✧Chapter VII: Nunca
Capítulo dedicado a: Mulan0407 de mis alborotadoras favoritas♥ ella es la primera en sacrificar a todos por capítulo nuevo pero no se sacrifica a sí misma JAJAJA te amo preciosa, gracias por amar tanto esta historia c':
Este capítulo me gusta mucho♥
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El aire pesaba en el pecho de Taehyung cuando dejó atrás la casa de Yoongi. Su corazón parecía hecho pedazos, cada latido resonando con un dolor insoportable. Las lágrimas fluían sin control, y la sensación de asfixia se apoderaba de él. Mientras avanzaba por el camino hacia su hogar, sacó tembloroso el celular de su bolsillo. Todo se desmoronaba a su alrededor, y la idea de enfrentar la tormenta en solitario era insoportable. Sin titubear, marcó el único número de la persona que sabía que nunca lo dejaría solo. En silencio, rogó porque Jungkook respondiera, aunque supiera que probablemente estuviera en camino a la reunión con sus amigos y ni siquiera notaría la vibración del teléfono.
Sin embargo, todo lo contrario a lo que pensaba, el azabache si le respondió.
—Taehyung, ¿qué pasa? Estoy en un semáforo y no pued-...
—J-Jungkook —la voz quebrada de Taehyung detuvo las palabras del mayor, quien quedó desconcertado al escuchar los sollozos al otro lado de la línea.
—¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué estás así? —preguntó Jungkook con una seriedad palpable.
—T-te necesito, p-por favor.
Jungkook no necesitó oír más para tomar una decisión. —Espera ahí, estoy en camino.
Tras colgar, se puso en marcha de regreso a la casa de Taehyung. En ese momento, no existía nada más importante que llegar a su lado, lo cual lo llevó a regresar sin titubear, a pesar de la distancia que ya había recorrido y de la certeza de que sus amigos lo esperaban.
Condujo a toda velocidad, decidido a llegar lo más rápido posible. Finalmente, cuando llegó a la casa de Taehyung se bajó rápidamente de la motocicleta y caminó hacia donde el castaño se encontraba sentado en el césped, con los brazos envueltos alrededor de sus piernas y el rostro oculto entre las rodillas.
—Tae... —lo llamó con ternura, y en ese instante, Taehyung alzó la mirada, dejando ver el rastro de lágrimas en su rostro. Sin vacilar, se puso de pie y corrió hacia los brazos de Jungkook—. ¿Qué ha sucedido?
El azabache se encontraba desconcertado. Apenas unos minutos atrás, cuando se había marchado, Taehyung estaba bien. Pero justo ahora no podía articular palabra, su llanto era desgarrador y él se sentía impotente al no comprender qué estaba sucediendo. A pesar de ello, lo abrazó con fuerza, acariciando su espalda con delicadeza mientras le susurraba palabras de consuelo, asegurándole que todo estaría bien, que él estaba allí para apoyarlo.
Cuando Taehyung finalmente logró calmarse, Jungkook lo separó delicadamente de su abrazo, buscando sus ojos con preocupación. —¿Qué ha pasado? —preguntó con voz suave, ansioso por entender.
—Estaba por entrar a casa luego de que te marcharas, pero me di cuenta que de la casa de Yoongi salían muchas luces extrañas. Así que me acerqué para ver de que se trataba y me di cuenta que era una fiesta. Eso me sorprendió porque Yoongi detesta el ruido innecesario, además de que sus padres jamás le permitirían hacer una fiesta.
—Así que decidiste entrar —Jungkook confirmó, recibiendo un gesto afirmativo del castaño.
—Solo quería buscarlo y preguntarle qué estaba sucediendo, pero terminé encontrándome con Jimin.
La mención del rubio hizo que Jungkook se tensara de inmediato, una furia incandescente creciendo dentro de él al pensar que Taehyung se encontraba en ese estado debido a Park.
—Él comenzó a afirmar que Yoongi me estaba evitando porque ya estaba harto de mí —el solo recordarlo hacía que a Taehyung le volvieran las ganas de llorar—. Después de eso, apareció Yoongi. Intentó decirme algo, pero simplemente me fui.
Jungkook lo observó durante un breve instante antes de exhalar profundamente.
—No es que quiera hacerle un favor al estúpido del gato, pero si no escuchaste nada directamente de él, entonces no deberías dar por hecho nada.
—¿Qué quieres decir?
—Es muy probable que lo que Jimin te dijo ni siquiera sea cierto. Recuerda que puede ser bastante falso, no tomes nada por válido sin confirmarlo primero con Yoongi. Ese tipo está dispuesto a hacer lo que sea para no salir perjudicado, así que no confíes en nada que venga de él.
Taehyung reflexionó sobre esto. Era cierto que Jimin había sido bastante antipático con él, a pesar de su reputación de ser amigable con todos. En ese momento, estaba tan desconcertado que ni siquiera había notado ese pequeño detalle.
—¿Quieres decir que lloré por nada? —cuestionó con un puchero en sus labios.
—Al parecer, sí. Tendrías que hablar con Yoongi respecto a eso.
Taehyung soltó un suspiro cargado de pesar.
—Bueno, por ahora no me siento con ánimos de enfrentarlo. Aún me siento mal por todo y también me siento un poco tonto por haberte hecho volver para nada —respondió avergonzado.
Jungkook negó rápidamente. —No digas eso. Si tiene que ver contigo, estaré aquí sin dudarlo.
Las mejillas del castaño se tiñeron de un sonrojo, cada vez que Jungkook hablaba con esa seguridad le generaba un nudo en el estómago. En ocasiones, esos sentimientos tumultuosos le resultaban aterradores, pues no lograba encontrar palabras para definirlos, y eso, a su vez, lo abrumaba.
—Ahora vas tarde por mi culpa.
—Solo un poco —murmuró el azabache, deslizando su mano por el rostro de Taehyung para acomodar un rebelde mechón de cabello detrás de su oreja—. Tae, ¿te gustaría acompañarme?
El castaño parpadeó con sorpresa, señalándose a sí mismo con su dedo.
—¿Yo? —cuestionó, evidenciando su desconcierto.
Jungkook asintió encantado, una sonrisa iluminando su rostro.
—Sí, tú. ¿Qué dices?
—Oh, y-yo... no lo sé. Me pondría muy nervioso y p-posiblemente solo los incomode, no quiero ser una molestia para ti.
—Jamás serías una molestia para mi. Si te estoy invitando es porque quiero que estés ahí, ¿entonces, vienes?
Tenía que reconocer que se sentía nervioso, sobre todo al enfrentarse a la idea de conocer gente nueva, una habilidad que aún le costaba dominar por completo. A pesar de haber progresado en cuanto a su timidez con el tiempo, aún existían aspectos en los que debía trabajar. Sin embargo, cada vez que se encontraba con la mirada de Jungkook, hallaba en ella una fortaleza que le resultaba difícil de explicar. Bastaba con verlo para sentir que, sin importar lo que sucediera, todo estaría bien.
—Está bien.
La sonrisa que Jungkook le brindó hizo que Taehyung respondiera con una sonrisa igualmente radiante. Casi parecía imposible creer que, hace apenas unos momentos, él había estado llorando desconsoladamente.
—¿Quieres que hable con tu madre? —preguntó el azabache, obteniendo un asentimiento por parte del castaño.
—Por favor, ella te adora. Será mucho más sencillo si lo explicas tú.
Jungkook asintió y acompañó a Taehyung hacia el interior de su hogar. A medida que pasaban más tiempo juntos, Kim había presentado a Jungkook a su familia. Sus padres habían quedado encantados con el azabache, especialmente su madre. Por eso, cuando se trataba de pedir permiso para algo, siempre resultaba más efectivo que Jungkook abordara el tema.
Después de hablar con la madre de Taehyung y obtener su permiso, se dirigieron hacia la motocicleta de Jungkook. Este abrió el compartimento trasero y extrajo el casco de Taehyung. Porque si, luego de que dejara atrás sus quejas sobre la preferencia de usar una bicicleta y su discurso sobre cómo contribuiría a un mundo mejor reduciendo la emisión de dióxido de carbono, Jungkook se encargaba ahora de llevar a Taehyung a todas partes. Lo recogía todas las mañanas para ir juntos al colegio y lo llevaba de regreso a casa a la hora de salida. Por eso, había decidido conseguir un casco con estampado de plantas para él. El día en que se lo mostró es uno que Jungkook nunca olvidaría, especialmente por la amplia sonrisa cuadrada que iluminó el rostro de Taehyung y sus ojitos llenos de emoción.
