—“Cientos de invitados de todo el mundo asistieron a la llamada "boda del siglo" entre nuestra emperatriz Su Majestad T/n ll y la emperatriz de china, ahora nuestra segunda Monarca, Zhou Tzuyu. Personajes importantes de la política mundial y del mundo del espectáculo asistieron a mostrar sus respectivos saludos y respetos a la realeza americana en un día tan especial, algo que no se había visto desde el matrimonio de la emérita Sakura lll con la princesa Chaeyeon hace casi veinte años. Ahora mismo me encuentro a las afueras de la base militar de Los Ángeles en la provincia natal de nuestra emperatriz, la provincia de California, dónde sus majestades imperiales tomarán un vuelo en dirección a Tokio, dónde iniciarán una pequeña gira en Asia por las ciudades de Tokio, Seúl,a ciudad de nacimiento de la emperatriz Tzuyu; Taipéi y finalmente en Beijing, dónde se quedarán una pequeña temporada en el palacio real, lugar donde se firmará de manera privada con la dinastía Zhou el acta de unión entre ambas coronas".

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—El plan era tomar un vuelo y viajar directamente a Beijing, pero teniendo en cuenta que el concejal Wong tiene el control del país este tiene acceso a los manifiestos de pasajeros, este idiota sabría de nuestros planes mucho antes de si quiera poner un pie en China -musitó Jinyoung leyendo algunos documentos importantes sobre su nueva y recién adquirida posición en el ejército, este miró a su sobrina- Lo mejor sería salir directamente desde aquí, en un portaaviones y siendo escoltados por la cuarta flota del Pacífico Norte hacía Tokio para evitar problemas, y allí, por supuesto, unir a la quinta, cuarta y sexta flota del Pacífico estacionadas en Tokio y Busan para estacionarnos a por lo menos diez kilómetros de distancia de Beijing y entrar de incógnito al palacio con la ayuda de tu suegra y de la regente Elkie -dijo, T/n asintió en entendimiento al igual que Tzuyu- La operación SINO sería retrasada hasta el momento exacto de nuestra llegada para que no haya fuga de información y cruce de fuego amigo.

—¿Cuántos días más o menos tardaremos en llegar yendo en el portaaviones? -preguntó T/n un poco ansiosa.

—De cuatro a cinco días aproximadamente sin ningún contratiempo, toda la cuarta flota es de propulsión nuclear, podremos salir en una hora más o menos, que es cuando los soldados terminarán de cargar provisiones y armamento, usualmente tardarían dos días en cargar ocho navíos en su totalidad, pero... Ningún otro emperador de la historia ha viajado en un portaaviones hasta que llegaste tú, así que están un poco asustados por hacerlo bien, rápido y eficiente, desde que se planeó la posible invasión remodelaron todo este portaaviones de inicio a fin.

—Ya lo puedo imaginar -Tzuyu rió, tapando su sonrisa con sus manos, ella aún no se acostumbraba a que su sola presencia causaba tal poder- Emmm... ¿Dónde vamos a dormir? -preguntó- Estoy un poco exhausta, no he dormido en casi dos días... -preguntó, jugando con sus dedos muy nerviosa.

Jinyoung y T/n rieron ante la ternura que una mujer de la edad de Tzuyu podía tener en su cuerpo, era ilegalmente adorable.

—Estaran en el camarote principal, es como una suite, pero un poco más pequeña que la del palacio -explico él- Aún falta que lleven la cama, el tocador y sus equipajes, el equipo de ingenieros remodelaron una sala de descanso que nadie usaba para hacer una habitación, y lo hicieron en tiempo record, cómo dije, están ansiosos y asustados por la presencia de ustedes dos.

—Creo que... Mientras terminan todo podemos dar una visita a la sala de mando, ¿No? -preguntó T/n- Me gustaría visitar al capitán y darle mis más sinceras disculpas por darles tanta presión así de la nada.

Jinyoung sonrió y asintió. —Claro, ¿Por qué no?

Lo que T/n no sabía es que con su sola presencia en el puerto los pondría peor.

—Parece que en cualquier momento les dará un infarto...

