
♡No te vayas♡
Estaba deprimida, todo había estado bien.
¿Por qué tenía que irse?
Las cosas no estaban como yo quería, y era mi última oportunidad por intentar algo con aquel chico que me robaba los latidos.
Un día, un día para ver por última vez en un largo tiempo al chico del apartamento 512.
Pero como siempre, mis planes no iban a poder ser realizados. Esa semana comenzarían las evaluaciones para poder ir al viaje del proyecto escolar, lo cual requeriría unas cuantas horas más de estancia en la universidad. Dejándome prácticamente imposible poder pasar tiempo con el chico del apartamento 512.
Me había quedado tan metida en mis pensamientos en ese momento, que olvide por completo que mi equipo estaba poniéndose de acuerdo.
—Entonces quedamos en que, si ganamos, Michelle y Oscar serán los representantes. —exclamó Renata.
—Pero aún no estamos seguros de a qué lugar nos tocará viajar, eso todavía no se puede decidir. —Oscar negó desaprobando el sobre valor que nos estaban dando.
—Está vez estoy de acuerdo con Oscar, aún no sabemos qué clase de estilo tenemos que utilizar. —Tadeo apoyo a Oscar.
—Y tú Mich, ¿Qué opinas?
René menciono mi nombre e inmediatamente los demás dirigieron su atención a mí.
—También, estoy de acuerdo con todo mientras podamos ser eficientes. —sentí un gran alivio al saber que no dije las palabras equivocadas y pude disimular mi negligencia.
—Entonces está bien, hoy en la tarde nos mandarán la lista de los lugares a los que posiblemente podríamos ir, y el viernes nos darán uno al azar.
—De igual forma y sólo por si acaso dos de nosotros tendremos que repartirnos dos de los países y hacer una investigación de la moda de estos.
—Mándame dos a mí y los otros dos puedes hacerlos tú, claro si estás de acuerdo. —mencioné algo dudosa.
Uriel asintió y los demás estuvieron de acuerdo.
—Más tarde te envío los lugares que harás, ahora esperemos que la profesora Parker dé las demás instrucciones. ¿Ya les avisaron a sus padres?
—Sí, también hoy tengo que avisarle a mi madre sobre el viaje. —citó un poco bajo Renata.
Afortunadamente yo ya les había comentado a mis padres, habían aceptado así que ya no tenía mucho de qué preocuparme.
—Olvide por completo mencionarlo, creo que la profesora Parker ha seleccionado países asiáticos y europeos para el proyecto.
— ¡Uy! amaría ir a Japón, dicen que sus estilos son muy tradicionales —René sonrió y levantó su cabeza suspirando.
— Olvida eso, los asiáticos son hermosos ¿has visto sus rostros? ¡parece que tienen porcelana en la cara! —Renata le siguió a René mientras soltaba una risilla traviesa.
—Ya chicas, calmen esas hormonas, les recuerdo que estamos presentes. —Oscar le dio un leve golpe con el codo a Renata.
—Bien, bueno creo que ya fue mucha charla, a trabajar todo el mundo. —hablo por fin Tadeo mientras chasqueaba sus dedos.
Estuvimos en clases hasta las cuatro de la tarde, salí casi muerta. Ese día nos tocó hacer la limpieza del salón a consecuencia de que René no cerraba la boca, sancionando así a todo el equipo.
...
Iba caminando por la calle que llevaba hasta mi apartamento. En el transcurso sentía incomodidad, como si alguien me estuviese siguiendo de cerca. A tales horas las calles estaban casi desoladas debido a que no había muchos edificios vecinos, y las personas que pasaban por ahí a menudo se dedicaba a salir en auto sin mirar más allá de la carretera.
De pronto una mano tapó mis ojos, alertándome de que mis instintos no sólo eran parte de mi imaginación. Trate de gritar o patalear. Pero cuando me soltaron voltee de inmediato y trate de golpear al sujeto con el frasco de perfume que llevaba conmigo siempre.
— ¡Tranquila, tranquila! Soy yo, baja eso. —vi a Taehyung reír, yo no le encontraba lo gracioso a la situación.
—No le veo lo chistoso a nada ¡Me asustaste! —exclame volviendo a guardar el frasco de perfume en el bolsillo lateral de mi mochila.
—Lo siento, estaba un poco nervioso, creí que lanzarías el frasco contra mi cabeza. —rasco su nariz con el dedo índice mientras hablaba—. Quería ir contigo, mañana temprano me iré y pensé que sería prudente si me despido de ti.
—Así que tú eras el que me estaba siguiendo, menos mal, por un momento pensé que Baek había vuelto. —negué frotando mis brazos, sería un horror si me volviese a topar con ese tipo.
—Michelle, antes de irme quería invitarte a cenar. Este último mes hemos pasado por situaciones en su mayoría incómodas, pero para mí fue divertido poder conocerte de una manera más cercana a lo que éramos.
Sus palabras me hacían sentir lastimada.
Se estaba despidiendo de mí.
—Taehyung, no puedo. Lo siento... estoy un poco ocupada ahora, espero que tu viaje sea ameno y que no haya ningún accidente. —con el corazón en la mano y un nudo eminente en mi garganta gire de regreso para continuar mi camino.
Era demasiado débil para poder hacerlo. Por más que lo quisiera, él no sentía lo mismo que yo hacía él, y no quería perder más mi dignidad.
— ¿Por qué estos días me has estado evitando? He tratado de buscarte durante esta última semana para hablar, y tú nunca estás, acaso ¿Mi hermana te dijo algo? Si es así dímelo.
Sus palabras me hicieron detenerme.
—No lo entenderás, nunca vas a entenderlo, Taehyung.
—Bueno, si fueras tan amable de explicarme tal vez podría tratar de entenderte.
Fue entonces que explote.
—Maldita sea Taehyung ¿Sabes lo vergonzoso que es esto? ¿Sabes si quiera que se siente estar en mi lugar? Durante estos últimos tres años lo único que he podido hacer fue observarte desde lo lejos, admirarte, desear algo que no era posible. Y cuando por fin puedo acercarme a ti, tienes que irte. Dios santo, odio admitirlo, estoy enamorada de ti Kim Taehyung ¡Y odio la idea de que te tienes que ir a miles de kilómetros lejos de mí!
Gire nuevamente decidida a irme antes de que mis lágrimas comenzarán a brotar, mis ojos picaban así que trate de tallar con mi antebrazo.
—Aurora Michelle, tú también me gustas.
Detuve en seco antes de volver a girarme
¿Había escuchado bien o fue mi ilusa imaginación de nuevo?
— ¿Q-Que dijiste? —estaba a punto de llorar, quería hacerlo.
—Acabo de decir que me gustas, y yo también odio la idea de que tengo que irme lejos justo ahora que sé que lo haces. Porque tú en serio me gustas.
Sin importarme si era correcto o no, llegué tan rápido como pude hasta él y lo abracé. Sin dudarlo él también lo hizo.
—No te vayas, no quiero que lo hagas. —solloce mientras citaba las palabras.
—Pídeme lo que quieras, lo que sea. Pero no puedo quedarme, no ahora.
—Lo único que quiero justo ahora es continuar abrazándote ya que puedo hacerlo.
Él no dijo nada más, y respire profundamente para poder calmarme, llevándome también el exquisito olor dulce-amargo de su loción el cual, culminaba su camiseta blanca.
No sabía que pasaría después de eso, Pero de algo estaba segura.
Justo ahora.
Justo en ese momento.
No tenía planes de alejarme de él.
Tarde pero seguro niñas ❤
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