│Clan Kim verano│

• ─────────── 🌙 ─────────── •

──¡¿Qué no es imbécil?! ¡Es el mayor estúpido que pueda pisar la faz de la tierra! ¡Lo traeré aquí, a arrastres si es necesario y la tendrá que aceptar! ¡Quiera o no! ── Cha sin duda alguna había perdido los estribos, la mínima paciencia o gota de cordura, con la que contaba hasta el momento, se había ido por el caño del desagüe.

En su mente era obvio el hecho de que él la había rechazado, y si alguna vez había pensado lo contrario cuando eran infantes en la actualidad, estaba más que seguro de que era así. Él la odiaba y se encargaba de hacérselo saber a cada rato, la atormentaba, acechaba y humillaba cuanto podía.

Que fueran destinados solo empeoraba las cosas, él la renegaría tal y como ha hecho hasta ahora. Y las grandes consecuencias de eso las sufriría su pequeña, aunque está de demás decir que ya las está sufriendo.

──¡Calma Eunwoo!, las cosas no son así como piensas. El lobo de Jungkook ahora mismo se está volviendo loco al saber el estado de su mate, tratando de luchar contra los alfas de más alto nivel de la manada con tal de estar al lado de ella. Él ha sido el que me hirió y si no me lo quitan de encima me hubiese matado.

Las palabras del alfa Jeon conmocionaron a todos los presentes menos a la abuela Kim. Ella lo sabía de antemano, lo tenía muy claro, él no la rechazaría, no después de haber esperado 9 vidas para reencontrarse. Keisha y Joe estaban destinados a amarse una vez más después de tanto tiempo.

──No fue el alfa, fue ella ── dictaminó la abuela Kim luego de que el líder Jeon expusiera el terrible altercado ante todos los presentes lugar.

Un grito de dolor hizo eco entre las finas paredes hechas de hojas de aquel sanatorio. En la precaria camilla estaba retorciéndose del dolor la pequeña omega moribunda.

──¿Ella... lo está... rechazando? ── a duras penas esas palabras pudieron salir de la boca de su progenitor, no se lo creía, no podía ser cierto.

De ser así, ella moriría sin remedio alguno. Su pequeña se marcharía de esta tierra dejando un enorme vacío inllevable y él no podía hacer nada para impedirlo.

──¿No hay nada que se pueda hacer? ── preguntó el alfa Jeon buscando cualquier solución por más descabellada que pareciese.

Mientras la omega sufría de fuertes sudoraciones, contrayendo su cuerpo y tiritando de frío. Los esfuerzos por elevar su temperatura eran en vanos. Su parte humana luchaba con la animal. Ninguna de las dos aceptaría la decisión de la otra.

──Kira está luchando por romper el vínculo con Jungkook, pero su loba se lo está impidiendo. No durará mucho en ese estado, su cuerpo no aguantará ── pronunció duramente la abuela Kim causando que ambos alfas temieran por lo peor.

──Ella... ¿Morirá?... ¡Debe de haber algo! ¡Tiene que salvarla! ¡Encuentre una maldita solución con cualquiera de sus inservibles hierbas! ── dijo Cha al borde del desquicio total, el mismo beta que los había recibido irrumpió en la habitación junto con la omega de dicho alfa.

──Mi... Bebé ── Mei ahogó con sus manos un grito de dolor al ver a su pequeña niña en semejante estado deplorable.

──Existen dos opciones... pero ambas igual de arriesgadas... un error y solo apresuraremos la muerte inminente de la omega ── todos se quedaron expectantes ante las palabras de la omega de mayor edad ── Dormir a su loba o que su alfa la marque.

Ambas opciones en dichas circunstancias eran como lanzarse a un suicidio seguro. Si dormían a su loba, corrían con la posibilidad de que esta denegará de Kira como portadora, haciéndola morir tras su abandono.

Marcarla sonaba igual de aterrador que la opción primera. Una marca era algo ancestral desde los primeros licántropos hasta los actuales, un ritual, el cual en dichas circunstancias era imposible de llevar a cabo. La marca se realizaba mayormente en el acto sexual.

Era algo consensuado, ambas partes tenían que estar igual de entregadas, fundidas en un profundo amor verdadero, y en este caso ni eso se cumplía. Kira lo estaba rechazando. Kira lo odiaba. Kira no lo quería como pareja.

¿Cómo podrían marcarla en ese estado? Era retóricamente imposible. Si ella rechazaba esa marca, no solo moriría ella, sino también Jungkook. Eran mates, una pareja más entrelazados por la gran madre Luna. No solo sus destinos y lobos estaban unidos, sino también sus vidas

Si uno de los dos moría, el otro le seguiría su paso, ya sea en dicho momento o tiempo después, la tristeza, la pérdida de no tener consigo tu otra mitad, era uno de los peores augurios en la vida de un cambiaformas. Y agregándole otro impedimento más, Jungkook no se encontraba en el lugar. Estaba siendo retenido por un gran número de alfas, los más poderosos y fuertes de la manada estaban tratando de controlar una de las peores bestias que la manada pudiera tener.

──¡Ambas son igual de imposible! ──explotó el alfa Cha Eunwoo mientras su omega intentaba calmarlo con sus feromonas, cosa que en estos momentos estaba siendo imposible también.

── Jungkook se encuentra a kilómetros de lejanía, la opción de una marca no podría tomarse ── sentenció el líder Jeon con sumo disgusto.

Él sabía que todo esto era culpa de su estúpido e inmaduro hijo, tan solo si él no la hubiese tratado como lo hizo después de aquel día en la casa de los Jeon, Kira no lo hubiese rechazado, pero así estaban las cosas, a veces la Diosa Luna nos pone en el camino pruebas difíciles de pasar.

── No hay otra opción, hay que dormir a su loba... ── las palabras se quedaron en el aire al empezar a escuchar un gran revuelo que se hallaba afuera.

Gritos, personas corriendo y un gran lobo de colosal tamaño que era capaz de superar al del alfa de la manada, de un color gris nunca visto, ojos llenos de ira y las fauces con sangre desbordando de ella. Jeon Jungkook había llegado.

°.☾┈┈∘*┈୨☼୧┈*∘┈┈☽.°

Continuará...

| Vota, Comenta, Sígueme ;)|
• ─────────── 🐺 ─────────── •