✧seis; el café nocturno
El equipo venía regresando de un caso en Las Vegas, Nuevo México. Leigh se sentía cansada, y es que los siguientes días después del caso del tiroteo la hicieron sentirse un poco apagada, todos lo notaban, su rendimiento en el trabajo no había disminuido, pero sus sonrisas eran menos constantes, además de que su consumo en cuanto a tabaco había vuelto a aumentar.
Leigh estaba por cruzar las grandes puertas de cristar para llegar a los asensores, cuando Aaron Hotchner le pidió hablar con ella por unos instantes, cosa a la que la rubia no tuvo más remedio que decir que si.
No podía negar que se puso un tanto nerviosa ante el llamado de su jefe, sabía que emocionalmente no estaba bien, eso no era un secreto para nadie, pero trataba de que esto no afectase su trabajo.
— ¿Quería hablar conmigo señor?— preguntó Leigh entrando a la oficina de su jefe, aún no tenía tanta confianza con él para llamarlo de otra manera y prefería seguir hablando con él en un tono profesional— ¿Pasó algo?
— Leigh-Anne, quiero pedirte una disculpa por hacerte hablar con los tiradores en el caso de hace unas semanas, por tu expediente es claro que estaba enterado de lo ocurrido con tu hermano, no me puse a pensar en lo mal que podría hacerte— expresó Hotch con seriedad— Tengo entendido que sigues asistiendo con una psicóloga, pero también me gustaría que supieras que si llegas a requerir otra debido a la distancia, puedes decirme y te daré el contacto de una del buró
— Señor, aprecio mucho su disculpa, pero no tiene porque hacerla, yo me ofrecí a hacerlo, incluso cuando la agente Pipes también se había ofrecido, me mantuve firme en cuanto a querer ser quien hablara con ellos— contestó Leigh suspirando, tratando de ponerse tranquila, ahora sabía que el llamado no era por algo negativo— Tomaré en cuenta el ofrecimiento de una psicóloga mas cercana a mi ubicación actual. ¿Necesita algo más?
— Deja de decirme señor, puedes llamarme Hotch— indicó el hombre— Y si llegas a necesitar algo, sabes que las puertas de mi oficina siempre estarán abiertas
— Está bien señ... Hotch— asintió Leigh— Muchas gracias
— Puedes retirarte, ten una buena noche— finalizó él, a lo que Leigh sonrió levemente para segundos después salir del lugar
Se despidió de Tara y Rossi, quienes aún permanecía en sus escritorios.
Todos querían ayudarla de alguna manera, pero Leigh se negó a hablar al respecto, sentía que aún no estaba lista para tratar ese tema con alguien que no fuese su psicóloga, ya había sido mucho que todos ahí supieran esa parte de su vida, aún no quería decir más. Pero de cualquier manera, tendría en consideración el asistir de manera presencial con una psicóloga mas cercana a su residencia actual.
Debido a todo ese cambio de actitud en la chica, Spencer decidió hacer algo más, después de todo la chica se había abierto un poco con él, sentía que podría servir como alguna clase de apoyo para esta situación, no llevaba mucho tiempo conociéndola, pero algo dentro de él quería que volviera a sonreír.
— Leigh, Leigh, espera— gritó Spencer persiguiendo a la rubia en el estacionamiento— ¿Tienes un momento? Estaba buscándote, creí que ya te habías ido
— Ehhh, si, por supuesto. ¿Qué pasa?— preguntó ella cerrando su cajuela, de donde había sacado una chaqueta— Estaba en la oficina de Hotch, quería hablar conmigo, supongo por eso no me encontraste
— Se que has estado pasando por unos malos momentos y probablemente no quieras hablar de eso, pero no me gusta verte tan apagada, ni tampoco notar como tu consumo de cigarrillos sigue en aumento... es por eso que me gustaría invitarte por un café— dijo Spencer mirando a la rubia, quien lo miraba de una manera confusa— Se que nuestro trabajo tampoco ayuda a mantener la mente un poco más tranquila, así que te ofrezco una noche de paz... o al menos un intento
— Aprecio mucho tu preocupación, pero honestamente no creo ser una muy buena compañía— dijo Leigh forzando una sonrisa y recargandose en el maletero del auto— Se que estos últimos días mi actitud cambio, créeme que detesto estar así, pero creo que es algo necesario... después de todo ya comencé a hablar del tema con mi psicóloga y...
— ¿De verdad? Estoy muy feliz por ti, es un gran paso, felicidades— sonrió Spencer con sinceridad, no había que pasar por una situación como esa para entender que era complejo y doloroso hablar sobre ello— Escucha, yo comprendo que no estés en el mejor de tus momentos, se que crees no estar en el mejor de tus momentos, pero no por eso tienes que alejarte de todos. Cuando Meave murió... también me alejé, pasé por un periodo muy oscuro en mi vida, solo quería encerrarme a llorar, pensando en lo que pudo ser si hubiera actuado de otra manera, estuve a punto de perderme a mi mismo, pero tuve la fortuna de contar con grandes personas en mi vida que no me dejaron caer... hoy quiero ser una de esas personas que te ayude a brillar nuevamente o al menos quiero estar a tu lado durante este proceso
Por primera vez en varios días, Leigh logró sonreír de una manera honesta, ni siquiera lo pensó, simplemente lo hizo, por lo que terminó por acceder.
— ¿A dónde quieres ir?— preguntó Leigh— No conozco muchos lugares por aquí y menos cafeterías porque no tomo café, ya sabes que me da sueño
— ¿Me permites conducir? Tu puedes elegir la música— preguntó Spencer extendiendo su mano— Te prometo que será un lugar tranquilo, se que no te gusta mucho el ruido o los lugares llenos de gente
Leigh le extendió las llaves al castaño y caminó hasta el asiento del copiloto, sus ánimos seguían sin ser los mejores, pero algo dentro de ella no le permitía darle otra negativa al castaño.
La rubia encendió el estéreo y conectó su celular para colocar un poco de música, no quería pensar mucho así que solo colocó el modo aleatorio.
La voz de Taylor Swift comenzó a inundar el automóvil, por lo que la chica comenzó a tararear la canción mientras movía la cabeza al ritmo de su melodía favorita.
— Quiero contarte que jamás espere que Taylor Swift fuera algo que pudiera entrar en mis gustos, pero desde que me pusiste esta canción la disfruté demasiado— informó Spencer ganándose una mirada de sorpresa y alegría por parte de la chica— Ya escuché algunas otras, pero enchanted si sería mi favorita o también all too well, aunque sea muy triste
— Todos amamos a Taylor, es imposible no hacerlo— contestó Leigh con emoción— Siempre tiene una canción para absolutamente todo, es como si supiera todo lo que siento en las diferentes etapas de mi vida y... ay, lo siento, voy a empezar a emocionarme del tema y no dejaré de hablar de eso, creo mejor me detengo
— No, no, no, tú sigue hablando, me gusta escucharte hablar de las cosas que te gustan, tus ojos tienen un brillo muy especial cada que lo haces— sonrió Spencer sin dejar de mirar al frente— Además, te dije que mi intención esta noche era que tuvieras una linda velada y si hablar sobre tu cantante favorita te hace feliz, por mi encantado de escucharte
— Gracias Spence, creo que tiene años que no hablo sobre algo que me apasione fuera de temas del trabajo, se siente bastante bien— dijo Leigh con alegría mientras bajaba un poco el volumen de la música para poder conversar con el chico— Durante el último año y medio de mi matrimonio casi no hablábamos sobre casi nada, era como si esa chispa entre nosotros se hubiera extinguido de un momento a otro... tratábamos de mantenernos unidos supongo yo por costumbre... no lo sé...
— Leigh, no quiero que te sientas forzada a contarme nada que te duela o te haga sentir mal, mi intención esta noche es darte un momento de alegría y supongo que la herida de tu matrimonio aún no termina de sanar...
— En eso último tienes razón, aunque trato de no pensar mucho en eso, lo hablé con Gisselle la noche que todos salimos al bar, algunas veces lo hablo con Adam, pero creo que aún prefiero lidiar sola con mi dolor— respondió Leigh mirando la pantalla de su celular, ya no había un fondo de pantalla con Joseph, pero aún había algunas fotografías que le hacían retroceder a los días donde era completamente feliz con el pelinegro— Joseph no fue mi primer amor, tampoco el segundo, tal vez el tercero, no estoy segura o si eso tenga relevancia, pero lo que si tiene relevancia es que yo deseaba que fuera el último... quería poder sentir esa calidad y amor que solo el sabía darme, cosa que se volvió un dolor que aún hasta ahora no puedo soltar del todo
— Entiendo el sentimiento... solo que Meave si fue mi primer gran amor, claro, nuestras historias son completamente diferentes, pero entiendo esa parte de querer que el amor que estás viviendo sea el que te acompañe el resto de tu vida
— Siento mucho el final de tu historia con Meave, realmente merecías ser feliz junto a ella— dijo Leigh mirando tristemente a su acompañante— No logro imaginar todo el dolor que debiste pasar, nunca está de más recordarte que si tú también llegas a necesitar alguien que te escuche, estaré ahí para ti
La voz de Taylor Swift seguía sonando en el interior del auto, todo mientras Spencer y Leigh se surmergian en sus propios pensamientos, cada uno recordando a sus respectivos amores, pero al mismo tiempo pensando en que debían de seguir con sus vidas.
Spencer recordaría hasta el último de sus días a aquella castaña que robó su corazón con algunas cartas y llamadas telefónicas, el recuerdo de Meave viviría eternamente con él, pero sabía que tenía que avanzar y no permanecer estancado en el dolor.
Leigh por su parte, tendría por siempre a Joseph presente en su corazón, el hombre fue aquel que conquistó su corazón con los mas dulces gestos de amor, algo que permanecería por siempre en las memorias de la chica, pero también sabía que por mucho que extrañara aquellos bellos momentos y a esa persona que la rubia amo durante tantos años, estas ya formaban parte de su pasado y ella no podía vivir eternamente en este.
✧✧✧
Una cafetería en el centro de la ciudad fue la elegida por Spencer, ambos eligieron un lugar dentro del local para evitar sentir el frío de la noche. Él pidió un té de frutos rojos, mientras que Leigh optó por un frapuccino de moka con crema batida, de manera que solo les quedaba esperar a que sus bebidas estuvieran listas.
— Bien, es mi turno— habló Spencer mientras pensaba— Si no hubieras sido una agente del FBI... ¿A qué te hubiera gustado dedicarte? ¿O siempre quisiste ser policía?
Spencer y Leigh acordaron que para pasar el tiempo, se harían preguntas el uno al otro, de esta manera podrían seguir conociendose y ayudaba a que no se formara ninguna clase de silencio incómodo.
— Me gusta mucho la fotografía, así que probablemente hubiera buscado suerte junto con Ayla en otro continente— contestó Leigh después de unos segundos de pensar— O tal vez hubiera sido escritora, disfruto mucho hacerlo. Quise ser policía después del tiroteo en mi escuela, quería marcar una diferencia, ayudar a quien lo necesitara, porque sabía que tristemente ese no sería el último tiroteo que pasaría en en país
— ¿Qué clase de cosas escribes?— preguntó Spencer curioso y sorprendido por el tema de la escritura y comprendiendo la última parte, no quiso agregar otro comentario para no hacerla recordar a su hermano y ese trágico día, sabía que eso la pondría mal— No tenía idea de que lo hicieras, creo que jamás te he visto hacerlo y mira que pasamos mucho tiempo juntos por el trabajo
— Realmente es algo muy personal, mi psicóloga me recomendó hacerlo hace algunos años para manejar mis emociones, es por eso que casi nadie sabe que lo hago y muchísimas menos personas leen algo de lo que hago— respondió Leigh levantando los hombros— Además no es la gran cosa, a veces escribo relatos o incluso canciones... no son nada de otro mundo
— Si alguna vez crees tener la confianza suficiente en mi para permitirme leer algo de lo que haces, yo estaría encantado de hacerlo— le sonrió Spencer a la chica, quien de manera inmediata imitó su acción— Pero sólo hasta que te sientas segura, no te quiero presionar... tal vez algún día
— Si, tal vez— asintió ella mirando de manera directa los ojos del hombre frente a ella, los encontraba fascinantes de alguna manera, no sabía que tenían, pero ella adoraba verlos— Es mi turno... ¿Cuál dirías que sería un autor que te marcó? Ya sea por el significado de su trabajo o por el peso emocional que alguien le dio
Spencer se quedó en silencio mientras recordaba a Thomas Merton y Artur Conan Doyle en todo el peso que aquellos hombres habían tenido en su vida después de Meave, por lo que su respuesta fue inmediata.
Leigh pudo notar como había un poco de dolor en la mirada del hombre, por lo que no quiso insistir en una respuesta mas detallada.
— El zen y los pájaros del deseo es bueno— mencionó Leigh tratando de recordar alguna otra obra de ese autor— No he leído mucho de Thomas Merton, pero recuerdo ese libro porque a mi hermano le gustaba mucho, recuerdo que la primera vez que lo leí no entendí casi nada, pero decidí darle otra oportunidad cuando iba en la universidad
Spencer pareció sonreír de manera leve por unos segundos, se sentía tranquilo estando junto a Leigh, había algo en ella que lograba hacerlo sentir feliz, aún cuando estuviese bajo el constante recuerdo de la perdida de Meave.
Esa noche fue algo muy especial para ambos, ya que lograron encontrar una muy buena compañía en el otro, era como si pese a que estuviesen un poco tristes, la personalidad o la simple presencia del otro lograra darles esa chispa que necesitaban para por lo menos poder sonreír de manera sincera.
Leigh era una luz para cualquiera que la conociera, Spencer no sería la excepción.
— Es mi turno y puede que esta sea una pregunta un poco mas personal, está bien si no la quieres responder— exclamó Spencer— ¿Alguna vez pensaste en tener hijos?
Leigh se sorprendió ante esa pregunta, pero no le incomodó, era una pregunta que había escuchado en repetidas ocasiones, después de todo había durado años con Joseph, cosa que para muchos significaría que tuvieran hijos en algún punto.
— Me gustaría tener mellizos, tal como Edward y yo, crecer con alguien de la manera en la que yo lo hice con él, es maravilloso, quisiera que mis hijos puedan vivirlo— contestó Leigh suspirando— No los tuve con Joseph porque nunca sentí que fuera el momento, los dos estábamos demasiado concentrados en nuestros trabajos, tener hijos significaría tener que poner una pausa a todo eso para darle toda la atención nuestros hijos... tal vez ninguno estuvo dispuesto a poner pausas y está bien, después todo fue una decisión de ambos
— Apuesto a que serías una gran madre
— Eso me gustaría creer. Se que el día que decida ser madre, mi mundo cambiará por completo, es probable que me retire incluso del FBI, no quisiera permanecer ausente o poner mi vida en riesgo, sabiendo que alguien que depende de mi, me está esperando en casa— dijo la chica mientras le sonreía a la mesera que acababa de traer su bebida— Verás... mi madre estuvo un tanto ausente durante mi infancia, no tuve un padre, solo tenía a Edward y cuando murió... bueno, comprenderás como me sentí
— Podemos cambiar el tema... no quiero que te sientas mal recordando todo eso
— Está bien, hace mucho que no hablo sobre esto y si no te molesta escucharme...
— Nunca me molestaría oírte— sonrió Spencer bebiendo de su taza— Si quieres hablar de eso, yo encantado de escucharte
— Mamá estaba ausente por trabajo o por salir con otras personas, la quiero, de eso no quedan dudas, pero tampoco fue la mejor madre durante mi infancia, mi padre se fue antes de que Edward y yo nacieramos, solo lo conozco por fotografías— comenzó a contar Leigh— Edward y yo solo nos teníamos el uno al otro, eso fue lo que me hizo tener fortaleza todos esos años, él evitaba que me sintiera sola, me hacía reír como nadie, me cuidaba, me leía cuentos, me daba dulces, era el mejor... Cuando tenga hijos me gustaría que tengan un hermano como yo lo tuve, pero también quiero que tengan una madre y un padre, una verdadera familia
— Entiendo a lo que te refieres, es bueno que tengas en claro que es lo que buscas, espero que puedas obtenerlo cuando lo desees— dijo Spencer mirando a Leigh— Y lamento mucho tu historia familiar, eres alguien muy fuerte
✧✧✧
En cuanto ambos salieron de la cafetería, decidieron caminar un poco por un parque cercano al lugar, era una noche bastante tranquila, el cielo parecía despejado, por lo que algunas estrellas podían verse, incluso la luna era visible, esto alegró a Leigh, ya que ella amaba por completo el cielo nocturno, era una de sus cosas favoritas en la vida.
— ¿Te gustan mucho las estrellas?— preguntó Spencer dándose cuenta de la alegría que Leigh desprendía
— De niña disfrutaba con mi hermano salir a buscar estrellas, teníamos la meta de en algún momento encontrar una estrella fugaz— sonrió Leigh mirando al cielo— Claramente nunca la encontramos, pero disfrutabamos el ver el cielo, incluso buscarle forma a las estrellas, mamá siempre nos regañaba por quedarnos hasta tarde tirados en el pasto
— ¿Tienes alguna constelación favorita?— preguntó nuevamente Spencer imitando las acciones de Leigh, el cielo se veía muy lindo
— Andrómeda y Taurus— respondió— No me preguntes el motivo porque honestamente ni yo lo sé, simplemente me gustan, aunque Taurus sea porque es la constelación de mi signo zodiacal
— La estrella de Andrómeda más cercana a la Tierra a 10,6 años luz de distancia es Ross 248, enana roja de tipo M6.0V— informó Spencer, ganandose una mirada y una risa por parte de Leigh— Aldebarán, es la estrella más brillante de la constelación, es una gigante naranja catalogada como K5+III—[1] de primera magnitud
— De verdad que amo hablar contigo, siempre tiene un dato sobre cualquier tema del que estemos hablando— dijo Leigh mirando fijamente a Spencer— Aprendo mucho estando contigo, me gusta
Spencer se puso un poco nervioso y agachó la mirada ante las palabras de la chica, no sabía como reaccionar, la mayoría de las personas siempre lo veían de manera extraña cuando daba algún dato o simplemente lo interrumpían, no muchas personas se interesaban en lo que él tenía que decir.
— ¿Todo bien? ¿Algo te molestó? ¿Dije algo que no tenía que decir?— preguntó Leigh— De la nada agachaste la vista y no dijiste nada por unos instantes
— No muchas personas se interesan en las cosas que digo, piensan que soy un sabelotodo insoportable— contestó Spencer— Creen que no lo noto, pero estudio el comportamiento humano, es evidente que me doy cuenta de esas cosas
— Claro que eres un sabelotodo— respondió Leigh, haciendo que Spencer sonriera incómodo, ese comentario lo hizo creer que Leigh se podría aburrir por escucharlo hablar— Y yo adoro a los sabelotodo, estamos hablando de personas que se prepararon toda su vida para tener el nivel de conocimiento que tienen, no solo hablan por hablar, todo lo que dicen está fundamentado, los insoportables son todas aquellas personas que te quieren hacer sentir menos por ser como eres. Spencer, no permitas que nadie te haga sentir menos, porque te juro que eres muchísimo y no solo por tu inteligencia, por todo lo que eres, vales muchísimo
Spencer sonrió con felicidad ante esas palabras, ya había pasado demasiado tiempo desde que alguien se había tomado la "molestia" de darle palabras de aliento. Él se sentía bien, se sentía feliz, Leigh lo estaba haciendo feliz.
— De verdad que Adam tenía razón cuando dijo que eras capaz de hacer sonreír a cualquier persona, sin importar que tan triste o enojada pudiera sentirse— exclamó Spencer caminando junto a Leigh— Tienes una luz muy brillante dentro de ti, es increíble darme cuenta te gusta compartirla con quien te rodea. Gracias Leigh, necesitaba escuchar eso
— No tienes nada que agradecer, lo hago porque me nace hacerlo, no me gusta que las personas que me rodean se sientan tristes, por eso siempre trato de darles un poco de alegría— respondió ella mirando nuevamente al cielo— Yo soy quien debería estarte agradeciendo por la invitación para ese café, realmente necesitaba despejar un poco mi mente y esta salida ayudó bastante
— Tampoco tienes nada que agradecer, todo sea por ayudar a una amiga— le sonrió Spencer a la chica, quien por estar admirando el cielo nocturno, no pudo notar aquella sonrisa
— Que feliz me hace saber que ya me consideras una amiga— dijo Leigh alegremente— De verdad que entrar a la UAC cambió mi vida, llegar aquí si fue lo mejor que me pudo pasar
✧✧✧
Los siguientes días, todos notaron el cambio de actitud en Leigh, la chica de poco en poco estaba volviendo a ser aquella agente de gran sonrisa, que siempre le llevaba algún dulce a sus compañeros.
Ese día, todo el equipo se encontraba feliz, ya que JJ se reintegraba de nueva cuenta al equipo. Leigh y Tara no la conocían, pero les entusiasmaba la idea de conocer a la agente de quien tanto habían escuchado hablar.
— Por lo que Spence me contó, ella era antes el enlace con la prensa, no me contó porque dejó de serlo y se volvió una perfiladora, pero parece ser que ella está aquí desde hace años— le contaba Leigh a Tara
— Que bueno que ya está de regreso, todos parecieron extrañarla— sonrió Tara— Además, nunca está de mas un cerebro más en todo el trabajo que tenemos
Leigh iba a decir algo más, pero una rubia entró a la oficina, haciendo que algunos de los presentes corrieran a abrazarla, ella era JJ.
— ¡Volviste, volviste, que felicidad!— sonreía García abrazando a su amiga— ¡Te extrañaba muchísimo! ¿Cómo está mi adorado ahijado? ¿Recibió todos mis regalos?
— Yo también los extrañaba, me da gusto estar de regreso— contestó JJ correspondiendo los abrazos— Si Penélope, recibió todos, creo que Will y yo tenemos que comprar un nuevo mueble para guardar todo lo que nos diste
— Es bueno tenerte de regreso — dijo Hotch manteniendo su ya conocido, semblante serio, pero sonriendo levemente ante la presencia de su compañera — Te presento a las agentes Lewis y Jones, son nuevas en el equipo
— Un placer, había escuchado mucho de ti— sonrió Leigh tomando la mano de JJ— Puedes llamarme Leigh
— Y a mi Tara— se presentó ahora la morena
— Es un gusto conocerlas a las dos, ya escuché algunas cosas sobre ustedes, bienvenidas al equipo— sonrió JJ amablemente
— ¡Ven aquí JJ de mi corazón!— dijo Gisselle abrazando con fuerza a su amiga— No me vuelvas a dejar, si no fuera porque Leigh y Tara ingresaron hubiera estado rodeada de hombres, mucha testosterona para mi gusto
— Es bueno estar de vuelta— sonrió JJ
Unos instantes después, Spencer abrazó con fuerza a JJ, fue entonces que Leigh notó algo diferente en él, no sabía que era con exactitud, pero podía notarlo en la manera en que los ojos de Spencer brillaban al estar de nueva cuenta junto a JJ, o tal vez en su lenguaje corporal, no sabría explicarlo, pero de lo que estaba segura es que había algo que antes no estaba.
Pese a esto, Leigh decidió ignorar lo que sea que estuviera viendo, creyendo que solo estaba viendo cosas en donde no las había, así que se dirigió en compañía de Tara a la sala de juntas, ya que García tuvo que interrumpir la bienvenida a su compañera por un nuevo caso.
— ¿Cómo te has sentido últimamente?— le preguntó Tara a Leigh mientras caminaban— Te he visto mejorar, pero nunca está de mas preguntar
— Tu lo dijiste, me viste mejorar, ya estoy mejor— asintió Leigh— Hablé con Adam, con mi psicóloga, con Gisselle, incluso con Spencer, todos me ayudaron bastante a ir saliendo de poco en poco de toda esa tristeza que me estaba invadiendo de nuevo
— Me da gusto que te sientas mejor, cuando escuché todo solo quería abrazarte... Leigh, eres muy valiente y fuerte— animó Tara colocando su mano en el hombro de la chica— Y si llegas a necesitar un hombro para llorar, mi puerta siempre estará abierta, mi hombro listo y mi alacena tendrá algunas botellas de vino
— Muchas gracias Tara— agradeció sinceramente la rubia— Lo tendré en consideración, aunque quiero decirte que me gusta mas el vodka y la cerveza
— Anotado— asintió Tara riendo— Aunque si me embriago, te va a tocar cargarme hasta mi cama
— Hecho— asintió Leigh
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro