Ser inmortal es algo que muchos humanos desearían, seguir siempre joven, para algunos era algo increíble, pero para otros era una tortura.

¿Había razones para vivir?

Jasper Hale se preguntaba eso una y otra vez, siempre era la misma rutina, estaba cansado de vivir sólo, tenía a su familia, pero no era lo mismo. Anhelaba encontrar a su compañera, tenerla entre sus brazos, besarla y decirle cuanto la amaba, pero lamentablemente eso no era posible, su hermana Alice no había sido capaz de ver su futuro, era extraño, parecía condenado a estar sólo.

Beber sangre de animales no era suficiente, muchas veces se tuvo que abstener de atacar a los humanos, no quería manchar sus manos aún más de sangre, especialmente si su compañera llegaba a ser una humana, así como lo era Bella, la compañera y tua cantante de su hermano Edward, lo llegaba a envidiar, ¿por qué él encontró a su compañera antes? El destino fue totalmente injusto, la vida en forks fue buena hasta el día en que casi mata a Isabella.

Se maldijo muchas veces, su poco control lo hacía ver como alguien débil, como un monstruo, deseaba morir y se culpaba que por él tuvieran que marcharse de Forks, aquel pequeño pueblo dónde el sol muy pocas veces salía.

Su-ji había vivido desde hace miles de años junto a su hermano, conocía a muchísimas criaturas gracias a sus viajes alrededor del mundo, amaba ser inmortal, ver como la humanidad avanzaba. El sentimiento de nostalgia la invadía cada vez que recordaba a todos los humanos que conoció y lamentablemente ya habían muerto.

No tenía pareja, no la necesitaba, tampoco quería una, su trabajo la tenía suficientemente ocupada para evitar lamentarse estar sola, sin embargo, en uno de sus viajes conoció a una curiosa niña, Isabella Swan, curiosa, tímida, le llamó su atención y empezó a verla, volviéndose amigas, así llegando a entablar una bonita amistad.

Le prometió a Bella estar para ella siempre que la necesitará, al pasar de los años la llamaba o enviaba cartas para saber su estado, no era raro si Su-ji corría hacía su amiga cada vez que esta estuviera mal y esta ves no fur la excepción. Escucharla llorando por teléfono rompió su corazón y sintió como la irá le invadía cuándo está le contó cómo fue que Edward Cullen la dejó tirada en el bosque.

"Voy para allá" fueron las únicas palabras que la humana escuchó antes de que la llamada se cortará, ¿era imposible no? Hace años no se veían en persona y que Su-ji dijera que iría a verla era algo poco creíble.

El destinó había actuado de forma inesperada, dos caminos totalmente distintos se cruzarían y el amor florecería.

¿Quién diría que una llamada cambiaría la vida de dos personas?

Aquí les dejó el prólogo de la historia, esperó que les guste muchísimo.

Sinceramente estoy escribiendo todo esto de madrugada, pero tenía inspiración así que aprovechando empecé a escribir.

Esperó que dejen sus comentarios haciéndome saber sus opiniones acerca de esta nueva historia.

Agradecía de todo corazón si votan y recomiendan la historia.

¡Muchas gracias por leer!

Att. Shaina-Bellerose