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La mítica leyenda del "Hombre de la máscara" rondaba por todos lados hace más de dos décadas. Decenas de personas en sus conversaciones debatían acerca de la existencia de este hombre y las miles de historias que abundan acerca del mismo, una leyenda bastante conocida en los alrededores de Corea del Sur.

Cada historia tenía sus diferencias, pues no podía saberse con exactitud si todas eran ciertas o no, pero cada una de ellas coincidía en la misma característica peculiar y esta es que, en un gran parque en Seongdong-gu en la víspera de todos los santos, específicamente en las noches, un hombre misterioso, el cual porta una máscara que cubre cada posible rastro de su rostro y lleva una túnica de color negro, ronda por los alrededores del bosque, específicamente en lo que difieren las versiones de las historias es en lo que ocurre si este hombre es visto por alguien:

"Si te encuentra comenzará a perseguirte por todo el bosque para preguntarte el camino hacia su casa. Me han dicho que no importa qué respondas, de todos modos, te matará."

"Las personas que lo vieron en víspera de todos los santos desaparecieron. Nadie volvió a saber de quienes estuvieron en Seongdong-gu en horas de la madrugada."

"Es solo un bromista que se disfraza para asustar a la gente, el Halloween hace que los locos salgan a hacer de las suyas."

Park Jimin, desde que había oído de la existencia de este posible hombre en un bar el año pasado en sus vacaciones, ansiaba escribir un artículo sobre él, incluso preguntó a muchas personas, que viven en la zona, acerca de aquella leyenda tan conocida, pero debía esperar hasta la víspera de todos los santos para probar la existencia del hombre de la máscara. Pese al tiempo que debió pasar, este le sirvió para investigar todo lo necesario.

Su ardua búsqueda lo llevó a un sobreviviente del hombre de la máscara del que se encontraba en camino hacia su casa para entrevistarlo. Extrañamente, las calles estaban silenciosas y el día bastante nublado, en su celular no había señales de probabilidad de lluvia, pero aún así podía sentirse la humedad y aroma característico a tierra.

No solo realizaba su investigación debido a la curiosidad que la leyenda generaba en él, sino también porque su jefe lo enviaba a realizar investigaciones en lo que respecta al área de misterio que incluso roza lo paranormal, ya sean leyendas, ovnis, etc. debido a que Jimin no se inmuta con estas ni le generan temor alguno, por el contrario, siente interés por ellas.

Pero esta vez parecía que no solo eran leyendas, sino que realmente algo había ocurrido, algo más oscuro que una simple historia contada por gente del lugar, y le fascinaba saber que sería parte de una investigación como tal, por lo tanto, puso todo su esmero en ella, aunque nadie quiso acompañarlo, ni siquiera los camarógrafos o algún otro compañero de trabajo, puesto que todos sentían pánico al saber que Jimin debía ir a ese bosque en particular.

Varios empleados también le contaron historias del lugar, que la gente parece actuar de manera extraña tal como si fueran un par de momias incapaces de gesticular una palabra, pero para él estas solo eran excusas.

Todos son un par de gallinas, exclamó en voz alta.

Ignorando el clima peculiar, siguió su camino en la carretera poniendo su auto en marcha, una vez el semáforo cambió su color. Concentrado en su camino, logró sobresaltarse debido a un cuervo, el cual pasó frente a su auto y, afortunadamente, frenó a tiempo evitando dañar al ave y vidrio de su auto, aunque eso no quita el susto repentino que se llevó, pues la cantidad de gente que había en las calles era peculiarmente poca e, incluso, podría decirse que había demasiado silencio.

—Estúpido pájaro.

En cierto modo, parecía que todo en él le decía que debía detenerse y hacer lo mismo que sus compañeros de trabajo hicieron, incluso desde que había llegado a aquel distrito de Seúl, la mujer que atiende en la recepción del hotel en que se hospedó incluso parecía paranoica, observaba por todos lados como tal... quizás no debía involucrarse en leyendas de las que no se sabe si son ciertas... pero ¿Cómo sabría de la veracidad de esta leyenda si no vio al hombre de la máscara con sus propios ojos?

Puso en marcha su auto e inició su viaje hacia la casa del testigo nuevamente, pese a que estaba ignorando cada una de las advertencias que le habían dicho.

