Hace más de 7000 años llegaron nuestros creadores enviados por Arishem para luchar contra los desviantes, ellos llegaron para proteger a nuestro planeta y por largos milenios se han dedicado a proteger a la humanidad de los desviantes sin interferir en los asuntos humanos. Sin embargo, luego de vencer al ultimo desviante, estos deciden separarse y formar una vida aquí en la Tierra, esperando el llamado de Arishem.

Ikaris, Ajak, Phastos, Kingo, Druig y Sersi durante esos quinientos años tuvieron un contacto directo con la humanidad creando su propia descendencia que trasciende hasta el día de hoy.

Hacia el año 1600 llego un hombre llamado Ike Harris quien enamoró a una joven aristócrata francesa llamada Leonor, con quien se caso y de su unión nació Tristán, Sabina, Dante, Eloísa y Ginebra. Luego de unos años ante la muerte temprana de Leonor, Ike se marchó de Francia para seguir su vida esta vez bajo su verdadero nombre, Ikaris y así viajo por años por el mundo procreando.

Tristán, Dante y Ginebra al igual que los otros hijos que tuvieron estos héroes nacieron con un rasgo genético diferente, como una mutación, que no presento un gran problema hasta varios años después, cuando las líneas descendientes comenzaron a cruzarse y el gen comenzó a evolucionar. Pasaron los años y el gen se extendió por todo el planeta.

Esta mutación ha permitido que algunas personas desarrolles naturalmente poderes y habilidades sobrehumanas jamás pensadas; y desde hace un par de décadas atrás han salido entre los susurros de leyendas que seres igual que nosotros han intervenido por la paz de la humanidad, Logan y Tabath.

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— Señorita Samantha — un joven muchacho de profundo ojos oscuros y una cabellera totalmente negra interrumpe a la mujer llamándole por su nombre.

— ¡Oye Jude! deja que la señorita termine de contarnos la historia — gruño la pelinegra ante el inoportuno de que su amigo interrumpiera el cuento para dormir.

— Riko no seas así con Jude, ¿Qué sucede Jude? — amablemente corrigió y puso su atención en el joven muchacho que estuvo expectante todo aquel momento.

— ¿Sí Logan y Tabath lucharon por la humanidad porqué nosotros debemos escondernos? — aquella misma pregunta, no solo se la hacía Samantha, si no, todos los hermanos que eran parte de la comunidad a la cual pertenecían.

— Hay cosas que, a tu edad pequeño, es mejor no saber. — la mujer le regalo una sonrisa antes de levantarse del suelo de la habitación. — ¡Bueno niños todos a dormir!