✧✦EXTRA II: Todo lo que siento por ti
Después de un tiempo, he vuelto con un segundo extra en agradecimiento por las 100k de lecturas. Muchas gracias, espero que lo disfruten c':♡
Durante todo el tiempo que llevaban juntos, Taehyung sentía que no había logrado demostrar adecuadamente la profundidad de sus sentimientos hacia su novio. A pesar de sus esfuerzos, se veía a sí mismo comparando sus gestos con las atenciones constantes que Jungkook le brindaba, lo que le generaba un sentimiento de insuficiencia. En estos días, se había preguntado una y otra vez si expresaba su amor de manera efectiva, sin encontrar una respuesta clara. Decidió entonces comprometerse a demostrarlo con aún más determinación.
El cumpleaños de Jungkook estaba a tan solo un día, así que Taehyung decidió aprovechar la ocasión para preparar algo realmente especial para él. Sabía que su novio no era fanático de celebrar en grande, pero esperaba que, al tratarse de él, no le incomodara en absoluto. Después de todo, siempre le recordaba que era su excepción a todo.
—¿Realmente necesitas hacer esto? —inquirió Yoongi con fastidio, siguiendo a Taehyung por los pasillos del supermercado—. Seguro que una tarjeta sería más que suficiente.
El castaño suspiró una vez más, ya perdiendo la cuenta de cuántas veces lo había hecho. Quizás haber invitado a Yoongi a acompañarlo no fue una buena idea después de todo.
—Ya te dije que sí, quiero hacer algo especial para él.
—Ya es bastante especial tenerte en su vida, que avaricioso.
Taehyung chasqueó la lengua. ¿Si mandaba a Yoongi de regreso a casa, será que podría cargar él solo con todas las compras?
—Jungkook no me ha pedido nada, soy yo quien quiere hacer algo lindo por él —declaró resignado. No podría llevar las compras por su cuenta, así que tenía que seguir tolerando las quejas de su mejor amigo.
—Pero...
—¿Qué? ¿Podrías parar de quejarte de una vez? —regañó el castaño, frunciendo el ceño mientras lo fulminaba con la mirada. Yoongi guardó silencio por un momento antes de hablar de nuevo.
—Solo iba a decir que es injusto que vayas a prepararle un pastel de chocolate cuando en mi cumpleaños me hiciste uno de pasto.
—No era de pasto, y sí, admito que hacerte un pastel de albahaca con menta no fue mi mejor idea, pero tenía antojo de comer uno.
Yoongi abrió los ojos ampliamente, visiblemente ofendido.
—¡Era mi cumpleaños!
Taehyung no pudo evitar soltar una carcajada; recordar el cumpleaños de Yoongi siempre le traía buenos recuerdos. Nunca olvidaría la expresión en el rostro de su amigo al ver el pastel verde que le había preparado; era una escena que permanecería grabada en su memoria para siempre.
—Aun así te lo comiste —declaró entre risas mientras tomaba un envase de leche de almendras y lo depositaba en su canasta de compras.
—¡Claro que me lo comí! Después de todo, lo hiciste para mí. Bueno... ahora sé que no era realmente para mí —añadió con un tono más serio, provocando otra sonrisa en Taehyung—. Aún así, sigo pensando que es injusto.
—Voy a preparar un pastel de chocolate vegano, así que deja de quejarte y ayúdame a cargar la canasta, se está volviendo más pesada. Vamos, todavía necesito vinagre de manzana.
Una mueca se dibujó en el rostro de Yoongi mientras tomaba la canasta.
—¿Vinagre? Ah, pensándolo bien, ya recordé que justo ese día no podré asistir. Lo siento, es que tengo tanto que hacer —declaró con dramatismo, lo que hizo que Taehyung rodara los ojos y negara con la cabeza, optando por no decir nada más.
Se apresuró a conseguir los ingredientes que le faltaban para preparar el pastel, deseando evitar más quejas de su mejor amigo. Era consciente de que Yoongi y Jungkook, a pesar de cualquier esfuerzo que hicieran, no lograban llevarse bien. Aunque mantenían un acuerdo tácito de tolerancia mutua, eso no evitaba que él tuviera que escuchar las quejas de ambos sobre el otro.
Cuando finalmente regresaron a casa, Taehyung suspiró aliviado. Había decidido organizar una pequeña reunión en su casa para celebrar el cumpleaños de Jungkook con las personas más cercanas a ellos. Sus padres estaban emocionados por la idea, especialmente porque no era ningún secreto lo mucho que adoraban al azabache. Incluso su padre le había asegurado que haría lo posible para tener el día libre y poder asistir.
Ya contaba con todos los ingredientes para preparar el pastel, así que planeaba hacerlo esa misma noche para tenerlo listo para el día siguiente. Ahora, le tocaba ocuparse de la decoración en el jardín. Aunque él pensaba que las flores que había eran más que suficientes, Yoongi le sugirió que añadir globos y luces le daría un mejor aspecto.
—¡Volvimos! —exclamó en un grito mientras ingresaba a su hogar—. Puedes dejar eso en la cocina —indicó a Yoongi, quien asintió y se encaminó hacia allí para dejar las bolsas de compras.
—Hola, cariño. ¿Conseguiste todo? —preguntó su madre con dulzura, a lo que él respondió afirmativamente con una amplia sonrisa—. Me alegra. Hobi llegó hace un rato; te dejó los plátanos que necesitas para el pastel en el refrigerador. Estábamos en el jardín empezando a decorar.
—Oh, gracias —respondió Taehyung, acercándose para besar la mejilla de su madre—. Vamos, yo también quiero ayudar.
Ambos se dirigieron al jardín, donde Hoseok parecía estar teniendo una lucha para desenredar las luces.
—Hey, hola —saludó el castaño con diversión al notar el ceño fruncido del otro—. ¿Necesitas ayuda con eso?
—¡Taehyungie, sálvame! —exclamó el moreno con dramatismo, dejando las luces de lado para lanzarse a los brazos del otro—. Estas luces están más enredadas que mi vida. Estoy a punto de sacar las tijeras.
—No creo que eso sea muy conveniente —declaró Taehyung entre risas, ofreciéndole una amplia sonrisa al contrario cuando finalmente le soltó. —Gracias por venir a ayudar. Espero que mi madre no haya sido muy pesada contigo.
—No te preocupes, adoro el entusiasmo que muestra por mis recetas. Además, gracias a ella, acabo de tener una brillante idea para agregar un nuevo plato al menú —dijo, tranquilizándolo con una sonrisa.
Taehyung se sintió aliviado, sabiendo que su madre siempre era muy intensa con Hoseok, insistiendo en que aprender nuevos platos de alguien en persona era mucho mejor a simplemente seguir tutoriales en YouTube.
—Está bien. Apartando el tema de las luces, ¿cómo va todo?
—Estamos apenas empezando. He traído algunas cosas que podríamos usar para decorar. ¿Y tú? ¿Cómo te va? ¿Jungkook está siendo muy insistente?
—Un poco, pero gracias a que Jin lo está distrayendo se limita a solo llenarme de mensajes para saber a qué hora podremos vernos.
Una risa se escapó de los labios de Hoseok, mientras negaba con la cabeza. No importaba cuánto tiempo pasara, ver a su mejor amigo profundamente enamorado seguía siendo algo a lo que aún no lograba acostumbrarse.
—Ya guardé las compras —anunció su madre de repente, ingresando en el jardín y caminando hacia ellos—. Veo que lograste encontrar el cacao sin azúcar. Tengo los ingredientes para hacer unas galletas. Podemos usar lo que sobra para añadirlo a ellas, ¿qué te parece?
—Me parece bien —asintió Taehyung con emoción—. Entonces, la comida está lista. Los amigos de Jungkook se encargarán de traer la comida para aquellos que no aprecian su salud, así que sí, todo listo. Por cierto, ¿dónde está Yoonie? —preguntó, mirando por detrás de ella para ver si lograba divisarlo en la cocina.
—Ah, se fue a dormir a tu habitación. Dijo que lo despertara a la hora de cenar.
Taehyung rodó los ojos y soltó un suspiro pesado. Quizás era mejor así, al menos no tendrían que lidiar con sus quejas y podrían avanzar sin problemas.
El resto de la tarde lo dedicaron a colocar la decoración en el jardín, junto con algunas sillas y mesas. Estaban extremadamente contentos cuando lograron terminar antes de que llegara la noche. Taehyung se sintió aliviado, ya que no sabía qué más excusas darle a su novio en cada mensaje que le enviaba.
—Bien, todo está listo. Tengo que empezar a hornear el pastel, pero estoy un poco nervioso por si Jungkook aparece de repente; ha estado muy impaciente todo el día —declaró, visiblemente inquieto.
—Sí, Jinie me dijo que ya no sabe qué más hacer para distraerlo. Pero no te preocupes, voy a ayudarte —añadió con determinación, sacando su celular del bolsillo y marcando un número antes de llevarlo a su oreja.
Taehyung lo observó por un momento, totalmente desconcertado.
—Hey, Kook... —saludó Hoseok con un tono animado cuando su llamada fue respondida—. No, no te estoy llamando para que me devuelvas a tu hermano —aclaró con confusión—. ¿Por qué suenas tan decepcionado? ¡En fin! Te llamaba para decirte que Taehyung y yo vamos a tener una pijamada, así que no quiero que nos molestes.
El silencio de Hoseok en ese momento dejó a Taehyung muy nervioso, especialmente cuando vio al moreno abrir los ojos ampliamente.
—¡No me estés hablando así! No vas a morirte solo por no verlo un día. Anda, no seas así. Taehyung está muy emocionado, no le quites esa emoción.
No le agradaba en absoluto tener que mentirle a Jungkook, pero sabía que era por un bien mayor. Realmente deseaba que todo saliera perfecto y que, al día siguiente, pudiera sorprenderlo y hacerle sentir el inmenso amor que tenía por él.
—Está bien, gracias. ¿Qué? Ah, sí, aquí está —De repente, Hoseok le extendió su celular—. Quiere hablar contigo.
Taehyung luchó contra el nudo en su garganta, temiendo que Jungkook pudiera detectar su nerviosismo en el tono de su voz. Especialmente cuando se supone que debía estar muy emocionado por la pijamada que tendría con Hoseok.
—¿Sí? —articuló con determinación, procurando que su voz reflejara calma y seguridad.
—Hippie... —El susurro de Jungkook en su oído desencadenó un latido frenético en su pecho. Resultaba asombroso cómo incluso los gestos más pequeños podían avivar un amor tan profundo en su corazón. Esa sensación infundió determinación en su ser; realmente deseaba hacer feliz a su novio, por lo que tendría que hacer su mayor esfuerzo para mantenerlo alejado de su hogar—. Te extraño.
Por supuesto, no iba a ser nada fácil.
—No exageres, solamente ha pasado un día —declaró con diversión, reprimiendo las ganas de confesarle lo mucho que también lo extrañaba.
—Suficiente para hacerme perder la cabeza.
A menudo, Taehyung se sorprendía de la capacidad de Jungkook para expresar tanto amor hacia él. El más mínimo gesto bastaba para evidenciar el profundo afecto que le profesaba. No había lugar para dudas, pues Jungkook se esforzaba constantemente por hacerle sentir amado. Él anhelaba poder corresponder con ese mismo nivel de amor, deseaba que su novio supiera lo profundamente enamorado que estaba sin necesidad de ponerlo en palabras.
—Un chico malo desquiciado, me gusta eso.
—¿En serio no puedo pasar a tu casa a darte un beso al menos?
El tono de voz que Jungkook empleaba era una debilidad para Taehyung, y su novio era consciente de ello; estaba jugando sucio. Aunque en otras ocasiones habría cedido sin titubear, esta vez necesitaba fortalecer su determinación y recordarse a sí mismo que todo era por una causa.
—Te conozco, después de eso no podrás marcharte, y ya quedé con Hobi para hacer la pijamada.
Jungkook chasqueó la lengua, posiblemente no se esperaba que Taehyung fuera a negarse.
—Creo que es hora de conseguirme un nuevo mejor amigo. De hecho, creo que Yoongi podría ocupar su lugar. Tal vez debería llamarlo y decirle que hagamos una pijamada en su casa también.
El castaño no pudo contenerse y soltó una carcajada; las ocurrencias de su novio siempre conseguían hacerle reír.
—¿Tú durmiendo en casa de Yoongi? Sí, claro —pronunció con sarcasmo, poniendo los ojos en blanco.
—Son las cosas que estoy dispuesto a hacer por ti —declaró con un tono coqueto, haciendo, de ser posible, que el corazón de Taehyung latiera con más fuerza—. Ya, supongo que tendré que esperar hasta mañana.
—Haces que suene como si fuera una eternidad.
—Para mí se siente de esa manera.
—Estás siendo terriblemente adorable.
—¿Lo suficiente como para dejarme ir a verte? —preguntó esperanzado, logrando que Taehyung riera suavemente.
—Suficiente como para colgarte antes de hacerlo.
—De acuerdo, pero mañana pasaremos todo el día juntos, no lo olvides.
Taehyung negó con una sonrisa, incluso si su novio no era capaz de verlo.
—No lo olvidaría, te veré mañana —pronunció con firmeza.
—Bien, pasaré temprano por ti. Pásala bien, ¿sí?
—Lo haré, te amo —pronunció con mucho cariño, esperando que Jungkook pudiera sentir el amor en sus palabras solamente con escucharlo.
—También te amo, hippie.
Después de despedirse y terminar la llamada, Taehyung pasó el teléfono a Hoseok con un gesto de gratitud por la coartada. Hablar con su novio solo intensificaba lo mucho que lo extrañaba, y le sorprendía cómo, a pesar del tiempo transcurrido, su amor solo era capaz de ir en aumento. Aunque enfrentaban desafíos, como todas las parejas, siempre encontraban la manera de abordarlos y llegar a una solución juntos.
Decidió que era el momento perfecto para utilizar ese sentimiento de amor y comenzar a preparar el pastel. Anhelaba que Jungkook disfrutara al máximo su cumpleaños, deseando que a través de eso, pudiera captar la profundidad de su amor. Porque por más que le repitiera constantemente lo mucho que lo amaba, Taehyung siempre sentía que nunca sería suficiente para transmitir la inmensidad de sus sentimientos hacia él.
A la mañana siguiente, tal como Jungkook mencionó, llegó temprano a la casa de Taehyung. Mientras descendía de su motocicleta, divisó a su novio salir de su hogar y correr hacia él, lo que le arrancó una enorme sonrisa mientras extendía los brazos para recibirlo.
—¡Feliz cumpleaños, Kook! —exclamó con emoción, abrazándolo con fuerza.
—Gracias, bebé —agradeció el azabache, con una sonrisa radiante. Ahora que Taehyung estaba entre sus brazos, se sentía profundamente feliz.
El castaño se apartó ligeramente para poder ver a su novio a los ojos, y en un gesto cargado de ternura, unió sus labios en un beso suave pero cargado de significado. En ese instante, anhelaba fervientemente poder comunicar todas las emociones que se agolpaban en su interior y que las palabras no alcanzaban a expresar.
—¿Te sientes un poco más cuerdo ahora? —preguntó Taehyung con una sonrisa, rozando los labios del otro con los suyos.
Jungkook sonrió y le dio un breve beso antes de apartarse para mirarlo a los ojos.
—Hace mucho tiempo que perdí la cordura, Tae. Me tienes loco por ti —dijo con tanto amor que Taehyung sintió un nudo en la garganta. Todo lo que Jungkook despertaba en él era abrumador, siempre tenía el poder de conmover su corazón de maneras que nunca imaginó.
Las mejillas del menor se encendieron con un rubor adorable y una sonrisa radiante iluminó su rostro. En ese momento, Jungkook pensó que no había nadie más hermoso en el mundo que Taehyung.
—Me enamoré de un loco.
—Y yo de un hippie —respondió el azabache, inclinándose para besar los labios del otro.
—De acuerdo, deberíamos irnos. Tenemos mucho que hacer hoy —declaró Taehyung, tomando la mano de Jungkook para incitarlo a subir de nuevo a la motocicleta.
—Pensaba entrar para saludar a tu madre y a Hobi —respondió Jungkook, desconcertado por las prisas de su novio en marcharse.
—Ah, es que mamá no está. Salió temprano a desayunar con la madre de Yoongi, y Hobi, él... sigue durmiendo. Seokjin pasará más tarde por él así que dijo que aprovecharía a dormir. Así que vamos —farfulló, tratando nuevamente de persuadirlo para que montara la moto.
El azabache lo observó por un momento con el ceño fruncido, percibiendo la extraña actitud de su novio. Sin embargo, decidió apartar esos pensamientos cuando lo vio intentar colocarse el casco. Una sonrisa inmediata iluminó su rostro mientras se acercaba a él para terminar de abrocharlo.
Finalmente montaron en la motocicleta y se marcharon. Su primer destino era un local donde servían unos licuados que Jungkook adoraba. Taehyung, por otro lado, se conformaría con un poco de fruta junto con yogur de soya que había comprado el día anterior, añadiendo algunas semillas para acompañarlo.
La mañana transcurrió serena, entre risas y conversaciones. Contemplar la felicidad en el rostro de Jungkook llenaba su corazón de una profunda alegría. Todo estaba marchando bien, y él esperaba que siguiera de esa manera.
Pasaron todo el resto del día juntos, disfrutando de actividades que Jungkook adoraba, como visitar una tienda de música o explorar una librería en busca de unos libros que el azabache quería. Incluso Taehyung toleró acompañarlo a una tienda de accesorios para motocicletas, y solo porque era su cumpleaños; se abstuvo de insistir en que consiguiera una bicicleta.
La hora de la fiesta se aproximaba, pero antes de dirigirse allí, Taehyung le sugirió a su novio hacer una parada en un parque que solían visitar para dar paseos. Era un lugar encantador, repleto de árboles floridos que creaban un paisaje verdaderamente hermoso.
—¿Lo has pasado bien? —preguntó Taehyung mientras caminaban tomados de la mano.
—Siempre que estoy contigo la paso bien —aseguró Jungkook con una sonrisa, inclinándose para dejar un beso en la cabeza de su novio—. Me encanta aprovechar cada momento que podemos pasar juntos. Extraño esos días en los que incluso podía verte en la escuela.
—En algún momento tenías que graduarte, tonto —respondió Taehyung con diversión—. Además, ya falta poco para que ingrese a la universidad, así que estaremos juntos más tiempo como antes.
—Ya no veo la hora de que llegue —asintió el mayor con una sonrisa.
Continuaron caminando un rato más, charlando de cosas triviales y disfrutando de la compañía del otro. Sin embargo, al consultar la hora, Taehyung comprendió que debía apresurarse si quería llegar a tiempo para la fiesta sorpresa.
—Bueno, es hora de darte tu obsequio —declaró de repente, deteniendo su caminata y guiando a su novio hacia una de las bancas cercanas para sentarse.
—Pensé que tú eras mi regalo.
—Es tu cumpleaños, está bien ser un poquito más avaricioso —Taehyung chasqueó la lengua, soltando una suave risa.
—¿Qué más podría desear si eres todo lo que quiero?
Taehyung experimentaba una sensación de injusticia, porque él estaba invirtiendo todo su esfuerzo en expresarle a su novio todo su amor, mientras que a Jungkook solo le bastaba un par palabras para inundar su corazón de calidez y provocar un revoloteo de mariposas en su interior.
—No menosprecies mi regalo —Lo acusó con el ceño fruncido y fingida molestia—. Me costó mucho encontrarlo, pero al final lo logré —murmuró, suavizando su expresión mientras sacaba el obsequio de su bolso.
—Gracias, bebé —respondió Jungkook, aceptando el regalo y dejando un breve beso en sus labios—. ¿Puedo abrirlo ahora? —preguntó, a lo que Taehyung asintió.
Comenzó a desenvolverlo, y por su forma, Jungkook supuso que tal vez se trataba de un libro. Sin embargo, esa idea se desvaneció al darse cuenta de que, en realidad se trataba de un marco.
Taehyung observaba a su novio con atención, deseando capturar cada instante de su reacción. La expresión de Jungkook era serena pero llena de expectación. Una vez que retiró el papel de regalo, tomó el marco y lo giró para ver la fotografía en su interior. En ese momento, detuvo todos sus movimientos, y Taehyung notó cómo su pecho comenzaba a subir y bajar con mayor intensidad.
Su mirada se posó en él, y en ese instante, sus ojos se inundaron de lágrimas que no logró contener.
—¿Cómo es...? ¿De dónde...? —Jungkook apenas lograba articular palabras, sintiendo un nudo en la garganta que le dificultaba hablar con claridad.
—Tu hermano me ayudó, tuvimos que contactar con algunos familiares. Fue bastante difícil, debo admitir. Incluso estuvimos a punto de rendirnos. Tu abuela se negaba constantemente a recibirnos, pero después de varios intentos, decidí probar suerte por mi cuenta y, finalmente, aceptó verme. Fue entonces cuando logré conseguir la fotografía.
Jungkook volvió a contemplar el marco que sostenía entre sus manos, donde se encontraba una fotografía del día en que sus padres se casaron. Era una imagen que siempre había estado colgada en la sala de su hogar, y después del devastador incendio que les arrebató no solo a ellos, sino también todas esas fotografías que adornaban las paredes y los estantes, había creído que se habían perdido para siempre.
Esa fotografía siempre había sido su favorita, ya que al mirarla podía percibir el profundo amor que sus padres se profesaban. En una ocasión, le había mencionado a Taehyung acerca de ella, cuando intentaba explicar la forma en la que él se reflejaba en sus ojos. Jamás se habría imaginado que algún día sería capaz de conseguirla.
Sus lágrimas caían con una intensidad abrumadora, se sentía incapaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar todo lo que sentía en ese momento. Así que lo abrazó, apretándolo con fuerza mientras le expresaba su agradecimiento una y otra vez.
Taehyung correspondió el abrazo con firmeza, permitiendo que se rompiera entre sus brazos. Consciente del valor que esa fotografía tenía para él, se había propuesto, con la ayuda de Seokjin, encontrarla. La búsqueda resultó ser un desafío arduo; a pesar de sus insistentes preguntas, ninguno de los familiares tenía una imagen de aquel día. Lidiar con la abuela de Jungkook fue quizás la parte más complicada; la anciana, tras perder a su hija, se había cerrado emocionalmente y rechazaba cualquier recuerdo que le trajera dolor, incluida la presencia de sus nietos.
Sin embargo no se dio por vencido y siguió insistiendo, hasta que un día, cuando decidió ir solo, ella finalmente lo recibió. Después de compartir sus motivos para buscar esa fotografía, pareció que su historia de amor logró conmover su corazón. Entonces, ella sacó una caja donde aparentemente guardaba muchas más fotos, no solo de su hija, sino también de sus nietos y yerno.
"También es mi favorita, así que guardé un copia para mí", le dijo en el momento en que se la entregó, expresando que ya era hora de que alguien la apreciara mucho más que ella.
—Feliz cumpleaños, Kook —murmuró con cariño, mientras se aferraba al cuerpo de su novio con firmeza y le dedicaba suaves caricias en la espalda.
Permanecieron en esa posición durante un rato, Taehyung no tenía problema en seguir consolando a su novio. Sin embargo, la vibración constante de su teléfono indicaba que Hoseok ya debía estar inquieto por no recibir noticias de ellos. Cuando finalmente se separaron, Taehyung le dedicó una sonrisa a su novio antes de llevar ambas manos a sus mejillas para secar sus lágrimas.
—Ha sido el mejor regalo, en serio. Gracias —expresó el azabache con un profundo cariño en su mirada. Taehyung ahora entendía a qué se refería Jungkook al decir que tenía la misma manera de observarlo que su padre cuando observaba a su madre.
—Pensé que yo era el mejor regalo —respondió en tono bromista, sonriendo con cariño al ver a su novio sonreír—. Deberíamos marcharnos, ya tengo hambre.
—De acuerdo, podemos ir directamente a mi casa y pedir algo para cenar.
—Me parece bien, pero antes quería pedirte que me llevaras a casa primero, olvidé traer mi pijama.
El ceño de Jungkook se frunció de inmediato, confundido.
—¿Pijama? Siempre duermes con mi ropa o sin ella —declaró con picardía, logrando sonrojar al castaño.
—Ya, pero la compré especialmente para este día.
Al parecer, eso logró captar la atención de Jungkook, aunque al mismo tiempo se mostró un tanto desconcertado. Taehyung esperaba que dejara de indagar y que, por el bien emocional suyo y el de Hoseok, que posiblemente ya estaba desesperado, aceptara llevarlo a casa.
—Bueno, vamos.
Volvieron hacia donde habían dejado estacionada la motocicleta. Taehyung se colocó su casco y aprovechó mientras Jungkook se ponía el suyo para enviar un mensaje a Hoseok informándole que ya se dirigían hacia allá.
El trayecto se sintió increíblemente corto, tal vez debido al nerviosismo que lo embargaba en ese momento. Jungkook siempre había sido muy perceptivo con sus emociones, y él realmente no quería arruinarlo todo por no saber controlarse.
—¿Quieres entrar? Dijiste que querías saludar a mi madre, supongo que ya debe de estar en casa.
—Oh, sí —asintió Jungkook, tomando la mano de su novio y dirigiéndose hacia la casa.
Una vez llegaron a la entrada y Taehyung abrió la puerta, fueron recibidos por un completo silencio. Imaginó que todos ya estaban en sus posiciones, así que trató de mantener la calma durante los últimos minutos que faltaban para que Jungkook recibiera la sorpresa. Estaba muy nervioso, tenía que admitirlo. Sus manos sudaban tanto que estaba rezando a la madre naturaleza para que Jungkook no sintiera el impulso de tomarlas.
—¡Estoy en casa! —gritó, anunciando su llegada, lo que servía como señal para que los demás estuvieran alerta.
—¡Estoy en el patio, cielo! —escuchó la voz de su madre resonar desde afuera. Taehyung comenzó a caminar hacia allá, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Jungkook venía detrás suyo, y realmente esperaba que no fuera capaz de percibir que había algo extraño con él, porque estaba seguro de que no estaba haciendo un buen trabajo en ocultar su nerviosismo. Para su suerte, eso no pasó. Tan pronto como salió al patio y Jungkook lo hizo también, fueron recibidos con un fuerte grito.
—¡Sorpresa! —Todos los presentes gritaron, haciendo que el azabache abriera los ojos ampliamente, sorprendido.
Jungkook contempló a todos sus amigos reunidos allí; su hermano, los padres de Taehyung e incluso Yoongi. No esperaba esta sorpresa, una sonrisa amplia iluminó su rostro antes de volverse hacia su novio en busca de alguna explicación.
—Espero que no te importe que haya organizado una fiesta para ti —sonrió ligeramente, encogiéndose de hombros.
—¿Fue idea tuya?
—Así es, todo fue idea de Taehyungie —interrumpió Hoseok con una sonrisa mientras se acercaba a ellos—. Felicidades, Jungkookie —declaró con cariño mientras envolvía a su mejor amigo entre sus brazos.
Taehyung se apartó para permitir que todos los presentes se acercaran a felicitar a su novio. Le llenó el corazón de alegría ver la emoción iluminar el rostro de Jungkook. Incluso Yoongi, con su expresión seria de siempre, se aproximó para darle una palmada en la espalda y murmurar un "Felicidades".
—Pensé que tenías muchas cosas que hacer —le dijo Taehyung a su mejor amigo en cuanto llegó a su lado.
—Hobi dijo que uno de sus amigos traería comida normal, así que cambié de parecer —respondió, encogiéndose de hombros.
—Ya, seguro —respondió el castaño, riendo con diversión mientras negaba con la cabeza.
En ese momento, su mirada se posó en su novio, quien ya había terminado de recibir las felicitaciones y ahora charlaba animadamente con sus padres.
—Ve con él —lo alentó Yoongi, dándole un leve empujón con el hombro. Taehyung le dedicó una mirada antes de asentir con una sonrisa y dirigirse hacia allí.
Caminó con calma mientras todos los amigos de Jungkook lo saludaban con alegría. Jeonghan incluso lo llamó para que se uniera a él, pero con un gesto le indicó que iría primero con sus padres y luego lo buscaría.
—Cariño, lo lograste —dijo su madre con una sonrisa en cuanto llegó con ellos—. Estábamos un poco preocupados porque ya se había hecho tarde.
—Y con "estabamos", seguro que se refiere solamente a Hobi —mencionó Jungkook con burla.
—Todos lo estábamos, pero sí, en especial Hobi.
—Estuve ansioso todo el día, temiendo que Kook notara mi comportamiento extraño y me preguntara qué pasaba. Soy terrible mintiendo, habría arruinado todo —Taehyung suspiró con frustración, mirando a su novio y formando un puchero con sus labios.
—Me di cuenta, pero pensé que solo era porque esperabas que el día saliera como querías. Jamás me imaginé que era por esto. Estoy sorprendido, incluso tu padre hizo tiempo para estar aquí.
—Sabes bien que te apreciamos muchísimo Kook, no iba a perderme tu cumpleaños por nada del mundo —expresó el mayor con una cálida sonrisa.
—Gracias, de verdad —respondió Jungkook, con un tono de voz cargado de cariño.
Realmente valoraba mucho a los padres de Taehyung. Desde el primer momento en que los conoció, lo trataron con amabilidad y cariño, y pudo comprender al conocerlos por qué Taehyung era la persona que era; ya que había sido criado por dos personas excelentes.
—Creo que ya es hora —mencionó de repente Jiwoo a su hijo, guiñandole un ojo.
Taehyung asintió, con la emoción reflejada en su rostro, y se dirigió al interior de la casa. Jungkook lo observó marcharse, confundido. Y después de un rato, cuando estuvo a punto de preguntar a dónde se había ido, el sonido del canto de cumpleaños captó su atención.
Su mirada fue inmediatamente hasta Taehyung, quien caminaba hacia él con un pastel con veinte velas encendidas por encima. Sintió una sensación de calidez recorrer todo su cuerpo, porque a pesar de no ser fanático de festejar su cumpleaños de esta manera, se sintió profundamente agradecido por estar rodeado de personas especiales para él.
Cuando la melodía llegó a su fin, sus párpados se cerraron mientras reflexionaba sobre que podía desear. Sin embargo, en ese instante, no pudo encontrar nada que anhelar, pues desde que aquel castaño había entrado en su vida, tenía todo lo que necesitaba. Por ello, optó simplemente por desear que esa felicidad perdurara por mucho más tiempo.
Después de que Jungkook apagó las velas, Taehyung se encargó de repartir una rebanada de pastel para todos. Tuvo que luchar un poco con Mingyu, quien al igual que Yoongi, parecía reacio a probarlo. Sin embargo, una vez que lo hicieron, Yoongi comentó que no estaba tan mal, mientras que Mingyu preguntó si podía tener más. Después de servir a todos, Taehyung se sirvió una porción para él y se sentó en una de las sillas del jardín, apartada del bullicio, desde donde podía observar a todos.
Estaba feliz de que todo hubiera resultado como lo había planeado, ya podía finalmente relajarse. En ese instante, su novio se acercó y tomó asiento a su lado.
—Supongo que no hay pijama —declaró de repente con fingida decepción. Taehyung no pudo contener la risa mientras negaba con la cabeza.
—No, lo siento. Pero tienes razón prefiero dormir con tu ropa —respondió con una amplia sonrisa.
—También es una buena opción, aunque me gusta más cuando duermes sin nada —mencionó sugerente, ocasionando que las mejillas del castaño se tornaran rojas.
—Tonto —murmuró avergonzado, dándole un bocado al pastel para desviar su atención hacia algo más.
Jungkook soltó una risita y movió su silla más cerca de la de Taehyung.
—Muchas gracias por todo, realmente me encantó —declaró suavemente, tomando el tenedor para robar un trozo de la rebanada de pastel su novio—. El pastel también te quedó delicioso, es mi favorito.
—Me alegra —murmuró con alivio—. ¿Pudiste sentir mi amor por ti?
La pregunta tomó por sorpresa a Jungkook, quien lo observó de inmediato con evidente confusión en su mirada.
—¿Por qué lo preguntas?
—No sé, siento que durante este tiempo juntos no me he esforzado lo suficiente para que sientas mi amor. Así que esperaba que hoy pudieras percibirlo de alguna manera.
—No entiendo de qué hablas, Tae. Desde que estamos juntos, siento tu amor cada día. No hace falta que hagas grandes gestos para que lo perciba; es suficiente con tu mirada, con tu sonrisa cuando estás a mi lado. Incluso noto tu amor en la calma de tu respiración mientras me observas leer. Son esas pequeñas cosas las que me hacen sentir profundamente amado por ti.
—¿Lo dices en serio?
—Totalmente.
—Es solo que a veces siento que, en comparación con lo que tú me haces sentir, yo no estoy haciendo lo suficiente para compensarlo —declaró con un tono un poco desanimado, formando un puchero con los labios.
—El hecho de que mostremos nuestro amor de formas diferentes no significa que uno sea más intenso que el otro —Jungkook afirmó con firmeza, acariciando las mejillas de su novio con suavidad—. Soy feliz a tu lado, eso nunca lo dudes.
En ese instante, su corazón empezó a latir con intensidad, mientras una sensación reconfortante invadía su pecho. Fue entonces cuando Taehyung comprendió que no era que le faltara esfuerzo en demostrar su amor, sino más bien que, la inmensidad del sentimiento era lo que le impedía sentirse satisfecho al no ser capaz expresarlo de forma adecuada.
—Lo siento, solo me sentí abrumado. A veces siento que hay tanto que quisiera expresar y no encuentro la manera, pero quiero que sepas que realmente te amo de una forma que no puedo explicar. No creo que exista una palabra para poder expresarlo correctamente.
—¿Qué cosa?
—Todo lo que siento por ti.
Jungkook sonrió conmovido, sus ojos brillaban con el reflejo del amor que sentía por Taehyung. Con delicadeza, sus labios se encontraron en un beso que parecía contener todo el universo de sentimientos que albergaba en su corazón. En ese momento, en la suave caricia de sus labios y en el cálido contacto de sus manos sosteniendo su rostro, Jungkook buscaba expresar todo lo que las palabras no podían capturar. Era su manera de decirle a Taehyung que era su mundo, que lo amaba más allá de cualquier límite o medida, que en ese beso se encontraba la esencia misma de su amor por él.
Hay ciertas cosas que solo pueden ser comunicadas de manera tácita, a través de pequeños gestos y acciones, fue algo que Taehyung logró comprender. En ese momento, una cálida sensación de felicidad lo invadió, pues ahora tenía la certeza de que Jungkook sentía su amor de la misma manera. Para él, eso era todo lo que necesitaba. No había mayor deseo en su corazón que estar junto a Jungkook, compartiendo cada instante con el que su amor crecía más fuerte y profundo.
—Te amo, hippie —dijo Jungkook con un amor tan palpable que los ojos de Taehyung se iluminaron con la certeza de que estaba exactamente donde debía estar.
—Yo también te amo, pero no soy un hippie —respondió con ternura, una risa juguetona escapando de sus labios.
Sí, definitivamente estos eran los momentos que deseaba atesorar por siempre. Porque es verdad que su vida estaba bien antes, pero todo cobró un brillo especial en el momento en que Jungkook apareció en ella.
—Eres mi hippie.
Taehyung suspiró resignado, consciente que esta era una batalla perdida.
—Bueno, solo porque es tu cumpleaños no discutiré sobre eso.
—Buena elección, porque no hay manera de que me hagas cambiar de parecer. Tú te volviste mi hippie, así como yo me volví tuyo, desde el momento en que nos conocimos.
Taehyung entendió que todas las piezas del rompecabezas de su vida estaban destinadas a encajar con las de Jungkook. Sabía que, sin importar lo que el destino les deparara, había una verdad inmutable: deseaba pasar su vida junto a él.
«Porque antes creía tenerlo todo, pero entonces te conocí».
Ayyy basta lloro brillitos TT ¿qués les pareció? Cuentenme por favoooor.💖 Realmente espero que lo hayan disfrutado, este extra fue algo que escribí y corregí en dos días para poder expresarles mi agradecimiento por todo el amor que mi historia ha recibido.🌷
No estoy segura si algún día volveré con algo más, pero mientras nos volvemos a encontrar, manténganse sanos. Les mando muchos besitos en sus ojitos, los adoro.🥹
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro