
Capítulo 13. Acción de gracias
Mañana es Acción de Gracias y no me emociona celebrar. ¿Por qué debería de hacerlo? ¿Gracias por qué he quedado sin la única persona que me amaba incondicionalmente? Una pesadilla.
Y bueno, normalmente tampoco celebraba ese día con un gran banquete y familiares como usualmente hacen todas las familias. Cuando papá vivía, lo que hacíamos era ir a visitar cada uno de los museos de arte de Los Ángeles a ver una y otra vez las mismas pinturas y comentar sobre ellas, para luego ir a comer a puestos de comida rápida en la calle, era la única fecha del año en que cenaba comida chatarra, y era feliz.
—Oye, Isaac, tal vez quieras ponerte un abrigo más cálido. Hay ochenta por ciento de probabilidad de nieve —sugiere George mientras me pasaba un plato con panqueques. Le agradecí.
—Hay que sacrificar la comodidad por el estilo. Está jacket de cuero dice que soy duro. Un galán con labia. ¿Me explico? —dice, sacudiendo la jacket. Luego giró a verme —. ¿Tu que opinas, Kells?
—No querrás oir lo que pienso —respondo, Danny río sentándose a mi lado.
—Las quemaduras por frío también son de galán duro con labia. ¿Me explico? —contraatacó George.
—Oh, Kelly. ¿Quieres preparar algo para mañana? —me pregunto Katherine —. Aquí todos hacen una receta para la cena de Acción de Gracias.
—Yo voy a hacer dos pavos, obviamente —agregó George riendo.
—Si hay alguna tradición de los Baker, puedo comprar los ingredientes.
—Si, tu comida favorita —agregó George a su esposa.
—Ammm... —trague grueso —. No sé cocinar, lo siento.
—Está mintiendo —soltó Issac. Le pegué una patada por debajo de la mesa y chillo.
La verdad es que si estaba mintiendo. Papá y yo nos habíamos propuesto aprender, así que tomábamos clases de cocina y desde que aprendimos nunca más dejamos de cocinar juntos. La idea de hacerlo sin él...no, no podría.
Las intenciones de George y Katherine son buenas, obviamente no lo saben, pero yo prefiero no presionarme. La psicología me lo recomendó. Ir un paso a la vez y no apresurarme, y por ahora estoy mejor dando pasos de tortuga.
—Me quedaré con degustar de sus platós, será mejor, si no les molesta.
──────────•~•~🌗~•~•──────────
Bajé al escuchar el llamado de Katherine. Ella viene entrando a la cocina mientras conversa con mi madre. Notó que le tiró una mirada a George que estaba tan asombrado como ella.
—Mira quien ha llegado —comentó Katherine señalando a Elizabeth.
—Kelly —Elizabeth se abalanzó a abrazarme.
La verdad es que no me sorprende verla aquí. No he perdido el contacto con ella, hablamos de vez en cuando y siento que ya baje un poco la guardia, por eso está aquí. Me mencionó que si me parecía que viniera y yo acepté.
—Kelly, cielo. ¿Por qué no llevas a Elizabeth a caminar? Supongo que tienen que hablar —sugiere Katherine y yo asenti.
Ambas nos encaminamos a salir y yo antes agarré mi abrigo para ponérmelo.
—Me alegra que quisieras que viniera hoy.
—Bueno, por algo hay que empezar, ¿no?
—Sé que siempre te lo preguntó, pero quiero saber si realmente estás cómoda aquí.
Soltó un suspiro.
—Toma algo de tiempo acostumbrarse, pero, no sé, supongo que lo lograré.
Elizabeth apretó los labios y note que estaba nerviosa.
—Kelly, quiero hablar algo contigo —se ve algo serio y me pongo nerviosa. Yo asentí para que continuará —. Consulté con mi abogado para tener tu custodia.
No se como tomarme eso más que con impresión.
—Yo se que aun tienes mucho resentimiento hacia mi persona, aunque tampoco pretendo que no lo estés. Entiendo tu punto y lo aceptó —detuvo el caminar y me tomó de las manos —. Pero...realmente quiero hacer las cosas bien contigo. Quiero ser una madre presente en tu vida y hacer todo lo que no pude hacer contigo. No pienso reemplazar a tu padre porque nada lo hará, sin embargo, aún me tienes a mí.
—Ammm...
—Podemos volver a Los Ángeles. Eres una chica de ciudad. Te gustan los museos, los teatros y las bibliotecas gigantes.
—Y definitivamente no hay nada de eso aquí, si, lo sé.
—Quiero que vuelvas a donde perteneces. A tu otra escuela, tu Universidad deseada y conmigo...con la única familia que te queda.