A lo lejos, Tzuyu y Jinyoung se mantenían al margen de la conversación que una animada T/n sostenía con el capitán del portaaviones y un grupo de soldados que, sin esperar tal visita, estaban un poco conmocionados. Jinyoung rio ante el comentario de Tzuyu, negando suavemente.

—Ella insistió, y aunque quisiera no podría negarme, después de todo es su deseo hacerlo -explico él- ¿Por qué no estás con ella?

Tzuyu miró al mayor un poco nerviosa por su pregunta. Luego miró de regreso a T/n.

—No quiero parecer un estorbo -musitó ella- En China el poder no es centralizado en una sola persona, el poder militar recae en los generales del país, el emperador o emperatriz no tienen un poder casi absoluto en todas las ramas del país tal cual lo tiene T/n, gracias a eso yo no cuento con conocimiento o una carrera militar como T/n la tiene, de estar ahí con ella... Solo estaría estorbando.

Jinyoung negó casi de inmediato con una mirada bastante sería. —Aún si no lo tienes, debes de estar con ella -dijo- Recuerda que T/n te nombró como emperatriz, no como su consorte -Jinyoung recordó la pequeña ceremonia de investidura privada en dónde T/n le dió un poder equitativo a Tzuyu- Tienes todo el derecho de estar con ella, de ordenar y prácticamente hacer todo sin pedir permiso o sin saber del tema. Y pues, estando con ella podrías aprender algo, ¿No lo crees?

Tzuyu frunció el ceño.

—Tiene todo el sentido del mundo cuando lo dices de esa manera... -dijo- ¿Crees que eso sea lo mejor?

—Por supuesto que sí majestad -dijo- Recuerda que ahora eres un apoyo para T/n, su mano derecha, su más leal consejera y la persona en la que más va a confiar en todo el mundo -luego vió como su sobrina sonreía y miraba en su dirección- Anda, ve, estoy seguro de que T/n apreciará eso.

Y, con su ánimo al tope, la morena asintió y caminó en dirección al pequeño grupo. A medida que se iba acercando está notó que el grupo estaba hablando en un idioma que ella desconocía y que le parecía demasiado interesante. Su esposa hablaba más de cinco idiomas. Simplemente era increíble.

—Oh, Tzuyu -T/n sonrió y le habló en coreano, regresando a la lengua que todos allí mejor manejaban- Te quiero presentar al capitán Juan Pablo Hernández, de la provincia de la Nueva Granada -esta dijo, el hombre asintió con una sonrisa y reverenció a la morena- Es el capitán más joven de toda la flota del Pacífico, y por supuesto, uno de los treinta capitanes de portaaviones en toda américa.

—Es un gusto conocerla majestad Zhou, mi hija es una gran fanática de las dos, se vió la transmisión de la boda de inicio a fin -musitó el hombre, sonriendo al recordar a su hija- Esa niña... Se emocionó demasiado con todo, quiere entrar al ejército cuando sea más grande para pertenecer a su guardia real.

—Dígale que tiene todo nuestro apoyo -dijo- Después, si así quiere, no lo sé... ¿Podríamos enviarle un saludo? -preguntó T/n- Ya sabe, un vídeo, tal vez una foto con usted... ¿Qué le parece?

El hombre asintió emocionado, en ese momento Tzuyu se dió cuenta del por qué su ahora esposa era tan querida y amada por la gente, por pequeños actos desinteresados como ese. Tras otra corta conversación con el capitán y algunos soldados más, está terminó con el vídeo y la foto que el hombre le daría a su hija. Después de eso se les informó que la habitación había sido terminada, y con una disculpa y una reverencia estás se retiraron hasta la hora de la cena.

En la habitación Tzuyu se tiró en la cama con los brazos extendidos, soltando un suspiro lleno de satisfacción cuando su cuerpo absorbió toda la suavidad de aquel colchón. T/n, por su parte sonrió ante la acción de Tzuyu y se acercó hasta el tocador, allí está dejó su corona en el soporte especial, dándose suaves masajes en el cabello.

—La habitación es más grande de lo que pensé -habló T/n, peinando su cabello en el proceso- No escatimaron en espacio.

