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ꕥChapter 2.5: Lugar Seguro.

Estaba completamente exhausto; el día había sido abrumador en todos los sentidos. No solo había lidiado con una intensa carga emocional al socializar, sino que también sus clases habían resultado excepcionalmente pesadas. Cada tarea y cada interacción parecían haber drenado sus fuerzas, dejándolo sin energías. Agradecía que al menos su última clase hubiera terminado antes. Todo lo que deseaba en ese momento era recuperar sus energías en los brazos reconfortantes de su novio, donde sentía que podía dejar atrás el peso del día.

Se despidió de sus compañeros y salió del aula. Decidió no avisarle a Jungkook que había salido antes, ya que, siempre era quien venía a recogerlo, y esta vez quería sorprenderlo siendo él quien fuera a buscarlo. Mientras caminaba hacia la facultad de sistemas, intentó calmar la inquietud en su corazón. No quería que su novio percibiera su nerviosismo y se preocupara innecesariamente.

Pensó en él, porque hacerlo siempre era una forma eficaz de sobrellevar esos momentos en los que se sentía demasiado abrumado. Poco a poco, la carga del día comenzó a aligerarse en su interior, dejando solamente una sensación de calma. Al llegar a la facultad de su novio, lo divisó rápidamente a lo lejos, sentado en una mesa rodeado de sus amigos. Jungkook se veía tan feliz que Taehyung se quedó paralizado, incapaz de seguir avanzando.

Mientras lo observaba, no pudo evitar notar cómo su novio había cambiado desde que lo conoció. Era obvio; todas las personas están en un constante proceso de transformación, y Jungkook no era una excepción. Sin embargo, por alguna razón, Taehyung sentía que él era el único que no había cambiado realmente, lo cual le causaba un profundo pesar en el corazón, una sensación de estancamiento que contrastaba dolorosamente con la evidente transformación de su novio.

De repente, la mirada del mayor se cruzó con la suya, y una enorme sonrisa iluminó su rostro. Jungkook se acercó rápidamente, la emoción palpable en cada paso que daba. Taehyung sintió su corazón latir desbocado, como si sus inquietudes volvieran a arremeter con más fuerza en su interior. Cuando su novio finalmente llegó a su lado y lo envolvió en un cálido abrazo, Taehyung no encontró la paz que usualmente sentía en ellos. Al contrario, sus pensamientos parecían intensificarse, sumiéndolo en un torbellino de emociones contradictorias. Las dudas y ansiedades se apoderaron de él, ahogándolo en un mar de incertidumbre.

—Saliste antes, ¿has venido por mí? —preguntó Jungkook, separándose ligeramente con una sonrisa en los labios.

—En realidad, no. Vine a decirte que tengo un trabajo en equipo y no podré volver a casa contigo. Preferí decírtelo en persona en lugar de enviar un mensaje, porque quería verte.

La mentira se sintió muy mal, especialmente al ver el desánimo reflejado en la expresión de su novio.

—¿Vas a demorar mucho? Puedo esperarte...

—No es necesario —interrumpió Taehyung de inmediato—. No sé cuánto tiempo me vaya a llevar, así que no quiero hacerte esperar. Puedo regresar por mi cuenta, no te preocupes. Te avisaré cuando esté en casa —declaró con suavidad, esforzándose al máximo para que la sonrisa que esbozó en ese momento no pareciera forzada.

Jungkook permaneció en silencio, observándolo con atención durante un largo momento. Sus ojos recorrieron cada detalle de su rostro antes de soltar un profundo y resonante suspiro.

—Está bien, ten cuidado, ¿sí? Mañana paso temprano a recogerte.

—De acuerdo —asintió el castaño, recibiendo el beso y el abrazo que se le dio. Sintió una punzada de pesar en el pecho, pero se esforzó por mantener la sonrisa en su rostro.

—Te amo, hippie.

—Lo sé, también te amo.

Después de despedirse, Taehyung se giró y se alejó. A medida que caminaba, la sonrisa en su rostro desapareció y sintió cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, con una intensa necesidad de llorar. Sin embargo, se contuvo; no podía permitirse desmoronarse ahí mismo, necesitaba ser fuerte. Le dolía que Jungkook no hubiera notado la falsedad de su sonrisa, a pesar que esperaba que no lo hiciera. Últimamente, sus inseguridades parecían crecer más allá de su control, y aunque sabía que pedir ayuda sería lo mejor, se sentía incapaz de hacerlo.

No es que no confiara en Jungkook, sino que sus propias inseguridades le impedían decir la verdad, temiendo decepcionar a quienes confiaban en él. No se sentía listo para ver la expresión de decepción en el rostro de su novio. Simplemente necesitaba tiempo para resolver las cosas por sí mismo, para demostrar que podía llegar a ser lo que esperaban de él.

El camino de regreso a casa se sintió solitario; estaba acostumbrado a volver con Jungkook, por lo que el trayecto en el autobús se sentía extrañamente vacío sin su compañía. Todo el camino sintió el peso del día hacerse más insoportable, y sus pensamientos negativos no hacían más que intensificarse. Anhelaba llegar pronto a casa, entrar en la seguridad de su habitación para finalmente liberarse de todo lo que lo agobiaba.

Cuando bajó del transporte, Taehyung caminó rápidamente hacia su hogar. Al entrar, su madre lo recibió sorprendida al verlo llegar tan temprano. Él le explicó que tenía muchos deberes que hacer, así que se encerraría en su habitación y le pidió de favor que no lo molestaran. No le dio tiempo a su madre de responder porque pronto se dio la vuelta y se apresuró hacia su habitación.

A medida que se acercaba, Taehyung sentía su respiración descontrolada y las lágrimas al borde de caer. Al entrar en su habitación y cerrar la puerta tras de sí, sintió cómo su pecho subía y bajaba con fuerza. Y justo cuando estaba al borde del quiebre, una voz lo sobresaltó.

—Volviste antes —escuchó decir a su mejor amigo. Dirigió la mirada hacia su cama, donde Yoongi parecía estar despertando de una siesta.

Un tenso silencio colmó la habitación mientras ambos se miraban fijamente. Yoongi frunció el ceño al ver el estado de Taehyung y, tras un instante que pareció una eternidad, extendió la mano hacia él.

Taehyung no dudó ni un segundo en acercarse y tomarla. Se acostó junto a su mejor amigo, acurrucándose en su pecho mientras él lo envolvía con sus brazos.

—¿Quieres hablar de ello? —cuestionó Yoongi y él negó de inmediato—. Está bien, no voy a presionarte. Pero sabes que estaré aquí cuando estés listo para hablar. Por ahora, solo déjalo salir. Estás cargando demasiado tú solo.

Las palabras de su mejor amigo, junto con las caricias que sentía en su espalda fueron suficientes para que sus lágrimas finalmente se desbordaran. Así, en el silencio de su habitación, se permitió romperse con la persona que se encargaría de sostener cada uno de sus pedazos y los cuidaría con mucho amor hasta que se sintiera listo para volver a ser arreglado.

Yoongi siempre había sido así, cuando había algo que le abrumara demasiado, le daría su espacio hasta que se sintiera listo para compartirlo con él. Se aseguraría de estar a su lado y recordarle que aun sin decirle nada, siempre le ayudaría a sostener sus cargas.

Se mantuvieron de esa manera por un buen rato, no saben realmente cuánto tiempo pasó pero seguramente fue mucho ya que el sol ya empezaba a ocultarse. Cuando Taehyung dejó de temblar y los sollozos cesaron, Yoongi finalmente habló.

—¿Tuviste un día pesado? —cuestionó, recibiendo un asentimiento de parte del castaño—. Yo también he tenido días difíciles.

—¿Por las clases?

—Ojalá fuera eso —respondió Yoongi, su voz resonando con evidente frustración—. En realidad, estoy emocionalmente agotado. Desde que me encontré con Jimin en la universidad, no ha parado de insistir en acercarse a mí.

Escuchar eso pareció llamar la atención de Taehyung, quien rápidamente se enderezó para observar a su mejor amigo a los ojos. Yoongi hizo lo mismo, moviendo el brazo en el que el castaño había estado recostado y haciendo muecas, probablemente debido al entumecimiento.

—¿Jimin está en la misma universidad que tú? —preguntó con interés, cerrando los ojos un momento mientras Yoongi limpiaba suavemente la humedad de sus mejillas con la manga de su sudadera.

—Por desgracia, sí.

—Oh, no me habías contado de eso.

—Estaba intentando fingir que no estaba pasando, pero parece que no me lo va a permitir —Yoongi volvió a bufar con frustración, algo que hizo a Taehyung sonreír.

—Cuéntame —pidió el castaño, con los ojos brillando de emoción. Aunque Yoongi realmente no deseaba hablar del tema, lo haría solo porque eso había logrado que su mejor amigo dejara de lado su pesar y tristeza. Sabía que, por naturaleza, era muy curioso.

—Me encontré con él los primeros días de clases. En cuanto lo vi, lo ignoré como de costumbre y pensé que él haría lo mismo. Sin embargo, empecé a verlo más seguido por mi facultad, lo cual me pareció extraño porque, si no mal recuerdo, alguna vez mencionó que estudiaría danza contemporánea.

—Tienes razón, es muy sospechoso —concedió el castaño, haciendo que su amigo asintiera en acuerdo.

—Entonces un día, mientras esperaba el bus para volver a tu casa a dormir, me interceptó en la parada y me preguntó si podíamos hablar.

—¿Y qué le dijiste?

—Que no, obvio. Le respondí que estaba cansado y cuando llegó el autobús me subí y me fui.

Escuchar eso hizo reír a Taehyung, pues conocía muy bien a su mejor amigo y sabía que realmente podría hacer algo así. No es que fuera una persona grosera, pero después de lo que tuvieron que pasar en el instituto por culpa del rubio, todavía se sentía resentido.

—Pero él no se rindió y siguió insistiendo e insistiendo hasta que no me quedó más opción que escucharlo. De todas las cosas que esperaba escuchar de él, sin duda no esperaba una disculpa por lo que hizo. Fue tan sorprendente que no pude evitar reírme. Pero definitivamente dejó de ser divertido cuando después me pidió una oportunidad para solucionar las cosas entre nosotros.

Los ojos de Taehyung se abrieron con sorpresa. Si bien había imaginado que Jimin también deseaba disculparse con Yoongi, al igual que lo hizo con él, nunca esperó que también le pidiera otra oportunidad. Aquel día en el parque, el rubio se había mostrado profundamente arrepentido por las acciones que llevaron a la pérdida de Yoongi. Aun así, no esperaba que estuviera buscando la manera de enmendar sus errores para estar nuevamente con él. Aunque, pensándolo bien, tal vez no debería sorprenderle demasiado, considerando que el Park Jimin que recordaba ya no existía.

—También hablé con él hace algunos días —mencionó Taehyung, captando la mirada confundida de su amigo—. Se disculpó conmigo y recuerdo que mencionó algo respecto a que estaba arrepentido por haberte perdido. Honestamente, no me esperaba que quisiera intentar recuperarte.

—Tampoco yo —murmuró con frustración, dejándose caer en la cama y cubriéndose los ojos con su brazo.

El silencio se cernió entre ambos por un gran rato, lo que hizo que Yoongi quitara su brazo para observar a Taehyung quien ya le miraba de vuelta. Soltó un suspiro pesado antes de colocar sus ojos en blanco.

—Solo pregunta —dijo, haciendo que la mirada del castaño brillara con emoción.

—Tengo curiosidad porque nunca hablamos de esto, pero... ¿realmente te enamoraste de él?

Yoongi se mantuvo inexpresivo mientras reflexionaba por un momento su respuesta.

—En ese entonces no estaba del todo seguro. De cierta manera, vi en él una escapatoria de mis sentimientos.

Taehyung frunció el ceño confundido, no comprendiendo lo que su mejor amigo quiso decir con eso.

—¿A qué te refieres? —cuestionó con interés, obteniendo una leve sonrisa de parte del otro.

—A nada —respondió con suavidad, luego siguió hablando rápidamente para evitar que Taehyung insistiera por una respuesta—. Pero ahora que lo pienso, creo que sí. Me enamoré de él.

Escuchar a su mejor amigo aceptar sus sentimientos fue algo que nunca imaginó presenciar. Antes, porque no era algo que hubiera deseado escuchar de él dada la situación respecto a lo que sentía, y ahora, porque después de lo ocurrido con Jimin, no lo había visto interesado en involucrarse emocionalmente con alguien más. Taehyung había pensado durante mucho tiempo que tal vez lo que había sentido por Jimin en aquel entonces fue tan intenso que, para evitar sufrir de nuevo, había optado por cerrar su corazón.