Aseguró el casco en la cabeza de Taehyung y cuando estuvieron completamente preparados, comenzaron su trayecto. Taehyung había visitado la casa de Jungkook en contadas ocasiones. Este y Seokjin compartían un departamento que les proporcionaba el espacio necesario para ambos. Hoseok, por su parte, vivía cerca, pero pasaba la mayor parte del tiempo con ellos debido a que él y el hermano mayor de Jungkook eran pareja, un hecho que había sorprendido a Taehyung en su momento.
El trayecto no pareció tan largo como debería haber sido, y Taehyung solía echarle la culpa a Jungkook por ello. Por alguna razón, el tiempo parecía esfumarse cuando estaban juntos. No tardaron mucho en llegar al apartamento de Jungkook, donde el azabache percibió el nerviosismo de Taehyung y no pudo evitar soltar una risa.
—¿Por qué estás tan inquieto? Ya conoces a Hobi, a mi hermano y a Jeonghan. Los demás chicos son inofensivos; Mingyu puede ser un poco intenso, pero seguro que te llevarás bien con él.
Taehyung hizo un esfuerzo por tragar el nudo que se le formó en la garganta y asintió.
—D-de acuerdo.
Jungkook negó suavemente, apretando la mano de Taehyung con seguridad.
—Estaré a tu lado, no te preocupes.
Aquellas palabras bastaron para que el nerviosismo de Taehyung se disipara por completo. Porque a veces olvidaba que las cosas no podían ir mal si Jungkook estaba con él. Valoraba profundamente la paciencia que Jungkook le había brindado a lo largo de ese tiempo juntos, comprendiendo lo desesperante que podía llegar a ser. Sin embargo, más allá de los comentarios juguetones del azabache sobre que debía aceptar su espíritu hippie, Jungkook nunca señaló nada en su contra; lo aceptó tal y como era.
Siguió al mayor hasta llegar a una pequeña terraza en donde se encontraban varios chicos reunidos. Con timidez, intentó ocultarse detrás de Jungkook lo más posible. Quizás, si esta vez se esforzaba un poco más, lograría borrar su propia existencia por completo.
—¡Vaya, hasta que por fin llegas hombre! Te hemos estado esperando.
—Ya, lo siento, pasaron algunas cosas —se excusó el azabache, encogiéndose despreocupadamente de hombros.
—¡Taehyungie, has venido! —exclamó Hoseok al ver al castaño detrás de Jungkook.
Kim solo pudo formar un puchero porque su técnica para dejar de existir seguía sin funcionar. Con nerviosismo salió de detrás de Jungkook y sonrió tímidamente.
—Eh sí, hola. Lamento la intromisión.
—¡Nada de eso! Es un placer verte aquí. Hace tiempo que no te pasas por el restaurante —intervino Jeonghan, acercándose al castaño y pasando su brazo por sus hombros para llevarlo al centro, donde se encontraban los demás.
—He estado bastante ocupado con asuntos de la escuela, lo siento. Intentaré pasarme más después de que los exámenes terminen.
—Me parece bien —asintió el mayor con una sonrisa.
—Te presentaré a los demás —dijo Jungkook cuando llegó a su lado—. Ese de ahí que se está comiendo las papas como si no hubiera un mañana es Mingyu.
El mencionado hizo un esfuerzo por tragar lo que tenía en su boca y luego sonrió grande hacia el castaño.
—Un gusto, Tae. He escuchado mucho de ti, me alegra al fin conocerte.
Taehyung asintió tímidamente, sintiendo una creciente curiosidad sobre por qué había escuchado tanto acerca de él, pero sintiéndose muy nervioso como para preguntar.
—El que está a su lado es Eunwoo —el chico simplemente le sonrió, y Taehyung le devolvió el gesto—. Y el que está junto a él es...
—Mi novio —Jeonghan intervino, soltando al castaño para caminar hacia el chico y sentarse a su lado —. Se llama Hyungwon, creo que ya lo habías visto en algunas ocasiones en el restaurante.
—O-oh, sí. Un gusto.
—Y bien, al resto ya los conoces. Solo faltó Yugyeom, que hoy no pudo venir —le explicó el azabache antes de volver a dirigirse a sus amigos—. Y este es Taehyung, ya les había hablado de él.
El comentario sorprendió gratamente a Taehyung, quien nunca se habría imaginado que Jungkook hablaría de él a sus amigos. Esta revelación le llenó de alegría, pues junto a Jungkook siempre se sentía completamente aceptado.
—Bueno, podemos empezar a comer entonces —intervino Hoseok, acercándose a Taehyung—. La mesa está dividida en dos, tenemos comida vegana para nosotros y también está la opción de comida para aquellos que no valoran su salud.
—¡Oye! —Mingyu se mostró ofendido—. Discúlpame por no querer comer pasto el resto de mi vida.
—La comida vegana no es pasto, además, que te disculpes no cambia el hecho de todo el daño que te haces al consumir tanta grasa.
—Pero... ¡Jungkook, ayúdame!
El aludido soltó una risa mientras negaba con la cabeza. —Tiene razón.
—No puede ser, te han domado —declaró con fingida preocupación—. Taehyung, ¿qué le has hecho? ¡Devuélveme a mi compañero de comidas!
—No seas tan exagerado, Mingoo. No te vendría mal probar algo más saludable de vez en cuando.
El peligris se giró para ver a su amigo con expresión de horror. —No me digas que tu también has caído, Eunwoo. Jinie, dile algo, por favor.
El mencionado levantó la mirada y observó a ambos chicos. —Algo.
—¡Pero no así!
Taehyung no pudo evitar soltar una risa, ya que los amigos de Jungkook eran increíblemente simpáticos. La noche transcurrió de esta manera, y con el tiempo, se fue soltando cada vez más y comenzó a sentirse cómodo en su compañía. Jungkook se aseguró en todo momento de incluirlo en las conversaciones, incluso cuando hablaban de temas que Taehyung desconocía por completo. El resto de los chicos también fueron extremadamente amables con él, y Taehyung se sintió feliz de poder encajar. La situación era muy diferente a lo que solía experimentar con Yoongi, ya que solía ser excluido, y su mejor amigo simplemente explicaba que era una persona tímida.
Por eso, Taehyung se sentía feliz de que las cosas fueran diferentes ahora, aunque era consciente de que todo se debía a Jungkook. Eso cada vez le hacía sentirse más abrumado por no saber cómo agradecerle por todo lo que hacía por él.
En un momento de la noche, Jungkook lo llevó a un lado, sabiendo que Taehyung podría llegar a sentirse abrumado por el ambiente.
—¿Te encuentras bien? —preguntó el mayor cuando llegaron a su habitación—. Lamento si los chicos pueden ser un poco intensos.
Taehyung asintió con una sonrisa, sus ojos se posaron en Jungkook después de haber explorado la habitación a detalle. —Son agradables, no pensé que sería capaz de encajar —admitió un poco abochornado, encogiéndose un poco de hombros.
—Bueno, lo hiciste muy bien —Jungkook aseguró con una sonrisa, acercándose al castaño para tomar su mano y hacerle tomar asiento en la cama.
—Ya, todo fue gracias a ti.
—¿A mi? —cuestionó el mayor confuso.
—Sí, siempre estás buscando formas de que me sienta integrado. No solo ahora, sino en todos los aspectos. Creo que es gracias a ti que últimamente me siento más a gusto con quien soy. A pesar de nuestras diferencias, nunca me has señalado como alguien extraño. Así que, gracias.
Jungkook negó ligeramente. —No hay necesidad de agradecer, Tae. Hago estas cosas con gusto, porque eres importante para mí.
El corazón de Taehyung latía con fuerza en su pecho, una inmensa sonrisa iluminaba su rostro al saber que era valioso para Jungkook, quien solía mantener a la gente a distancia. Esta sensación de ser apreciado lo llenaba de felicidad y lo hacía sentirse profundamente especial. Nunca habría imaginado que su tonto plan se desviara tanto de su curso original, llevándolos a este punto, pero se sentía profundamente agradecido por haber seguido su impulso de hablarle a Jungkook en esa ocasión, una decisión que definitivamente cambiaría su vida para siempre.
