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✧Chapter I: Ingreso

Si había algo que Taehyung encontraba particularmente complicado de enfrentar, eran sin duda los cambios. Es por eso que el ingreso al instituto no hizo más que aumentar su ansiedad, y agravar aún más su innata timidez. Aunque deseaba fervientemente mantener una actitud positiva frente a esta alteración en su rutina, era consciente que esto se trataba tan solo del inicio de una nueva etapa en su vida que debía enfrentar. Sabía que eventualmente llegaría el momento en el que se acostumbraría a todos los cambios en su vida, o al menos esperaba que así fuera. Pero justo ahora, ese futuro parecía distante.

Quizá habría pensado que no podría afrontar esta situación si no fuera por la certeza de que tenía algo que le brindaba una inmensa tranquilidad: su mejor amigo, Min Yoongi. Habían sido amigos desde que tienen memoria, ya que eran vecinos y sus padres mantenían una sólida amistad. Lo que les había llevado a crecer juntos y compartir cada etapa de sus vidas.

A pesar de ser completamente opuestos en numerosos aspectos, la relación de amistad entre Taehyung y Yoongi era profundamente sólida, y esto iba más allá de sus marcadas diferencias personales. Taehyung destacaba por su timidez, sus brillantes calificaciones académicas y su profundo amor por la naturaleza y el tofu. Por otro lado, Yoongi detestaba el tofu y, aunque no era el individuo más extrovertido, parecía atraer las miradas de todos, sin importar a dónde fuera.

A pesar de las notables diferencias, estas nunca representaron un obstáculo insuperable para ellos. Esto se debía en gran medida a que, a pesar de la atención que Yoongi pudiera recibir de los demás, siempre colocaba a Taehyung por sobre todos.

Es por esta razón que Taehyung experimentó un sentimiento de calma al comenzar esta nueva etapa. O al menos lo poco que duró, porque cuando ambos chicos recibieron sus horarios y se percataron de que solo compartirían tres clases durante la semana, el mundo de Taehyung se desmoronó por completo.

—Tae, ¿cuánto tiempo más piensas seguir haciendo esto? Se nos hará tarde, apresúrate —exclamó su mejor amigo con evidente frustración.

El castaño se acurrucó en su cama, escondiéndose bajo las sábanas mientras negaba con la cabeza. 

—Ya te he dicho que no pienso ir, déjame en paz.

Si algo era indiscutible, era el profundo amor que Yoongi sentía por Taehyung. Por que a pesar de que no se consideraba una persona especialmente paciente, cuando se trataba del castaño, era capaz de encontrar esa paciencia en lo más profundo de sí mismo. Sin embargo, en este momento, la situación lo había llevado al límite y resultaba casi imposible mantener la calma mientras trataba de razonar con su mejor amigo.

—No me iré a ningún lado sin ti, imbécil. Parece que tendré que arrastrarte a la escuela nuevamente en pijama.

—¿Crees que eso es una amenaza para mi? No hay mucha diferencia entre mis pijamas con mi ropa habitual. Además, no dejaré que me saques de la habitación. Esa vez me tomaste por sorpresa, pero ahora me siento preparado —respondió el castaño con determinación. Aunque Yoongi no podía ver su expresión, estaba seguro de que tenía los labios fruncidos mientras asentía.

Con un gesto de resignación, Yoongi rodó los ojos y soltó un suspiro cargado de exasperación. Sabía que no tenía otra opción. Se acercó a la cama donde Taehyung se encontraba envuelto en las sábanas y, con habilidad, lo rodeó con sus brazos y lo cargó sobre su hombro.

—¿¡Qué estás haciendo, idiota!? ¡No se supone que me levantaras! —exclamó Taehyung, forcejeando enérgicamente.

—Pensé que habías dicho que estabas preparado —respondió Yoongi con una sonrisa burlona, sintiendo cómo su mejor amigo se removía inquieto—. Si no dejas de moverte, podría soltarte accidentalmente.

—¡Ni siquiera lo pienses Min Yoongi! Suelt-... ¡Ah, está bien! Tú ganas, iré, pero bájame.

Una sonrisa de victoria se dibujó en el rostro de Yoongi mientras, con extremo cuidado, depositaba a su mejor amigo en el suelo y retiraba la sábana que lo cubría. Cuando sus miradas se encontraron, Taehyung le lanzó una mirada fulminante.

—Te odio.

—Los dos sabemos que eso no es cierto. Ahora apresúrate, estamos atrasados —dijo Yoongi mientras se acercaba a Taehyung y le daba un beso en la frente.

Habría deseado mantener su enojo, pero ese beso había sido suficiente para derribar todas sus defensas. Dejó escapar un suspiro profundo mientras observaba a su mejor amigo abandonar la habitación. A regañadientes, Taehyung se preparó para ir a la escuela y finalmente bajó a la planta baja, donde su mejor amigo lo esperaba en la cocina.

—Buenos días, cariño —lo saludó su madre con una sonrisa—. Pensé que nunca bajarías a desayunar.

—Esa era la idea —murmuró entre dientes mientras se sentaba en uno de los bancos de la isla de la cocina.

—Sobre mi cadáver —intervino rápidamente Yoongi, lo que le valió un ceño fruncido por parte del castaño.

Taehyung estuvo a punto de refutar, pero cuando su madre colocó su desayuno frente a él, sus ojos se iluminaron al ver las tostadas de tofu con tomate y aguacate. Sin perder tiempo, agarró una de ellas y la llevó a su boca, emitiendo un sonido de satisfacción mientras masticaba.

—Dios mío, esto es como un pedazo de cielo —susurró mientras saboreaba su desayuno.

Yoongi hizo una mueca y negó con la cabeza. 

—Más bien parece un pedazo de infierno.

Taehyung se volvió para mirar a su mejor amigo y lo fulminó con la mirada. —Mamá, Yoonie dice que también quiere tostadas de tofu.

El contrario abrió los ojos en pánico y negó rápidamente con la cabeza.

—Yoongi detesta el tofu, Taehyungie, lo sabes —dijo su madre mientras colocaba un plato con un desayuno diferente al del castaño.

—Traidora —murmuró Taehyung mientras lanzaba una mirada llena de reproche a su mejor amigo, quien disfrutaba de su tostada con mermelada—. Tú te lo pierdes —sentenció, decidido a seguir disfrutando de su propio desayuno.

Si hubiera sido posible, Taehyung habría extendido la hora del desayuno tanto como le fuera posible. Sin embargo, no tuvo más opción cuando Yoongi prácticamente lo arrastró fuera de la casa. Una vez en el exterior, Taehyung dejó escapar un suspiro cargado de pesar.

—Realmente no quiero ir —confesó, encogiéndose de hombros mientras sentía que su ansiedad aumentaba solo al pensar en el día que tenía por delante—. Por favor, no me hagas ir —suplicó a su mejor amigo, quien lo miraba con preocupación.

Un suspiro escapó de los labios de Yoongi mientras rodeaba a Taehyung con sus brazos en un intento de brindarle consuelo. 

—Tae, no puedes seguir atormentándote de esta manera. Sabes que todo estará bien.

—No es verdad, no estarás conmigo y eso ya hace horrible el día por sí solo.

Con ternura, Yoongi apartó ligeramente a su mejor amigo y sostuvo su rostro entre sus manos. 

—Sé que no podemos pasar tanto tiempo juntos como antes, pero ten la seguridad de que siempre estaré para ti. Además, almorzaremos juntos. Tu madre hizo esa ensalada de tofu que tanto te gusta, ¿recuerdas?

Taehyung observó a Yoongi con una sensación de injusticia palpitando en su interior. Le resultaba tan difícil resistir cuando su mejor amigo lo miraba de esa manera, dejándolo vulnerable. En realidad, la escuela no era tan mal en sí misma. Sus calificaciones eran excelentes; siempre había sido un estudiante destacado. El verdadero problema radicaba en su soledad constante, ya que parecía que a los demás no les interesaba hablar sobre la naturaleza o comprender por qué ser vegano era la mejor elección de vida. Sin embargo, no le importaba mucho no poder hacer amigos, ya que siempre había encontrado satisfacción en tener solo a Yoongi a su lado.

Pero es precisamente ahí donde yace el verdadero problema. Debido a sus horarios, se han visto obligados a tomar clases en momentos diferentes, lo que significa que solo pueden encontrarse durante el almuerzo o en raras ocasiones cuando coinciden en los pasillos. Esta separación ha hecho que Taehyung llegue a detestar la idea de asistir a clases, ya que solo en casa y en compañía de su mejor amigo se siente seguro y confiado. Pero una vez que pone un pie fuera de su hogar, su timidez se apodera de él sin piedad.

