Viernes 18 de octubre, estaba a una hora para entrar en el desfile de moda de una de las empresas más cotizadas en el continente asiático.

¿Que si estaba nerviosa?, eso ni siquiera se pregunta, por amor a Dios.

Durante la última semana y media que tuve, antes de ese suceso tan importante, hubo todo tipo de situaciones.

Pude aprender el Hangul, ahora sé mucho más de lo que nunca me permití estudiar un idioma, me sentí poderosa.

Taehyung y yo habíamos salido en pocas ocasiones, debido a su horario y al tiempo que tenía contado para trabajar en este proyecto.

Aun así, disfrute mucho su compañía esos momentos que pudimos compartir juntos, él es realmente genial, y yo lo quiero.

Bueno, tal vez incluso sentía mucho más que un simple querer...

Dos días antes de ese, nos visitó la vicepresidenta de Marge Sherwood y se llevó consigo todos los trajes que habíamos hecho.

Mi corazón latía con fuerza mientras me miraba a través del espejo, acababan de maquillarme, un bonito vestido rojo vestía mi cuerpo a juego con unos tacones brillantes.

—Michelle, alguien ha venido a verte. —me giré para mirar donde estaba René, la chica me miró con picardía y dio un paso a su izquierda.

Un chico extremadamente elegante en traje entró por la puerta del camerino.

Siempre he dicho que Taehyung es extremadamente atractivo, y ese traje solo lo hizo verse aún más.

—Hola. —dijo, mientras sonreía, ni siquiera se había dado cuenta de que llevaba un ramo de flores en las manos.

—Hola. —respondí de la misma manera.

—He traído esto para ti. —me extendió el ramo y yo lo tome gustosa.

—Creí que no vendrías el día de hoy. —murmure mientras miraba las flores.

—Jamás me perdería un evento tan importante para ti, lo importante para ti tiene el mismo valor de importancia para mí, Michelle. —sonrió alegremente, contagiándome su sonrisa.

—Muchas gracias por estar aquí conmigo.

—Es todo un gusto para mi estar hoy aquí.

—Y bien ¿Cómo me veo? —di una vuelta, juguetonamente.

Él suspiró.

—Estas más hermosa que ayer, pero no más que mañana.

—¿Entonces estás diciendo que me veo bien o no?

—Te ves increíblemente guapa, extremadamente hermosa, siempre lo haces, preciosa. —se acercó a mí.

Sonreí ante el toque de él en mis manos, Taehyung era todo lo que necesitaba para calmar mis nervios.

Él era todo lo que necesitaba para complementar mi vida.

—¿Cuánto tiempo más te quedarás en Corea después de hoy?

—En tres días, vuelvo de regreso a Los Ángeles. sí el día de hoy mi diseño califica para estar dentro del rango de moda en la siguiente línea de otoño tendré una pasantía en la sucursal de Nueva York y en el mejor de los casos, que alguno de los invitados especiales quiera contratarme como diseñadora personal.

—Sé que lo vas a lograr, eres increíble y capaz de hacer todo lo que te propongas.

—Supongo que tú te quedarás aquí por más tiempo ¿no es así?

—Supones bien, el abuelo aún está en descanso, y el tío Wonho todavía no termina de cerrar sus tratos con los inversores, posiblemente tarde dos semanas más de lo acordado —baje la mirada hasta nuestras manos y suspire con tristeza—. No creas que he olvidado que pronto te graduarás de la universidad. Solo serán unas pocas semanas más, después de que te vayas, prometo encontrarte en Nueva York.

—Todavía no sabemos si me voy a Nueva York. —reí un poco, parecía estar mucho más seguro que yo de aquel viaje.

Estaba más que segura que pronto explotaría de regocijo por él, tenía una risa tan hermosa.

—Creo que estás subestimándote por mucho, vamos necesitas relajarte.

Sin darme tiempo de pensar nada, se colocó detrás de mí y comenzó a masajear mis hombros, inmediatamente relaje mis músculos.

Sus manos eran tan... mágicas, el placer que sentía cada vez que contraía sus dedos en mis hombros ni un terapeuta experto podría superarlo. Realmente necesitaba eso para hacerme olvidar de todos los nervios y el estrés que había cargado los últimos días.

—Dios mío, tus manos son tan...—me di a la labor de acallar mis palabras cuándo sentí sus brazos alrededor de mí y su cabeza posicionada entre mi cuello y mi hombro derecho.

—No digas más. Lo haría mil veces si fuese necesario, sé que has estado trabajado horas extras la última semana, incluso mucho más de lo que yo lo hago normalmente. Michelle, no debes de comportarte dura conmigo. Ahora estoy contigo, apóyate en mí por favor. —sus últimas palabras las susurro cerca de mi oído.

—Gracias por estar conmigo Tae...

—Gracias por permitirme ser parte de un momento tan importante para ti.

Me gire para mirarlo e inconscientemente deje un casto beso sobre sus labios.

Si él estaba ahí no necesitaba nada más.

...

Me pasé las manos por la parte inferior de mi vestido tratando de secarme el sudor, el desfile ya estaba en la mitad del espectáculo, lo que significaba que nuestros atuendos pronto estarían pasando. Mis compañeros y yo estábamos sentados en la parte delantera del escenario, los críticos que estaban unos metros a nuestra izquierda miraban atentamente a las modelos, tomando notas y revisando todos los atuendos que llevaban puestos, de pies a cabeza.

Tragué saliva, sí. Definitivamente me habían intimidado, a pesar de que no me estaban mirando a mí me hacían sentir bajo presión.

—¡Mira Michelle, ya van a pasar nuestros trajes!

Voltee a mirar hacía el escenario instintivamente después de lo dicho por Tadeo.

Una chica estaba usando el vestido de piel sintética que había hecho Uriel, las luces blancas hacían lucir a aquel bello vestido aún más hermoso de lo que era. Estaba orgullosa de eso.

Sucesivamente fueron pasando los vestidos de Tadeo, Oscar, Y el mío... Mire a la mujer que portaba aquellos vaqueros de cuero café con aquella blusa blanca bordada y el abrigó, ese abrigo que tarde noches en hacer.

Mire nuevamente a los críticos, ellos no tenían ninguna expresión en su rostro, no sabía siquiera cómo reaccionar.

—¡Michelle, Michelle! ¡Ya es hora!

Volví a mirar el escenario, de este salía un hombre, portando el traje que habíamos hecho los seis.

Un traje que definitivamente era perfecto para usarse en cualquier estación del año y aun así lucir a la moda.

Un traje rosado, una camiseta de vestir con rosas bordadas en el cuello, una gabardina al estilo piel de animal y esos zapatos rosados fosforescentes que Tadeo había hecho por sí mismo, eran el toque perfecto para completar todo.

Cerrando con broche de oro, del techo comenzaron a caer pétalos de rosas.

Lo que mis ojos estaban presenciando en ese momento, hacía que todo mi cuerpo se sintiera de una manera indescriptible, estaba feliz, muy feliz.

Todo se sentía tan irreal, como si fuera sólo parte de un hermoso sueño del que no quería ni estaba dispuesta a despertar.

Siempre miraba este tipo de eventos en la televisión, mientras mis padres me observaban sonriendo por mi emoción ante aquellos desfiles.

Esta vez no sólo estaba mirando por la televisión, esta vez estaba en vivo y a todo color. Algo completamente hermoso para mí.

—Con este último diseño hemos concluido la próxima colección otoño-invierno. Diseño en el que trabajaron duro seis jóvenes muy talentosos. Que, a pesar de ser nuevos, nos demostraron su capacidad para formar parte de un proyecto tan grande como este.

Tadeo tiró de mi mano, y lo hizo con las demás. Dejando a los seis de pie frente a la audiencia.

Fue increíble ver a tanta gente aplaudirnos. Fue realmente asombroso.

Mucho más sorprendente ver a Taehyung y otros seis chicos aplaudir y mirarme sonriendo.

Algo que nunca olvidaré en mi vida, y de lo que siempre me sentiré orgullosa.

Se supone que debe ser así, ¿verdad? Debemos disfrutar todos los momentos de nuestra vida, ser felices y trabajar duro por lo que queremos.

Y en ese instante era todo lo que quería. Y todo mi futuro sería feliz de recordar ese momento.