Bastante alejado del centro de la ciudad estaba la casa del testigo que había accedido a la entrevista de Jimin, los árboles rodeaban la construcción siendo, incluso, la única casa en el amplio espacio verde, construida con madera oscura y pocas ventanas.

Jimin, al bajar del auto, varias veces observó si estaba en el lugar correcto y así era, pero, aún así, parecía que no se encontraba dónde debía ir... algo no se sentía bien y no podía descifrar con exactitud qué era.

Subió los escalones, los cuales crujieron ante sus pisadas y tocó la puerta un par de veces en espera de su testigo.

—Oh un jovencito, nunca creí que Jinnie traería un amigo a casa. —Una señora mayor abrió la puerta de la casa, su voz deteriorada, al igual que su misma existencia, con poca fuerza podía mantenerse de pie, su bastón era su único soporte.

—Am.. mi nombre es Park Jimin, trabajo en una investigación, estoy buscando a Kim Seokjin.

—No deberías estar aquí. —La mujer permanecía quieta, pese a la felicidad que sintió respecto a que el joven trajera un "amigo", su sonrisa se había borrado en cuanto Jimin pronunció el nombre del testigo, no parecía querer dejarlo entrar, sino que hacía tiempo para que no entrara al lugar.

Fue entonces cuando Seokjin apareció, rápidamente se acercó hacia la mujer haciendo que esta incluso parpadeara de nuevo en cuanto posó su mano en el hombro de ella.

—Abuela ¿Qué haces aquí? Te dije que te quedaras haciendo reposo en tu habitación, Park puede esperarme aquí, en un minuto estoy con usted.

Mientras que Seokjin llevaba a su abuela a la habitación, Jimin observó los rincones de la casa una vez que entró, sintiendo esa vibra extraña desde que el cuervo casi se choca en su auto, misma que también sintió con la mujer de la recepción del hotel.

Las luces que iluminaban la casa no eran lámparas sino velas, un olor un tanto fuerte, el cual incomodaba a Jimin emanaba el lugar, en las paredes muñecos que parecían ser tejidos con lana la decoraban, a lo lejos Jimin podía oír unos balbuceos de lo que Seokjin conversaba con su abuela, pero poco podía oír pues eran casi inaudibles, aunque logró escuchar...

—Dormi, si non vis nocere tibi.

¿Acaso eso era latín? ¿Quizás la mujer habla en ese idioma?

Jimin conocía bastante acerca del idioma debido a investigaciones pasadas, pero no dominaba el lenguaje por completo, tenía tantas preguntas, pero no debía desviarse de su objetivo, aunque... ¿Por qué todos los muñecos que decoran la pequeña sala de estar tenían una letra en sus estómagos?

Jimin giró su cabeza en dirección a la habitación donde Seokjin estaba con su abuela y con prisa escribió esas letras en su cuaderno, quizás no tienen sentido alguno, pero no perdía nada con saber.

—Ahora sí. —Jimin observó a Seokjin abandonar la habitación y, al instante que cerró la puerta, lo invitó a tomar asiento en el comedor— ¿Qué es lo que quiere saber?

Jimin suspiró ante la pregunta de Seokjin, las cosas que quería saber eran demasiadas, por lo tanto, trató de filtrar algunas preguntas que no tenían demasiada relevancia y prefirió ir al punto.

—Según lo que me has dicho por teléfono, tú viste al hombre de la máscara y escapaste de él, muchas personas dicen que si te encuentra comenzará a perseguirte por todo el bosque para preguntarte el camino hacia su casa, no importa qué respondas, de todos modos, te matará... ¿Esto no es así?

La pierna de Seokjin temblaba ligeramente, Jimin fingió no notar esto, pero era más que entendible, pues sentir miedo ante un recuerdo como ese, sería una sensación que cualquiera experimentaría.

—Existen diversas versiones de la historia, yo, en un principio, era de los que creía lo que me estás diciendo, pero no es así, él no me preguntó por su casa, en cambio, preguntó si sabía la hora.

—¿Y qué hora era cuando él te lo preguntó?

—Eran las 03:33.

—¿Qué hacía en el bosque situado en Seongdong-gu a esas horas de la noche?

—Había ido a una fiesta con amigos, pero no estaba pasándola muy bien así que decidí irme a casa. —Jimin, algo extrañado, anotó lo que Seokjin dijo, pues la abuela había dicho algo distinto en lo que concierne a sus amistades, quizás un detalle con poca importancia... quizás.

