
𝟎𝟕. 𝗟𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗖𝗼𝗻𝗻𝗼𝗿 | 𝟭º 𝗣𝗮𝗿𝘁𝗲
❛ ˗ˏˋ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 ˎˊ˗ ❜ ━━━━━ 𝐓𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 | 𝐏𝐚𝐫𝐭 𝟏 🪓
──────────────
「⚘ 𝗪𝗿𝗶𝘁𝘁𝗲𝗻 𝗯𝘆 𝗕𝗿𝗶𝗻𝗮 」‧₊˚
↳ ੈ 🎡‧₊˚ ┊͙𝐘𝐎𝐔 𝐀𝐑𝐄 𝐎𝐍𝐄
𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐖𝐄𝐀𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒𝐄𝐒 🔪 ✧。゚・
﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌
︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ 🪓 ❞
𝐀𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍❗️✧。゚・
Este capítulo contendrá contenido violento y explícito.
Si en algún momento sientes malestar o molestias al leer
pausa la lectura de inmediato.
𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀𝐁𝐑𝐈𝐎́ 𝐋𝐀 𝐏𝐔𝐄𝐑𝐓𝐀 𝐏𝐔𝐃𝐄 𝐕𝐄𝐑 𝐂𝐔𝐀𝐋𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑 𝐃𝐄𝐓𝐀𝐋𝐋𝐄 𝐃𝐄 𝐒𝐔 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍, había entrado unas cuantas veces pero nunca de noche, eso me puso más nerviosa. El tocadiscos estaba puesto, se podía oír Rebel Yell de Billy Idol.
Tenía toda una colección de pósteres de bandas de rock: Bon Jovi, Scorpions, The Rolling Stones, etc. Connor y yo compartíamos el mismo gusto con la música, nos pegábamos horas y horas escuchando las mismas canciones juntos. También había una TV pequeña en la parte derecha y en la izquierda su cama, era grande a pesar de que solo dormía él en ella, tenía una ventana similar a la mía, formada por un cristal grueso y unas cortinas verdes oscuras en el interior, en la pared de la cama había algunas fotos que nos sacábamos juntos, colgadas con cierta profesionalidad y en la misma unas cuantas bombillas de neón, justo al lado de la puerta marrón llena de garabatos y pegatinas; de la misma metodología que las que estaban afuera, estaba una gran mesa negra con algunos discos y la silla donde posaba su maleta. Me llamó la atención el gran armario para la ropa, estaba todo desordenado, la vestimenta mal colocada por no hablar de los zapatos y unos auriculares rotos tirados en la alfombra del centro del habitáculo. Las sábanas y la cama estaban sin hacer y en ella pude ver el libro que estaba leyendo ese mismo día, el de la educación sexual, cada vez me ponía más nerviosa pero no pude evitar volver a pensar en el momento de la cena.
—Connor, te pasaste, tu madre se molestó en colocarte todo y en hacerte la comida para que tú ahora vengas y la trates así —le dije, al mismo tiempo que ponía mi mochila en la silla.
—¿Así cómo, Abigail? ¿Cómo una farsante? —me gritó mientras se acercaba a mí—, porque eso es lo que es, también se molestó en joder a la familia, ¿o eso no lo dices?
—No, Connor, fue un error.
El se rió por aquellas palabras.
—¿Un error? ¿De verdad crees eso? Fue un puto error grande, ¿no te parece? Me destrozó la vida, Abigail. Esta mañana... —hizo una pausa mientras me observaba a los ojos—, esta mañana me atrasé y no fui contigo porque vi por la ventana al cabrón ese de Ben, el amante de Bridget, en la puerta de mi casa, tenía tanto odio por dentro que no pude ni reaccionar siquiera, tenía ganas de bajar ahí y...
—Sí, lo sé, lo sé. —Le relajé mientras me acercaba más a él—. Pero ya pasó, ¿vale?
Él ni siquiera reaccionó a lo que le dije, ahora su mirada estaba perdida, observando la ventana, se alejó de mí para acercarse a ella y mirar a la acera de la entrada de su hogar.
—Por eso le hice eso a la pared, para no reventarle la cara a ese...
—Connor...—le interrumpí—. Ya basta, relájate.