En el momento en que el autobús se detiene frente a ellos y Yoongi lo insta a subir, Taehyung sabe que no hay vuelta atrás. Otro día que tendrá que afrontar se despliega ante él.

Durante todo el trayecto, apoya su rostro en el hombro de su mejor amigo, observando los árboles a través de la ventana en busca de algo de calma. Intenta concentrarse en lo que tendrá para el almuerzo, utilizando la idea como motivación para sobrellevar las primeras clases. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, es consciente de que no está funcionando del todo. La fragancia de Yoongi, directamente bajo su nariz, resulta más reconfortante que cualquier otra cosa, y Taehyung sabe que en cuanto lleguen a la escuela, no podrá disfrutarla más.

—¿Todavía puedo salir corriendo?

—Ni siquiera lo pienses —Yoongi amenaza, y Taehyung solo deja escapar un profundo suspiro antes de resignarse—. Vamos.

Después de bajarse del autobús, ambos chicos empiezan a caminar hacia la escuela, Yoongi respondiendo con un gesto de cabeza a los saludos que le hacen al pasar. Taehyung, por su parte, se encoge y se acurruca junto a su mejor amigo, como si intentara desvanecerse en su presencia.

Él sabía que caminar con la mirada hacia el suelo algún día le causaría problemas, y no solo porque Yoongi se lo recordaba constantemente, diciéndole que mirara hacia adelante. Así que, en el momento en que chocó con alguien, mentalmente se reprochó por no haber hecho caso a las advertencias de su mejor amigo.

Al principio, Taehyung sintió que había colisionado con un muro debido a la fuerza con la que cayó al suelo. Sin embargo, cuando alzó la mirada y se encontró con los ojos de Jeon Jungkook frente a él, comprendió que efectivamente se trataba de una persona. En ese momento, Taehyung habría deseado sinceramente haberse golpeado contra un muro en lugar de con este chico.

—Y-yo... lo siento, n-no fue...

—Fíjate por dónde caminas —interrumpió el azabache furioso, arrebatándole el libro que Taehyung le extendía tímidamente.

Taehyung se quedó sin palabras, su cuerpo paralizado por la intensa mirada de Jungkook. Habría permanecido en el suelo el resto del día si no fuera por la rápida ayuda de Yoongi para ponerse de pie.

—Tae, ¿estás bien? —preguntó preocupado, a lo que Taehyung asintió ligeramente mientras se sacudía el polvo de la caída—. Te he dicho que no camines con la mirada en el suelo. Además, no tenías por qué soportar que el imbécil de Jeon te tratara de esa manera cuando fue solo un accidente —añadió con molestia.

—Fue mi culpa también por no ver por donde iba —murmuró Taehyung tímidamente. A pesar de haber chocado con la persona más intimidante de la escuela debido a su mirada baja, no se atrevió a alzar la vista en ese momento. No deseaba encontrarse con las miradas curiosas de los desconocidos centradas en él después de lo que acababa de suceder.

Yoongi soltó un suspiro de frustración, realmente aborrecía a ese idiota de Jungkook. Sentía que se paseaba por el instituto como si fuera el dueño solo porque vestía todo de negro, tenía el pelo largo, tatuajes y perforaciones por doquier, además de andar en una motocicleta. Todos temían al chico, pero Yoongi no se sentía particularmente intimidado por él. Además, cuando se trataba de Taehyung, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerlo, incluso enfrentarse a ese imbécil.

—No fue tu culpa. De todos modos mantente alejado de ese idiota, porque si te llega a hacer algo, entonces jodidamente se las va a tener que ver conmigo —advirtió Yoongi con determinación.

Ojalá esas palabras lo hubieran reconfortado y hecho sentir amado, pero Taehyung no pudo evitar sentir un miedo abrumador al imaginar a Yoongi enfrentándose a Jungkook. El chico tenía una reputación temible, y circulaban muchos rumores sobre él golpeando a quienes se atrevían a desafiarlo, incluso enviándolos al hospital. Algunos rumores eran tan exagerados que resultaba difícil creerlos, pero Taehyung no estaba dispuesto a subestimar ninguno.