La idea es tentadora. Realmente se le nota la sinceridad con la que habla, y sea como sea, también quiero hacer bien las cosas. Se que papá habrá querido eso.
—Creo que...creo que podría ser una posibilidad.
—¿En serio? —asentí y una bonita sonrisa apareció en su rostro —. Oh, Kelly. Me has hecho muy feliz.
Volvimos adentro con los demás. Quizás podría ayudar a Katherine poner la mesa antes de la cena.
—No es una competencia —escuché que dijo Katherine.
—Pero claro que lo es —se metió el rubio tarado.
—Lo dice el que constituye comprando helado de vainilla cada año —comentó George y Danny carcajeo.
—Que innovador —le comenté sarcástica y sentí como pellizco mi costilla.
—Kelly, ¿sabes si Erin va a venir? —me pregunto Katherine.
—Si, vendrá con Jackie cuando termine de repartir las bolsas —dije, mientras le majaba el pie a Cole.
—Katherine, me gustaría comentarles algo. A ambos —hablo Elizabeth y me espante. No pensé que se lo fuera a contar tan pronto, es una posibilidad.
—Claro, ¿que sucede? —pregunta George, mientras le enseña a Lee a cortar un pavo.
Elizabeth me miró y a eso sumándole las miradas de la pareja de casados. Ahora me dejaba a mí en el ojo del huracán. Estupendo.
—Pues...este... —nunca sentí mi corazón latir con tanta fuerza como ahora —. Hay una posibilidad de que vuelva a Los Ángeles con Elizabeth.
Los ojos de Cole, Danny y Lee me miraron con asombró.
—¿Te vas a mudar? —escuche la voz de Isaac a mi espalda hablándome en español.
—¿Qué está ocurriendo? —pregunta Katherine mirando a Elizabeth y luego a mí.
Elizabeth se acercó a agarrarme de las manos.
—Estoy considerando pedir su custodia —confesó.
—¿Qué? —se espantó George.
—¿Para eso viniste? ¿Para llevártela? —interroga Katherine.
—La verdad, fui yo quien le dijo que viniera —comente.
—Y no he venido a eso, Katherine.
—La tutela de Kelly se estableció en el testamento. Y me doy cuenta de eso, pero soy su único pariente, y no cualquiera, su madre. Y algo así puede disputarse.
—¿En serio te irías? —me pregunto Lee.
Yo me sentía como un objeto en una subasta esperando quien ofrece más dinero.
—Elizabeth, ¿segura que lo pensaste bien? ¿Criar a una adolescente y trabajar tiempo completo?
—No será mi primera vez criando un hijo, George. Y ya no tengo tantos castings como antes —contestó Elizabeth —. Kelly debería estar con su familia.
—Aquí somos su familia —contraatacó Katherine.
—Creo que entiendes perfectamente lo que quiero decir.
—Aun así, tienes que admitir que tu estilo de vida, no se presta para las conferencias escolares, comidas caseras todos los días, o para que una adolescente viva. Tan expuesta al ojo público y a las críticas, ¿realmente quieres eso, Elizabeth?
—George, ya no me conoces realmente.
—Escucha, creo que, para nosotros —señaló a su esposa —. Lo que importa es que queremos que Kelly tenga estabilidad. La consistencia es muy importante.
—Yo también quiero lo mismo.
Realmente no se que hacer, o decir. No creí que la situación llegara a este punto. ¿Debería salir huyendo?
—¿Tú qué quieres?
Mis ojos hicieron contacto con los iris verdes de Cole que me miraban con cierta ira y decepción. Un silencio sepulcral nos rodeó por un momento como si estuvieran analizando la importancia de la pregunta de Cole.
—¿Sabes que quieres? —pregunta Katherine, con un tono tan dulce y cálido que me dieron ganas de llorar.
—Lo que yo quiero es imposible de tener —comenté, tragándome el nudo que se hizo en mi garganta —. Es lo único que sé con certeza.
Nadie dijo nada. Nadie tiene una respuesta a mis palabras. Elizabeth solo agachó su cabeza, George trago grueso, pero la única que encontró palabras fue Katherine.
—Escucha, Elizabeth, si he aprendido algo, es que...la familia no siempre se define por la sangre —George asintió, mientras que Katherine me miró —. ¿Sabes que fui adoptada? —eso captó totalmente mi atención —. Mis padres fueron maravillosos, pero siempre tuve curiosidad por mis padres biológicos. Cuando me gradué, hice un viaje para al fin conocer a mi madre biológica. Estuve horas en ese auto mientras procesaba todas las esperanzas y temores que había acumulado. Cuando fui al restaurante donde mi madre había acordado verme...ella nunca llegó. Me sentí destrozada.
Incline mi cabeza impresionada. No me imagino el dolor que tuvo que pasar.
—Pero había un camarero, que seguía sirviendome café, y creó que le di lastima porque me llevó una gigantesca rebanada de pie.
—Oye, yo no sentí lástima por tí —interrumpió George —. Solo creí que era la mujer más bella que había visto.
Enseguida lo capté.
—¿Fue así cómo se conocieron? —George asintió y me contagió de su sonrisa.
—Sí. Salí buscando a mi familia de sangre, pero encontré a mi familia elegida. Y lo agradezco todos los días.
Asentí con los ojos vidriosos comprendiendo el mensaje que me quería dar.
──────────•~•~🌗~•~•──────────
Ahora estaba acostado en mi habitación con Colly dormido a mi lado después de la cena. Nuevamente me volvia a sentir en medio de una carretera con dos caminos que tomar sin saber cual es el correcto. Antes tenía mi vida toda asegurada, mi futuro planeado y ahora, es como estar en mar abierto.
No podría decir que la cena fue de maravilla, pues hubo varias cabezas cabizbajas. Me siento mal por haber arruinado la cena de George y Katherine, se veían tan ilusionados en la mañana. Además, era mi primera cena de Acción de Gracias normal.
Me incorpore al ver a Katherine entrar a mi habitación. Tomó asiento en la cama.
—Solo quiero que sepas que a George y a mí nos encanta tenerte aquí. Y que por supuesto te queremos aquí, pero... —se tomó un momento —. George y yo vamos a apoyar la decisión que tu decidas.
Sonríe de boca cerrada.
—Lamentó si arruiné antes de tiempo la cena.
—Para nada. Me imagino lo difícil que es para tí. Y aquí nunca pasan las festividades sin un poco de drama —se acercó a darme un beso en la cabeza —. Descansa, cielo.
Al día siguiente me aliste como normalmente lo hago y baje para despedir a Elizabeth que se iba hoy.
—Es espeluznante tanto silencio —dijo.
—Los maravillosos paisajes lo compensan —agregué.
Asintió dándome la razón.
—No tienes que tomar una decisión definitiva ahora. Solo prometeme que lo pensaras.
—De hecho ya lo hice. Una gran parte de mi quiere, empezar como se debe, volver a Los Ángeles. Pero aún no se quien soy en Los Ángeles sin mi padre, y tampoco me siento lista para averiguarlo —confesé —. Así qué... Me quedo con los Walter.
—Lo entiendo.
—Igual significa mucho que estés dispuesta a luchar por mí.
—Ahora siempre será así.
Me dio un abrazo antes de subir al auto y marcharse. Me giro para ver a George y Katherine que estaban en el pórtico esperando una decisión de mi parte.
—Seguimos siendo once —comente y ellos me sonrieron.
──────────•~•~🌗~•~•──────────
Estaba sentada en la cama leyendo un libro mientras que Colly estaba dormido, no se si es normal que un gato duerma tanto como lo hace Colly.
—Oye, Hollywood, ¿me acompañas?
—¿Adonde? —le pregunté al rubio en la puerta sin mirarlo.
—Levántate y ya verás.
No sé cuántas horas nos tomó el viaje en carro, pero en ningún momento me dijo para dónde íbamos. Yo estaba un poco estresada porque no me gusta viajar sin saber mi destino.
—En serio, Cole. ¿Para dónde vamos? —pregunte de nuevo perdiendo la cuenta de cuántas veces repetí esa palabra.
—Callate y observa.
Hice lo que pidió. No me di cuenta de que estábamos en la entrada de algún lugar. Mire a mi derecha y leí un cartel que decía: Denver Immersive Art Museum.
—No fue en Acción de Gracias, pero visitaste un museo.
Me gire para enfrentarlo.
—¿Cómo es que...?
—Las ciudades están sobrevaloradas, Kiki —susurro en mi oído —. No tienes que renunciar a todo de tu antigua vida.
Solté un jadeo impresionada.
—Estás completamente y absolutamente loco, Walter.
──────────•~•~🌗~•~•──────────
Notita:
Han pasado 84 años desde la última actualización, lo sé. En mi defensa, no encontraba inspiración para escribir (recemos para que se me quite el bloqueo de escritor)
En fin, si se preguntan como supo Cole sobre la tradición de Kelly con su padre le stalkeo el instagram y lo término de confirmar con Danny jajaj.
Si les gusto el capítulo, no olvides dejar tu votó. Besitos.
Con amor, Fey
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro