Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7

Jimin pasó tres meses bastante tranquilos en este palacio. Todas las noches la Bestia lo visitaba y hablaba con él durante la comida con muy buen tino, pero nunca con aquello que el mundo llama "una inteligencia brillante".

Cada día Jimin descubría nuevas cualidades en esta Bestia, y el hecho de verla con frecuencia lo había acostumbrado a su fealdad, de modo que, lejos de temer el momento de su visita, miraba a cada rato su reloj para saber si ya eran casi las nueve, pues la Bestia nunca faltaba a esa hora.

Sólo una cosa apenaba a Jimin y es que el monstruo, antes de acostarse, le preguntaba siempre si querría casarse con él y parecía muy afligido cuando el doncel decía que no. Un día él le dijo:

—Me da mucha pena, Bestia. Yo quisiera complacerte pero soy demasiado sincero para hacerte creer que algún día me casaré contigo. Seré tu amigo por siempre; intenta ser feliz con esto.

—Tendré que hacerlo —replicó la Bestia— ¡Debo ser justo! Sé que soy horrible, aunque te amo mucho. Además, me hace muy feliz el que quieras seguir viviendo aquí. ¡Prométeme que no te irás jamás!

Jimin se turbó por un momento. Había visto en su espejo que su padre estaba enfermo de tristeza por haberlo perdido y deseaba volver a verlo.

—Podría prometerte que no me iré nunca para siempre, pero tengo tantos deseos de volver a ver a mi padre que me moriré de dolor si tú me niegas este placer.

—Prefiero morir yo mismo —dijo el monstruo—, antes que causarte una pena. Te enviaré donde tu padre, tú te quedarás allá y tu pobre Bestia morirá de dolor.

—No —le dijo Jimin llorando—, te quiero mucho, Bestia, y no quiero causarte la muerte. Te prometo que volveré dentro de ocho días. Gracias a ti pude ver que mis hermanas se casaron y que mis hermanos se enrolaron en el ejército. Mi padre se ha quedado completamente solo: permíteme estar con él una semana.

—Allí estarás mañana por la mañana —dijo la Bestia—. Pero recuerda tu promesa: sólo tienes que poner tu anillo sobre una mesa al acostarte cuando quieras volver. Adiós, Jimin.

La Bestia suspiró según su costumbre al decir estas palabras, y Jimin se acostó muy triste por haberle causado una pena.






























•Kat🐾

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro