CAP 2

🌊AGUA CONTROL🧊

—¿Entonces te perdiste en la tormenta?—pregunto Sokka, cuando todos se encontraban adentro.

—Llegó de repente, el clima se volvió loco cuando me fui de casa. El templo aire del sur —informo pero al ver la duda impresa en la cara de las personas a su alrededor agrego—Dónde viven los nómadas aire. Bueno no todos los nómadas aires, pero la mayoría acababa de llegar para el festival del cometa.

—El gran festival del comenta—exclamo la señora con sorpresa, mientras se acercaba a uno de los pergaminos colgado en la pared.

—¿Gran, gran? —inquirio Katara, al ver las acciones de la mujer.

—Agua, tierra, fuego, aire.—fue nombrando cada uno de los elementos que aparecían dibujados en aquel pergamino—Hace muchos años las cuatro naciones vivían en armonía, pero todo cambio cuando la nación del fuego ataco.—relato haciendo que los presentes vagaran en lo que aquello les hacía recordar—Solo el avatar, maestro de los cuatro elementos, podría detenerlos. Pero cuando el mundo más lo necesitaba…desapareció.—expreso manteniendo su mirada en el pergamino—Y así la nación del fuego comenzó con la guerra, sumiéndonos en una época de oscuridad—giro para mirar a todos los presentes—Todos en el pueblo conocen esta historia, pero tú no, ¿verdad, jovencito? —clavo su mirada en el niño antes de seguir con su relato—Así como no sabes que los maestros aires no han sido vistos en generaciones, y que el templo aire del sur fue el primero en caer, porque estuviste atrapado en ese hielo, todo este tiempo. La última vez que el gran cometa fue visto en el cielo, fue hace más de cien años.

Aang se mantenía inquieto sin saber que decir, mientras que la señora continuaba su relato, cuando por fin aquellas palabras fueron procesadas por el mismo, se mantuvo unos segundos titubeando y su única reacción fue huir.

—Puede parecer solo un niño, pero es más que eso, él es el último maestro aire—indico.

Katara, Shiro y Sokka fruncieron el ceño, procediendo a retirarse. Shiro no solía llevarle la contraria a las personas, pero por primera vez, sintió que estaban tratando a un niño como si fuera un adulto, cuando el solo debería divertirse.

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—¡Katara!—llamo, cuando vio a la joven y el niño yéndose hacia el barco destruido de la nación del fuego, lugar que solo hacia recordar el inicio de los ataques hacia la tribu del agua, además de ser el lugar que usaban para hacer agua control.

—¡Shiro! —exclamo la joven, dándole una breve sonrisa.

—Lamento no haberme presentado antes—sonrió al llegar al lado de ambos y estirando su mano—soy Shiro.

—Aang—declaro, dándole una sonrisa y aceptando el saludo.

Los tres caminaron llegando a la “entrada” de aquel lugar.

—nadie viene aquí, es tranquilo…

—y está escondido—agrego Shiro con una sonrisa, dándose una mirada con Katara y dejando sus guantes—perfecto para esto—sonrió, moviendo sus manos con delicadeza, logrando casi formar una bola de agua.

—Hacen agua control—exclamo girando a verlos, parecía fascinado.

—Apenas, intentamos mejorar, pero somos los únicos que quedan en la tribu del sur—suspiro con pesar el joven.

Ambos no eran capaces de formar todavía una bola de agua.

—a Sokka no le gusta cuando practico—hizo una breve pausa para corregirse—no le gusta cuando practicamos, le preocupa que la nación del fuego sepa y…

—¿Y qué?

—Hay una razón, por la que somos los únicos maestros en el pueblo, mataron a los demás. Pero Sokka no lo entiende, soy una guerrera debería hacer más por nuestro pueblo, solo Shio me comprende.

El joven sonrió antes de agregar—es peligroso si descubren que practicamos el agua control.

Aang pareció notar que decir unas simples palabras no bastaría, por lo que se acercó más a ambos y explico moviendo sus manos con un propósito—me enseñaron que el control, se trata de la energía y el equilibrio, al sentir la energía que te rodea, encuentras el equilibrio y al encontrarlo, sientes la energía.

Ambos se sorprendieron cuando vieron al chico lanzar una ráfaga de viento hacia un metal, mandando a volar un poco de la nieve que había en este. Se miraron entre sí, para proceder a intentar seguir el consejo de Aang.

—Lo hicieron—exclamo contento, cuando ambos jóvenes pudieron formar una bola de agua y mantenerla en el aire.

—pero ni siquiera lo intentamos—expreso Katara sorprendida.

—es bueno, solo déjense llevar.

—Esto es genial—murmuró el joven.

—¿Katara? —llamaron ambos cuando la bola de agua contraria cayo en el suelo. Los dos miraron en la misma dirección y la bola de agua de Shiro corrió el mismo destino que la de Katara.

Un barco de la Nación del Fuego.

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—Sokka, la nación del fuego esta…—balbuceo, sin saber si era por el miedo o por haber corrido hacia el pueblo.

—Lo sé, los vimos —comento mientras llevaba un saco con distintas armas—¡A sus puestos ahora!—ordeno.

—Sokka, no hay armas—informo, acercándose a paso apresurado.

—Si toma estas—comento, mientras le daba unas armas al joven.

—No lo entiendo, porque están aquí, después de todo este tiempo que podrían querer—espeto Katara, mientras ayudaba a atar las mangas de Sokka.

—a el—interrumpió Gran gran respondiendo a la duda de katara—el más que el ultimo maestro aire, ¿no es así?, tu eres el avatar.

—¿Aang? —murmuró Katara incrédula.

—Sabía que escondía información, cuando más te necesitaban desapareciste, porque eres un cobarde, huiste y las personas murieron—vocifero mientras fruncía las cejas y entrecerraba los ojos.

—no le hables así—interrumpió Shiro al escuchar las palabras contrarias, al joven no le parecía agradable que desquitara su ira con Aang—solo era y es un niño.

El joven frunció el ceño y cuando iba a contestar fue interrumpido.

—Sokka desembarcaron—informo.

Miro a su amigo por unos segundos con el ceño antes de mirar a su hermana y comentar—ve a esconderte.

—Sokka deja que…

—Katara, ahora—insistió y la joven al ver la expresión de su hermano asintió con la cabeza, pidiéndole con la mirada a Shiro que cuidara de él, el cual le asintió y procedió a seguir al joven.

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—Soy el príncipe Zuko, primogénito del señor del fuego Ozai—exclamo el joven, estaba siendo acompañado de una cantidad de guardias—no venimos a invadir su aldea, venimos a buscar a alguien que no pertenece aquí, alguien que no es uno de ustedes, entréguenlo ahora o quemare todo este lugar.

—¿dónde está?—pregunto el joven, dándose la vuelta para ir hacia donde estuviera el niño.

—Sokka no lo hagas, no puedes entregárselo—exclamo la joven persiguiendo a su hermano mayor.

—no pertenece aquí.

—está mal y lo sabes.

—Lo que sé es que papa me dijo que protegiera la aldea—aclaro manteniendo su caminata, intentnado ignorar las palabras de la joven.

—sí, pero recuerda lo que mama nos dijo, que debemos proteger a los que no pueden protegerse. Perdió todo lo que tenía, Sokka no lo ves, es el avatar—comento poniéndose en frente de su hermano.

—y nos engañó a todos—reclamo elevando el tono de voz.

—se lo difícil que ha sido todo esto para ti, pero ser un líder es mucho más que pescar, tienes que darle a la gente algo por lo que vivir, eso es ser el avatar, es esperanza y falta tanto como la comida y refugio, la necesito…

El joven suspiro sabiendo que no podría ganarle a su hermana.

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Shiro abrió las puertas que ahora los separaban de enemigo, para acompañar a Sokka, no iba a dejar solo a su amigo.

—soy Sokka. Hijo de Hakoda, señor de la…nieve y el hielo, en nombre de la tribu agua de Wolf Cove, ¡los invito que se vayan de inmediato!—ordeno aun cuando se podía notar el leve temblor en sus manos y la pesadez al respirar.

—si este es el camino que elegiste que así sea—afirmo el joven llamado Zuko, dejando que sus hombres avanzaran.

Ambos jóvenes sabían que no podrían resistir en una pelea contra tantos soldados.

—Arreglémoslo tu y yo, líder a líder, ¿necesitas un ejército?—comento lo último con sarcasmo, sabiendo que de esa forma probablemente aceptaría—creí que los maestros del fuego tenían agallas.

—no caiga en eso, los tenemos dominados, no es un concurso—exclamo uno de los guardias a su príncipe.
—¿y que hay de mi honor? —expreso, girando a ver al joven—lo acepto—comento dando inicio a la pelea, tirándole fuego control al contrario.

Shiro veía como Sokka esquivaba las patadas y el fuego con las cejas fruncidas y los ojso fijos en otro chico, quería intervenir pero sabía que heriría el orgullo de su amigo.

Cuando noto al contrario corres hacia la puerta, visualizo un balde de agua no muy lejos de donde estaba y mientras todos parecían concentrados en Sokka y como la puerta había sido destruida, formo una bola de agua preparado para dispararla cuando Zuko se acercara lo suficiente a Sokka.

—no necesito un ejército—reprocho con las cejas fruncidas y empezando a forma fuego en su mano dispuesto a utilizarlo en el joven.

Shiro frunció el ceño, moviendo sus manos con fluidez y disparando aquella bola de agua que había hecho, justo en el pecho contrario—le llegas a tocar un pelo a Sokka con tu fuego control y considérate muerto—exclamo pero rápidamente una ráfaga de viento los golpeo a todos.

—Ya basta, déjalos—grito y cuando los soldados de abalanzaron hacia él, volo por sobre ellos y les mando una ráfaga que los empujo al suelo.

Shiro miro al joven que había empujado con su agua control y este lo miraba al igual incrédulo.

Cuando aquel joven intento golpear a Aang y los rodeador, Shiro dejo de observar al príncipe del fuego, para entrometerse a proteger al niño, incluso si el contrario era el mismísimo avatar. Grande fue sus sorpresa y de los otro jóvenes cuando rocas empezaron a caer hacia los maestros fuegos.

—El juego se terminó—sentencio—quemen todo este lugar—ordeno y todos procedieron a asentir.

—¡No! Iré contigo, solo déjalos en paz—declaro, poniéndose en frente de ellos—yo soy al que estás buscando.

—No tienes que hacer esto—murmuró Shiro a su lado—no debes cargar con esto.

—Tráiganlos a ambos—ordeno y Aang abrió los ojos con sorpresa.

—A él no, yo soy lo que buscas—exclamo mirando al joven a su lado.

—Es un maestro agua y además acaba de revelarse, no puedo dejarlo aquí, quien sabe que será capaz de hacer más adelante.

Shiro  frunció el ceño indignado pero asintió—estaremos bien Aang—susurro, cuando los maestros fuegos se acercaban hacia ellos.

—¡No! —exclamo la joven saliendo de su escondite y siendo detenida por su hermano.

—Esta bien Katara, nunca antes habían luchado por mí—sonrió el niño, para luego mirar a Sokka—de todos los que conozco eres el mas valiente.

—Estare bien, recuerden esto no es una despedida es un hasta luego—comento Shiro dando una leve sonrisa, mirando como los ojos de Katara parecían estar a punto de llorar y Sokka lo miraba con pena, pero sabiendo que si intervenía dañaría el orgullo contrario.

Ambos se dieron la vuelta dirigiéndose con ellos, al pasar por al lado de zuko este le quito su planeador y miro fijamente a shiro hasta que este se adelanto.

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—Debemos hacer algo—exclamo la joven cuando vieron el bote partir y el joven a su lado camino rápidamente, adentrándose a la aldea—Sokka, debemos ayudarlos, ¡Sokka!

El joven ignoro a la chica y al tener en frente al mismo chico que había estado avisándoles hoy sobre algunas cosas y que además era el tercero mayor después de el y shiro, le explico—haber escucha, refuerza los soportes de la puerta y no dejen de entrenar, vi algunos descuidos importantes hoy, no dejes que los pequeños te manden, hazles saber quien manda aquí—apoyo su mano en el hombro contrario y aclaró—así es, tu mandas—cuando el joven se fue giro a ver a su hermana y bufo—Ahora, salvemos al calvito y al tonto de Shiro, tengo un orgullo que reclamar.

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•Estoy en un bloqueo lector(lo peor), aún así tenía este capítulo guardado pero no lo había editado.

•Queria aclarar que estos primeros capítulos si los hago siguiendo mucho la serie y que capaz es algo que ya saben, pero aún así es necesario, aún así quiero decirles que ya va a empezar a centrar más en Shiro.