Dedicado a N_A_N3

│Clan Kim, verano│
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Como una flecha lanzada a gran velocidad, corría la alfa entre la vegetación del bosque. Las huellas de sus patas chocaban bruscamente contra el suelo cubierto por un manto de hojas secas.

Su corazón latía desmesuradamente por la carrera que emprendía y sus pulmones ardían por el esfuerzo, a pesar de contar con la condición de alfa querer recorrer semejante distancia en tan corto período de tiempo era mucho esfuerzo y sin duda alguna una proeza que logró realizar.

Su cabeza era un caos de incertidumbre y variabilidades. No tenía nada claro o concreto, pero si de una cosa estaba segura era que lo quería a él, quería a su mate. Le resultaba abrumador que fuesen de la misma clase, pero aun así el vínculo era igual que cualquier otro, ella lo sentía como suyo y él la sentía como suya. Su rechazó no era hacia él, ni a su relación, y en sí no era siquiera un rechazo, era temor.

Temía con toda su alma que él sufriera por su causa. No era la primera vez que ambos amantes se veían a la cara, ella lo conocía desde pequeña aunque nunca pensó que él fuera su pareja, cuando se manifestó como alfa a temprana edad no sintió ningún vínculo con alguien de la manada. No sentía que ningún ser de la manada Han fuera su complemento, llegó hasta pensar que no había nacido o tal vez no tenía destinado, había casos de lobos los cuales no tenían mate, pero se negó a aceptar eso.

En su subconsciente se obligaba a creer que tal vez si no había encontrado todo este tiempo a su pareja en su manada era porque este no estaba allí, tal vez fuera un humano y con ese pensamiento se vio impulsada a implorarle a su tío el alfa permiso de irse a la gran ciudad en búsqueda de su mate. Su tío, el cual había perdido hace tiempo a su luna, la comprendió en sentimiento y le dio vía libre en su búsqueda, la cual cada vez iba más a paso de caracol encima de una tortuga.

Ya habían pasado varios años y nada había obtenido. Su identidad falsa para mezclarse entre los humanos y su gran esfuerzo por relacionarse con estos no le sirvió de nada. Su mate no era un humano y esto la hacía perder la poca fe con la que contaba. Solo quedaba una opción, la cual ni siquiera se podía contar como tal y era que su mate perteneciera al bosque Stein. ¡Maldita suerte! Se sentenció a no poderlo encontrar nunca, eso hasta que volvió nuevamente a su manada de origen y tras la búsqueda de su revoltoso primo menor lo encontró a él, su mate, Kim Namjoon, la vergüenza del Clan Kim y prácticamente de toda la manada Han.

Ella, a pesar de estar lejos de la manada, sabía todo lo que sucedía en ella desde su ausencia. Nam había sido obligado a entrenar para ser un alfa desde muy pequeño, aun cuando se desconocía su clase, sus padres daban por sentado de que sería un alfa. Nada mejor que su hijo primogénito fuera de esa clase superior y llevará con orgullo el mandato de su Clan. Sin embargo, a Nam no le movían esos deseos ambiciosos, y el hecho de que su presentación se haya retardado años de más hizo enojar más a sus padres. Toda la sociedad podrida del Clan Kim lo denigraba por no cumplir con las expectativas de su "destino" inmediatamente se convirtió en la oveja negra del Clan y aun cuando este más tarde se convirtió en alfa lo siguieron rechazando como tal.

Ella estúpidamente no quería que él sufriera de nuevo el rechazo, incluso si eso dependía de su felicidad, fue egoísta en su momento pensando que estaba evitando un mal mayor, pero la conciencia y los reclamos del insistente Jeon Jungkook pudieron más haciéndola volver sobre sus pasos y obligándola pedir perdón y si fuese necesario hasta de rodillas se postraría frente a él.

Una impotente loba color chocolate con motas amarillas y ojos dorados con tonalidad oscura, su tamaño era menor en comparación al de Jungkook o el padre de él, pero si era un tamaño de acorde con su clase, llegó hasta el invernadero, pero no había rastro de él, hace unas horas se había marchado, pero aun en el aire podía percibir el delicioso aroma a nueces, ahora comprendía su loca obsesión por comer ese fruto seco hasta el cansancio.

Siguiendo el rastro de su olor, ya que ella era una buena rastreadora, llegó hasta una apartada cabaña en medio del bosque, el lugar era idílicamente hermoso, lleno de plantas ornamentales, un pequeño huerto, varias macetas y rosales plantados alrededor de la vivienda. Un paraje muy al estilo de Namjoon. Con la cabeza baja, arrepentida y rezándole a la Luna por poder enmendar su metedura de pata, se acercó a la puerta de la cabaña, la cual se encontraba cerrada, pero ella sabía que él estaba dentro. Con su pata derecha empezó a rasguñar la puerta levemente como cuando un perro quiere que su dueño lo deje entrar, gimoteo y dio cabezazos a la puerta.

Nam desde dentro ensimismado en su lectura, no sintió su presencia hasta que su aroma a tierra mojada llegó hasta él, no podía ser cierto, ella no estaba allí, era una mala pasada de su olfato al haber grabado el olor de esa alfa, la cual lo rechazo como tantos, era imposible que ella estuviera allí, sí eso se repetía una y otra vez hasta que escucho los golpes en la puerta de madera y al abrirla sus ojos seguían sin poder creerlo.

Su loba era preciosa ante sus ojos. No pudo evitar que su ritmo cardíaco se descontrolara al verla, al sentirla, al olerla, pero inmediatamente a su mente vino su rechazo una vez más acompañado del gran dolor que le generó.

── ¿Necesitas algo?, porque creo que no ── sus palabras eran cargadas de veneno, una daga certera para el corazón de la alfa.

── Necesito que no me odies ──le hablo ella a través de su link.

── Pides mucho para ser alguien cuyas acciones no se merecen menos.

A Dahee se le encogió su corazón al escucharlo. Sí, se lo merecía, pero estaba justo allí para pedir perdón, para decirle cuanto lo amaba, aun sin conocerlo aún, ella amaba a su mate, fuera quien fuera, ¿Cómo no amarlo si era su otra mitad?

── Márchate de aquí, se te da bien eso, al igual que fingir que por cierto se te da genial.

Los ojos dorados de la loba se llenaron de lágrimas, no podía más con los deseos de hacerle saber que se equivocaba, ella lo amaba como a nadie en este mundo. Sin pensar en las consecuencias volvió a su forma humanoide, quedando como la Diosa Luna la trajo al mundo. Los ojos de Namjoon por poco se salen de sus cuencas e hizo todo lo posible para poder apartar la vista del cuerpo de la fémina. Aunque fuera alfa su anatomía externa seguía siendo la de una mujer, sus senos eran redondos y firmes y aunque él lo negará le alegraron la vista, su cintura era pequeña y su abdomen perfecto sin una gota de grasa adornado por unos definidos abdominales, sus piernas duras y torneadas que fácilmente la hacían tener la misma altura que él, solo unos centímetros más baja y su hermoso trasero que...

Nam tuvo que bajar de su nube llena de pensamientos pervertidos si seguía así entraría en celo y ¿Dos alfas en celo?. No sabían ni cómo diablos harían para que tal relación funcionase, aunque claro está, por más que Nam se haya deleitado por escasos segundos con el cuerpo de su mate, no cedería a darle el perdón tan fácil.

── ¡Por la Diosa estás desnuda! ── cubrió sus ojos con sus manos, aunque por las rendijas de este seguía mirando, pervertido al fin.

── Nam yo... ── él, cortó sus palabras cuando la jalo por su brazo haciéndola entrar a la cabaña.

No iba a dejar que alguien más la pudiera ver así, ella era suya.

── Perdóname, solo me asusté, no pensé bien las cos...

Él ignorando sus palabras, pero siendo consciente de ellas, se puso a buscar alguna de sus ropas que le sirvieran a la alfa. Rápidamente, encontró una camisa ancha de color blanco y unos cómodos pantalones de dormir.

── Ponte esto ── le lanzó enojado aún las prendas a la cara.

── Nam...

── No quiero hablar ahora.

── Está bien, no hablemos, pero tienes que saber que...

Nam se volteó infantilmente dejándola con la palabra en la boca y se fue a acostar para seguir con su lectura.

── Okay, me ignorarás, ¡Genial!

── ¡No quiero hablar ahora Dahee, ya me rechazaste, vístete y márchate! ── le grito desde la comodidad de su lecho.

── ¡No, no lo haré! ── impulsada por sus instintos, fue hasta donde estaba su amado, el cual dejó el pesado libro en su mesita de noche.

Con rapidez logró posicionarse encima de Namjoon inmovilizándolo en el proceso. Su cuerpo en total desnudez se encontraba en ahorcajadas encima del suyo, con rudeza lo tomó de sus mejillas y lo hizo, lo beso. Y dicen que las primeras veces no son perfectas, pero si son con la persona correcta son inolvidables. Sus inexpertos labios se movían al compás dando un beso lento, pero cargado de sentimientos, aunque lo lento no duro mucho y se fundieron en el calor de la pasión. Un beso tan necesitado para ambos como el mismo aire.

Liberando los belfos cautivos de Nam, Dahee pronunció concluyendo su frase inicial ── Pero tienes que saber que te amo y no me importa nada más, solo si tú me amas igual que yo.

Las lágrimas corrían por las mejillas de ambos y cerrando los ojos y juntando sus frentes dejaron reencontrarse a sus lobos.

── Siempre te amaré Nashla ── pronunció el lobo de Nam.

── Por fin estaremos juntos lobito, mi Kyo ── los amantes se volvieron a besar sintiendo el ambiente, el aroma de un tercer olor, pino.

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