—Entiendo... ¿Y qué puede decirme de la aparición de este hombre? ¿Cómo se presentó ante usted?

—Al principio una especie de niebla se apareció en el bosque y comenzó a hacer mucho frío, no le di mucha importancia, pero sí me sentí algo preocupado debido a que estaba completamente solo. Una vez continúe mi camino, sentí unos pasos detrás mío, me di vuelta al instante, pero no había nadie, el miedo comenzó a invadirme en ese momento, no quería mirar adelante, pero en algún momento debía hacerlo... y cuando lo hice, él estaba ahí, frente a mí. —Jimin detuvo su mano mientras escribía debido a la acelerada respiración de Seokjin, incluso con los ojos cerrados podría escucharse lo rápido que eran los latidos de su corazón, no debía ser fácil recordar a ese hombre.

—Relájese, Seokjin, tómese su tiempo, no quiero obligarlo a recordar cosas que quizás debe querer olvidar.

—Está bien, Park... él estaba frente a mí, hubo unos segundos de silencio sofocantes, incluso sentía que no era capaz de respirar correctamente, acercó su cabeza a mí de una forma demasiado intimidante, tanta que sentía que me desmayaría ahí mismo y preguntó: ¿Sabes qué hora es? Por supuesto le dije cuál era y cuando respondí rió, su risa era demasiado tétrica, casi de ultra tumba y luego de eso me dejó ir, le juro que creí que no podría contar lo que me ocurrió ese día.

—Lo último que voy a preguntarle Seokjin es... desde ese día ¿Algo raro ha ocurrido en su vida? Hasta donde se sabe las personas que se encontraron con este hombre, misteriosamente, desaparecieron y nunca fueron encontradas.

—Absolutamente nada y eso es lo que más miedo me da, temo por mi vida todos los días, Jimin, no comprendo por qué yo sigo vivo aún e, incluso, me asusta estarlo.

—¿Esa es la razón por la que vive tan alejado del bosque y el centro en general?

—Exactamente, no puedo permitir que algo le suceda a mi abuela y... si usted tiene el poder para viralizar el hecho de que esta persona existe y no es solo una leyenda, quizás algo pueda resolverse.

—Haré lo que pueda Seokjin, aunque si es como usted dice, este hombre no es una simple persona al igual que nosotros, gracias por su tiempo.

—Gracias a usted por escucharme y cuídese mucho, Park, nadie de nosotros está seguro... si tiene la mala suerte de encontrarse con él siga mi ejemplo, no importa si aparece en pleno día... usted responda la hora que su reloj o celular marque.

Jimin salió del lugar y se dirigió hacia su auto. Una vez dentro, guardó su cuaderno y lapicera, tomó las llaves y encendió el vehículo. Al levantar su mirada, se encontró con la abuela de Seokjin nuevamente, la mujer observaba tras la ventana con una expresión totalmente paralizada, siendo nuevamente su único sostén su bastón, algo era claro y es que en Seongdong-gu no solo las personas parecían asustadas, sino paralizadas.

Una vez regresó al hotel donde estaba quedándose, cayó rendido a su cama, Jimin tenía demasiado sueño pese a que había dormido de forma excelente la noche anterior, aunque era de entenderse pues la noche anterior se encontraba en su casa. Sus ojos se cerraron automáticamente al instante que su cabeza entró en contacto con la almohada, acomodó su cuerpo en posición fetal y abrazó una de las almohadas, su cabeza dolía de manera intensa, tanto que presionó sus ojos debido a la molestia causada, entonces sus ojos repentinamente se abrieron.

Todo el bosque a su alrededor era en tonalidades grisáceas, a la lejanía un sonido de un piano se oía. Algo extrañado, Jimin comenzó a seguir el sonido saliendo de su cama. Pese a que caminó y caminó, el sonido parecía ser cada vez más lejano ¿Y si en lugar de acercarse hacia el sonido estaba alejándose? Fue esto motivo suficiente para que decidiera darse vuelta e ir hacia el camino que estaba a sus espaldas, paso tras paso junto con el sonido de las hojas secas rompiéndose debido a sus pisadas, el piano comenzaba a escucharse con mejor claridad, algo desafinado, pero estaba más cerca.