Fue en vano, seguía perdido, recordando cada detalle de lo sucedido.
—Cuando recobré la compostura, bajé pero ya se había ido. Sea lo que sea, sé que esos dos siguen juntos y mi padre viene cada dos por tres a verla. Abigail, te prometo que como vuelva...
—Es suficiente, me estás asustando, Connor. Tu no eres así. Sea lo que sea que estés pensando olvídalo, no tiene sentido. Cuando te encuentres mal acude a mí, que te ayudaré, ya basta de refugiarte y esconderte en tu propio odio porque sino te consumirá, déjame ayudarte. —Cada vez me acercaba más adonde estaba, con las manos delante para tranquilizarle—. No vas a ser débil por pedir ayuda. —Llegué hacia él y le coloqué mi mano derecha en su pecho, solo tenía una camisa fina y gris, podía sentir su corazón acelerado—. Al contrario, vas a ser valiente al reconocer tus debilidades porque las superarás pero para eso primero tienes que aceptarlas.
Connor me miró a los ojos profundamente y me puso las dos manos en mi cara, observé que cada vez su rostro se acercaba más a mí y lo paré.
—¿Qué estás haciendo? —le pregunté.
—Reconocer mi debilidad.
—No...no me refería a eso —proseguí—, sino a todo el asunto de...
—Una de ellas eres tú.
—No...,eso no.
—Y tú tienes que reconocer la tuya también —continúo, dirigiendo ahora su mirada al libro que estaba en su cama— y tus miedos. Creo que ambos van ligados y yo te ayudaré.
Sabía perfectamente a que se refería con eso, mi debilidad era él y mi miedo al tener relaciones por primera vez, no podía creer todo lo que estaba sucediendo.
—Hay tiempo para eso, podemos escuchar algo de...
Me aferró con más firmeza en sus dos manos y me besó, este beso fue totalmente distinto al de antes, era más profundo, podía sentir frustración, ira, amor, rencor, odio, pasión,..., era demasiados sentimientos en uno solo. Sentí miedo pero su calor corporal me daba en cierto sentido, confianza. Tan solo me dejé llevar y me tiró a la cama, mi cabeza rozó el libro y Connor lo tiró al suelo.
—Ya he aprendido bastante —se dijo así mismo, pude ver como una sonrisa perversa se le asomaba por su cara mientras se ponía encima de mi cuerpo y luego se quitó la camisa. Ese no era Connor, aquel no era Brandon, ¿qué estaba sucediendo?
Me empezó a besar más fuerte, parecía que por fin estaba cargando toda su ira, no podía reaccionar, tan solo me limité a mirar al techo grisáceo, me imaginé para tranquilizarme un enorme firmamento que se cernía sobre nosotros, esperando que sucediera el momento que me había atormentado durante años.
Bajó sus labios de color carmesí a la altura de mi pecho y me desabrochó las tiras del peto, luego con un solo movimiento, me quitó el sujetador, en cuestión de segundos todo mi torso estaba desnudo, me besó cada lado de mis dos senos, centímetro a centímetro, el contacto de sus labios en el lado izquierdo de mi pecho, me hizo sentir mis propios latidos cada vez más frenéticos, más acelerados, no era por la adrenalina como la que tenía Connor, sino por el miedo. Ese mismo temor que no me dejó reaccionar ni a espetar ninguna palabra. Luego con sus labios recorrió todo mi vientre, aún no podía apartar la mirada del techo pero en ese momento se atrevió a dar el paso y llevó sus manos hacia mis muslos, paso a paso, delicadamente pero firmemente, las subió poco a poco hasta llegar a mis partes mientras me subía el peto para meter su mano, me quitó la ropa interior pero con tan solo un roce, pude reaccionar al fin.
—Por favor Connor, no sigas —dije con un hilo de voz, temblorosa, aún no podía moverme por lo que no pude apartarlo de mí.
Pero su respuesta, lo único que fue, fue una mirada y la música de fondo que todavía seguía sonando, pero en sus ojos frenéticos y emocionados por el momento pude ver algo de cordura, por lo que me pregunté desesperadamente : ¿Ya volvía a ser él? ¿Se le pasó toda la ira que tenía en ese instante?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro