El día había llegado y Yoongi no estaba para nada entusiasmado con ello, hasta se había tardado más de la cuenta tratando de ponerse el saco   en los pies.

     —Vamos Yoongi, es el día de tu boda. —Se recriminó el solito.

     "Es el día de tu muerte humano torpe"

     —Cállate lobo tonto.

     "Suficiente,  córtalas para siempre" Gruñó su lobo interior dando la vuelta y rascando el suelo con sus patas traseras como queriendo echarle tierra encima.

El pelinegro volvió a cambiarse ahora de la manera correcta y hasta se puso bien su corbata y luego suspiró viéndose en el espejo. 

     —Listo. —Murmuró y salió de su habitación, en el pasillo se encontró con Agust quién también bajaba y éste le miró con una ceja alzada.

     —¿Es una boda o un funeral? —Bromeó ganándose un gruñido de parte de su hermano. 

     —Vamos Yoongi tu lo quisiste así, entonces te aguantas ese mal humor de perros que traes.

Agust terminó de bajar y salió de la casa tarareando para ir por su automóvil y esperar a Yoongi para ir juntos a la iglesia y con cara de pocos amigos salió después Yoongi para subirse al automóvil de su hermano. 

     —Por favor cambia esa cara Yoon quieres.

     —No quiero y  déjame de molestar o me voy a bajar, prefiero irme caminando a tener que escucharte en todo el camino.  —Refunfuñó.

Agust resopló, cuando Yoongi estaba molesto nadie lo aguantaba si ni quiera él, así que el resto del camino lo hicieron sin dirigirse la palabra. 

Cuando llegaron ya habían personas afuera de la iglesia, muy arregladas con sus trajes finos, joyas y zapatos relucientes y parecía que la limusina donde Suran llegaría aún no estaba ahí.

     —Bien, bajemos.

Yoongi asintió y bajó primero y varias personas que estaban afuera lo saludaron con cortesía, también estaba ya la familia de Suran y algunos amigos de ellos y de ella y amigos en común. 

     —Hey hola, los gemelos Min... tan codiciados y sólo uno listo para echarse el lazo al cuello. —Habló una de las chicas que estaba esperando.

Era alta y rubia muy bonita.

     —Hola Solar.
  
     —Hola Yoongi, Agust gracias por tomarnos en cuenta para este día especial.  —Saludó mirando a los dos jóvenes  con una sonrisa encantadora.

     —Yooniebu hola cielo cómo estás estás de hermoso hoy y tu también Agust.  —Otra de sus ex compañeras de la universidad se acercó pero ella a diferencia de Solar de una vez se colgó del cuello de cada uno. 

Agust arrugó un poco la nariz pues su aroma era algo abrumador, a coco y Agust odiaba el coco.

     —Hola IU que bueno verte Mintió Yoongi. 

Ella sonrió abiertamente soltando a Agust. 

     —Ven Yoon no tarda Suran  en llegar debemos estar adentro. 

Yoongi asintió y entraron al lugar, ahí ya habían más personas esperando excepto por los padres de los gemelos quienes  no habían podido viajar para estar el día de la boda,   lo cual Yoongi agradecía ya que su madre no terminaba de aceptar aún a su prometida ya que para ella era importante que sus hijos se casaran con su omega destinado.

El lobo de Yoongi estaba inquieto podía notarlo porque caminaba de un lado a otro y resoplabla sin parar fue peor aún cuando notó en el aire el aroma dulce de su Omega destinado.

Yoongi volteó en busca de Minnie por todos lados pero no le veía seguramente estaría por ahí  cerca aunque no visible. Parecía que Agust también había notado la presencia del Omega porque miraba para todos lados también. 

Y aunque no lo veian era verdad,  Jimin se había metido en la cabina que usaba el sacerdote para confesar a los feligreses sin que nadie lo viera, sabía que ese día iban a estar sus dos lobitos ahí pero Mingseon le había hecho prometer no acercarse a ellos o podía pasar algo malo y Minnie lo había prometido con el dedito así que aunque mirase de lejos a sus Chocolatito y Galletita no se iba a acercar pero estaba inquieto ya que podía notar al lobito de Chocolatito algo inquieto y él solo quería correr para calmarlo. 

Pronto la iglesia se fue llenando de a poco y Yoongi aguardaba adelante con Agust, al poco rato Namjoon el amigo de ambos se acercó.

     —Hey Yoon felicidades por tu feliz matrimonio ya estás a pocas horas de ser un hombre casado. —Felicitó alegre.

     —Gracias Joon. —Respondió en  automático. 

El pelinegro se paró frente al altar aún sintiendo el aroma de Minnie en el aire, en su ser sentía que quería salir corriendo a buscarlo, su lobo se lo pedía y él lo deseaba pero simplemente algo le impedía hacerlo, mientras que Jimin inconscientemente escondido en aquel cubículo lo hacía dudar más y más.

¿Por qué su lobito se sentía triste? Su aroma no era de chocolate dulce como a él le gustaba más bien se sentía ácido.

Afuera la limusina con Suran había llegado y los fotógrafos contratados comenzaron a salir para tomarle miles de fotos a la hermosa novia.

Fue entonces que Yoongi la vio ahí parada en la entrada tan radiante y bella con su vestido blanco, deslumbrante y despampanante como ella sola pero, Min Yoongi no sentía emoción, no sentía nada al verla, ya no más desde que había conocido a su otra mitad.

Caminó lento hasta donde Suran estaba parada esperando la marcha nupcial y le sonrió tomándola suavemente del brazo.

     —¿Yoongi?

     —Suran, en verdad necesito decirte esto antes de continuar.

Ella asintió mirando a su prometido boquear nervioso ante ella y ante lo que estaba por decir.

     —No puedo hacerle esto a mi omega, el destino me llama y mi instinto también y mi lobo quiere estar con él, mi lobo y yo queremos a nuestro Omega lo siento no me voy a casar contigo y perdóname por  esperar hasta este momento para decírtelo pero creo que necesitaba ver de cerca la realidad de mis errores para poder entender que no estoy haciendo lo correcto, eres muy hermosa Suran y una mujer maravillosa pero...simplemente no siento nada cuando te veo, perdóname.

Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas que rápidamente fueron limpiadas.

     —Lo sé Yoongi, ve con él.

Yoongi sorprendido le miró aún nervioso por lo que acababa de decir.

     —Suran y-yo

     —Ve Yoongi, se que ya no me quieres como antes lo hacías desde que has conocido a tu pareja Destinada y yo me merezco que me amen enteramente no a medias y contigo todo iba ser a medias, te entiendo totalmente, así que ve a buscarlo él te necesita y tú a él. Te amo Yoongi pero se que esto es lo ideal para ambos.

Suran se quitó el velo y sonrió dando una mirada a su alrededor donde curiosos ya habían comenzado a salir para ver por qué era la tardanza.

     —Gracias por comprenderme, jamás olvidaré esto que haces por mi. —Dijo sonriendo y despidiéndose de su ahora ex novia y prometida.

Ella sonrió también diciendo adiós con la mano.

     —¿Qué acaba de Pasar?

      —Lo dejé ir con su omega destinado, eso pasó.

IU miraba a su amiga con el ceño fruncido.

     —Yo jamas haría eso, es más lucharía por tener a esos alfas a mi lado. —Habló, pero Suran ya se alejaba de ahí para ir adentro y avisar que no había boda.

Mientras Yoongi ya estaba adentro buscando a su Omega sin parar ante la mirada curiosa de todos ahí su olor lo delataba estaba ahí en algún lugar y cuando por fin lo encontró hecho un ovillo en la cabina de las confesiones se agachó para abrazarlo con cariño.

     —Minnie perdona a este Alfa tonto pequeño, mi lobo solo quiere estar contigo...yo sólo quiero estar contigo. 

El rubiecito solo se abrazó a Yoongi dejándo salir una cantidad de feromonas que solo indicaban lo feliz que estaba él y su lobito.

     —¿Quieres venir con Chocolatito y Galletita bebé?

Jimin asintió con sus ojitos llenos  de lágrimas pero feliz, se sentía completo ahora.