—¿Por qué lo harían? Después de todo se trata de ti -musitó la morena desde la cama, viendo a T/n a través del espejo- Pensarán que es un insulto hacía ti hacer una habitación común y corriente.

T/n rió mientras negaba. —Nunca me ha gustado hacer uso de mi poder así, pero en esta ocasión me parece perfecto -esta dijo, dejando el peine en el tocador cuando terminó- Es un buen lugar, muy cómodo -dijo, luego torció sus labios- mi tío Jinyoung me dió la idea de hacer este portaaviones un navio insignia, con su remodelación y con nuestra visita deberá de ser rebautizado. El capitán Juan Pablo está de acuerdo, y si el jefe de esta nave está de acuerdo supongo que será una obligación hacerlo.

—¿Alguna idea de nombre?

T/n asintió. —Quiero que se llame "H.M.S. MIYAWAKI ZHOU TZUYU l" -musitó la azabache demasiado feliz, la morena la miró entre sorprendida y confusa- A lo que se traduciría como “El Navio de su majestad Miyawaki Zhou Tzuyu l", toda la familia imperial tiene un buque con su nombre, y ahora que eres mi esposa, tú también mereces eso.

—Eso... Sería un gran honor -musitó Tzuyu- Muchas gracias T/n...

La azabache simplemente se levantó de su silla y se tiró a la cama con Tzuyu, está le hizo espacio junto a ella y ambas se acomodaron, de tal manera que quedaron viéndosen fijamente.

—Mereces más que un simple honor Tzuyu. Mereces el mundo entero -esta dijo, acariciando el rostro de Tzuyu- Por ahora solo me conformaré con darte el amor y cariño que no pude darte en ocho años... ¿Puedo?

Tzuyu asintió, y casi como si de un imán se tratase está se acercó a T/n. Ninguna de las dos decía nada, solo se dejaron llevar por el momento. Luego de unos tortuosos segundos de espera por fin habían unido sus labios en un beso, el cual inició con un ritmo suave.

La suavidad en el beso denotaba el amor que las dos se tenían, pero aquello no era suficiente, y las dos lo sabían. Poco después Tzuyu se movió de tal manera que su cuerpo quedó sobre el de T/n, la cual recibió gustosa aquel cambio de posición. La mano traviesa de la morena se escabulló por todo el cuerpo de T/n hasta que llegó a su cintura, dónde comenzó una suave serie de caricias por encima de la tela. Pronto el beso terminó, y con sus ojos levemente abiertos T/n rió, observando la obra de arte que tenía frente a ella.

—No sabía que mi rango había sido degradado de tal forma que ahora tengo que estar por debajo de ti... -esta dijo, soltando pequeños y audibles gemidos gracias a las caricias de Tzuyu en su cintura y vientre- Tzuyu ~

La nombrada rió, bajando sus labios para besar el cuello de T/n, está le dió acceso casi de inmediato a la piel de allí, sin esperar más la morena comenzó a marcar a T/n con sus labios, dejando un recorrido que iba desde su mandíbula hasta el inicio de sus clavículas.

—¿Qué sucede, T/n? -preguntó inocente, mordiendo y chupando toda la piel que el estorboso suéter que T/n tenía le permitía explorar- ¿Quieres decir algo?

T/n asintió, cerrando sus ojos a la par que estiraba más su cuello, dándole acceso a una muy motivada Tzuyu, los gemidos roncos de la azabache la volvían loca.

—¿No importa si dejó marcas muy visibles, verdad? -preguntó, T/n negó- Perfecto... Es hora de consumar nuestro matrimonio, esposa mía.

T/n rió suavemente, soltando otro gemido ahora más audible.

—Agradezco que la habitación tenga rebote de sonido -musitó T/n, dejando su sonrisa de lado para dar paso a una expresión de placer- Dios... Si, Tzuyu ~

Finalmente, aquel estorboso suéter fue retirado del cuerpo de T/n. Y tal cual habían hecho hace un par de años atrás, T/n y Tzuyu dejaron de lado todo para amarsen hasta que el cansancio no les permitiera más.

Cosa que sucedió horas después, dónde una adormilada Tzuyu sonrió al ver la espalda desnuda de T/n, llena de arañazos, chupones y marcas.