Miré por tercera vez mi reloj mientras esperaba sentada en aquella parada de autobuses.

Había pasado una semana desde que empecé a jugar en stream con Karchez y hoy por fin llegó el día de conocernos en persona. El evento de Ibai al que me había invitado sería en tres días así que quería conocerme más antes de esa fecha

—¿Hace mucho que esperas?.— exclamó sacándome de mis pensamientos, parecía agitado, como si hubiera corrido para llegar —Se me hizo un poco tarde.—

—¿Un poco tarde?.— pregunté burlona, había llegado más de 30 minutos tarde —No importa.—

—Salí temprano de mi casa pero había un accidente automovilístico que no dejaba pasar a los demás autos así que caminé como 30 calles para llegar aquí.— explicó recuperando el aire y sentándose a mi lado

—Igual lo importante es que ya estás aquí.— sonreí —No te pedí explicaciones.—

—No me las pediste pero te las quiero dar.— contestó —No quiero que pienses que creo que puedo dejarte esperando.—

El ambiente se quedó en un silencio inmenso, ni siquiera habían más personas que hablaran e hicieran esto más ameno

—¿A dónde iremos?.— pregunté tratando de sacar un buen tema de conversación

—Estaba pensando en ir a comer algo y después quizás prender directo juntos.— contó mirándome —Si quieres podemos ir a comprar un rompecabezas o esas cosas armables e ir a mi casa para armarlo en stream.—

—Me parece el mejor plan de todos.— exclamé emocionada

Karchez simplemente sonrió y se levantó así que también me levanté. Empezamos a caminar juntos, yo no conocía esta zona de la ciudad pero él parecía saber donde estábamos

—Si no estoy mal por aquí hay una plaza donde podemos comer.— avisó mientras avanzabamos —Ahí también hay tiendas de figuras donde podemos conseguir lo que queremos.—

Asentí regresando mi vista al camino por dónde estábamos llendo, quería tratar de ubicar las calles por si en algún momento tendría que regresar por aquí

—Por cierto.— habló de nuevo —¿Tienes más amigos streamers?.—

—Siendo sincera no.— reí un poco apenada —Intenté invitar a gente con una media como la mía a jugar Gartic, Among Us, GTA o cualquier cosa y siempre me rechazaban o ni siquiera respondían.—

—¿No has pensado en unirte a alguna serie para conocer más gente?.— cuestionó ahora

—Una vez intenté unirme a "London Eye".— dije —Pero me rechazaron la solicitud, supongo que en ese momento no era tan conocida y lo que ofrecía no era suficiente.—

—Entonces ¿siempre acostumbraste a jugar sola?.— esto ya parecía un interrogatorio lamentable

—Si.— respondí —Incluso llegué a pensar que tenía algún tipo de maldición para que la gente no quisiera ni siquiera darse la oportunidad de jugar conmigo, aún con los números que ya tengo nadie quiere estar en stream conmigo.—

Me sentía realmente inferior en este momento, nunca le había contado a nadie como me sentía dentro de twitch, era feliz con mi chat pero tratándose de los demás streamers yo era simplemente la apestada

—Yo siempre voy a querer jugar contigo Psique.— exclamó con una ligera sonrisa —Eres divertida y sin duda como streamer llegarás muy lejos.—

—Aún no entiendo cómo llegaste a conocerme.— reí y recordé los clips donde muchos me vieron por primera vez —Si fué por lo de Biyin fué un mal entendido, no quería meterme con tu amiga y...—

Empezó a reír haciendo que me quedara más que confundida

—Si le tomara importancia a lo que dijiste sobre una de mis amigas ni siquiera te estaría hablando ¿no crees?.— preguntó entre risas, supongo que tenía razón —Me lo tomé como fué, solo un.. mal entendido.—

Estaba más aliviada después de escuchar eso, no quería que él pensara que era problemática

—Otra pregunta más.— exclamó —¿Por qué tu usuario es "Psique"? ¿Por qué no algo relacionado con tu nombre?.—

—Hay un mito muy bonito en la mitología griega.— conté —Es sobre Eros, conocido tradicionalmente como cupido, él era el hijo de Afrodita. Existía una princesa muy hermosa llamada Psique que era adorada por su pueblo como una diosa, tanto que llamó la atención de Afrodita quién mandó a Eros a encargarse de ella.—

—¿Y eso que tiene de bonito?.— preguntó burlón

Miré delante de mí, ya habíamos llegado a la plaza

—La historia tendrá que continuar después, muero de hambre.— exclamé escuchando como reía de nuevo

—Por lo visto tendré que alimentarte para que me sigas contando el mito ¿no es así?.— cuestionó y asentí sonriendo —Está bien pero si me lo preguntas por lo que me has contado hasta ahora creo que el nombre te queda muy bien.—

¿Por qué me quedaría muy bien? Solo le había contado un tercio de la historia. Igual no quería tomarle tanta importancia

Nos adentramos a la plaza frente a nosotros y buscamos el área de comida. Mientras caminabamos hacia ahí me detuve en una tienda

—¿Qué ves?.— preguntó parándose junto a mí

—Eso.— respondí mientras señalaba un LEGO bastante grande del girasol de "plantas vs zombies" —Lo quiero.—

Yo antes amaba ese juego, no tenía gran dificultad pero era entretenido

—Está bien, vamos a comprarlo y lo armamos hoy ¿si?.— propuso y asentí feliz —Pero lo armaremos en tu casa para que ahí se quede.—

Entramos a la tienda y Karchez compró la figura, era una gran caja así que él la cargaria mientras llegábamos a la zona de comida

—Tú ya me hiciste algunas preguntas, es mi turno.— dije y asintió —Si fueras una planta del videojuego ¿cuál serías?.—

—¿Qué clase de pregunta es esa?.— carcajeó

—Es para saber cuál es tu personalidad.— reí también —Tienes que contestar.—

Él pareció pensarlo unos momentos y llegamos a la zona de comida, dejó la caja sobre una mesa y me miró

—Creo que sería la papa.— respondió con una sonrisa

—¿Cuál papa?.— pregunté —¡Es una nuez!.—

—Eres muy extraña Psique.— se burló —Me agradas mucho así que hoy yo pagaré la comida, dime qué quieres para ir a pedirlo.—

—Yo quiero pagar.— pedí y me miró —Tu pagaste el LEGO, es justo que yo pague la comida.—

—Pero eso fué más como un regalo.— confesó —Es como darte una flor ¿entiendes?.—

Reí un poco, igual no dejaría que pagara todo hoy

—Entonces yo te regalaré la comida de hoy así que siéntate.— lo empujé hacia la silla —Dime lo que quieres y lo iré a pedir.—

Él sonrió y se resignó, me dijo que quería comer y sorprendentemente era lo mismo que yo quería. Me alejé rápidamente hasta el negocio de comida para ordenar, no le daría tiempo de pensar en pagar.