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ꕥChapter 2.3: El peso del cambio.

Creer que el tiempo solucionaría todo había sido su mayor error. Especialmente, si lo único que había hecho era soportar la situación y esperar un cambio, sin intentar provocar que sucediera. Para Taehyung, adaptarse a los cambios siempre había sido una tarea sumamente complicada. No obstante, nunca había enfrentado una situación como esta, donde la sensación de estar constantemente abrumado se convertía en su compañera diaria, llenándolo de ansiedad e incertidumbre.

Aparentemente, su vida estaba en orden. Amaba su carrera y tenía una buena relación con algunos de sus compañeros de clase, especialmente con Wooshik, quien siempre estaba a su lado. Además, su relación con Jungkook iba de maravilla. Sin embargo, las apariencias podían ser engañosas, porque aunque amaba su carrera, el problema residía en todo lo demás.

A pesar de llevarse bien con algunos compañeros, Taehyung aún se sentía muy ajeno a todo. Parecía ser un mero espectador de lo que ocurría a su alrededor, físicamente presente pero mentalmente distante, rogándole en silencio a la madre naturaleza que todo termine. Su relación con Wooshik no era muy diferente; aunque se sentía más cómodo con él, después de todo este tiempo juntos conviviendo, Taehyung aún no percibía que un vínculo genuino se estuviera forjando entre ellos. Reconocía que no era culpa de Wooshik ni falta de afinidad; eran sus propias inseguridades las que dominaban su comportamiento y sus pensamientos. Y aunque estas situaciones fueran de su constante preocupación, una en particular le pesaba en el pecho más que ninguna otra.

Jungkook.

Realmente creía que, después de todos estos años juntos, conocía muy bien a su novio. Descubrir que había aspectos de su vida que le eran desconocidos fue un duro golpe. Aunque se tratara de cuestiones insignificantes para otros, para Taehyung significaban mucho, pues le generaban un profundo pesar en su interior.

El fin de semana había llegado, y todo lo que deseaba era poder olvidarse por un momento de ese constante tormento que lo acompañaba a diario. Por eso había planeado algo especial para él y su novio, con la esperanza de convencerse de que Jungkook seguía siendo la misma persona de la que se había enamorado. Tal vez estaba exagerando un poco, y se sentía terrible por ello, especialmente porque Jungkook se esforzaba continuamente en demostrarle cuánto lo amaba.

—¿Ya me dirás que hacemos aquí? Si es otro engaño para hacer una manifestación, te juro que esta vez sí voy a morderte una nalga —advirtió el azabache, frunciendo el ceño ligeramente.

Taehyung observó a su novio, asegurándose que aún mantuviera los ojos cerrados. Una ligera sonrisa curvó sus labios, la expresión de Jungkook era sumamente adorable.

—Ya casi termino, espera. Esta vez no se trata de una mentira —respondió con una leve risa, recordando aquella ocasión en la que engañó a Jungkook para que fueran a manifestar a una fábrica—. Bien, ya puedes abrir los ojos.

El azabache obedeció, y sus ojos se abrieron, llenándose de asombro al ver lo que tenía delante suyo. Inmediatamente dirigió la mirada hacia su novio, quien jugaba nerviosamente con sus manos mientras un hermoso sonrojo teñía sus mejillas.

—¿Qué es todo esto? —preguntó fascinado, acercándose al castaño y envolviéndolo entre sus brazos, sin apartar la mirada de él ni un instante.

—Quería que tuviéramos una cita, ¿te gusta?

Taehyung sentía cómo su corazón latía con fuerza, nervioso de que a su novio no le gustara lo que había preparado para él. Aunque sabía que era improbable, ya que Jungkook siempre mostraba entusiasmo por cada cosa que hacía, incluso por el simple hecho de verlo respirar. Los últimos días habían sido emocionalmente complicados para él, por eso había decidido organizar un picnic para que pudieran disfrutar de un tiempo agradable juntos. Porque sentía que encontraba paz cuando estaba así, entre los brazos de aquel que le amaba de manera incondicional.

—Me encanta todo lo que venga de ti —declaró Jungkook muy seguro, inclinándose para besar los labios de su novio—. ¿Lo preparaste tú?

