
07.
-¿Robleis?,... que nombre más raro.- Murmuró Luzu, viendo como el nombrado pasaba detrás de la mesa donde todo el "grupito" estaba, todos menos Spreen y Carrera. Ambos se habían ido a comer sl otro lado del comedor, seguramente porque Carrera lo quizo. -¿Vieron como Carrera lo miraba?- Rodó los ojos, molesto por la actitud del beta.
-Si, tremendas miraditas se hechaban en Química.- Quackity los miro mal.
Robleis se sentaba donde estaban Carrera y Spreen. Parecía agradable, y no saber de lo de Spreen y Rodrigo. Aún así, Carrera parecía querer coquetearle.
-Ya se. No se como Ivan lo soporta.- Murmuró Samantha, abrazando a Juan por los hombros.-Aah. Debo irme. Te me cuidas Juanito.-
-Pinche Samantha güey. Se va con su novia a la verga.- Reclamo Roier, en los brazos de Cellbit. -Mínimo que la presente. Nosotros presentamos a los nuestros.- Dijo, hablando de Quackity, el, y Tina.
-Leave it, if they are still nothing. When they are, he will come closer to tell us (Déjala, si aún no son nada. Cuando lo sean, nos dirá.)- Habló Tina, comiendo de sus galletas junto a Bagi.
-Espero, o me la vergeo.- Rio con Tina y Quackity. -Hablando aquí de parejas. Cellbit, Tina, Luzu, dijeron que algo había pasado con Spreen.- Miro a todos ellos, esperando su respuesta.
-Si. Mira, lo que pasa es, que el domingo pasado, se desmayo de la nada. Estaba pálido, y cuando despertó, dijo que su cabeza dolia, y, en su cuello había una marca roja. Le preguntamos al maestro de ciencias y, bueno, dijo algo de "predestinados"- Habló Tina con el poco español que sabía.
-¿Qué crees que les pase a ambos?- Murmuró Samy, abrazada por Abril. -Me preocupa que algo...Ya sabes, lo que nos dijo nuestro maestro.- Habló cabizbaja, estaba preocupada por sus amigos, aunque no lo demostrará tanto con los demás.
-Si no actuamos rápido, no se que esperar. No puedo apurar todo lo de Carre, Samy, pero, tampoco puedo quedarme sentada. Si un nuevo Alfa no sirve para mi Juanito, tendrá que ser alguien nuevo para Carrera.- Suspiró, pensando un rato.
"Alguien nuevo para Carrera", se quedo pensando en aquella frase, ¿quién podría ser?. ¿Algún amigo suyo?, ¿otro beta, quizá?. No, a Carrera le gustaban más los...Alfas.
-¡Robleis!- Chilló emocionada. Ari la miró, ¿quién era Robleis?, las mejillas de Samantha se calentaron al ver los pocos centímetros por los que sus labios eran separados. -A-ah...Es mi compañero nuevo. Dijeron que el y Rodri se andaban mire y mire. ¿Y si se gustan?-
-Se acaban de conocer.
-¿Y eso que?, ¡es como "amor a primera vista"!, además, se ven bien juntos. Y, se ve que Robleis lo entiende por así decirlo. ¡Imagina lo feliz que serán, Juan, Spreen y ellos!- Abrazo a Ari, sin importar nada más.
En el comedor, un pequeño grupo de chismosos veían todo, sin escuchar nada, por el cristal grueso que los separaba.
-Les dije.- Murmuró Roier.
Todos rieron, menos alguien, Juan. Quien había comenzado a sentir un gran dolor en su vientre de nuevo, la cabeza le dolia, y aquella marca de su cuello comenzó a arder. ¿Por qué le dolia algo que nunca tuvo?. Una pregunta que se hacía cada noche llorando.
Sus lentes comenzaron a dejar de apoyarlo para ver, sus piernas eran como inexistentes, su vientre dolia a más no poder, y su cabeza era insoportable. Sin más, se dejó caer en el suelo, desmayado.
Ari era abrazada dulcemente por Ssmantha, que la intentaba calmar como podía, su aroma no la apoyaba, Abril podía notar el miedo en Samantha por el. Nadie más pudo ir, los doctores prohibieron a personas que no eran familia ir, menos a Samantha, que fingió ser pareja de Abril para poder ir.
-Juan no merece esto...- Murmuró Abril, para luego ser abrazada más fuerte por Samantha, quien se empezaba a forzar a estar tranquila, para que Ari pudiera estarlo. -Gracias por estar aquí Samy.-
-No sabes cuanto me importan, tu y Juan. Estaré aquí hasta que los dos estén bien. Tus padres igual vienen en camino, y los miso no tienen problema. Así que tranquila Ari, si no es por mi, es por Juan.- Ocultó su cabeza en el cuello de la Alfa, buscando algún aroma para tranquilizarse.
Luego de un rato, una enfermera salió de la habitación donde Juan se encontraba.
-¡Familia de Guarnizo!- Dijo al estar en la sala de espera. Rápidamente, Ari y Samantha corrieron para estar frente a la enfermera. -¿Qué son del joven Guarnizo?- Pregunto dulcemente.
-Soy su hermana, ella es mi novia. Tuvimos que venir por mis padres.
-Entiendo. Pasen, con cuidado, el joven necesita descansar.
Ambas caminaron por el pasillo, sintiendo un frío invernal en el. Caminaron hasta encontrar la habitación de Juan, donde igual lo veían por una ventana al lado de la puerta.
-¡Ari!, ¡diles que me dejen, por favor!- Gritó Juan, corriendo hacia su hermana.
-¡Juan!, regresa a la cama- Regaño Abril, cargando a su hermano para regresarlo a la cama. -Estas mal Juanito. Debes descansar.- Explico, intentando ser empatica con el de gafas.
-Rivers, ¡Ándale, dile que me dejen irme!
-Lo siento Juan. Pero Ari tiene razón debes descansar un poco más.
-¡Aw, eso no es justo!- Se cruzó de brazos. -¡Se apoyan por que se gustan!- Hizo un puchero, tal cual niño menor. Sus mejillas estaban altamente rojas por estar enfermo, pero su piel más pálida de lo normal.
-¡Pinche chamaco, que te duermas a la verga!- Regaño Samantha, sacando una risita de Juan. -Pero ya, encerio. Debes descansar, sino te duermes, no'mas acuestate, y te contamos lo que podemos hacer para ayudarte.-
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