—También eres importante para mi, Kook —Taehyung murmuró—. ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro, dime.
—Hace rato, cuando estábamos fuera de mi casa, hablaste de Jimin como si lo conocieras muy bien. ¿Ustedes... se conocen de antes?
Jungkook se sumió en un breve silencio. De todas las preguntas que Taehyung podría haber formulado, esta en particular no se la esperaba. Hablar sobre Park Jimin era un tema que prefería evitar, sobre todo porque había decidido distanciarse por completo después de todo lo que había tenido que pasar a causa de él. Sin embargo, al observar la mirada curiosa del castaño, se sintió incapaz de no responder.
Dejó escapar un profundo suspiro, reclinándose aún más en la cama hasta apoyar su espalda contra el respaldo. —Lamentablemente, sí. Hace algún tiempo, Jimin y yo tuvimos algo.
Los ojos de Taehyung se abrieron en sorpresa. —¿Ustedes dos...?
—No lo digas —intervino Jungkook rápidamente—. Pero si, lo fuimos.
—¿Y qué pasó?
—Con el tiempo, Jimin empezó a mostrar su verdadero yo, y no me gustó nada de lo que vi. Así que decidí poner fin a lo que teníamos, aunque a él no le agradó en absoluto. Así que se encargó de esparcir mentiras sobre mí y logró que todos me dieran la espalda.
—Los rumores... —Taehyung murmuró con asombro.
—Sí, todo fue obra suya. Estaba bastante enfadado y pensó que al aislarme de los demás, me vería obligado a volver a él en busca de compañía, pero eso nunca sucedió.
—Lo siento —el castaño susurró con pesar, colocando su mano en el brazo del azabache en un gesto de consuelo.
—Está bien, ya no me afecta. Al principio fue desconcertante porque nunca imaginé que Jimin sería capaz de llegar tan lejos, pero al final me sirvió de lección, tampoco quería estar cerca de personas que pudieran traicionarme.
Las palabras de Jungkook lo dejaban perplejo, especialmente porque desde el principio su trato había sido comprensivo. Taehyung no tuvo que insistir mucho para recibir su ayuda, y aunque Jungkook afirmaba que solo lo hacía para ver a Yoongi molesto, las acciones del mayor iban mucho más allá de lo esperado.
—¿Y por qué me dejaste acercarme a ti? —preguntó con curiosidad. Por más que lo intentara, simplemente no podía encontrar una respuesta clara.
Jungkook meditó por un instante, perdido en los ojos de Taehyung antes de responder finalmente. —Porque te vi tan solo como yo, que simplemente no fui capaz de no permitirlo.
Un torbellino de emociones volvió a inundar el corazón del castaño. Cada gesto, cada mirada de Jungkook le transmitía una profunda conexión que lo abrumaba de una manera asombrosa. No sabía cómo darle forma a todo lo que estaba sintiendo, pero la felicidad que le llenaba el pecho era una sensación tan pura y gratificante. Era algo nuevo, una experiencia completamente distinta a lo que incluso había vivido con Yoongi, a pesar de haber compartido prácticamente toda su vida con él.
—¿Y te arrepientes, de... todo esto? —Taehyung no pudo contener su pregunta. A pesar de todas las formas en las que Jungkook le demostraba que su compañía era bien recibida, ansiaba escucharlo directamente de él.
El azabache respondió con una tierna sonrisa mientras negaba con la cabeza, acercándose al menor hasta que sus frentes se tocaron y ambos cerraron los ojos.
—Nunca.
¡Volví! ayer intentaron hacer que subiera un tercer capítulo pero fui fuerte, no me dejé convencer ni con los gif que mandaban de Jimin jaja (sorry Lau♥) pero bueno, espero que este capítulo les guste, en el siguiente pues... no diré nada XD
Ya estamos a dos capítulos de finalizar, ¡Qué emoción! c': gracias por el apoyo que le han estado dando a esta mini historia, lo aprecio muchísimo♥
Bueno, volveré pronto, manténganse sanos~
KimNikari♡Andi
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