—Sí, aunque todos son postres veganos —dijo sin querer, arrepintiéndose cuando vio la expresión de su novio llenándose de confusión—. Quiero decir, no preparé ningún plato principal, así que podríamos ir a cenar después —añadió rápidamente, tratando de corregir su error.

—Luego nos preocupamos por eso, por ahora quiero disfrutar de lo que has planeado para nosotros. Ah, bebé, no tenías por qué molestarte, eres un encanto —expresó con tanta fascinación que llenó el pecho de Taehyung de paz.

—Está bien, no es nada. Solo quería hacer algo lindo para ambos.

Taehyung tomó la mano de su novio y lo llevó hacia la manta que había extendido sobre el césped, rodeada de todos los aperitivos que había preparado. Sobre la manta, una deliciosa variedad de postres los esperaba: tartaletas de frutas frescas, galletas de avena, patbingsu con leche de almendra, hotteok relleno de nueces y miel vegana, y tteok de arroz dulce con pasta de frijol rojo. Cerca, unos pequeños lienzos con pinturas y pinceles aguardaban para ser usados. El sol brillaba suavemente y una brisa fresca movía ligeramente las hojas de los árboles. El clima agradable y la tranquilidad del parque creaban el escenario perfecto para una tarde especial juntos.

—Bebé, todo se ve delicioso. ¿Puedo probar? —preguntó el mayor emocionado, admirando lo apetitoso que lucía todo. Además, el gesto de Taehyung al tomarse el tiempo para preparar esto para ambos hacía latir su corazón con fuerza.

—Por supuesto, es todo para ti —respondió con alegría. No había nada que le gustara más que ver a Jungkook disfrutar de los postres que preparaba para él—. También hice jugo de uva con arándanos, sé que es tu favorito.

Los ojos del azabache brillaron emocionados mientras aceptaba la botella de jugo.

—Gracias, bebé.

—¿Puedo preguntarte algo? —inquirió de repente Taehyung, captando la atención de su novio, quien asintió ligeramente, un tanto intrigado por la seriedad en su mirada—. Es algo que he estado pensando, por simple curiosidad. Pero, ¿no te molesta tener que consumir solamente comida vegana cuando estás conmigo? Después de tanto tiempo juntos, se me hizo algo muy natural, pero quería saber tu opinión.

Jungkook pareció confundido al escuchar tal pregunta. Sin embargo, después de reflexionar un momento; no su respuesta, sino la curiosidad de su novio, finalmente respondió.

—No me molesta en absoluto, es algo a lo que estoy acostumbrado. Incluso antes de conocernos, solía consumir más comida vegana porque Hobi cocinaba para mí. Así que no me resulta incómodo en lo más mínimo. Porque aunque no me considero una persona vegana, prefiero la comida saludable sobre la que no lo es, como dices tú y Hobi —explicó con una sonrisa, que logró calmar la inquietud que Taehyung sentía carcomer su interior—. ¿Por qué lo preguntas?

—No, por nada en particular, solo que como mencioné, con el tiempo se hizo muy natural para mí, pero tal vez olvidé que tú no eres vegano.

—Ya, está bien. No te preocupes, me encanta la comida vegana, especialmente la que preparas para mí. ¡Joder, estas galletas saben a gloria! Anda, come conmigo —pidió Jungkook con una sonrisa, a la que Taehyung respondió de inmediato con la suya.

Pasaron la tarde entre charlas y risas, saboreando los postres que Taehyung había preparado con tanto amor y esmero. En esos momentos se sentía un poco tonto, pues sabía que, aunque hubiera aspectos de la vida de su novio que desconocía, su amor por él era inquebrantable. Era un sentimiento tan intenso que Taehyung podía tener la certeza de ello. Por eso, decidió dejar de lado sus inquietudes y confiar en que encontraría la manera de adaptarse a los cambios que se presentaran en su vida.

—¿Y qué haremos con estos? —preguntó Jungkook, contemplando el lienzo frente a él mientras tomaba un pincel y buscaba entre las pinturas que Taehyung había traído en una pequeña canasta los colores más oscuros.

—Dibujar puede ser muy relajante, así que pensé que podríamos intentarlo.

—De acuerdo, ¿y qué deberíamos dibujar?

—Lo que quieras, pero ten en cuenta que el cuadro que hagas será para mí, y el mío te lo daré a ti.

A Jungkook pareció gustarle la idea, asintió mientras devolvía las pinturas que había tomado antes y optaba por tomar colores más brillantes, lo que inexplicablemente llenó de emoción el corazón de Taehyung.

Observó a su novio, quien parecía tener ya una idea clara de lo que quería dibujar. Verlo tan concentrado dibujó una sonrisa en el rostro de Taehyung. Luego dirigió su mirada hacia su propio lienzo en blanco, reflexionando sobre qué podría dibujar que le gustara a Jungkook. Aunque no se consideraba especialmente talentoso en el arte, deseaba crear algo mínimamente decente que pudiera alegrar a su novio.

Después de reflexionarlo, una idea le llegó de repente, así que agarró su pincel y comenzó a dibujar con entusiasmo. La actividad resultó ser sumamente placentera; incluso disfrutó las veces que Jungkook intentó echar un vistazo a su trabajo, pero logró ocultar su dibujo con éxito. Mantuvieron un cómodo silencio entre ellos, concentrados por completo en sus obras. El único sonido que rompía el tranquilo ambiente era el susurro de las hojas movidas por el viento y las risas distantes de unos niños jugando en el parque.

Después de un rato, finalmente terminaron sus dibujos, ambos manteniéndolos ocultos del otro mientras el ambiente se cargaba de una emoción palpable.

—Tú primero —dijo Taehyung de inmediato, lo que hizo a Jungkook asentir con una amplia sonrisa. Y sin hacer esperar más a su novio, giró su pintura para mostrársela.

Los ojos de Taehyung se abrieron ampliamente mientras recorría con admiración los trazos de colores brillantes. En el lienzo, se desplegaba un corazón compuesto por una gran variedad de flores, cada pincelada era como un pétalo que se desplegaba en un arcoíris de tonalidades. Aunque la destreza técnica de Jungkook en el dibujo era modesta, la determinación y el amor que había volcado en cada detalle del cuadro irradiaban belleza. Cada flor era única, desde los delicados tonos pastel hasta los vibrantes colores, creando una composición que resonaba con la diversidad de la naturaleza. A medida que sus ojos recorrían el lienzo, Taehyung podía sentir cómo el corazón que su novio había pintado latía con vida propia, palpando en cada pincelada el latir de su propio corazón.

—Siempre he pensando que tu corazón es algo como esto. Tan puro, brillante y lleno de mucha vida. Porque el amor que me das, se siente de esta manera.

Las palabras de Jungkook resonaron profundamente en su corazón, llenándolo de una inmensa felicidad. Con una gran sonrisa, Taehyung se acercó a su novio, gateando hasta él para besarlo y refugiarse entre sus brazos. El amor que Jungkook le hacía sentir era tan inmenso, que no podría expresarlo con palabras.

—No pierdes ni una sola oportunidad para ser un encanto, ¿verdad? —susurró Taehyung con suavidad, alejándose ligeramente para poder mirarlo directamente a los ojos, mientras los suyos brillaban con lágrimas de felicidad.

—Jamás perdería la oportunidad de demostrarte cuánto te amo —afirmó Jungkook con ternura, inclinándose para dejar un beso en cada uno de los ojitos del menor. Cuando se separó, le regaló una cálida sonrisa—. Es tu turno.

Taehyung asintió y regresó hasta su cuadro para tomarlo. Le dedicó una mirada a su novio, quien parecía ansioso. A pesar del nerviosismo, finalmente reveló su obra. Los ojos de Jungkook se abrieron sorprendidos, aunque había una expresión de confusión evidenciada por un ceño fruncido. Taehyung rio divertido al ver a su novio intentando descifrar la pintura.

—No soy bueno dibujando, por eso opté por llenar el lienzo con muchas figuras abstractas y con algunas estrellas de colores. Siempre he pensado que no existen palabras que puedan expresar todo lo que siento por ti. Así que quise capturar esa sensación, aunque quizás no sea la representación más precisa. Sin embargo, amarte es así para mí: brillante, rebosante de colores y vida, un torbellino de emociones que colma mi corazón de felicidad. Estar a tu lado se siente de esta manera, me haces sentir plenamente vivo.

No hicieron falta palabras; todo lo que deseaban comunicar se transmitió tácitamente a través de sus miradas. Ambos eran capaces de comprender el profundo amor que el otro sentía, porque aunque no pudieran expresarlo en su totalidad, podían sentirlo a través de las sensaciones que llenaban sus corazones.

Jungkook se acercó a su novio, tomándolo suavemente por las mejillas antes de besarle con intensidad, deseando expresar así lo agradecido que se sentía por tenerlo en su vida.

—Te amo, es precioso. Tú eres precioso —dijo con tanto amor que hizo sonreír al otro con la misma intensidad.

—También te amo, más de lo que imaginas, más de lo que puedo expresar con palabras, y muchísimo más de lo que puedo demostrar con mis acciones.

En ese instante, el mundo a su alrededor se desvaneció, como si el tiempo se detuviera exclusivamente para ellos dos. Cada palabra pronunciada estaba impregnada de un amor tan puro y sincero que parecía palpitar en el aire, creando un lazo que superaba cualquier obstáculo. Era como si el universo mismo se inclinara ante la magnitud de su conexión, reconociendo la grandeza de un amor que desafiaba todas las expectativas y limitaciones.

Después de recoger sus cosas, decidieron aprovechar el clima agradable dando un tranquilo paseo por el parque. La suave brisa acariciaba sus rostros mientras el sol dorado pintaba destellos de luz entre las hojas de los árboles. El ambiente estaba impregnado de una atmósfera serena y apacible, perfecta para prolongar su tiempo juntos.

—¿Y qué tal todo en clases? —Jungkook preguntó de repente, ocasionando que el castaño se tensara ligeramente ante la pregunta pero logrando disimularlo.

Taehyung entendía que su novio solo deseaba involucrarse en su vida, y estar al tanto de todo lo que le ocurría. A pesar de ello, en ese momento, hubiera preferido no tocar ese tema. Sin embargo, no quería que su novio se sintiera excluido. Por eso, tomó un momento para pensar y encontrar la mejor manera de responder.

—Todo está bien. He tenido la oportunidad de convivir con más chicos de mi clase, aunque aún estamos en el proceso de conocernos mejor.

En realidad, no estaba mintiendo. Taehyung solo omitía la parte en la que se sentía incómodo y, a pesar de sus esfuerzos, no lograba encajar. Sin embargo, decidió guardar eso para sí mismo, porque no quería que la mirada de Jungkook, llena de ternura, se transformara en una de preocupación.

—Estoy muy orgulloso de ti, Tae. Te dije que lo conseguirías, ya verás que solo es cuestión de tiempo.

Taehyung también llegó a pensar que eso era lo que necesitaba. ¿No es eso lo que suelen decir cuando uno atraviesa una situación complicada? Que solo es cuestión de tiempo. Sin embargo, el tiempo seguía avanzando y lo único que sentía que cambiaba era su ansiedad, que no dejaba de ir en aumento.

En ese instante, una voz que lo llamaba captó su atención, y por un breve momento sintió un destello de gratitud por la interrupción. Sin embargo, ese alivio se desvaneció rápidamente al reconocer quién era la persona que lo llamaba.

—¿Qué quieres, Park? —fue Jungkook quién inquirió con severidad, su expresión suave siendo reemplazada con rapidez por una mirada cargada de seriedad.

—Sé que quizás no lo merezca, pero me gustaría hablar con Taehyung —respondió Jimin con timidez, un gran contraste con respecto a la imagen que Taehyung guardaba del rubio, lo cual le sorprendió profundamente. Aunque no sabía si el hecho de que quisiera hablar con él era aún más sorprendente.

—¿Conmigo? —replicó Taehyung, visiblemente confundido, parpadeando un par de veces al ver al otro asentir.

Jungkook lucía visiblemente enojado, algo que se reflejaba tanto en su expresión como en su lenguaje corporal. Sin embargo, por muy molesto que estuviera, Taehyung sabía que nunca tomaría decisiones por él. Así que, cuando sus miradas se cruzaron, comprendió que su novio le estaba preguntando, a través de ese gesto, qué es lo que deseaba hacer.

—Está bien, Kook. ¿Puedes esperar un momento? —pidió suavemente, acariciando el brazo de su novio para transmitirle que todo estaría bien.

—Estaré cerca —aceptó, asintiendo hacia él antes de inclinarse a besarle la frente. Luego, su mirada severa fue hacia el rubio, en una clara advertencia que el otro fue capaz de comprender, por lo que solamente se encogió de hombros.

—Sentémonos allí —indicó Taehyung, señalando una banca cercana a ellos. Sin esperar respuesta, comenzó a caminar hacia ella, siendo seguido por el rubio.

La tensión en el ambiente era palpable, especialmente por la actitud de Jimin que resultaba confusa para Taehyung. Desde los problemas que tuvieron en el baile, Park no había intentado acercarse a él en absoluto. Quería creer que se debía a la presencia intimidante de Jungkook, e incluso de Yoongi cuando estaban juntos. Sin embargo, ni siquiera después de que su novio se graduara, el rubio se había acercado a él, y un año después de eso, cuando Jimin también se graduó, desapareció por completo de su vida y no volvió a saber de él.

Hasta ahora.

—¿Y bien? —inquirió el castaño con curiosidad y reflejando mucha confianza. No solo porque sabía que Jungkook estaba cerca, ni porque Jimin parecía más dócil. Taehyung había aprendido que no tenía por qué temer, ahora que tenía la capacidad de defenderse por sí mismo.

—Yo... quería disculparme contigo.

En primer instancia, Taehyung había creído no haber escuchado correctamente. Sin embargo, la expresión en el rostro del rubio confirmó que en efecto, lo había hecho.

—¿Q-qué?

—Sé que puede parecer repentino, y lamento haber interrumpido tu tiempo con Jungkook. Te vi desde lejos y sentí que si no hablaba contigo ahora, quizás no tendría otra oportunidad como esta —explicó un tanto apenado—. He querido disculparme desde hace tiempo por la persona que fui en el instituto. No voy a justificarme; soy consciente de que fui un completo imbécil y lo siento mucho. Entiendo que esta disculpa llega demasiado tarde, pero desafortunadamente no me di cuenta de mis acciones a tiempo.

»Estoy avergonzado por todo lo que hice, solamente porque me dolió que Jungkook me dejara de lado. Nunca fui alguien honesto, pero él fue la primera persona que realmente me conoció y entendió. Siempre sentí la necesidad de fingir para ser aceptado por todos. Y aunque Jungkook me aceptara, me aterraba que nadie más lo hiciera, así que me comporté como un imbécil, lo cual hizo que él se alejara de mí.

Taehyung pudo percibir el arrepentimiento en la voz de Jimin e incluso lo vio reflejado en sus ojos. A pesar de su deseo de descubrir algún indicio de falsedad en las palabras del rubio, se dio cuenta de que no había nada que las contradijera.

—Hice cosas horribles, creyendo ingenuamente que eso lo haría regresar. Pero nada funcionó y yo solo... me fui perdiendo más. Honestamente, también quisiera disculparme con él por todo lo que le hice pasar, pero sé que no me escucharía y respetaré eso. Sin embargo, si deseaba poder disculparme contigo que nunca tuviste culpa de nada, lamento mucho mis acciones. Si no deseas aceptar mis disculpas, lo entenderé completamente. Solo... quería poder expresarte lo arrepentido que estoy.

Tomó un momento para reflexionar sobre las palabras de Jimin. Aunque Taehyung sentía la tentación de mostrarse severo, sabía que no era parte de su naturaleza comportarse de esa manera. Observaba cómo Jimin parecía haber estado atormentándose por un tiempo, y él no deseaba añadir más peso a esa carga emocional.

—Está bien, te perdono —aceptó, y pudo ver cómo el rostro del otro se iluminaba con un inmenso alivio—. No soy quién para juzgarte, y sinceramente, lo que más me dolió no fue lo que me hiciste a mí, sino haber lastimado a las dos personas que más aprecio. Pero por lo que veo, parece que ya te has atormentado lo suficiente con eso. Me alegra saber que has sido capaz de reconocer tus errores.

—Créeme, lamento profundamente todas las cosas que hice. Porque como mencionas, no fuiste la única persona afectada por mi inmadurez. Estaba obsesionado con intentar recuperar a alguien que ya no era para mí, y en ese proceso perdí a alguien que tal vez sí lo era.

Taehyung supo de inmediato que Jimin se refería a Yoongi; el pesar que vio en sus ojos lo dejó perplejo. Tal parece que es verdad lo que dicen: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

—Gracias por aceptar mis disculpas, y sé que quizás no sea lo mismo, pero... —guardó silencio, dirigiendo su mirada hacia adelante donde, al otro lado del camino, Jungkook estaba recostado en un árbol con la mirada fija en ambos—. Dile que lo lamento —el rubio sonrió con tristeza, volviendo rápidamente a mirar a Taehyung, quien le devolvió la sonrisa de igual manera—. Me alegra ver que siguen juntos, y sé que decirlo no cambia nada porque seguramente ya lo sabes, pero cuídalo... Kook es un buen chico.

Sin esperar respuesta, el rubio se puso de pie y realizó una profunda reverencia, lo cual dejó a Taehyung completamente sorprendido. Antes de que pudiera reaccionar, Jimin se enderezó y le sonrió con ternura.

—Cuídate, Taehyung.

El castaño lo observó alejarse y soltó un fuerte suspiro antes de esbozar una suave sonrisa.

—También tú... —murmuró, aunque el otro ya se había perdido de su vista. Esperaba que su susurro fuera llevado por la brisa y la madre naturaleza le brindara su protección.

—¿Está todo bien? —preguntó Jungkook al llegar a su lado. Taehyung había estado tan distraído que ni siquiera se había dado cuenta de cuándo llegó—. ¿Qué quería?

—Disculparse. —La sorpresa que se reflejó en la expresión de su novio le sacó una sonrisa. Se acercó a él y enlazó su brazo con el suyo, abrazándose a él—. También me pidió que te dijera que lo siente, que no te lo dijo personalmente porque probablemente no aceptarías hablar con él.

Jungkook permaneció en silencio por un momento, luego chasqueó la lengua y suspiró profundamente. Extendió su brazo para entrelazar sus dedos con los de Taehyung.

—Ya, pues si estás bien, entonces podemos seguir con nuestra cita —dijo más tranquilo, dejando de lado el tema del rubio. Taehyung comprendió que era mejor no mencionar nada más al respecto, así que asintió y comenzó a caminar junto a su novio para continuar con su paseo.

Encontrarse con Jimin fue algo que le tomó por sorpresa, y quedó más sorprendido al percatarse del notable cambio que había experimentado el rubio. Aunque le alegró ver que Jimin estaba avanzando en su vida, también experimentó una sensación abrumadora en su corazón. Todos a su alrededor parecían estar cambiando y creciendo, mientras que él se sentía atrapado en un estado de estancamiento.

Por más que intentara apartar esta inquietud, parecía que era ella la que se aferraba sin tener la intención de dejarlo en paz. Taehyung anhelaba que alguien le indicara qué hacer, alguien que no lo mirara con tanta confianza y fe, sabiendo él mismo que no la merecía.

—Amor...

—¿Mhm? —murmuró Jungkook en respuesta.

—Te amo.

—Y yo a ti, bebé. Más que a nadie en el mundo.

Alguien a quién no fuera a decepcionar.

I'm here, holaaaaa. ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se esperaban que Jimin volviera a aparecer? Mi bebé creció y maduró.🥹 Espero que les haya gustado este capítulo, yo necesito un amor como el de Tae y Kook.😭

Todavía se vienen varias cositas, Tae está soportando demasiado él solo. ¿Cuánto más será capaz de contenerse? :c

Bueno, ya saben que volveré mañana. Así que, hasta entonces, manténganse sanos.💖

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