𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 - 33
—¡Majestad! -una de las empleadas del servicio había entrado con rapidez al comedor principal del palacio, allí se encontraba Tzuyu en total silencio desayunando, su momento de vió interrumpido cuando aquella mujer entró exaltada a la habitación, jadeando por la posible carrera que había dado- En la oficina... Dos chicas...
Tzuyu le indicó que se sentará, está acató y recibió con gusto el vaso de agua que la morena le había dado, cuando bebió del líquido respiró hondo.
—En la oficina de la emperatriz, hay dos chicas -dijo- Están junto al príncipe Jinyoung -Tzuyu enarcó una ceja- Traen noticias importantes...
—Gracias -musitó está, rápidamente dejó el comedor y corrió por todos los pasillos en dirección a la oficina de T/n.
Poco después, Tzuyu entró rápidamente a la oficina, viendo como Jinyoung y las dos agentes de T/n estaban de pie viendo el retrato de la azabache, todos haciendo una reverencia al entrar Tzuyu.
—Majestad -saludó el príncipe seguido de las dos chicas- ¿Cómo se encuentra hoy?
—Mejorando, solo han pasado dos días... -dijo- ¿Sucedió algo?
Rápidamente Yunjin miró a Kazuha, está asintió y la japonesa fue hasta Tzuyu y le entregó una tableta, la morena la tomó y vio lo que parecía ser una grabación de seguridad, Jinyoung tomó la palabra.
—¿Que es esto? -preguntó.
—Su nombre es Karl Von Westfalia -respondió él- Hasta hace unos años era un diplomático hijo de un barón alemán aquí en América, su familia es la casa real Germánica de Westfalia, anteriormente gobernante del imperio Alemán hasta la primera guerra mundial, y por así decirlo, los primeros gobernantes de América -dijo- Antes de la muerte del padre de T/n, el príncipe Haruto y de la abdicación de su madre, Karl era un pretendiente al trono por derecho de uti possidetis iuris, intentó obtener el trono por una especie de golpe político de estado al querer que el Parlamento provincial le diera el trono ante la "incapacidad de la heredera", cosa que no sucedió cuando yo mismo me encargué de exiliarlo durante la coronación de su majestad. Ahora mismo lo tenemos encerrado en una prisión de máxima seguridad en Berlín, la señal que se había rastreado del antiguo concejal Wong nos guío hacia su escondite, él es uno de los culpables del atentado a sus majestades en Tokio.
—¿Cuando lo capturaron?
—Hace tres días, intentaba escapar a Rusia cuando nuestro equipo lo interceptó en la frontera -explicó Yunjin, Tzuyu devolvió la tableta y asintió- La emperatriz Annie lo extraditará de regreso a América cuando las autoridades alemanas terminen su interrogatorio, es cuando aprovecharemos para sacarle información sobre el paradero del concejal Wong.
—Perfecto, cada día nos acercamos más a este sujeto -dijo Tzuyu, está suspiró tranquila- Han hecho un excelente trabajo. Todos.
Las chicas se sonrojaron a modo de agradecimiento y Jinyoung sonrió. —Y usted majestad ha sabido manejar esta crisis bastante bien -dijo el hombre- Mi sobrina supo escojer correctamente a su compañera de vida.
—Y hablando de ella... -musitó la morena viendo su reloj- Ya es hora de ver cómo está.
Diez minutos después, suit imperial
Tzuyu entró con delicadeza a la habitación que hace poco tiempo compartió con T/n. La habitación había sido remodelada para suplir las necesidades que la azabache necesitaba para estar bien, como por ejemplo el día de ayer habían retirado el respirador artificial y la mayoría de maquinaria médica. Ahora solo quedaba la cama y un aparato suministrante de suero para T/n. Después de revisar el estado de T/n, Tzuyu se sentó en la silla que había junto a la cama, tomando la mano de T/n y cuidando que el tubo suministrador no se saliera.
—Okay... Se supone que hoy es el día cuando tienes que despertar T/n -susurró la morena, está acaricio la mano de T/n con sus dedos- El doctor dijo que el accidente había sido grave y que el pedazo de vidrio había perforado tu estómago, pero que estabas fuera de peligro y que solo era cuestión de tiempo para que despertarás -suspiró- ¿No crees que es el momento indicado para hacerlo?
Aunque T/n la había preparando en su tiempo libre para poder sobrellevar una situación así, la morena no se sentía tan lista como T/n lo creía. Llevar el peso total de la corona era algo que apenas si podía hacer bien -gracias al concejal Wong- y aunque le estaba yendo "bien" está sentía que con T/n a su lado lo podría hacer mejor. La azabache era su soporte, su esposa, y la necesitaba ahora mismo para poder continuar, necesitaba fuerzas.
Mientras pensaba, está tocó el collar que la azabache le había dado. Aquella joya significaba la plena confianza que T/n le tenía, y sobre todo, la seguridad que le había dado.
—Si continuas haciendo esas expresiones te saldrán arrugas en los contornos de los ojos.
Tzuyu dejó de hacer lo que estaba haciendo y miró a T/n, está tenía una sonrisa decaída y los ojos levemente cerrados.
—¡Despertaste! -gritó Tzuyu- ¿Te sientes bien?
Con sumo cuidado la morena juntó su frente con la de su esposa, acariciando también sus mejillas.
—Estoy bien, desperté en la madrugada pero estaba muy cansada, el doctor me recomendó seguir descansando -esta dijo, luego Tzuyu frunció el ceño- Le pedí al doctor que no le avisara a nadie sobre mi estado, como dije, era de madrugada y no quería despertar a nadie. Menos si se trataba de ti, me dijo que te quedabas hasta muy tarde aquí cuidando de mi.
—Pero si eres una tonta... -esta dijo, T/n asintió sonriendo- ¿Segura de que estás bien?
T/n asintió. —Lo estoy, no te preocupes -respondió- Solo me duele un poco el abdomen, pero es normal. Pasará un buen y largo tiempo para que vuelva a estar como si nada hubiera sucedido...
La morena suspiró, está, con su brazo vendado estiró su mano para tocar el rostro de la azabache, ocasionando que T/n cerrara sus ojos ante el tacto, disfrutando de la sensación que los dedos de la menor le ocasionaban.
—Por un momento de verdad creí que me ibas a dejar sola -espetó Tzuyu- Tu madre incluso se estaba haciendo a la idea de que si algo te pasaba... Yo tenía que hacerme cargo. Estaba tan asustada... -dijo- Pero me alegro demasiado de que estés bien.
—Esta bien, está bien -habló riendo- Estoy bien, y definitivamente serías capaz de tener el mando sin la ayuda de nadie, eres una mujer muy capaz y brillante, inteligente, fría... Serías una buena líder sucesora si algo me llegará a pasar -y la mirada de Tzuyu no pasó desapercibida para T/n, la azabache decidió que ya era bueno dejar las bromas de lado y concentrarse en lo importante- Y dime... ¿Que ha pasado en los últimos días que no he estado consciente?
Tzuyu se acomodó en su silla y respiró fuertemente.
—Kazuha y Yunjin han estado trabajando día y noche tratando de encontrar al concejal Wong, y aunque es un tipo bastante escurridizo, lograron capturar a su cómplice en el atentado de Tokio, en este momento se encuentra capturado en Berlín y la emperatriz Annie lo está interrogando, dice que inmediatamente termine lo extraditará a América. Tu tío el príncipe Jinyoung asegura que este hombre, llamado Karl Von Westfalia puede ser una fuente confiable de información para capturar a los involucrados en el ataque.
T/n rió, está bebió de la botella de agua junto a su cama y miró a su esposa que estaba expectante.
—La última vez que una emperatriz de América confío en un alemán de dudosos antecedentes el mundo estuvo en guerra durante cinco años, seguido de una guerra ideológica durante más de cuatro décadas, según recuerdo, mi bisabuela Miyeon se lamentó toda su vida de esa decisión -respondió ella de manera risueña, Tzuyu giró los ojos- Esperemos que mi tío tenga razón y este sujeto sea de ayuda en algo, ya me estoy hartando del jueguito "yo me escondo y tú me persigues" que tiene Wong con nosotras, es momento de que pague por sus pecados.
La morena asintió, estando de acuerdo. —¿Que pena le darás? -esta preguntó.
—Si por mi fuera, lo asesinaria ya mismo a sangre fria, pero las leyes de América exigen que crímenes como un atentado contra alguna de sus majestades y la alta traición a la nación deben de tener un juicio previo para dictar una sentencia -respondió T/n- Lo mínimo que ahora una corte reformada sino-americana podría dictar para él es la pena de muerte, o en caso contrario, cuatro cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional en la prisión de máxima seguridad del sol negro de Anchorage en Alaska.
—¿No crees que eso es algo fuerte?
T/n negó de inmediato.
—Hay registros de que Wong había malversado fondos del tesoro nacional durante décadas, además de proporcionar el veneno que provocó el infarto fulminante que asesinó a tu padre, el Emperador Yi-Cheng. Y por si fuera poco, sobornó a mi jefe de seguridad para matarme a mí y a ti, lo cual lo hace, indirectamente, el culpable intelectual de un intento de magnicidio doble -dijo, Tzuyu estaba en silencio- Sin contar los delitos que cometió en el exterior y que lo pondría en manos de la interpol o la europol, y tú bien sabes que esas personas son muy suaves cuando se trata de criminales de tal calibre. Si o si Wong necesita ser atrapado en China o en América, dónde la justicia si haría algo que condone sus acciones.
—Vaya... No creí que él... -Tzuyu rió irónica- Definitivamente es una escoria humana que no merece si quiera el perdón de Dios.
—Exactamente... De sus crímenes conocidos nos encargamos aquí, de lo que no sabemos... -insinuó- Se encargará algún tribunal divino, si ese viejo estúpido tiene alguna creencia.
Tzuyu rió en silencio, y mientras esto pasaba, la mirada de T/n se enfocó en su esposa. La azabache tenía bastante tiempo que no veía a la menor reír así, tan linda, tan hermosa, con esos hermosos ojos cerrados que le decían que ese momento era increíble por su pequeña demostración de risa y felicidad. ¿Cómo estaba T/n? Estaba sepultada a cientos de metros, los pequeños y escasos momentos de felicidad de su pequeña eran algo difíciles de ver.
Algo digno de admirar.
T/n, con una sonrisa de estúpida enamorada abrió sus brazos.
—Ahora si me lo permite... -dijo, Tzuyu dejó de reír y miró a T/n con los brazos abiertos- Necesito urgentemente un abrazo de mi esposa ahora mismo.
Y Tzuyu no se hizo del rogar, está suavemente se dejó caer junto a T/n, dejando que los brazos protectores de su amada la cubrieran.
—Podria acostumbrarme a esto... -musitó Tzuyu. T/n tarareó.
—Yo también.
Cuatro horas después, oficina Imperial
Luego de hacerle llegar la noticia del despertar de T/n a todas las personas que les interesaban y que eran importantes, la azabache estaba de pie detrás de cámaras junto a su madre y sus tíos viendo como un equipo de personas preparaban a su esposa para hablar frente a miles de millones de personas en pocos minutos, tanto en China como en América y en el mundo.
T/n sostenía un trípode que contenía su bolsa de suero que la mantenía hidratada, y su madre... Bueno, Sakura tenía sus brazos cruzados mientras golpeteaba suavemente el suelo con su pie.
—¿No deberías de estar ahí con ella? -preguntó, T/n negó- ¿Por qué no?
—Por que Tzuyu no es un trofeo o un accesorio, es una mujer muy capaz, es mi esposa y mi segunda al mando -respondió ella- Cuando le propuse matrimonio y me convertí en la señora Miyawaki de Zhou, decidí que ya era suficiente de que Tzuyu estuviera relegada al papel de la "mujer bonita", ya era momento de que ella fuera independiente, de que pudiera tomar sus propias decisiones sin que la cuestionaran por ello -dijo mientras acomodaba sus lentes con sus dedos- De vez en cuando Tzuyu deberá de tomar asuntos importantes ella sola cuando yo no pueda estar a su lado o esté incapacitada como ahora, y aunque aquí puedo demostrar estar bien, aún tengo mucho dolor en todo el cuerpo, y créeme, mi pueblo no debe de ver una imágen llena de debilidad de su líder, no si quiero demostrar la figura de una dama de hierro inquebrantable.
Sakura, sorprendida por la respuesta de su hija solo asintió llena de orgullo. Su pequeña niña había crecido, en ese momento, la emperatriz emérita supo que había hecho un buen trabajo criando a su hija.
—Ya estamos listos -dijo Jinyoung llegando a su lado, su tía Hyeri estaba hablando con un hombre alto y fornido- Empezamos cuando des la orden.
T/n asintió y miró al jefe de producción, este alzó una baqueta y comenzó una cuenta regresiva desde tres. Las cámaras encendidas indicaban que ya estaban al aire.
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