En cuanto YeoJin se levantó al día siguiente vió una nota sobre la mesa, en cuanto la tomó pudo leer que YeRim le decía que se tomara una pastilla para el dolor. No entendía cómo había notado eso, pero lo ignoro e hizo caso. Después de todo la espalda realmente le dolía.

YeRim había decidió irse más temprano, a pesar de que ambas trabajaban juntas, no quería empezar su día con una YeoJin diciéndole que no necesitaba que la acompañase hasta el trabajo, o algo por el estilo, esa omega siempre tenía algo que decir cuando intentaba ser amable con ella.

—¿Cómo estuvo la mudanza? — preguntó ChaeWon, mirando a YeRim con una sonrisa.

—Bastante bien, aunque si fue agotador— la menor rió.

—Imagino que a pesar de eso también obtuviste a una Yeo diciendo que no necesitaba de tu ayuda— YeRim rió y asintió— Lo sabía— también rió.

—Par de tortolitas, debemos comenzar a trabajar si no queremos salir tarde otra vez— comentó divertida HaSeul, quien se acercó a ellas junto con YeoJin y JinSol.

YeRim rió al ver como ChaeWon golpeaba a HaSeul. JinSol sólo le hizo un gesto señalando a la persona que tenía a un lado de ella, haciendo que YeRim negara con su cabeza, pero JinSol asintiera. Ellas se entendían.

—Ahora sí, ya es hora de sufrir por las siguientes ocho horas— comentó HaSeul, caminando en dirección a algunas máquinas que allí habían. Las demás la siguieron.

Las horas pasaban demasiado lentas para todas allí, aunque sabían que eso pasaría. Las únicas personas en ese lugar que la pasaban bien, eran el jefe, el gerente y los secretarios de ambos. El resto trabajaba simplemente para poder irse de allí y poder buscar un trabajo más tranquilo. Con el tiempo solo habían quedado ellas, la mayoría de los omegas conseguían algún alfa que los mantuviera o simplemente encontraban a su pareja destinada. Algunos alfas conseguían otro trabajo y desaparecían de allí, mientras que otros simplemente habían sido despedidos por tener problemas con otros alfas o betas por un omega. Algo normal en la sociedad de ese momento.

—YeRim— llamó uno de los secretarios, haciendo que ella lo mirara— O estás en problemas o recibirás una excelente noticia.

YeRim se fue de su puesto de trabajo, siguiendo al beta.

—¿Creen que sea malo? — preguntó ChaeWon, mirando a las demás.

—Sólo sigue con el trabajo Wonnie— respondió HaSeul.

Luego de eso ninguna había visto regresar a YeRim hasta luego de casi tres horas, todas la miraron esperando que les dijera algo, pero ella no decía nada. YeRim solo se acercó un poco a ChaeWon, para decirle que estaba todo bien, ya que el aroma de la omega estaba molestando un poco a las demás. YeoJin la miró un par de veces, esperando que dijera algo. Pero no lo hizo. Ni allí, ni cuando se fueron, ni en el camino, y mucho menos cuando llegaron a su casa.

Eran las dos de la tarde y ambas debían comer algo, por lo que YeoJin se había dispuesto a cocinar ya que YeRim había desaparecido nuevamente. Se acercó a la habitación de la alfa, golpeando un par de veces la puerta, para luego poder verla. Estúpidamente YeoJin no podía decir nada, sentía la molestia de la alfa y eso la abrumaba un poco, por lo que solo tomo el brazo de la alfa y la jalo hasta la cocina. Había algo mal allí, usualmente YeRim le hubiese preguntado que sucedía o simplemente hubiese reído, pero solo mantenía un gesto serio y la miró un poco confundida. No sabía que había pasado con YeRim en el trabajo, como tampoco que le pudiesen haber dicho, pero esta no era la alfa que ella conocía.

Ambas solo almorzaron en silencio.

En la cabeza de la alfa no dejaban de pasar cosas, mientras que la omega intentaba adivinar que sucedía con ella. Luego del almuerzo, ninguna de las dos volvió a verse por el resto del día.