✫° . ✫ 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐁𝐄𝐒𝐎𝐒 𝐘 𝐀𝐂𝐀𝐑𝐈𝐂𝐈𝐀𝐒 . . . ━ (🖤)

《 PROLOGO 》

Violet Allen no creía en los comienzos, mucho menos en los finales felices. Su mundo era una sucesión de días iguales, silencios largos y miradas vacías. Caminaba por los pasillos del internado como una sombra más, con los audífonos puestos y el corazón apagado.

Todo cambió el día en que lo vio.

Rigel Wilde no pertenecía a ese lugar. Había llegado a mitad del semestre, con el uniforme arrugado, el cabello revuelto y una expresión que desafiaba a cualquiera que se atreviera a mirarlo dos segundos más de la cuenta. Pero Violet no lo miró. Lo estudió. Y en ese primer cruce de miradas, él también la vio.

No como el resto.
Él la vio de verdad.

━ ¿Siempre caminas como si estuvieras huyendo del mundo? ━ fue lo primero que le dijo Rigel, con una media sonrisa que parecía un secreto.

Violet entrecerró los ojos.

━ ¿Y tú siempre te metes donde no te llaman?

Él alzó una ceja, sosteniendo entre sus dedos una rosa negra. Real. Intacta.

━ Solo cuando vale la pena.

Ella bajó la vista, pero ya era tarde. Había algo en él que no encajaba... y eso la perturbaba.

Los días siguientes, Rigel comenzó a aparecer en cada rincón donde Violet pensaba estar sola: la biblioteca, el invernadero, el ala abandonada del edificio viejo. Nunca decía mucho. Solo la miraba. Como si entendiera todos los laberintos en los que ella misma se había perdido.

Y entonces, una tarde nublada, con la lluvia golpeando el ventanal, él se acercó. Sin pedir permiso, sin miedo. Le tendió la rosa negra con una torpeza casi tierna.

━ No sé cómo se hace esto. Pero si voy a perderme en alguien... que seas tú.

Violet no respondió. Solo sostuvo la flor con fuerza, mientras en su pecho algo se rompía, suave, como el sonido de una promesa naciendo.

Por primera vez, no huyó.