Jimin corrió, pues el sonido se oía con tanta claridad que este parecía estar a su lado, miró ambos lados y a su derecha logró ver un piano blanco, el sonido distorsionado se distinguía con mayor facilidad, nuevamente sentía que no debía acercarse hacia él, pero quería saber, debía saber quién tocaba el instrumento.

A medida que se acercaba hacia este unos glitches comenzaron a invadir el lugar, más específicamente al piano, estos no le permitían ver con claridad, pero una vez logró estar más cerca, distinguió que no había nadie sentado tocando el piano, en su lugar las teclas se movían por sí solas, la melodía era fácil de distinguir pues parecía ser una versión de "Claro de Luna" aunque bastante distorsionada y aterrorizante.

Jimin quiso acercar su mano hacia las teclas, pero una mano demasiado fría se posó en la suya, momento en el que los glitches se intensificaron, todos sus pelos se pusieron de punta al instante, incluso podía sentir el aliento de alguien más cerca de su oído.

—Sabes... ¿Qué hora es? —Una voz aterrorizante le preguntó.

Los ojos de Jimin se abrieron al instante que oyó la pregunta, nuevamente se encontraba en su habitación, totalmente sudado y con su corazón latiendo al ritmo de un tambor, definitivamente debía terminar su investigación y largarse de ahí, aunque sentía demasiada intriga, su vida estaba primero y este caso en particular, no era para nada un juego.

Al levantarse de la cama tomó su celular y vio que había estado más de cinco horas durmiendo desde que había llegado al hotel, nuevamente con la mirada paranoica de la recepcionista persiguiéndolo, ya eran pasadas de las once de la noche.

Decidió sentarse y analizar sus investigaciones y toda la información que había reunido, pues los hechos que vivió Seokjin, es lo más cercano y con mayor veracidad que tiene acerca del hombre de la máscara.

Aún así, aquellas letras en los muñecos de la abuela de Seokjin daban vueltas en su mente, no estarían ahí aleatoriamente solo porque sí...

U V A I D A E M

Anotó cada letra en su cuaderno, pero pese a que trató de darles vuelta o separarlas, no encontraba nada coherente en ellas.

Aunque quería negarse a hacerlo, no tenía de otra opción, debía ir al bosque para tener su propia versión y hacer una investigación adecuada de los hechos.

Jimin se adentró al bosque con su cuaderno en mano, dio un último vistazo a la hora antes de entrar, tal y como Seokjin lo había descripto, estaba experimentando sensaciones que nunca había sentido en ninguna de sus investigaciones.

Una vez que se adentró al bosque por completo, una especie de niebla se apareció en cuanto se alejó de las pocas personas que había alrededor. El frío repentino se hizo presente, tanto que el característico vapor salió de su boca, con sus brazos se cubrió del frío mientras seguía su paso, concentrado totalmente en su cuaderno y en ordenar aquellas letras.

A D E A I U V M

Seguía sin tener sentido, pero quizás no estaba buscando una palabra coreana... quizás, era una palabra en latín, si la abuela querría dejar algún mensaje no lo haría tan evidente utilizando el coreano. Jimin no parecía rendirse en su búsqueda, al igual que en descifrar lo que la abuela quería decir, era su distracción para no sentir temor en el bosque.

I U V M A E D A

Y si... ¿No es una palabra toda junta, sino que se separa? Su mente se concentraba en sus teorías para ignorar las pisadas de las hojas secas que escuchaba a espaldas de él.

A D I U VA M E

No tenía que ser un genio en latín para saber lo que esas palabras significaban, la abuela de Seokjin estaba pidiendo ayuda, pero... ¿Por qué pediría ayuda? ¿De quién trataría de alejarlo... o qué?

Jimin frenó sus pasos abruptamente debido a que los sonidos de pasos detrás de él se detuvieron, no quería darse vuelta, no era necesaria dicha acción, pues podía, incluso, percibir su presencia con tan solo estar de pie totalmente inmóvil, la pregunta pronto la haría y tan solo con esa, su misma vida estaba en juego.

—Oye... ¿Sabes qué hora es? —Jimin sintió su corazón latir desesperadamente. Aún sin voltearse tomó su teléfono, el cual estaba en el bolsillo de su pantalón y lo desbloqueó, extrañamente este marcaba que la hora era 03:33, cuando él estaba seguro que esta no era la correcta, pero, de todas formas, respondió:

—Son las 03:33, señor.

En un parpadeo, el hombre de la máscara estaba frente a él, fue muy difícil no fingir sorpresa, pues sus manos temblaban demasiado y su mirada respondió por sí sola, el hombre con sus manos frías como hielos, tomó la mano de Jimin y la giró hacia él, para así observar el celular del mencionado.

—Vaya... es cierto, que tarde que es ¿Por qué andas a estas horas por acá? —No sabía qué responder, Seokjin no le había dicho nada de esto y, a decir verdad, a este paso... ya no confiaba en su testigo, ni siquiera en las personas que había entrevistado con anterioridad.

La mano del hombre ejerció algo de presión en la suya, no podía ver el rostro detrás de la máscara, pero, de todas formas, más que intriga sentía miedo... miedo por su vida, miedo ya que lo que menos quería era morir debido a la intriga que un día sintió hacia el misterioso hombre de la máscara.

De a poco, el hombre se acercó hacia su oído, el aliento de este podía sentirse como el mismo frío del lugar.

—Dormi, si non vis nocere tibi.

—¿Qué quieres decir?

—Duerme si no quieres hacerte daño.

Jimin parpadeó nuevamente y el hombre ya no estaba frente a él, en cambio, el frío que sintió había desaparecido al igual que la niebla, observó su celular y, evidentemente, no eran las 03:33, aunque en este había un nombre escrito; Jeon Jungkook.

Afortunadamente, todas sus cosas se encontraban en su auto, por lo tanto, corrió hacia el mismo y lo puso en marcha. Regresando hacia su casa, nunca más regresaría a ese distrito en su vida, el miedo que experimentó allí no se lo desearía a nadie.

Exactamente en el año 1994, luego de una fiesta de Halloween, un joven del nombre Jeon Jungkook fue asesinado por un grupo de jóvenes por razones desconocidas. Este llevaba como disfraz una túnica de color negro y una máscara que cubría todo su rostro. A día de hoy, nadie encontró su cuerpo ni a los jóvenes que causaron su muerte, pero, aún así, se dice que camina en solitario en el bosque situado en Seongdong-gu, Seúl, preguntándole a algún desafortunado que pase a través de ese bosque la hora, aunque la realidad es que solo una persona tuvo suerte en responder, pues todas las personas que deambulaban en ese bosque por la noche, nunca aparecieron.

Jimin observaba su laptop mientras retiraba los anteojos de sus ojos, todos sus compañeros de trabajo realizaban sus tareas correspondientes y él la suya, debido a que no había logrado filmar gracias al pánico que experimentó, su jefe le permitió escribir sobre la leyenda y publicarla en el sitio que manejan, incluso, investigó exasperadamente pero jamás encontró a un Kim Seokjin ya sea vivo o muerto, este parecía ser inexistente en cualquier sitio que lo busque, pero sí encontró una foto de Jungkook gracias a uno de sus compañeros de trabajo, Min Yoongi, era un cartel de desaparecido mismo que estaba mostrándole.

—Es una lástima que su alma no encuentre paz aún, era un muchacho bastante guapo.

—Es cierto, aunque... ¿Tú te encuentras bien? Desde que regresaste de ese lugar pareces paralizado... ¿Quieres que vaya a hacerte compañía a tu casa luego del trabajo?

—No hace falta Yoongi, mis padres estarán de visita, aunque, cuando no estén, no me hará mal tener compañía, han sido días bastante difíciles en lo que respecta a dormir y mantenerme cuerdo.

—Ya pasó, Jimin, estás en casa ahora.

Pese a que ya no se encontraba en Seúl, aún sentía esa sensación de frío y miedo incontrolable, aún tenía la misma pesadilla en lo que respecta a ese piano.

Y es que parecía que Jungkook, pese a que lo dejó vivir, no tenía planeado dejarlo ir... pues Jungkook había oído ese halago y quizás... tendría una tarea más entretenida que ir preguntando la hora en un bosque, quizás un par de pesadillas serían capaces de debilitar el alma de Jimin lo suficiente, pero ¿Por qué debía usar el cuerpo de Jimin para vivir de nuevo si podía buscar a alguien más?

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