
|Final|
—Amor ¿Ya estar mejor?- Taehyung se sentó a un lado de Jungkook en el lecho, luego de que se aseara y sus vendajes fueran cambiados.
Habían pasado un par de horas sin verse, puesto que tuvieron que separarse para que el curandero pudiera atender a Taehyung apropiadamente. No quisieron estar muy alejados del otro pero Jungkook se retiró de la cabaña del curandero cuando no soportó el dolor en su pecho al ver como limpiaban cada una de las heridas de Taehyung, de escuchar los quejidos que éste soltaba por cada pequeño roce que sentía sobre la piel lastimada.
Para consuelo del felino, cuando le ayudaron a ir al hogar temporal en el que tendría que estar hasta que pueda volver a su cueva, descubrió que compartía aquel lugar con su pequeño conejito.
No se había dado cuenta de ello, había despertado con los sentidos tan apagados que no había podido percibir el olor de Jungkook antes, pero ahora al volver, pudo sentir con gran satisfacción su olor y el del menor fusionados en cada centímetro de esa pequeña casita.
—Soy yo quien debe preguntar eso… Pareces bastante cansado- Jungkook no se atrevió a levantar por mucho tiempo la mirada. La culpa no le dejaba ver al otro a la cara y su pecho dolía aún, encontrándose tan decepcionado de sí mismo que sus orejitas estaban completamente agachadas.
—Kook- Más la dulce voz de Taehyung le hizo pucherear temblorosamente y causó que sus orejas se apegaran aún a sus cabellos como si tuviera miedo, siendo que las ganas de llorar curvó sus labios hacía abajo- ¿Por qué pensar-… Por qué piensas que todo pasar por tu culpa?- El felino fue suave al preguntar, estaba preocupado por el conejito y no deseaba que en su corazón guardara la culpa de algo que no se pudo ni se podría haber predecido. Porque sabía que ese raro actuar por parte del muchacho se debía al sentimiento que se estaba tragando.
Luego de aquella pregunta, el silencio perduró por un par de minutos en los que Jungkook un largo suspiro soltó, jugando ansiosamente con sus dedos sobre su regazo cuando aquel momento llegó a su mente. El instante en que vió a Taehyung desnudo e inconsciente sobre la nieve, con la sangre congelandose sobre su piel y aquellas grotescas heridas en la espalda expuestas al estar de costado. Si hubiera llegado con la ayuda un minuto tarde, Taehyung habría muerto en ese momento… Todo por su culpa, por haber salido de la cueva y meter a su destinado en aquella situación.
—Jungkookie, amor… ¿Qué pasar con exactitud ese día?- Reformuló su pregunta cuando no consiguió respuesta a la anterior, acercándose un poco más al híbrido más bajo para rodear sus hombros con un brazo, atrayendole hacía él para que se apoyará de su cuerpo, descubriendo de esa forma las silenciosas lágrimas que por las mejillas de su conejito se deslizaban.
Con el corazón arrugado le soltó para poder acunar dulcemente sus mejillas húmedas, consiguiendo los ojitos de Jungkook al comenzar a limpiar con gran delicadeza las lágrimas que mostraban lo mucho que el coranzocito de su pequeño estaba sufriendo.
Cariñosamente un beso dejó en su frente por encima de su flequillo y con mimo dejó un par más en cada párpado, acariciando sus pómulos para alejar la humedad y depositar un casto beso sobre sus labios, mirándole con amor para alejar el temor que veía en los ojitos contrarios.
Y Jungkook con un nuevo suspiro sus párpados dejó caer, disfrutando del cariño que se le estaba dando, siendo que poco a poco sus lágrimas cesaron hasta no ser presentes, siendo solo la humedad en sus pestañas junto al rojito que le pinto la nariz y los bordes de los ojos lo único que quedó de ellas.
—L-lo siento…- Comenzó diciendo con la voz apenas audible, sin abrir sus orbes al no tener el valor de mirar al otro- N-no soy más que un estorbo en tu vida, pasas hambre por estar conmigo y-y ahora ca-casi has muerto protegiéndome… L-lo siento, lo siento mucho, siempre debes obligarte a cuidar de mi cuando no deberías- Apretó brevemente los labios cuando un sollozo amenazó con salir de ellos y tomando una bocanada de aire, siguió diciendo antes de que Taehyung le interrumpiera- Salí de la cueva porque el pensamiento de que estaba haciéndote daño surcó mi mente, haces tanto por mi pero yo no puedo hacer nada por ti, no te merezco, solo estoy siendo un dependiente de tus cuidados y-y un estorbo- Su labio inferior tembló y poco estuvo de volver a dejar salir un par de lágrimas, pero unos belfos delicados se posaron sobre los suyos y unos pulgares siguieron acariciando sus mejillas con amor, calmandole de inmediato y evitando que una vez más llorará.
—¿Salir de cueva por pensar que ser estorbo? ¿Has-... Has salido de la cueva pensando que no merecías mis cuidados y preocupación? Jungkookie… Amo cuidar de cachorro. Amo cuidarte y todo lo que hacer por ti hacer porque gustar hacerlo y porque te amo, no por sentir obligado ¿Por qué pensar- por qué piensas que mis acciones son forzadas? ¿Yo haber hecho algo que hacer pensar eso?- Su tono nunca cambió, siguió mostrándose suave al hablarle mientras su expresión se mantenía serena y comprensiva, nunca mostrando alguna clase de reclamo o molestia.
Jungkook sollozó al escucharle decir aquellas palabras con tanta sinceridad, siendo un calmante a sus pensamientos y un sedante a su corazón lastimado por sí mismo.
—N-no… Nunca has hecho algo que me hiciera pensar que tus acciones eran forzadas, es solo que… Te descuidas por mi culpa… No quiero que te descuides por cuidarme, y-yo puedo volver a buscar mi propia comida y encender la fogata por mi mismo si así puedes tener más tiempo para ti… Solo por favor. No me cuides… No quiero que arriesgues tu vida por mi, no quiero perderte, no quiero que te lastimen por mi culpa, no deseo verte herido de nuevo… No-no quiero que mueras intentando salvarme- Entonces nuevas lágrimas se hicieron presentes pero estás se vieron incapaces de tocar sus mejillas cuando dulces caricias las apartaron con cariño y las secaron al instante.
Taehyung con ojos tristes le miró, al comprender el porqué de los sentimientos dolorosos del menor y el como aquello terminó poniéndole en peligro al precipitarse a salir corriendo fuera de la cueva. Un suspiro soltó con pesar y con la cabeza negó suavemente, el cariño nunca abandonando el brillo de sus ojos y solo volviéndose más intenso al tener los temblorosos orbes marrones del menor puestos en los suyos.
—Conejito, no poder hacer algo así, no poder dejar desprotegido a cachorro cuando bien poder ser capaz de protegerte. Hacer las cosas porque así querer, yo decidir poner mi vida para preservar la tuya porque así querer ¿Acaso no comprender que yo amarte? Que te amo tanto que solo po- puedo pensar en que estés a salvo, que puedas estar cómodo y seguro para yo sentir… Para yo poder sentirme bien también- Sus ojos mantuvo fijos en los contrarios, uniendo sus frentes con gran cariño para sonreírle de forma tranquilizadora cuando notó el puchero tembloroso que su conejito hizo nuevamente.
—P-pero- Taehyung no dejó que protestará, le regaló un casto beso sobre los labios que le hizo callar de inmediato.
—Jungkookie, escuchar bien. Si lo que temer es no poder adaptar vida a cueva, a bosque peligroso, entonces podemos vivir en otro lugar, un lugar en donde conejito no peligrar y poder ir a donde desear sin sentir mal ¿Querer eso? Poder hacer cosas por ti mismo y no temer a ser atacado. Si conejito no estar en peligro, yo no tener que ir a proteger ¿Eso es lo que querer? Que no me lastime ¿Es eso lo que deseas?- Taehyung le miró con un brillo diferente en su mirada, una determinación que hizo parpadear confundido a Jungkook cuando no comprendió en su totalidad a lo que se refería.
—No comprendo- Murmuró, abriendo un poco demás los ojitos cuando el mayor dulcemente le sonrió y sus dedos pasó por sobre sus orejitas, acariciando sus hebras cafés con el mismo amor que veía relucir en sus ojos tan verdes como el brillante jade.
—Aceptemos la propuesta de Seojoon… La de venir a vivir en pueblo ¿Sentir mejor si vivir en lugar donde estar protegido y poder ir a donde desear sin temer?- Taehyung sonó tan seguro de sus palabras, como si no le importará dejar su hogar de años, que Jungkook jadeó casi silenciosamente, mostrando mediante sus grandes ojos la perplejidad que aquello le dejó.
¿Dejar la cueva? ¿Taehyung en serio haría aquello por él? Dejar su hogar, aquel lugar que consideraba suyo, su territorio ¿Solo para darle un lugar a él en el cual encaje y se sienta seguro? No, no podía permitir eso, no podía dejar que su TaeTae abandonará sus cosas por su culpa.
—No, Taehyungie. No tienes porqué dejar tu hogar por mi. No, no, no hay necesidad, yo puedo aprender a cuidar de mi si eso hace que pueda vivir contigo en la cueva, y-yo- Otro beso fue dejado en sus labios para ser silenciado, uno que le arrancó un gemido al joven híbrido al ser su labio inferior suavemente chupado y un par de besos húmedos ser dejados uno tras del otro en castos toques que agitaron el pulso de ambos.
—Jungkook… Que-quiero que comprendas algo ¿Estar bien? No importar el lugar o ubicación en la que se encuentre, o el sitio donde esté, mi hogar siempre será en donde a tu lado pueda estar, porque tú eres mi hogar. Mi lugar seguro en el que perfectamente puedo estar. Mi corazón, mi alma y todo de mi han proclamado que tú eres eso que necesito y lo único a lo que puedo llamar hogar- Aunque sus palabras sonaron arrastradas por su esfuerzo al pronunciarlas bien, lograron que el corazón de Jungkook diera un vuelco y latiera con gran velocidad, por la calidez que le invadió y la euforia que sus palabras causaron en él.
—Taehyung- Murmuró con tono apenas audible, tocado por sus dulces versos, mismos que le hicieron alzar las orejas y agitar sutilmente la colita porque casi se sintió estremecer por aquello- ¿En serio no te molesta la idea de dejar la cueva?- Pareció incrédulo al preguntar por lo bajo, sus ojitos perplejos aún abiertos de par en par al mantenerle la mirada.
—Para nada- Con gran seguridad Taehyung le respondió, sonriéndole dulcemente cuando Jungkook suspiró dejando caer los hombros, los cuales no notó que había tensado desde hacía un rato.
—¿En serio?- Aún no parecía completamente convencido. Después de todo, él se había encariñado con la cueva luego de haber vivido más de dos meses en ella; no podía imaginarse lo que podía ser para Taehyung despegarse de ella luego de tanto tiempo viviendo allí, en su territorio.
—Mi amor, estar bien, no tener ningún problema con eso… Cueva siempre ser tortura por sola y fría pero conejito llegar y ser quien dar calidez a todo, hacerla sentir hogar, así que cueva en realidad no ser especial; lo que haber hecho cueva especial este último tiempo, fuiste tu- Dicho esto, Jungkook con un nuevo suspiro dejó caer con delicadeza su cabeza contra el hombro de Taehyung, ocultando el rostro en la curvatura de su cuello, con su corazón bombeando sangre velozmente y sus mejillas tan rojas como tomatitos, mientras el felino parecía encantado con su tímida reacción ante sus palabras.
—Siempre intentas hacer que me avergüence. Ahora me siento como un bobo por preocuparme por cosas que has logrado solucionar sin mucho problema- A comparación a esos ocho días en que estuvo martirizado y angustiado, lleno de culpa y dolido, ahora la tranquilidad gobierna tanto su mente como su corazón, como cada vez que hablaba con Taehyung sobre algún tema. El tigre siempre lograba hacerlo sentir a salvo y en paz así sea con palabras- ¿Entonces hablaremos con el Líder Seojoon para preguntarle si podemos venir a vivir aquí?- Inconscientemente terminó apoyando su peso sobre el pecho de Taehyung cuando se relajó bajo las caricias dejadas en su cabello, por sobre sus orejitas las cuales ha vuelto a bajar para que fueran acariciadas con comodidad.
—Sí, en cuanto tener oportunidad, hablaremos con él. Por los momentos, comamos algo y descansemos- Con ello se alejó levemente del menor, mirándole un par de segundos antes de darle un tierno beso en la frente.
—Sí, sí, tienes razón- Con una pequeña sonrisa tomando sus labios, Jungkook asintió de acuerdo, teniendo que frotar sus ojos para apartar la pesadez que en ellos se había instalado, en cuanto pudo bajar todas las defensas que había levantado esos tortuosos días de incertidumbre.
—Jungkookie- Pero antes de que el menor tomara su bastón para poder levantarse, Taehyung de la muñeca le tomó para tener su atención- Te amo más de lo que podría explicar con simples palabras- Con intenso brillo en sus verdes orbes, le dijo con tanta sinceridad que una vez más provocó un gran vuelco al débil corazoncito del menor, causando que se sonrojara una vez más.
—Yo también te amo TaeTae… Te amo como no tienes idea- Suspiró embobado cuando sus caderas fueron tomadas por las grandes manos del mayor y fue atraído a ser besado por aquellos labios que le supieron tan dulces como la miel.
Sus corazones una vez más palpitaron al unísono en una acelerada tonada, compartiendo un beso que les llegó al alma y sintiendo esa calidez a la que ya estaban acostumbrados, llenarles el pecho en un sentimiento que supieron, era el amor que sentían mutuamente por el otro.
Porque aún cuando no tenían mucho tiempo juntos, parecía que se conocían de hace años y ese amor tan fuerte que se expresaban juraba que se amarían eternamente en está y en la siguiente vida. Porque sus almas destinadas a amarse lograron encontrarse luego de tanto y se juraron mediante besos, que en la siguiente vida también volverían a verse, para conocerse y amarse una vez más, sin murallas que les separaran, aún si en su camino los obstáculos abundaban, ambos vencerían y juntos avanzarían, para poder amarse como en todas sus demás vidas.
Porque así estaba destinado a ser, su historia estaba escrita en el universo, en las estrellas…
Ellos dos contra el mundo, juntos.
En sus vidas pasadas, en está y en las siguientes que vendrían luego.
Te amo, Taetae... Te amo tanto.
Yo tambien te amo, mi amor.
¿Mucho, mucho?
Mucho, mucho.
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