Dedicado a Kim_jk_soojin

│Clan Cha, verano│
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│Cha Kira│
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No debería de preocuparme por ese estúpido saco de pulgas. Sí, eso me repetía haciendo todo lo contrario, bajando a trompicones las escaleras.

── Kira ¿Qué sucede? ── mi padre se encontraba en la mesa leyendo unos papeles y al ver mi estado los dejó a un lado. 

── Jungkook… ── expliqué casi que con señas, muy a penas, podía formular palabras o frases, estaba en shock total. 

Mi padre por arte de magia logró entenderme ── ¡Mei nos vamos al Clan Jeon! 

Tomó las llaves del auto, el cual solo usábamos en caso de emergencia, ya que a pie o en forma animal podíamos llegar a cualquier parte de la manada. Mi madre salió de la cocina con un bol revolviendo masa de galletas y con toda la cara llena de harina por doquier, pero yo estaba peor que ella. Ni siquiera me había percatado de que iba en pijama y descalza, en mi mente solo se encontraba el jodido estúpido y quiero asumir que estos sentimientos impropios son debido a su cochina marca del demonio que ni con jabón se quita.

── Tengan cuidado, cariño, está lloviendo a cántaros.

El viaje fue corto, el Clan Jeon se encontraba casi pegado al Cha, aunque lo malo fuera hacer dicho viaje por gusto y que el muy hijo de la guayaba no se encuentre allí, sería el colmo. Mi padre sale del auto y abre un paraguas para después abrirme la puerta del copiloto, la planta de mis pies es recibida por la fría agua de lluvia que me hace tiritar. El personal de servicio de la mansión nos recibe dándonos unas toallas para secarnos y de paso unas mantas. No veo a Byul ni por los contornos y mucho menos al pendejo de su hermanito.

── Cha, que alegría tenerte aquí ── somos recibidos calurosamente por el alfa de la manada que estrecha manos con mi padre y a mí me da uno de esos abrazos fractura huesos. Joder.

── ¿Se encuentra Jungkook? ── aún no me creo que yo haya preguntado eso ¿Será que estaré durmiendo plácidamente en mi cama y nada de esto está pasando? 

── Está tratando un asunto en el Clan Lee.

Siento como mi ojo derecho quiere reventar saliéndose de su cuenca, pero solo sufro de un tic en este, Lee… 

¿Lee?, ¡¿Lee?!, ¡Lee!, ¡La maldita víbora de Lee Ji Eun!. Con ella de seguro debe de estar y yo aquí haciendo el papel de estúpida que me queda perfecto por demás, pero me vas a oír, ¡Me vas a oír maldito Jeon Jungkook!. Mis maldiciones son interrumpidas por un alboroto en la entrada de la mansión y movidos como cotillas que somos, nos fuimos a ver qué sucedía. 

Un grupo de tres alfas guardias cargaban el pesado cuerpo de Jungkook, el cual traumantemente para mi vista a penas estaba cubierto. ¡¿No podía ser feo y jorobado?!, ¡¿Por qué tiene que ser un semidiós andante?!. 

── ¿Qué le sucede? ── preguntó su padre corriendo hasta donde estaba él. 

── Tiene hipotermia ── le respondió uno de los hombres que iba con ellos por el olor a limón, deduzco que es un beta. 

── ¡¿Cómo que tiene hipotermia?! ── mi padre estaba escéptico como todos aquí ¿Un alfa con hipotermia?, era lo más improbable del mundo. 

── Necesitamos subirlo a su habitación. 

Subieron las escaleras cargando al mastodonte de Jungkook, yo no sabía si irme o quedarme, si me iba la conciencia no me dejaría dormir nuevamente y se me quedaba primero lo mataba yo que su raro padecer. ¡Al Diablo!, subí las escaleras detrás de ellos, mis pies aún descalzos pisaban la fina moqueta de estas, hacía un frío infernal que me orillaba a cubrirme los hombros con la manta que me habían dado. 

Entramos a la habitación de Jungkook, hace siglos que no ponía un pie en ella, la decoración ya no era la de un niño pequeño, era más moderna, pero aún conservaba la vieja chimenea y encima de esta una serie de portarretratos de la familia Jeon, me sorprendió que estuviera una de las tantas fotos de nosotros cuando pequeños, cuando aún él era Kookie. 

Lo tumbaron encima de su gran cama rodeada de almohadones y cobertores calentitos, ¡Uy, como desearía estar allí debajo!. Ya el frío me hace pensar en inconsistencias. 

── ¡Necesitamos mantas térmicas, tenemos que subir su temperatura! ── gritó el beta.

Una de las omegas de la servidumbre corrió escaleras abajo en busca del pedido. Me aparté para no estorbar escondiéndome en una de las esquinas de la habitación. Vi como el beta sacaba algo con forma de jeringa de un maletín y se lo suministro inyectándolo en su brazo. La omega en santiamén había traído las mantas térmicas pasándoselas al beta que rápidamente cubrió con estas el cuerpo de Jungkook.

── Espero que con ese líquido que le inyecte su sangre se caliente, si no es así tendremos que utilizar otros métodos ── okay, ya él estaba bien, me largo.

Cuando planeaba fugarme discretamente de la habitación, el líder de la manada Han me llamó por mi nombre echando a perder mi intento de escape, ¡¿Por qué a mi Diosa Luna?! 

── Kira, ella puede darle calor ── ¡¿Qué?! 

Si yo debo de tener la temperatura por debajo de 36 grados hercios. Si soy una omega joder, somos como unos jodidos reptiles de sangre fría. Además de que yo no me acercaré a él ni con un palo de mata seca. 

── Sí, eso sería lo ideal ── y allí va el beta de los cojones y lo apoya, ¡Me estás cayendo gordo limoncito! 

Miro a mi papá en busca de apoyo como siempre, pero últimamente este juega para el otro equipo y termina fallando en favor de ellos. 

── Kira… ── me mira suplicante, ¡Esos ojos no!

── ¡Papá! ── me quejo en vano, ya sabía yo que no tenía que venir a hacer nada aquí. 

Y así terminé, sin remedio alguno, bajo esos cobertores, abrazada al ser que más amo/odio en este mundo. Por lo menos se siente calentito… 

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