No era una persona que juzgaba a un libro por su portada, pero la actitud de Jungkook decía mucho por sí sola. Siempre mantenía un aura amenazante que evitaba que cualquier persona hiciera el intento de acercarse a él.

Ni siquiera tenía que reflexionar sobre las palabras de Yoongi. Aunque le ofrecieran una promoción de tofu gratis por un año entero, Taehyung nunca consideraría acercarse a Jeon Jungkook. En realidad, él ya hacía un gran esfuerzo por mantenerse al margen de cualquier persona que no fuera su mejor amigo. Eso era más que suficiente para él.

—Está bien.

Luego de eso, Yoongi lo acompañó hasta su aula y, tras darle un beso en la frente, se dirigió hacia su propia clase. Taehyung dejó escapar un suspiro cargado de tristeza antes de encaminarse hacia su asiento en la parte de atrás.

Sobrevivir a las primeras clases resultó ser un gran desafío para él, especialmente cuando en la clase de historia, la profesora tuvo la idea de asignar una actividad para hacer en parejas. No le sorprendió en absoluto que todos, excepto él, encontraran un compañero. Así que como en otras ocasiones, se acercó a la señorita Kang y le explicó que realizaría la actividad por su cuenta.

La ventaja de ser el estudiante más destacado de su año era que, al menos, los profesores estaban encantados con él. Siempre aceptaban su solicitud de trabajar en solitario, excepto el profesor de educación física, que insistía en la importancia de hacer estiramientos en pareja. Taehyung aprendió a no contradecirlo, ya que hacerlo solo resultaría en que el profesor lo mandara a correr por la pista como castigo. Y si había algo que Taehyung odiara casi tanto como la tala de árboles, era hacer ejercicio.

Taehyung finalmente sintió que podía respirar de nuevo cuando llegó la hora del almuerzo y pudo reunirse con Yoongi. Estar con él era tan reconfortante que ni siquiera le importaron los comentarios sobre lo poco apetitoso que parecía su almuerzo. Nada podría empañar su alegría por estar con su persona favorita y disfrutar de una deliciosa ensalada de tofu.

Desafortunadamente, el almuerzo no duraba para siempre y llegó el momento en que Taehyung tuvo que regresar a la tortura de las clases. Afortunadamente, en ese momento tenía programada su clase de ecología, la materia que más disfrutaba. Al entrar en el aula de la señorita Hong, inmediatamente se sintió más relajado.

El aula estaba decorada con una abundante variedad de plantas que llenaban el espacio de vida y color. Las hojas verdes, las flores coloridas y el aroma fresco del ambiente natural creaban un ambiente tranquilo y apacible. Para Taehyung, este entorno era un refugio que lo ayudaba a sobrellevar las tensiones del día escolar.

El resto del día no resultó tan tortuoso como temía. Sin embargo, al final de las clases, no dudó en recoger sus cosas con rapidez y dirigirse fuera del edificio. La multitud siempre resultaba abrumadora para él, por lo que su costumbre era salir de la escuela y esperar a Yoongi cerca de la entrada, donde había menos gente.

No podía precisar cuánto tiempo había transcurrido exactamente desde que salieron de clases. Su percepción a menudo se veía distorsionada por la ansiedad, y un minuto podía sentirse como una eternidad. Sin embargo, estaba bastante seguro de que Yoongi se estaba retrasando más de lo habitual.

Sintiendo que el nerviosismo lo invadía, Taehyung llevó su mano hasta su muñeca en busca del brazalete que él y Yoongi compartían. Su corazón pareció detenerse cuando no lo encontró allí. La desesperación comenzó a crecer en él, y comenzó a buscar frenéticamente a su alrededor. Recordaba con claridad que lo llevaba puesto cuando salió por la entrada del instituto, ya que se aferró a él cuando pasó cerca de un grupo de chicos. Por lo que si se le cayó, no debería estar demasiado lejos.

Absorto en su búsqueda frenética, Taehyung ignoraba por completo su entorno. No era consciente de la figura que lo observaba a escasos pasos de distancia. La tensión y la preocupación por el brazalete perdido lo tenían totalmente absorto. Sin embargo, todo cambió en un instante cuando una voz profunda rompió el silencio a sus espaldas.

—Oye, hippie. ¿Estás buscando esto?

