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En la batalla, nuestros corazones latieron como uno solo.

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aviso: este capítulo será en dos puntos de vista, el de Ada y en tercera persona (narrador).

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ADA SWAN
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Le pongo los dientes a un vampiro, sintiendo que su piel se rompe y se rompe, separando la cabeza del cuello. Me adelanto para el próximo, ayudando a Rosalie con tres neófitos. La lucha estaba casi ganada: la combinación de los Cullen y los lobos, era poderosa y el elemento sorpresa fue útil, pero los neofitos eran inteligentes y, cuando vieron que estaban en desventaja, intentaron correr hacia el bosque y huir.

Embry y Quil estaban preparados para ello, emboscando a aquellos cobardes fugitivos y empujándolos de nuevo a la batalla, donde sus cuerpos fueron rotos y separados, y luego puestos en una pila, listos para ser incinerados.

Preocupada, veo la mente de Seth, alternando entre luchar y prestar atención a Bella y Edward y todo mi cuerpo se tensa al ver que Victoria estaba cerca de ellos, acompañada de Biers. Mato a dos vampiros más, esquivando sus brazos y su torso, el ruido de porcelana rompiéndose cuando clavo mi mandíbula en una chica joven, sintiendo su cuerpo rígido romperse con facilidad.

Los Cullen eran hábiles en la batalla y rápidamente los neófitos fueron contenidos y asesinados. Miro la mente de Sam, viendo que Edward ya había lidiado con la amenaza y que ahora el cuerpo de aquella pelirroja desgraciada ardía en la hoguera y que Seth ya había matado a Riley.

Nos acercamos a los Cullen, que encendían la pila de cuerpos, lanzando fuego para que ellos mueran definitivamente y miro con curiosidad sus expresiones serias. Pronto Edward y Bella se unirían a nosotros.

— ¿En cuánto tiempo?! —Es lo primero que dice, Bella a su espalda, y miro curiosa a los vampiros junto a toda la manada.  —¡¿Cuánto tardarán los Volturis en llegar?!

Volturi. Mierda. Transmito a la manada la información que tenía sobre ellos, la realeza vampírica y todos se ponen tensos, gruñendo bajo a la amenaza que llegaba.

 —Unos minutos... quizás diez— Eso dice Alice, incierta.

 —Los lobos tienen que irse, los Volturi no van a aceptar el trato que tenemos con los lobos.

Me volteo sobresaltada, sintiendo los pensamientos de Leah y la veo ir hacia un neofito fugitivo. ¡Leah, no! Grito en su mente, pero ya era demasiado tarde. Todo sucede en cámara lenta y, como era el que estaba más cerca, Jacob acudió a su auxilio. Vi al neofito dejar a su víctima para formar una más, sus brazos se apretaban alrededor de Jacob y lo único que pude hacer fue correr.

Correr. Ignorando a todos en mi mente y, de repente, solo queda el silencio y yo. Y el dolor de Jacob. Sus sentimientos regresan a mí como una avalancha poderosa que me pasa por encima y me derriba.

Gruño, agarrando al neófito por la espalda, sacándolo de encima de Jake y, lo antes posible, dos más salen de los árboles y me atacan. Siento la presión en mis huesos, ellos rompiendo con la fuerza brutal de aquellos monstruos e intento reaccionar, gruñendo entre el dolor, intentando tragarme y librarme de ellos pero, al final, es inútil. Siento que mi cuerpo es aplastado y no puedo resistirme a eso. Lo último que hago es aullar de dolor, perdiendo la conciencia inmediatamente después.

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NARRADOR
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Todo sucede muy rapido.

En un momento, todos estaban preocupados por los Volturi y al siguiente, todos estaban preocupados por Ada. Edward corrió lo más rápido que pudo, y mató a uno de los vampiros, mientras que Paul tomó al otro que aún apretaba a Ada, ya inmóvil entre sus brazos. Bella gritó, el llanto corriendo por su garganta mientras su novio despedazaba al último vampiro, viendo a su hermana caer al suelo. Corrió hacia ella, arrodillándose a su lado y viendo que su pecho subía y descendía con dificultad.

— Carlisle! —La humana gritó, clamando por la ayuda del médico.

