares tan pequeños por la altura solo hacia que mi vacío en el estómago fuera enorme.
La altura no es mi fuerte.
Pero aún así me quedé ahí, y no es porque el miedo a las alturas me haya paralizado, (aunque en verdad sea así) más bien es por la situación de encontrar cuánto antes el barco que se llevó a Aang. Y es que la noche ya estaba cayendo en nuestros hombros.
Katara y Sokka (aunque esté último posiblemente esté como yo), estén buscando al enorme barcos, pero tomando en cuenta que el barco lanza humo por uno de sus tubos de escape. Es un poco más fácil dar con él, aunque las nubes de vez en cuando se interponen.
Intenté tranquilizarme, entrar en razón dejando paso el aire frío hacia mis pulmones, solamente para entrar en valor. Hasta que un brillo llamó mi atención.
Sin decir nada, bajé la mirada e increíblemente no me dio miedo, pero fue por el hecho de haber notado destellos de fuego. Y un enorme cúmulo de humo negro subir al cielo.
⸻Katara, mira ahí.
No pude ver si realmente me hizo caso, pero señalé en cualquier caso.
⸻¿Qué pasa ahí? ⸻Preguntó con extrañeza.
⸻¿No ves lo mismo que yo? Eso de ahí es humo.
De alguna manera hice bajar a Appa, dejando un panorama más claro que el de antes, mostrando el enorme barco andar a una velocidad bastante atemorizante.
⸻¡Es el barco! ⸻Exclamó Katara.
Y con eso que afirmó, hice bajar más a Appa, siendo este gruñir antes una silueta que se nos hizo familiar.
⸻¡Ahí está Aang! ⸻Volví a señalar.
Y es qué Aang al parecer estaba en lo proa del barco, teniendo como obstáculo el mismo soldado que nos arrebató Gran Gran abuela.
Y aunque aún estuviéramos lejos el resplandor del fuego no hizo ver cómo hizo retroceder al de flechas, llegando al límite de la proa.
⸻¡Se va a caer, date prisa T/N! ⸻Me exigió Katara gritándome casi que en la nuca.
⸻¡No me apresures que no se cómo se maneja esta cosa!
Sabía que debía darme prisa, pero Appa no cedía en ir más rápido, por lo que con intriga desesperada mis ojos jamás se quitaron en lo que pasaba ahí abajo.
Con el paso que llevaba Appa, poco a poco la pelea que deslumbramos se hacía más clara. Dejando en claro que Aang tenía una dificultad enorme ante las llamas.
Con su planeador girándolo enfrente de él para esquivar o para apagar las llamas, se le complicaba porque era empujado por el calor que desprendía el fuego. Llenando a un punto que el planeador fue lanzado por otro lugar lejos de Aang.
Mi corazón se detuvo por unos momentos, pero Aang seguía esquivando todo saltando y agachándose. Pero estar con el fuego es peligroso, y Aang lo sabía.
Mi corazón que antes se detuvo dio pasó a una carrera contra reloj para bombear sangre, escuchaba mis latidos en mi cabeza y todo ruido se anulo al ver a Aang (en uno de sus tantos saltos) aterrizar en el límite de la proa del barco, su equilibrio se veía que era malo. Porque se movía sus brazos desesperado a modo de mantenerse en equilibrio, pero el fuego que fue lanzado directamente a su cara, fue lo suficiente para que que Aang dejara sus brazos frente a él para evitar un accidente con el fuego, lo que conllevó a qué Aang cayera al agua.
⸻¡¡No!! ⸻Exclamé exaltada por lo que mis ojos habían visto.
⸻¡¡Aang!! ¡¡No!!
Mi pecho subía y bajaba, la sensación de decepción por todo el viaje que hicimos me inundó. Pero mi esperanza nunca se apagó, tomando una bocanada de aire y gritar mucho más fuerte que Katara por la preocupación. Tomando con fuerza la riendas.
Y cuando creímos que en verdad lo perdimos, del agua se hizo un pequeño remolino, que a los segundos creció hasta sacar a Aang en una torre enorme de agua. Un jadeo involuntario salió de mis labios, no teniendo idea de que eso pasaría.
Pero con el agua, Aang subió de nuevo al barco a proa, estando en pie y con el agua que lo hizo subir, lo tomo haciendo una especie de dona alrededor de él, estando Aang en medio. Y sin mucho contraste, aquella agua fue enviada haciendo empujar a la mayoría de soldados que salieron en apoyo al adolescente.
⸻¿Vieron lo que acaba de hacer? ⸻Preguntó asombrada Katara a Sokka y a mí.