Taehyung alzó la mirada hacia el desconocido, y si no fuera por la vista de su brazalete siendo sostenido frente a él, habría sentido la necesidad de retroceder ante la proximidad de Jeon Jungkook. Sin embargo, el alivio que inundó sus sentidos al ver su brazalete fue lo que le dio la fuerza para moverse de su sitio y acercarse al azabache para tomarlo. Sus ojos se iluminaron con alegría en el momento en que tuvo el preciado accesorio en sus manos. Estaba tan concentrado en el brazalete que no se dio cuenta de cuán cerca estaba del otro chico.

Fue solo cuando escuchó un bufido que parecía una risa suave que finalmente elevó la mirada y quedó cara a cara con el azabache. El chico era claramente más alto que él, por lo que tuvo que levantar la cabeza ligeramente. El aire pareció atascarse en sus pulmones cuando sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo al notar la intensa mirada de Jungkook sobre él.

Taehyung debería haberle agradecido, pero se encontraba tan abrumado que era incapaz de hablar o moverse. Juraría que incluso estuvo conteniendo la respiración. La situación se volvía cada vez más extraña mientras Jungkook permanecía frente a él durante un largo rato, como si estuviera evaluándolo. Finalmente, después de un tiempo que se le hizo eterno, el chico dio un paso hacia atrás y se dirigió hacia su motocicleta, que estaba estacionada a solo unos pasos de distancia. Taehyung se dio cuenta de que, debido a su prisa por salir del instituto, ni siquiera se había percatado de que se había colocado demasiado cerca del lugar donde Jungkook solía estacionar su motocicleta.

Su mirada permaneció fija en Jungkook hasta que ya no lo pudo divisar, y posiblemente habría permanecido de pie allí durante más tiempo si no fuera por la voz de Yoongi que lo sacó de su trance.

—¡Taehyung! ¿Estás bien? ¿Te hizo algo ese imbécil? —preguntó su mejor amigo con preocupación.

Kim parpadeó un par de veces antes de regresar a la realidad y darse cuenta de que su mejor amigo estaba frente a él con una expresión de preocupación en su rostro. —Estoy bien, descuida. Él solo me ayud-...

—¡Te dije que no te acercaras a él, Taehyung! Casi me da un ataque cuando salí del instituto y te vi a lo lejos con ese imbécil demasiado cerca de ti. No sabes lo que podría hacerte, mantente lejos de él —interrumpió Yoongi, visiblemente angustiado.

Taehyung no encontró la oportunidad de contarle a Yoongi lo que realmente había ocurrido, ya que estaba demasiado enfocado en desahogar su enojo hacia Jungkook. Así que simplemente asintió en silencio mientras su mejor amigo expresaba su frustración.

Cuando al fin terminó de hablar, Taehyung dejó escapar un fuerte suspiro. 

—Tardaste —comentó finalmente, notando cómo Yoongi abría los ojos con una expresión de culpa, lo que lo desconcertó un poco al verlo encogerse de hombros.

—Lo siento, me entretuve hablando con alguien.

Taehyung estaba plenamente consciente de la popularidad de su mejor amigo. No era raro que las personas lo detuvieran en los pasillos para entablar conversaciones con él o simplemente saludarlo. Por lo tanto, decidió no insistir en el tema. En su lugar, optó por envolver su brazo con el de Yoongi y recargarse en su amigo.

—Vamos a casa.

Yoongi asintió, aferrándose a su amigo mientras comenzaban a caminar hacia la parada del autobús. El regreso a casa fue en silencio, pero eso estaba bien para Taehyung. Lo único que necesitaba en ese momento para sentirse tranquilo era simplemente estar cerca de Yoongi. Era su refugio en medio de la agitación del día.

No obstante, en ese momento, Taehyung no podía ni siquiera vislumbrar las sorpresas y desafíos que el futuro les tenía reservados. No tenía forma de anticipar los cambios que pondrían a prueba su amistad de maneras que nunca habían imaginado.

¡Sigo muy emocionada!♥ ¿Qué les pareció el primer capítulo? Para que sepan no podrán saber de que película me inspiré hasta el segundo capítulo, ahí es donde hay algunas pistas (; 

Realmente espero que les hayas gustado, volveré mañana para subir el siguiente, mientras tanto, manténganse sanos~


KimNikari♡Andi

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