
✧tres; cigarrillos y chocolate
Leigh sentía sus parpados pesados, como su cuerpo comenzaba a debilitarse, las imágenes se hacían borrosas, ni siquiera sentía que pudiera pronunciar mas de una oración, todo le daba vueltas, no quería ir con aquel sujeto pero no tenía la fuerza para negarse, ni siquiera para gritarle que no la tocara, inclusive soltó su bolso en alguna parte del camino.
Trató de identificar con sus síntomas lo que sea que le inyectaran, pero las ideas en su cerebro se hacían cada vez mas borrosas, no podía pensar con tanta claridad como le gustaría y eso la hacía sentirse sumamente impotente. Quería darle una señal al equipo, pero no quería exponerse con Nate, debía pensar rápido y sin duda era algo que en esos momentos le resultaba sumamente complicado.
— Chico lindo, a tu izquierda— murmuró Leigh antes de cerrar los ojos y que todo se volviera oscuro para su visión
El equipo escuchó esas últimas palabras, todos trataron de hablarle, pero ya no obtuvieron ninguna respuesta, lo que hizo que todos se comenzaran a movilizarse a prisa, debían rodear todas las posibles salidas antes de que el ignoto escapara.
Spencer reconoció el apodo, Morgan le llegaba a decir así en ciertas ocasiones y a la chica le daba algo de risa, por lo que algunas veces también llegaba a decirle así solo por molestar, jamás le había dicho así a nadie mas en el equipo, por lo que supuso que se estaba refiriendo a él, así que de inmediato volteó a su izquierda, miró por todos lados, pero cantidad de gente le impedía encontrar a su compañera, lo cual comenzaba a frustrarlo, tenía poco tiempo antes de que Leigh fuera sacada del lugar.
Repasó por su mente la manera en la que iba vestida antes de entrar, pensando que eso lo ayudaría a tener una imagen mas clara de Leigh para encontrarla, los accesorios que usaba un par de arracadas plateadas, un anillo en el dedo índice derecho con la mitad de color blanco del ying-yang, la cadena que siempre la veía usar, con el mismo relicario en forma de corazón plateado que usaba a diario algunas veces oculto entre su ropa, recordó el bolso negro con brillo, el vestido ajustado del mismo color que solo tenía dos delgados tirantes para sujetarlo.
— ¡Tengo su bolso!— exclamó Gisselle por el intercomunicador— Encontré el bolso de Leigh, Reid, es a unos dos o tres metros de ti
Spencer levantó la mirada y por fin pudo divisar la cabellera rubia de Leigh.
— ¡La veo, chicos, veo a Leigh!— exclamó Spencer mientras trataba de pasar para llegar a su compañera— ¡Va para la salida, tercera salida de emergencia, no parece estar consciente!
Reid trataba de acelerar sus pasos, pero la gente no parecía cooperar para dejarlo avanzar con mayor velocidad, él no perdía de vista a su compañera, quien a cada paso que él daba parecía alejarse mas de él, lo cual lo hacía sentir una enorme presión en el pecho.
Confiaba en que aquel ignoto no pudiera sacar a Leigh sin ser visto por el resto del equipo que rodeaba el lugar, pero eso no hacía que el temor por la posibilidad de que la tomara de rehén, desapareciera.
En un momento, el cabello rubio de Leigh desapareció del campo de visión de Spencer, lo que significaba que el ignoto había salido del lugar, pero por lo que logró escuchar gracias al micrófono de Leigh, el ignoto había sido acorralado por Hotch y Rossi.
Spencer logró llegar a la salida al mismo tiempo que Gisselle, quien ya traía su arma en la mano, por lo que abrieron la puerta para tener al ignoto rodeado por completo.
— ¡FBI, suéltala!— ordenaba Hotch apuntando a Nate
El ignoto trató de dar la vuelta, pero se encontró con Spencer y Gisselle apuntándole con sus respectivas armas. El primero sentía un nudo en el estómago al ver como Leigh estaba completamente inconsciente en los brazos de aquel pelinegro, para él, de las peores cosas de trabajar en la UAC, era llegar a presenciar como sus compañeros de trabajo eran tomados como rehenes.
Un disparo por parte del arma de Gisselle aturdió a todos, ella había disparado en la pierna derecha del ignoto, lo que hizo que cayera al suelo y con eso soltara a Leigh, quien cayó de igual manera, pero sin señales de encontrar consciente.
Hotch corrió para arrestar al ignoto, quien no paraba de quejarse por el dolor, pero todo lo que salía de su boca era ignorado por el equipo, quienes estaban mas preocupados por el estado de la rubia.
— ¡Necesitamos paramédicos en la tercera salida de emergencia del lugar, sospechoso herido, agente inconsciente!— dijo Rossi mediante el radio
Spencer y Gisselle se encargaron de revisar los signos vitales de Leigh, todo parecía estar en orden, pero al no saber que se le había inyectado con exactitud, temían por alguna clase de secuela.
Esa noche Leigh terminó en el hospital, siendo vigilada por todo el equipo.
↷↷
A la mañana siguiente, cuando Leigh comenzó a retomar la conciencia sentía un leve dolor de cabeza, antes de abrir los ojos quiso recordar lo que había pasado, eran lagunas mentales, ella hablando con el ignoto, como trató de alejarse hasta que sintió un piquete en el brazo, sus últimas palabras que fueron dirigidas a Spencer, todo venía apareciendo en partes.
Instantes después, lo primero que llegó a sus oídos fue la voz de Adam, nada que ella no pudiera esperar, sabía que él estaría ahí.
— Así como la ves de tierna y delicada, un día noqueó a un sujeto en un bar de un solo golpe y en ese momento todavía no recibía entrenamiento policiaco— dijo Adam
— Eso fue porque el tipo era un intenso y no dejaba de seguirme— rio Leigh abriendo los ojos lentamente
— ¡No me vuelvas a espantar de esta manera porque te juro que si te mueres, te revivo para matarte de nuevo!— gritó Adam abrazando a Leigh con alegría— Si no despertabas en las siguientes horas estaba muy tentado a llamarle a tu hermana, no me veía explicándole que casi te me mueres en un caso. ¿¡Sabes lo que me hubiera hecho por eso!?
— Te agradecería de todo corazón dos cosas, la primera es que no le digas nada a mi hermana, es capaz de volar hasta aquí para darme otro sermón de porque este trabajo es demasiado peligroso— respondió Leigh abrazando a su amigo— La segunda es que por favor me dejes respirar y que dejes de mover la aguja que está conectada a mi mano, a este paso el tubo se llenará de sangre. Hola Spence
Cuando el equipo decidió ir en busca de algo para cenar, Spencer había tomado la decisión de quedarse vigilando un rato mas a su compañera, una pequeña parte de él se sentía culpable por no estar mas al pendiente de la rubia.
— Hola Leigh— saludó Spencer con una leve sonrisa— Los demás fueron por algo para comer, pero les avisaré que ya estás despierta
— Lo siento, lo siento, es solo que estaba tan preocupado— respondió Adam sonriéndole a Leigh— ¿Cómo te sientes? ¿No te duele nada? ¿No estás mareada?
— Estoy bien, lo único que quiero es irme a casa, detesto los hospitales— se quejó Leigh mientras se acomodaba en la cama de manera que pudiera estar sentada— ¿Saben cuando puedo irme de aquí?
— ¿Quieres que vaya a preguntarle a tu doctora?— preguntó Adam recibiendo un asentimiento por parte de la rubia, a quien le dejó un beso en la frente antes de salir de la habitación, por supuesto pidiéndole a Spencer que la cuidara en lo que volvía
Leigh suspiró mientras leía el texto que había en algunos globos que decoraban el cuarto.
— Adam los trajo, dijo que cuando despertaras te gustaría ver cosas con colores y no una triste habitación de hospital— habló Spencer al ver como la atención de Leigh iba a los globos— También dijo que no te trajo nada de color rosa porque sabe que es tu color menos favorito, que quería traer flores porque te gustan mucho, pero todas las florerías ya estaban cerradas
— No quiero imaginar todas las cosas que Adam dijo mientras estuve inconsciente— negó Leigh con una sonrisa— Pero si, todo lo que dijo es cierto, sería imposible que no hiciera todas esas cosas por mi, me conoce mejor que nadie
— Lo supongo, yo apenas estoy en proceso de conocerte y debo de decir que me sorprendió una de las cosas que mencionó, no sabía que tenías una hermana— dijo Spencer— ¿Cómo se llama?
Leigh sintió una pequeña punzada ante la mención de su hermana, la quería demasiado, pero tenía meses sin verla, todo gracias a que ella trabajaba en otro continente como una exitosa pintora, por lo que debía estar al pendiente de las galerías en donde exponían su arte.
— En realidad somos hermanastras, su padre se casó con mi madre hace años, pero nos llevamos demasiado bien así que para mi siempre será mi hermana— contestó ella sonriendo— Su nombre es Alya, Adam la mencionó porque sabe lo mucho que ella se preocupa por todo lo que hago en mi trabajo, se volvería loca si se entera que un sujeto me drogo, debiste verla el día que alguien me disparó en el brazo derecho hace un año
— Es parte del trabajo... siempre estamos en constante peligro, pero todo vale la pena, ¿Cierto?— preguntó Spencer sentándose en la silla que había junto a la cama— ¿Y tienes más hermanos?
Leigh sintió otra punzada mucho mas grande al oír esa pregunta, no importaba cuanto tiempo pasara, podría ser incluso un siglo y ella jamás estaría lista para responder algo tan simple como lo era el tener mas hermanos.
Pero con eso también recordó su relicario. Instintivamente su mano izquierda fue a dar a su pecho, el cual se encontraba vacío, no traía su cadena consigo y eso la hacía sentirse incompleta, necesitaba ese relicario.
— Vive en Asia— respondió ella tratando de sonar convincente, claramente se negaba a dar la verdad sobre aquel tema— Se llama Edward... por cierto, Spence... ¿En dónde están todos mis accesorios? El anillo, mi cadena, los aretes...
Spencer notó un cambio en el tono de voz de Leigh al contestar su última pregunta, pero prefirió creer que era debido al cansancio o incluso prefirió creer que era por el extrañarlo, después de todo, tanto Edward como Alya vivían en diferentes continentes y la comunicación o el verse debía ser algo complejo.
También se le hizo bastante curioso el hecho de que preguntara por sus accesorios, pero asumía que por lo menos la cadena tenía un significado importante en su vida, ya que claramente notó como la mano de su compañera tocaba el área donde se supone debía ir el relicario.
— Deberías descansar un poco más, tus accesorios están con el resto de tus cosas, le diré a Adam que las traiga— dijo Spencer cambiando el tema, cosa que Leigh agradeció enormemente— En este trabajo nunca sabes cuando podrás descansar, aprovecha, porque según lo que me dijo Adam te pones de malas si no duermes lo suficiente
— Adam solo vino a exhibirme con todos ustedes— rio Leigh cubriendo su rostro— Gracias
— No pienses así, piensa que te estoy conociendo desde otro punto de vista, así tengo diferentes perspectivas sobre ti— sonrió Spencer— Y sabes que no tienes nada que agradecer
— Con todo lo que Adam podría decirte de mi, perdería esa imagen seria que trato de mantener en el trabajo
— Tomaré ese riesgo— asintió Spencer
↷↷
Días mas tarde Leigh ya se encontraba de nueva cuenta de camino al trabajo, había tenido tres días de descanso para asegurarse de que todo estuviese en orden con su cuerpo debido a la droga que se le inyectó. Así que ahora que estaba de regreso decidió pasar a comprar donas para sus compañeros, quienes supo que la noche anterior habían vuelto de un viaje express.
En cuanto las puertas del ascensor se abrieron encontró demasiada gente en los pasillos, cosa que le extrañó bastante y la hizo sentirse solo un poco incómoda, ya que mucha gente no era algo con lo que se sintiera agusto. Aún así le brindó una sonrisa a quienes la voltearon a ver para continuar con su camino.
Empujó la gran puerta de cristal para dirigirse a su escritorio, el cual se encontraba frente al de Spencer, quien siendo él, ya estaba en su lugar leyendo.
— Buenos días— sonrió Leigh llamando la atención de Spencer— Traje donas
— Buenos días Leigh— contestó Spencer despegando su mirada del libro— Gracias, es como si me hubieras leído la mente
— ¿Sabes porque el pasillo está lleno de gente?— preguntó Leigh extendiéndole a su compañero la caja con donas
— Hotch va a entrevistarlos, aunque tu estás aquí y JJ solo está de licencia por su hijo, querían agregar a alguien mas al equipo— respondió Spencer tomando una dona de chocolate con chispas de colores en la parte de arriba— Creo que nunca te pregunté como fue tu ingreso a la UAC. Quiero decir, nunca te vi por aquí para alguna entrevista
— Cuando mis jefes supieron que había una vacante aquí le mandaron mi expediente a Hotch, supongo que no fui la única, lo leyó y tadaaaaa— dijo la rubia tomando una dona igual a la de su compañero— Antes de que me aceptaran, Hotch y yo tuvimos una conversación por teléfono ya que yo estaba...
Leigh pensó en lo que debía contestar, no quería hablar sobre aquel último caso como parte de la policía de Nueva Orleans, el solo recordar la cantidad de horas que pasó rompiéndose la cabeza para darle una solución y tener algo de paz, era algo que prefería no volver a hacer.
— Estaba ocupada con ciertas cosas que me impedían venir a una entrevista presencial, días mas tarde me informaron que el puesto era mío, que estaría a prueba durante el primer caso para ver como era mi dinámica con el equipo, todas esas cosas, pero funcionó bastante bien y aquí estoy
— Pues me da gusto que lograras ingresar, de verdad que eres un gran elemento para el equipo— sonrió Reid
La chica le sonrió de vuelta, no sin evitar sentir un ligero cosquilleo en su estómago al ver a su compañero sonreír de la manera en la que lo hacía.
— ¿Acaso eso que huelo son donas?— preguntó Gisselle llegando al área de escritorios y haciendo voltear a ambos agentes— Leigh, siempre sabes cuando es el momento oportuno para traer comida, te amo tanto
— ¿No desayunaste?— preguntó Leigh dándole una dona a su amiga
— No me dio tiempo, hoy Hotch salió antes que yo, está lleno de trabajo por las entrevistas que tiene que hacer para el nuevo recluta, así que me pidió de favor que llevara a Jack al colegio, pero me entretuve haciéndole hot cakes en forma de corazón y ya no tuve tiempo— respondió Gisselle
— Creí que odiabas cocinar— dijo Leigh curiosa
— Te sorprenderías las cosas que uno puede hacer por amor— dijo la otra rubia— Ya ni siquiera es por Hotch, es por ese niño, Jack es como un ángel, cuando lo veo muchas veces desearía hacer que todo desapareciera para asegurarme de que nadie le va a hacer daño nunca
Confirme pasaban los minutos el resto del equipo seguía llegando y agradecían el detalle de las donas a Leigh, quien había decidido ponerle pausa a sus conversaciones con Spencer y Gisselle para concentrarse en todo el papeleo que tenía pendiente.
Amaba su trabajo, pero siempre la parte de los papeleos le resultaba terriblemente tediosa, aún así la mañana parecía ir tranquila, por lo visto ese día no tendrían que viajar para atender ningún caso, así que le mandó un mensaje a Adam para preguntarle si cenarán juntos.
Los prospectos para agentes comenzaron a cruzar las grandes puertas de cristal, por lo que Leigh comenzó a sentirse un poco incómoda por la cantidad de gente presente, así que para lograr mantener la calma, sacó de su bolso una paleta, los dulces siempre la hacían sentirse mas tranquila.
— ¿Cómo ves a los posibles reclutas?— le preguntó Morgan a Leigh, quien ya se encontraba terminando de escribir su último reporte— ¿Tienes algún favorito para el puesto?
— No conozco a ninguno como para tener favoritos— negó Leigh sin despegar la vista de los documentos sobre su escritorio— Supongo que a quien sea que Hotch elija, saldrá bien
— Siento raro no tener ningún caso que... oye Leigh, creo que nos necesitan
Leigh levantó la vista para encontrarse a Rossi entrando por las puertas de cristal y haciéndole una señal tanto a ella como a Morgan, dándoles a entender que debían dirigirse a la sala de conferencias, en donde ya podían ver a Giselle entrar junto con Hotch.
— No debiste decir nada, empezaba a creer que tendría un día tranquilo— rio Leigh poniéndose de pie— Vamos, que por el rostro que Rossi traer, no parece ser nada bueno
— En este trabajo, nunca puedes tener un día tranquilo— mencionó Morgan caminando junto a la rubia
Todo el equipo estaba sentado alrededor de la mesa, tomaron sus tabletas y comenzaron a leer sobre lo que al parecer sería su nuevo caso.
Leigh se confundió al ver los cuerpos pintados con pintura blanca y negra, en sus años como policía jamás había visto algo como eso, pero sus compañeros no parecían sorprendidos por nada de lo que veían.
— Encontraron un nuevo cuerpo con las mismas características de los que están viendo, tenemos que ir para asegurarnos que se trate del mismo ignoto— habló Rossi
— Esto es un sello bastante evidente, ¿Cómo es que hasta ahora nos llaman?— preguntó Gisselle confundida mientras observaba las imágenes
— Ocurrieron en diferentes estados, la policía no creía que fuera algo serial hasta ahora— contestó Hotch— Rossi, Morgan, vayan a la escena, los demás trataremos de encontrar que tienen en común las victimas, este ignoto tiene una misión y es claro que no se detendrá hasta completarla, debemos ponernos a trabajar
Leigh asintió mientras seguía observando las imágenes en la tableta, sin duda parecía que nunca terminaría de sorprenderse con todas las cosas que un ignoto podría hacerle a sus víctimas.
↷↷
El caso terminó siendo mucho mas pesado de lo que Leigh llegó a pensar, todo parecía que estaba por terminar, el equipo iba de camino con una posible víctima, no sabían las cosas que les podrían esperar al llegar, n equipo de SWAT venía acompañando al equipo en caso de que las cosas se complicaran.
Al llegar, Morgan bajó de la suburban negra en compañía de Leigh, detrás de ellos venían Rossi junto a Reid.
— Capitán Wilson, SWAT de Baltimore— se presentó el hombre sujetando con fuerza su arma
— ¿Cómo quiere hacer esto capitán?— preguntó Rossi
— Despejaremos el lugar. Cuando esté asegurado, será suyo— respondió el SWAT— ¿Les parece bien?
Todos asintieron y comenzaron a movilizarse, pero Leigh sentía algo raro a cada paso que daba, una extraña sensación en su pecho se hacía mas grande, era raro, sentía como si algo estuviera por salir mal y no le gustaba, quería creer que todo estaba bajo control, todo había sido planeado con detenimiento, no creía que algo pudiese salir mal.
— ¡Policía!— gritó uno de los SWAT cuando comenzaron a ingresar
— ¡No disparen!— gritó un hombre desde el suelo
— ¡Sal con las manos arriba!— gritó el capitán Wilson
— ¡Eso será muy difícil!— gritó nuevamente aquel hombre mientras trataba de levantar sus manos— ¡Miren!
— ¿Qué tienes en las manos?— preguntó Wilson sin bajar su arma
Leigh sintió su cuerpo paralizarse al ver lo que aquel hombre sujetaba y detestó enormemente tener la razón sobre que sentía que había algo malo en toda la situación.
— ¡Una granada!— gritó Leigh para alertar a todos
— ¡Suéltala!— gritó nuevamente Wilson
Una guerra de gritos comenzó, el hombre trataba de explicar que no podía soltar aquella granada, mientras que tanto los SWAT, como Derek y Rossi, le exigían al sujeto que soltara aquella arma, pero Leigh trató de mirar con mayor detenimiento lo que ocurría, quería saber porque el hombre no soltaba el artefacto.
— Bajen las armas— pidió Reid acercándose al hombre que aún permanecía en el suelo— Lo dices literalmente. No puedes soltarla
— ¡Si!— asintió él hombre con miedo en su voz
El equipo se acercó para tratar de averiguar con que habían pegado la granada, Leigh guardó su arma y observó con detenimiento las cosas que había en la mesa cercana al hombre mientras que Morgan preguntaba lo que el ignoto había usado.
— Está seco y fijo. Pegó el gancho de seguridad— analizó Reid mirando las manos del sujeto— ¿Tienes acetona?
— No funcionará— negó el hombre asustado
— Reid, tiene razón— dijo Leigh tomando el pegamento que había sobre la mesa— Es acrílico industrial. Une partes de autos
Leigh trataba de pensar una manera de hacer que el acrílico se disolviera, en esos momentos se detestó un poco por no prestar tanta atención a sus clases de química en el colegio. Sabía que debía pensar rápido, no tenían mucho tiempo y no podían confiar en que la granada no estallara en algún momento.
— Tienes que quedarte quieto— repetía Morgan
Fue entonces cuando Leigh centró su atención en los autos que había en el lugar y recordó que algo dentro de ellos podría servir.
— Oigan, hay cuatro carros... no sé si esto sirva, alguien me explicó las partes del motor hace años— dijo Leigh tratando de recordar con claridad— Cada auto tiene una batería y creo que algo dentro de ellas podría ayudarnos
— Cada batería tiene una solución de electrolitos— a completó Reid sabiendo a lo que la rubia quería llegar— Están compuestas por un 62% de agua y un 38% de ácido sulfúrico
— Si bueno, no sabía los porcentajes, pero eso sirve. ¿No?— preguntó Leigh— Díganme que si porque no se me ocurre ninguna otra cosa que pueda ayudarnos y no creo que nuestro amigo esté dispuesto a que le corten las manos
— Eso no funcionará— negó Morgan
— ¿Por qué no?— preguntó Rossi
— El acrílico seguirá unido al metal— contestó Morgan
— Es cierto, pero también creará un efecto de saponificación en la piel, la granada se deslizará de su mano como una barra de jabón— comenzó a explicar Spencer— Por supuesto, sentirá un ardor intenso en la piel y el olor será horrendo...
— No pueden... ¡No me quemarán las manos! negó alarmado el hombre
— ¿¡Acaso tienes una mejor sugerencia!?— preguntó Leigh tratando de mantener la calma— Tú te metiste en este lío, así que si no vas a dar una mejor idea, cierra la boca porque te quiero recordar que no solo tu vida está en juego. Es esto o te cortamos las manos
Nadie logró pensar en algo mejor, por lo que Leigh abrió uno de los carros con velocidad para que Spencer pudiera sacar el ácido de la batería. Todos se pusieron un par de guantes para mayor protección, querían evitar mas accidentes.
— Alguien debe sostener la granada mientras esto está...
— Yo me encargo— dijo Rossi terminando de acomodarse los guantes
— Esto dolerá, pero sobrevivirás— le dijo Spencer listo para colocar el ácido— ¿Todos listos?
— Si, solo con cuidado chico— asintió Rossi— Bien, tengo la mano sobre la palanca
— Ayúdame a jalar— dijo Leigh sujetando del lado izquierdo al hombre, quien asintió, listo para comenzar con la extracción de la granada
Spencer dejó caer el ácido sobre las manos del hombre, mientras que entre Morgan y Leigh lo jalaban para poder hacer que sus manos soltaran el artefacto. Los gritos se hicieron presentes a los pocos segundos, Leigh hizo una mueca de desagrado cuando el aroma de la piel quemada entró por sus fosas nasales, aún así decidió ignorarlo para seguir con su labor. Lo que fueron unos segundos parecían minutos debido a los nervios de la chica, pero pudo sentir el alivio cuando Rossi anunció que ya tenía la granada en sus manos.
— Toma esto— le dijo Leigh al sujeto entregándole una toalla— ¿Estamos a salvo, Rossi?
— Si, estamos bien— asintió el italiano— La palanca está... ¡Corran!
Leigh ayudó a Morgan a levantarse para salir corriendo. El moreno la puse delante de él para tratar de cubrirla lo mas que se pudiera, la rubia sentía su corazón latiendo con fuerza, quería asegurarse de que Rossi y Spencer salieran a salvo, pero el cuerpo de Morgan no le permitía mirar para atrás.
Cuando la granada hizo explosión, Leigh se cubrió con una patrulla que estaba cerca, sintió algunos escombros caer en su cabeza, pero no le importó, en esos instantes solo quería asegurarse que sus compañeros estuvieran a salvo.
— ¿Están bien? ¿Alguien está herido?— preguntó Spencer
Leigh se recargó en la patrulla para tratar de regular su respiración, sintió como alguien la aventó y pudo ver que se trataba del hombre del taller quien iba directo a vomitar.
— Si. Estamos todos bien— asintió Rossi
↷↷
Cuando todos estuvieron de regreso a la estación Leigh decidió quedarse afuera para fumar un cigarrillo, un viejo habito que trataba de disminuir, pero que después de aquella explosión sentía que necesitaba. Encendió el cigarrillo y recargó en una de las paredes, Morgan había dicho que él llevaría el interrogatorio, por lo que disponía de algunos minutos para disfrutar del tabaco.
— Seis minutos— dijo Reid haciendo brincar a Leigh, quien se ahogó n poco con el humo del cigarro— Lo siento, no quería espantarte
— No te preocupes. ¿Qué quieres decir con seis minutos?
— Fumar un cigarrillo te quita seis minutos de vida, solía decirle eso a mi madre cada que encendía uno, serían seis minutos menos que pasaría conmigo— explicó Spencer colocándose junto a Leigh— No sabía que fumaras, en las semanas que llevas aquí no te había visto hacerlo
— Trato de disminuir mi consumo. Es un mal hábito que adquirí hace unos años...— contestó Leigh suspirando al recordar en que año comenzó a fumar, algo que en definitiva no quería discutir en esos momentos— Créeme que actualmente lo hago muchísimo menos que hace algunos años, ya tenía un par de semanas sin hacerlo, pero después de que me drogaron en aquella misión y que hoy casi voláramos en cientos de pedazos... creí que lo necesitaba
— ¿Sabías que el consumo del tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o incluso subtipos de cáncer?— informó Spencer ganándose una sonrisa por parte de su compañera— Inclusive cada año se registran mas de 8 millones de muertes relacionadas con el consumo del tabaco
— Lo de las enfermedades no es muy difícil de suponer, pero evidentemente no tenía la cifra de los decesos causados por algunos de estos— dijo Leigh mirando el cigarrillo consumirse entre sus dedos— Te prometo que seguiré trabajando en dejarlo, pero ahora después de esa explosión solo necesito calmarme para poder ayudar a cerrar el caso
— ¿Tienes mas cigarrillos?— preguntó Spencer a lo que Leigh asintió— Me gustaría hacer un trato contigo
— ¿Qué clase de trato?— preguntó Leigh dándole una calada al cigarro
— Adam me dijo que te encantan los chocolates, sobre todo si son en forma de conejo, así que por cada cigarrillo que tengas, yo te daré un chocolate para remplazarlo— sugirió Spencer— ¿Aceptas?
Leigh lo pensó por unos instantes, miró el cigarrillo en sus dedos, se dirigió a un bote de basura mas cercano en donde decidió tirar toda la ceniza que quedara, para luego apagarlo por completo y tirar la colilla.
— ¿Podemos empezar desde ahora?— preguntó Leigh sonriendo
— Por supuesto que si— asintió Spencer con una gran sonrisa— Terminando el caso te daré un chocolate
↷↷
Después de que se supiera la identidad del ignoto y la manera en la que se había enterado sobre que la policía iba al lugar donde se encontraba, Derek y Rossi se fueron para hablar con la esposa del capitán Wilson, el resto del equipo se quedó para seguir averiguando todo lo que se pudiese.
Leigh hablaba con Gisselle sobre como había sido la explosión, cuando Hotch y Penélope comenzaron a hablar.
— El capitán Wilson nos está llamando— dijo una Penélope nerviosa— Está llamando a casa, pero... puedo hacerme pasar por ella... no sé
— ¿Quieres que haga esto?— le preguntó Gisselle a Hotch
— Hagan silencio. No hablen por teléfono, no emitan ni un sonido— ordenó Hotch— Lewis, es tu turno
Una mujer morena se acercó hasta el teléfono, Leigh la reconoció como una de las aspirantes al puesto, así que se hizo a un lado para darle un mejor acceso.
— ¿Hola?— contestó Lewis fingiendo ser la esposa del capitán
— Hola cariño— respondió el capitán después de unos pocos segundos
— ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?— volvió a preguntar la morena
— Sí, es que... perdón por haberte hablado mal antes... estaba algo nervioso, no debí tratarte así
— Phill, solo haz lo que debas hacer y vuelve a casa. ¿Si?
— Lo haré
— Cielo, puedo oírlo en tu voz. ¿Qué pasa?— preguntó Lewis fingiendo preocupación— Cariño, háblame, amor... dime en que estás pensando
Leigh observaba como Lewis lograba mantener la conversación como si nada, sin duda se sentía sorprendida, le veía como un buen elemento para el equipo, sabía como improvisar y como mantener un tono calmado para evitar ser descubierta.
Hotch le hacía señas a la morena para indicarle las cosas que debía decir y ella parecía comprenderlas al instante.
— Nunca quise que pasara nada de esto— dijo Wilson
— Lo sé. Lamento mucho todo esto— se disculpó falsamente— Pero baja la cabeza y lo superaremos. ¿De acuerdo? ¿Me oyes, cariño? Solo baja la cabeza
Segundos después se escucharon algunos balazos, cosa que alertó a todos. Leigh se sentía nerviosa por sus compañeros, no quería que todo terminara en una balacera, la llamada se había colgado por lo que solo les quedaba esperar.
— Eres buena, felicidades— le dijo Gisselle a la morena— Yo soy Gisselle y ella es Leigh-Anne, pero puedes decirle Leigh, muy buen trabajo
— Gracias. Yo soy Tara, Tara Lewis— se presentó con una sonrisa la morena— Esperemos que todo resulte bien, confiemos en que los demás logren atrapar al ignoto con vida y que todos estén a salvo
Los minutos pasaban y parecían volverse una eternidad, Leigh estaba al pendiente del celular por si llegaba a sonar, pero el aparato permanecía apagado, el silencio aún permanecía.
Gisselle se acercó a Hotch, sabía que no podía darle una demostración de afecto como quisiera, así que solo se limitó a ponerse junto a él en señal de apoyo.
A los pocos minutos, el teléfono de García sonó.
— ¡Es Reid, es Reid!— dijo contestando la llamada y poniéndola en altavoz— ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?
— Tenemos a ambos, con vida— informó Reid
Todos suspiraron llenos de alivio.
— Buen trabajo, nos vemos aquí— felicitó Hotch
La llamada se cortó y todos los que escuchaban la llamada volvieron a sus actividades.
— Solo quiero decir que aunque no consiga el puesto, esta fue la mejor entrevista laboral que tuve en mi vida— sonrió Tara
Leigh soltó una leve risa, sin duda esperaba que la morena fuese quien ocupara el puesto disponible en el equipo, la veía con demasiado potencial, además de que parecía que había logrado encajar bien con Penélope, Gisselle y con ella, lo que haría mucho mas sencilla la convivencia laboral.
— Penélope García. Eres maravillosa— se presentó la rubia de lentes— Es maravillosa
— Agente Lewis, creo que le pedí que esperara y eso fue hace 36 horas— habló Hotch
— Valió totalmente la pena— siguió sonriendo Tara
— ¿Podríamos sentarnos ahora?— sugirió Hotch
— Sí. La 2:00am es mi horario favorito— rio Tara para caminar en dirección a la oficina de Hotch, siendo seguida por él— Un gusto conocerlas
— Aaron— habló Gissell haciendo que el hombre volteara— ¿Seguirás con las entrevistas después de ella?
— No, puedes decirles que el puesto ya se ocupó— sonrió levemente Hotch, haciendo que tanto Gisselle como Leigh y Penélope sonrieran
Leigh sonrió satisfecha, el caso se cerraría, ya encontraron al nuevo miembro del equipo y obtendría chocolates en cuanto Reid volviera, aún pese a la explosión había sido un gran día, por lo que le mandó un mensaje de texto a Adam para informarle que volvería a casa en poco tiempo para comer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro