CAP 3

🌊RESCATE🔥

Cuando aquel hombre llamado Iroh entró cautivado con Aang, Shiro solo pudo fruncir el ceño y sentarse en una esquina de aquella celda en la que los habían encerrado.

No tenía ni una pizca de interés en escuchar cualquier cosa que saliera de la boca de un maestro fuego, menos de alguien de su nivel.

Era gracioso para él, escuchar como algunos creían que el impulso de conquista podría significar paz y unidad. No había ni una pizca de paz en todo el caos que había hecho la nación del fuego, en todas las vidas que habían arrebatado sin compasión.

Shiro los siguió ignorando y cuando esté por fin se retiró, vió a Aang conseguir la llave de la celda sin que se dieran cuenta, utilizando su aire control, y él solo pudo sonreír y levantarse de su lugar.

Debían escapar.

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—No va a ser fácil—acató Katara al ver a su hermano llegar a su lado.

Ambos jóvenes ya habían terminado de agarrar sus cosas y estaban listos para emprender el viaje.

—Lo sé—afirmó mirandola—busquemos una corriente rápida o al menos lo que quede—comentó.

—O...—murmuró la joven recibiendo la completa atención de su hermano—¿te parecería algo nuevo?

Sokka no tardó mucho en entender a qué se refería y se negó completamente—ni lo pienses...¡Katara, no!, no hay forma de que me pongas en esa cosa.

Pero ya era demasiado tarde y Sokka sabía que cuando su hermana tenía una idea no cambiaría de parecer.

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Ambos caminaban lentamente, Shiro iba adelante mientras que Aang lo seguía, cuando escuchó unos pasos tomó lo más rápido que pudo el brazo contrario y entró en la única habitación que vio.

—No te distraigas—susurró hacia Aang pero este parecía cautivado por un libro que había en la habitación y luego de soltar unas pequeñas palabras lo guardó y tomó lugar al lado de él—mira—exclamó al notar el bastón y planeador que había visto usar al contrario.

Aang sonrió y lo tomó—iré está vez yo adelante.

Shiro frunció el ceño no estando de acuerdo, pero asintió sabiendo que no tenía que ser tan sobreprotector con Aang solo porque era un niño.

Así ambos salieron de la habitación y siguieron por el pasillo cuidando sus pasos, hasta que lograron encontrar una puerta que daba hacia la popa del barco.

—¿Crees poder cargarme unos segundos?—inquirió sabiendo que su peso y el de Aang sería mucho para su planeador.

—Creo que sí.

Shiro asintió y lo miró—cargarme cuánto puedas y suéltame al agua.

Aang le devolvió la mirada y asintió, de esa forma ambos empezaron a correr hacia el borde del barco, siendo seguidos por varios maestros fuegos que los habían notado y entre ellos aquel príncipe, ambos no dudaron en lanzarse apenas llegaron al borde.

El peso era mucho para Aang por lo que intentó alejarse tanto del barco como pudo antes de soltar a Shiro al agua. Shiro preparado para la caída cerró los ojos y la esperó, cuando pudo salir a la superficie tomó aire y nadó lo más lejos del barco.

Aang, por otro lado, al soltar a Shiro tomó vuelo subiendo más arriba, pero rápidamente fue derribado por una bola de fuego y salvado por Sokka y Katara que se encontraban encima de Appa. Shiro al verlos intentó utilizar su agua control, logrando así realizar una rafa de agua debajo suyo que fue suficiente para llegar a tomar la otra mano de Sokka.

—¿Viste eso?—sorprendido miró a Sokka y este soltó una risa.

—Lo ví—exclamó con un poco de orgullo oculto hacía el logro de su amigo, estaba contento, pero por otro lado también estaba encontrá del agua control y nadie podía culparlo, la nación del fuego había acabado con todos los que pudiesen y el miedo de que eso sucedería con su hermana y amigo seguía allí.

Sokka sacudió su cabeza para borrar aquellos pensamientos y miró a su hermana en busca de ayuda, ya que él sostenía a ambos jóvenes y dudaba poder aguantar mucho más, primero subieron a Shiro que era el más pesado y luego Shiro y Sokka se concentraron en subir a Aang, tanto que ni siquiera se dieron cuenta de la bola de fuego que venía hacia ellos y si no fuera por Katara, que utilizó el agua control, probablemente eso hubiese dolido.

—Lo lograste—exclamó Shiro emocionado del logro que había realizado su amiga.

Katara sonrió igual de emocionada—tú también.

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—No puedo creer que regresaron por mí, gracias—exclamó Aang aún sabiendo que tal vez, podría ser que solo habían regresado por Shiro.

—Aún que no lo creas—susurró Shiro hacia Aang—ellos estaban preocupados por nosotros.

Al escuchó eso una sonrisa se formó en el rostro del más chico y asintió.

—Es hora de demostrarles que si podemos pelear—agregó Sokka—no sé van a rendir tan fácil, van a seguir buscándote—indicó como si eso no fuera lo obvio.

—Es obvio—expreso—se te olvida que Aang es el avatar, la nación del fuego no se va a detener.

—No podemos ir a casa—musitó mientras levantaba su mirada a los tres—pondría a todos en peligro.

—Tal vez a otra parte—murmurró Shiro desviando su mirada hacia la vista de su alrededor.

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•Volvi, sorprendentemente y si, se que me tomé mucho tiempo, pero voy a intentar seguir con está historia y de forma constante, así que sin nada más que decir espero que les guste el capítulo y un beso, nos vemos en el próximo💞.