⸻Eso fue agua control. ⸻Respondí moviendo las riendas en un nuevo intento porque Appa fuera deprisa.
⸻Y si que fue realmente agua control. ⸻Siguió Sokka.
Deje salir una sonrisa al ver que en esta ocasión Appa si me obedeció, yendo directamente a por Aang, y yo faltando un metro de aterrizar me bajé del bisonte deslizándome en su pelaje y aterrizar en mis pies y correr hasta donde estaba Aang.
⸻¡Aang! ⸻Me sentía nerviosa al verlo en el suelo con los ojos cerrados.
⸻¡Aang! ¿¡Estás bien!? ⸻Me siguió de cerca Katara.
Katara fue quien lo tomo debajo de sus hombros, siendo ayudada por Sokka que en todo momento se mantuvo cayado del pánico.
Yo por otro lado me quedé al lado de Sokka, que se le veía aliviado en ver a Aang despierto, aunque se veía débil. Pero estaba bien, dentro de lo que cabe.
⸻Hola chicos... ⸻Su voz salía muy débil de su boca, y era normal porque uso agua control de una manera increíble. ⸻¿Qué hacen aquí...?
Verlo hablar para mí fue algo que lleno mi corazón en calma, dejando mi respiración fuerte y dejar la preocupación.
Sokka también se le notaba aliviado, sonriendo intentando manifestar que ya estaba dispuesto a ayudarlo.
⸻Bueno, no podía permitir que te divirtieras solo. ⸻Mencionó Sokka calmado, dando a entender que estaba ahí para ayudar.
⸻Perdí mis cosas...⸻Señaló con su vista Aang.
⸻Voy por ellas.
Cuando Sokka se fue, Katara y yo levantamos a Aang, tomándolo cada una de los brazos y pasarlos por detrás de los hombros. Estaba débil, le costaba caminar y prácticamente somos sus soportes. Y caminando Appa se agachó para que Aang subiera, pero en su estado no podría el solo.
⸻Me subiré en Appa, Katara. Yo lo subo y tú lo empujas desde abajo.
⸻Si.
Me subí con prisa ya que los guardias podrían salir, y cuando estuve arriba, le extendi mis manos, siendo Aang el que tomaba mis manos.
Aquella sensación de calidez regreso a mi mente, pero hice mi mayor esfuerzo para no quedarme a ver cómo Aang me miraba decaído, quizás sin energías.
Cuando lo subí, Appa se levantó. Gruñendo miró hacia delante, advirtiendo de peligro a Katara. Pero mi prima en su intento hizo agua control lanzándolo detrás y congelando el agua a su paso.
⸻¡¡Katara!! ⸻Gritó Sokka enfadado al haber quedado atrapado en el hielo.
⸻¡Iré ayudarlo!, ¡Pero haz lo mismo con los guardias dándoles la espalda!
⸻¡S-Si...!
Con rapidez tome el bastón de Sokka y me deslicé por la cola de Appa, llegando hasta Sokka quien estaba intentando romper el hielo con su Bumerán de metal.
⸻¡Rápido Sokka!
⸻Soy solo un tipo con un búmeran, ⸻Se quejaba liberando un pie, ayudándome a romper el hielo de su otro pie. ⸻no tengo cosas voladoras, ¡Ni magia!
⸻Luego te quejas, vámonos ahora.
Una vez liberado lo tome de la mano y a arrastras subimos por las cola de Appa.
⸻¡Yip, yip! ¡Yip, yip! ⸻Me lance en el lugar donde antes estaba Katara, tomando la mano de Sokka y ayudarlo a entrar más rápido.
Appa alzó el vuelo rápido, yendo directamente hacia arriba, pero mis oídos lograron escuchar la orden del adolescente.
⸻¡Dispárenles!
Nuevamente mi pecho se agitó, dando media vuelta y ver una enorme bola de fuego ir directamente hacia nosotros, del miedo me aferre al brazo de Sokka que también se aferró a mi y parte de la montura del bisonte. Pero algo que jamás vi fue a Aang levantarse de dónde lo dejé.
Aang con su planeador en manos saltó directamente en medio de Katara y Sokka, esperando unos segundos para luego lanzar un ataque de aire que hizo a la bola se fuego desviarle a la izquierda, dónde choco con una montaña de nieve. El sonido del aire impactar y desviar al fuego me dejó congelada, pero mi entusiasmo se revolvió en mi estómago a ver la nieve de la montaña caer directamente en el barco.
Mis primos celebraron por la asombrosa hazaña de Aang. Pero yo realmente me sentía como gato asustado.
Tragué saliva cuando Aang regresó a su lugar tomando las riendas de Appa y fijar un rumbo.
⸻¿Estás bien? ⸻Me preguntó Sokka tomando mis manos.
⸻D-De maravilla...
Mentí nuevamente, pero no era para preocuparlos, era para tragarme la mentira y hacerme creer que todo estaba bien.
⸻¿Entonces por qué estás apretando tan fuerte? Sé que soy fuerte, ¡Pero duele!
⸻¡L-Lo siento!
Me solté de Sokka y me fui hacia atrás, quedando frente a mi primo y al lado de Katara.
⸻Oye, relájate. Ya no hay peligro. ⸻Intentó animarme Katara.
⸻Ya lo sé, no me lo tienes que repetir. ⸻Le sonreí, pero creo que su rostro de preocupación dejó en claro había hecho una mueca.
⸻Chicos. ⸻La voz de Aang nos hizo prestar atención, girándonos a verlo. Aang nos miraba por encima del hombro, con una sonrisa agradecido. ⸻Gracias por todo.
Katara sonrió y fue la primera en sentarse mirando a Aang tan emocionada como el primer día que llevo al monje al pueblo.
⸻No fue nada, Aang. Teníamos que hacer algo por haberte sacrificado por nosotros. ⸻Le ánimo Katara.
⸻Pero les cause muchos problemas en su tribu.
⸻De todas maneras íbamos a buscarte. ⸻Dijo Sokka ahora acomodado detrás de Katara. ⸻No podíamos dejarte por ahí sólo con un mocoso bisonte.
Appa bufó en respuesta de Sokka.
⸻¡Eres mocoso, no lo niegues!
Sonreí ante la riña que se tenían entre ellos dos, aunque mi mirada se desvío cuando una mano en mi hombro llamo mi atención. Al girarme, recibí una cálida sonrisa de parte del Avatar, una muy agradable que podría jurar que era demasiado inocente como para ser el Avatar.
⸻¿Cuántos años tienes, Aang? ⸻Pregunté sin pensar.
Ante mi pregunta espontánea que saque cubrí mi boca avergonzada porque no medí mis palabras, y que posiblemente sean tomadas de mala manera.
⸻L-Lo siento no quise...
⸻Tengo 12. ⸻Me respondió con una agradable sonrisa, girando su cabeza para seguir adelante.
⸻Técnicamente tiene 112 años. ⸻Corrigió Katara.
⸻¡Es un viejo!
⸻¡No me veo viejo!
Ante la discusión de Sokka y Aang, intenté no soltar otra pregunta más que podría ser tomada como algo malo. Y Aang parecía estar más interesado en lo que diré que en la misma discusión.
Por lo tanto, dejó la riendas y se sentó en la parte alta de la montura del bisonte. Mirándome con sus grisáceos ojos, incitándome a que hablara. Pero su cuerpo se dirigía más hacia el Sol, siendo su perfil de su cuerpo algo que llamaba mi atención.
⸻N-No se que decir. ⸻Le respondí avergonzada de mi indiscreta pregunta.
⸻Está bien, no pasa nada. ⸻Me sonrió. ⸻Me alegra que hayas venido.
Su gentil sonrisa fue deslumbrante, casi que era más brillante que el mismísimo sol que teníamos de fondo por el atardecer.
Aquel niño era una luz andante, ya que en ningún momento se ha comportado malo y mucho menos siendo grosero.
⸻A mí me alegra que estés bien. ⸻Le regrese la sonrisa sincera.
⸻Yo digo que lo llevemos a un asilo.
⸻¡Basta Sokka! ⸻Se puso en medio Katara, cubriendo a Sokka de la vista de Aang con su persona. ⸻Pero quiero saber Aang, ¿Cómo es que hiciste eso? ¡Con el agua! Eso es lo más increíble que he visto jamás.
Con esa pregunta hecha por Katara. Su rostro cambio a uno de decepción, malestar y quizás de incomodidad. Aún así, respondió desviando su mirada
⸻No lo sé, simplemente lo hice.
Su respuesta hasta el momento, no me convenció del todo, pero me quedé callada mirando hacia el cielo dónde el cuarto de Aang apuntaba.
⸻¿Por qué no nos dijiste que eras el Avatar...?
Me tomó por sorpresa la pregunta de Katara hacia el joven monje, regresando mi vista y notando que Aang, se sintió impotente ante su ser.
⸻Porque...⸻Me miró a mi unos segundos, desviando su rostro lejos de mi mirada, quizás cohibido por insistente observación. ⸻Nunca quise serlo...
El silencio reinó luego de eso.
La tensión era pesada, todos teniendo en en punto de mira a Aang.
Yo en cambio, también la desvíe de su ser.
Ninguno de los tres se esperaba que Aang fuera el Avatar, un niño muy dulce y gentil que nos ayudó cuando más lo necesitamos. Sacrificando su vida por nosotros.
Jamás mostró otro tipo de Control hasta en el momento del escape de hace unos minutos. ¿Será que se mantuvo callado para evitar ser capturado? Tenía sentido aquello, pero teniendo en cuenta que Katara fue la que me contó que Aang estaba en un iceberg, quizás aquella teoría se fuera por el caño.
«Técnicamente tiene 112 años.»
Según las palabras de Katara, Aang tiene 112 años, lo que significa que Aang estuvo en el hielo durante el tiempo de la existencia de la guerra. Quizás por ello no sabía de la existencia de la guerra. Pero, no concordaba con la respuesta de Aang.
Nunca quiso ser el Avatar. ¿Por qué razón?; lo miré de regreso, teniendo un punto fijo en el tatuaje azul en la nuca del niño. ¿Será por eso que desapareció?, no lo creo. Él mismo nos demostró que ayuda mucho a las personas, y seguramente ha de ver sido otra cosa. Sus razones debe tener para no querer ser el Avatar.
Regresé mi mirada al cielo.
⸻Está bien que no quieras serlo. ⸻Hablé luego de dos minutos callados. ⸻Pero tampoco deberías odiarte o decepcionarte por ello.
No recibí respuesta de él, y no supe que cara puso porque no me atreví a verlo.
⸻Pero el mundo entero espera su regreso para poner fin a esta guerra. ⸻Habló Katara preocupada.
⸻¿Y cómo haré eso? ⸻Respondió Aang deprimido.
⸻Siguiendo la leyenda.
Me regresé a ver a Katara que me miró pensativa, hasta que recobró sus sentidos tras haber analizado mis palabras.
⸻Es verdad. Según la leyenda, primero debes dominar el agua, luego la tierra y el fuego. ¿no es así?
Finalmente Aang le regresó la mirada a Katara.
⸻Fue lo que me dijeron los monjes. ⸻Contestó derrotado.
Aún así Katara no se desánimo y contenta siguió hablando, y sabía que algo planeaba.
⸻Bueno, si vamos al Polo Norte podrás dominar el agua control.
⸻¡Podríamos aprender juntos! ⸻Aang había captado la indirecta, entusiasmándose e irguiéndose en su lugar.
⸻Y tú Sokka, creo que podrás golpear maestros fuegos en el camino.
Sokka al escuchar lo que posiblemente le sería permitido sonrió de lado, imaginando como seria hacer aquello sin salir regañado por algo tan simple como golpear a los malos.
⸻Eso me gustaría. Realmente me gustaría.
⸻Y tú, T/N, podrás averiguar sobre tus padres. ⸻Se volvió hacia mi, sonriéndole compasiva.
⸻Suena interesante, la verdad. ⸻Me encogí de hombros sonriendo de lado.
⸻¡Entonces estamos juntos en esto!
Solté una risa por lo bajo al ver la euforia que derramaba la voz de Katara y su emoción se plasmaba en su rostro moreno.
Luego de tan alentadora charla, Aang sacó un mapa de su mochila, mostrándolo a nosotros y sonreír.
⸻¡Muy bien! ⸻Con su aire control, no hubo ni siquiera necesidad de qué él se levantará y quedar sentado frente a nosotros extendiendo un mapa. El mapa era del mundo. ⸻Antes de aprender agua control, tenemos cosas importantes que hacer. Aquí, aquí y aquí.
Con su dedo nos señaló tres puntos diferentes del mapa, siendo uno en el norte, este y oeste.
⸻¿Qué hay ahí? ⸻Preguntó Katara señalando el norte.
⸻Aquí, ⸻Volvió a señalar Aang el norte. ⸻Montaremos las llamas saltarinas. Más adelante navegaremos en las espaldas del gigante pez Koi. ¡Y luego, por aquí montaremos a los monos glotones! No les gusta que la gente los monte pero eso es lo divertido.
Ante tan extrañas cosas que quería hacer Aang, nos miramos entres los tres extrañados sin saber que decir. Aunque por un momento pensé que se le había zafado un tornillo, pero me retracte al verlo emocionado de que lo acompañemos hacer todas esas cosas que nos acaba de decir.
⸻Suena divertido, creo que me apunto. ⸻Mencioné encogiéndome de hombros sintiendo las miradas absortas de mis primos. ⸻Podríamos intentarlo.
⸻¡Así se habla! ⸻Me apoyó Aang.
Estaba tan emocionado que sus aperlados ojos tenían un brillo único, que hacían ver preciosos esos ojos.
Le sonreí de vuelta con el corazón en la mano.
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