— ¡Ada! — El grito desesperado de Jacob resonó por el claro. Él sostuvo su cuerpo con un brazo, haciendo presión donde más dolía, mientras lágrimas de dolor y preocupación corrían por su rostro.  —¿Por qué no se mueve? ¡Ada! Sam, ¿por qué no vuelve a la forma humana?  —Él lloró, tratando de arrastrarse hasta su impronta, el silencio de los sentimientos de Ada siendo ensordecedor después de la ola de dolor que lo acometió viniendo de ella.

Pronto Alice estaba a su lado, sosteniéndolo en su lugar.

— ¡Carlisle, sus huesos del lado derecho están aplastados! ¡Tenemos que poner los huesos en su lugar antes de que se cure! —Gritó, pero en ese momento a Jacob no le importaban sus malditos huesos.

El vampiro más viejo estaba al lado de Ada, viendo el aliento pesado de la loba. Ella todavía permanecía en su forma lupina y él no sabía si era por qué se había desmayado o había algo impidiendolo.

— Los Volturi están llegando— Jasper dijo, parandose al lado del médico.  —Necesitamos sacar a los lobos de aquí antes de que lleguen. ¡No vamos a ganar una pelea contra ellos!

— No sé si puedo mover a Ada desde aquí. Ella puede lastimarse más... — El vampiro habló, la mirada preocupada en su cara.  —Corran a casa y tomen una camilla. ¡Tengo que sacarla de aquí con el mayor cuidado posible!

Emmett se fue y, en un instante, él estaba allí nuevamente con la camilla que Carlisle pidió. Sam se puso de su lado, en forma humana, con toda la manada.

 —Vamos a llevarlos a la reserva! Cullen, ¿podrías...?

— Iré en cuanto termine aquí. Traten de despertar a Ada. El proceso de curación acelerada ya ha comenzado y los huesos no están en su lugar, se está curando mal.

 —Jacob también— Alice dijo, aún manteniéndolo en su lugar. El dolor parecía más intenso, lo que hizo que Jacob se retorciera en su lugar.

Con todo cuidado, pusieron a Ada en la camilla y Paul y Embry la llevaron, corriendo a la reserva tomando todo el cuidado. Sam, Quil, Jared y Leah cargaron a Jacob, levantándolo sobre sus hombros y cargándolo justo detrás de Ada.

Cuando llegaron a la reserva, la primera persona que los vio fue Charlie, que salía de la casa de Sam junto a Emily.

— ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Ada? —Preguntó, preocupado, y su respuesta pronto fue respondida al ver al lobo inmóvil en la camilla. El color huyó de su rostro, y él corrió hacia su hija. —¿Qué pasó?!

— Fueron tomados por sorpresa. Jacob fue capturado y Ada lo salvó, pero fue atacada por dos más de ellos—Sam habló, entrando en la casa, mientras Emily quitaba todo de encima de la mesa central de la sala, donde Ada pronto fue puesta.

 —¿Ellos quién? ¿Por qué está inconsciente?! ¿Ella está bien?

— Leah, explícale todo lo que pasó. Cuéntale todo—Sam habló, dando la última palabra. Él sabía que la preocupación del padre de Ada era grande, pero tenían cosas más importantes que resolver.

Leah asintió, moviendo al jefe de policía de la sala y llevándolo a la cocina, diciendo en palabras rápidas todo lo que había sucedido.

Los chicos llegaron con Jake y lo pusieron en el sofá, inmóvil por el dolor que sentía cada vez que hacia un movimiento. Su rostro cayó a un lado, observando a Ada en su forma de lobo y todo lo que pudo hacer fue llorar y culparse por lo que pasó.

Si ella... si ella. mierda, él ni siquiera quería pensar en eso.

— Tenemos que avisar al consejo— Quien dice es Jared, llamando la atención del alfa. —El médico va a tener que venir aquí. ¡No podemos llevarlos hasta el hospital!

— Sí, tienes razón. Seth, llama a Billy, Sue y al viejo Quil. Diles que vengan con urgencia— Sam le ordena al chico, él asiente y corre directo a la salida.

— ¿Por qué no vuelve a su forma humana, Sam?—  Paul habla, preocupado, mirando el cuerpo de su amiga, que subía y bajaba con dificultad, su respiración pesada y dificultosa.

 —No lo sé, Paul, no lo sé.

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