Ahora, sabía que quizás no estaba tan equivocado como creía.

Taehyung apenas sabía algo sobre Jimin, pues en aquel entonces habría hecho cualquier cosa para evitar escuchar a su mejor amigo hablar sobre él. La poca información que tenía provenía de lo que Jungkook le había contado. Según su novio, el rubio en realidad era una persona sumamente agradable cuando lo conoció, y gracias a su apoyo, había logrado sobrellevar numerosas situaciones difíciles, lo cual finalmente lo llevó a enamorarse de él.

Sin embargo, Jimin arrastraba traumas e inseguridades complejas que lo llevaron a transformarse en todo lo opuesto a lo que solía ser. Pero si Yoongi le había abierto su corazón y le había dado un espacio en su vida, eso implicaba que Jimin probablemente se había mostrado genuinamente auténtico. No encontraba otra explicación, porque sabía que su mejor amigo no solía apreciar a las personas superficiales.

—Él parece realmente querer hacer las cosas bien, quizás se merezca una oportunidad. Las personas pueden cambiar.

—No dudo que las personas cambien, pero por ahora, solo quiero quedarme así —respondió Yoongi con un tono de voz que le hizo comprender a Taehyung que no deseaba escuchar nada más del tema. Así que simplemente le sonrió, y se acostó nuevamente a su lado dejando que aquellos brazos le rodearan.

Aunque hubiera deseado expresar algo más, no hubiera sido capaz de hacerlo, pues estaba totalmente de acuerdo con los sentimientos de Yoongi. Porque a pesar de que a Taehyung le pesaba en el corazón tener que depender de otros, por un instante anhelaba quedarse así, en los brazos de su mejor amigo, que siempre serían su lugar seguro.

El resto de la noche transcurrió con menos peso en su interior; intentó dejar de lado sus preocupaciones mientras se concentraba en disfrutar de la compañía de su familia durante la cena. Después de terminar, ayudó a recoger la mesa y lavar los platos, al concluir se despidió de su mejor amigo y finalmente regresó a su habitación para descansar.

Revisó su celular, encontrándose con varios mensajes de parte de su novio. Su preocupación le hizo sonreír con ternura, sintiéndose profundamente amado. Respondió a ellos y le avisó que ya estaba en casa. Tener que mentirle todavía le generaba una inquietud en su interior, pero trató de apartar esos pensamientos. Ahora que se sentía más tranquilo, decidió aprovechar el momento para reflexionar con mayor claridad sobre lo que debía hacer.

Sin embargo, en ese momento una llamada entrante captó su atención y sus ojos brillaron inmediatamente de emoción al ver el contacto de su novio en la pantalla.

—Hola, amor —susurró Taehyung con dulzura al responder la llamada, colocando el teléfono en altavoz antes de recostarse en la cama con el dispositivo sobre su pecho.

Ah, necesitaba escuchar tu voz. Siento que ha pasado siglos desde la última vez que lo hice —respondió Jungkook con un toque de dramatismo, sacándole una sonrisa al castaño.

—Tan dramático como siempre —El menor puso los ojos en blanco, soltando una leve risa.

—¿Todo bien? ¿No tuviste problemas para volver?

—Estoy bien, descuida.

—¿Yoongi ya se fue?

—Ya, luego de cenar. Ahora estoy en mi cama descansando un rato, quiero repasar unos temas antes de ir a dormir —explicó con suavidad, cerrando los ojos por un momento porque de esa manera podía imaginar que Jungkook estaba a su lado.

—Mi hippie tan aplicado como siempre. Me encanta eso de ti —El mayor confesó con honestidad, consiguiendo que las mejillas del contrario se ruborizaran.

Taehyung sintió un gran alivio llenar su pecho al hablar con su novio con normalidad, lo cual le proporcionó una sensación de paz. Después de desahogarse un poco con Yoongi, ahora se sentía más tranquilo, permitiéndole dejar de lado sus inquietudes mientras se concentraba en la voz reconfortante de Jungkook.

—¿Tú estás bien? ¿Cenaste?

—Lo hice, descuida. Mingyu y Eunwoo vinieron y trajeron pizza. Se fueron hace un rato porque mañana hay clases y somos personas aplicadas —dijo con un tono divertido que hizo sonreír a Taehyung—. Aun así, no creo estar muy bien.

Escuchar eso hizo que Taehyung se preocupara por él.

—¿Qué ocurre? ¿Te pasa algo? —preguntó con preocupación, esperando la respuesta de su novio, que tardó un poco en llegar.

—Resulta que me di cuenta que no seré capaz de dormir, sin un beso de mi hippie.

Taehyung parpadeó incrédulo mientras procesaba las palabras de Jungkook, su ceño frunciéndose de inmediato porque su preocupación había sido genuina, y su novio solo estaba bromeando.

—¡Tonto, estaba preocupado de verdad!

—Es algo por lo que deberías preocuparte, y sobretodo hacerte cargo.

Una leve risa escapó de los labios del menor mientras negaba con resignación, sacudiendo ligeramente la cabeza.

—Imposible, estás muy lejos.

—¿Es así? Bueno, podría trepar hasta tu ventana, pero si rompo alguna rama de tu árbol, seguro te enojarías mucho conmigo. Así que será mejor que bajes a abrirme la puerta.

Los ojos de Taehyung se abrieron de golpe, inmediatamente se incorporó de su cama y fue hasta su ventana para observar la entrada de su casa. Una amplia sonrisa iluminó su rostro cuando sus ojos se encontraron con los de su novio que ya le miraban de regreso.

Taehyung no pronunció nada más, simplemente salió rápidamente de su habitación y bajó hasta la entrada de su casa. En cuanto la abrió, Jungkook ya le esperaba con los brazos extendidos y él no dudó en ir hacia él para abrazarlo. No pudo decir nada pues antes de siquiera intentarlo, el azabache ya lo estaba besando con gran intensidad.

Sintió la suavidad de los labios de Jungkook contra los suyos, cada caricia llenando el vacío que se había formado en su pecho. Cerró los ojos y se dejó llevar, sus manos aferrándose al pecho de su novio como si temiera que al soltarlo, no fuera real. La lengua de Jungkook se abrió paso con suavidad, explorando y encontrando respuesta en la suya propia. Sus respiraciones se entrelazaron, el tiempo parecía detenerse alrededor de ellos, haciendo que todo lo demás desapareciera.

Finalmente, se separaron apenas unos centímetros, sus frentes juntas, ambos jadeantes y con los corazones desbocados. Taehyung abrió los ojos y encontró en los de Jungkook la misma intensidad que sentía en su propio interior.

—Tienes que dejar de aparecer así de la nada —pronunció Taehyung con una risa ligera, fundiéndose nuevamente entre los brazos de su novio.

—Te encanta que lo haga. Además, realmente necesitaba un beso tuyo o podría morir.

—Realmente eres un exagerado.

—Pero soy el exagerado que amas, ¿no es así?

—Por supuesto —respondió con una sonrisa, separándose ligeramente para observar a su novio a los ojos—. Tonto, sé que lo planeaste todo. Ya es tarde, no te dejaré conducir de regreso, ¿te quedas a dormir?

—Claro, hablaré con tus padres, vamos.

Taehyung asintió y de la mano de Jungkook ingresaron a su hogar. En ese momento, el castaño se dio cuenta de que no importaba cuán grandes fueran sus inseguridades, ni cuántas dudas y miedos acosaran su corazón. Jamás serían más grandes que el amor que sentía por su novio, un amor que había crecido y se había fortalecido con el tiempo, superando cada obstáculo y desafío que la vida les había puesto en el camino. Recordándole constantemente, que aquí a su lado, era donde pertenecía.

Vine tempranito esta vez, holaaaa. Amo mucho la amistad de Yoongi y Tae, son tan bellos.🥹💕 ¿Creen que habrá reconciliación del Yoonmin? fu fu fu ya veremos.😏

El siguiente capítulo ya se viene un poco de drama, pero no se preocupen. Todo es necesario para que Taehyung finalmente pueda dejar sus inseguridades atrás. Por cierto, mañana no podré traerles actualización, una disculpa :c así que será hasta el lunes, así nos da tiempo para prepararnos para lo que viene.

Cuídense mucho, tomen agüita y porfi no olviden estar haciendo stream a la canción de Mimi. Es una obra de arte sin duda.✨🫶🏻

Bien, nos vemos. Hasta entonces, manténganse sanos.🌷

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