Después de que las cosas en el palacio se calmaron un poco con respecto al comunicado oficial y con los primeros preparativos de la boda, T/n se adentró en el interior de los pasillos en busca de su oficina. Tzuyu estaba teniendo una videollamada con su madre -junto a Sakura, por supuesto- sobre la inminente noticia que sacudió a todo el mundo. Volviendo a lo otro, T/n llegó hasta su oficina, y tras abrir la puerta está se encontró con la figura de un hombre alto y delgado de espaldas a ella, mirando los cuadros de los últimos monarcas del imperio.

El hombre, que al sentir la presencia de T/n en el lugar se dió la vuelta, sonriendo ante la vista.

—¡Tío Jinyoung!

El hombre abrió sus brazos, y T/n, tal cual lo hacía como muchos años atrás se abalanzó para abrazar al nombrado, compartiendo un cálido abrazo.

—Oou~ mi pequeña niña ya creció, estás enorme -este dijo, riendo en medio del abrazo- Tienes que contarme muchas cosas.

T/n asintió efusivamente.

Algunos minutos más tarde...

—Luego de estar siete meses en Berlín logramos atraparlo cerca de la frontera con Austria -el mayor dijo, dejando su taza de té en la mesita ratonera- Desde la coronación de su majestad hace ocho años había tenido está preocupación respecto al señor Karl Müller, y no estábamos tan equivocados -dijo- este sujeto estaba contrabandeando ciertas sustancias peligrosas en Europa occidental, que luego llegarían a nuestro país para finalmente entrar a los mercados de Asia. Era una red de narcotráfico muy grande, aún faltan por concretar varios arrestos, pero no falta mucho tiempo para acabar con ellos totalmente.

T/n asintió sorprendida. Su tío era una especie de James Bond coreano.

—¿Desde cuándo estabas en esto? Y también... ¿Por qué no sabía nada de esto? -preguntó.

—Doce años, aproximadamente -respondió él- Su majestad no sabía nada de esto ya que fue una misión especial que me encomendó tu madre, y no podía regresar hasta terminarla, demasiado peligrosa como para involucrarte en esto -dijo- Es por eso que estoy aquí. Cómo ya hemos terminado nuestra parte regresé para darle el informe final a su majestad.

La azabache sonrió tímidamente. —Puedes decirme solo T/n, tío, no tienes que ser tan formal conmigo.

Jinyoung sonrió, negando suavemente.

—Si te hubieras llamado diferente lo consideraría, pero te llamas igual que mi madre... -este dijo, mirando el retrato de la emperatriz T/n, la primera, en uno de los costados de la oficina imperial junto a los demás emperadores pasados de la familia- Siento que le estoy faltando el respeto, aunque ya ella no esté aquí.

T/n sonrió triste, recordando a su abuela. La emperatriz T/n fue una mujer excepcional y talentosa. Realmente la extrañaba.

—Supongo que no podré hacerte cambiar de opinión, ¿Verdad? -Jinyoung negó rápidamente- Lo supuse. Eres demasiado recto.

—Tuvimos una crianza bastante estricta en cuanto a formalidad y etiqueta. Ahora... ¿Cómo es eso de que te vas a casar? -este preguntó riendo, haciendo un baile de cejas divertido- Si no me doy cuenta por qué las noticias alemanas dieron un segmento completo sobre eso no lo habría sabido.

La azabache alzó sus hombros desentendida. ¿Cómo le explicaría a su tío que esa boda fue planeada de último momento?

El no tenía que saberlo, ¿Verdad?

De hecho, nadie tenía que saberlo, simplemente tenía que importarles el hecho de que ella amaba a Tzuyu desde hace muchos años atrás, y que haría cualquier cosa para protegerla y hacerla feliz.

—Tzuyu y yo lo quisimos mantener en secreto hasta que fuera algo más concreto y detallado -respondió- Sentimos que así sería más... Fácil de llevar -dijo, desviando su mirada- De lo contrario habríamos tenido algunos problemas con gente inadecuada.

Jinyoung asintió detenidamente. —¿Tiene que ver con el concejal Wong, no? -este preguntó, y T/n asintió confusa- Ese sujeto siempre ha sido un problema, desde que el emperador Yi Cheng estaba vivo el concejal Wong ha estado en la mira de organizaciones como la Interpol y la CIA y un sinfín de agencias similares de otras naciones. Ese sujeto tiene cosas muy turbias tras de si.

—Lo sé, nunca me ha gustado ese tipo -dijo T/n, recordando sus tiempos en China y lo poco que logró convivir con él- Ahora él es un terrible problema que se interpone en mis asuntos y los de Tzuyu, necesito deshacerme de él.

—¿Es por eso que movilizaste a la mitad de la flota del Pacífico hacia allá? -T/n asintió- Buena jugada, lo acorralaste antes de que pudiera reaccionar.

T/n infló su pecho con orgullo ante el halago de su tío.—Entonces ya que estás aquí... -susurró- ¿Podrías asumir tu puesto como general, príncipe Jinyoung? -esta preguntó con sorna, haciendo uso de sus poderes monárquicos- Necesito a un hombre capaz de liderar a los 4000 tripulantes del portaaviones y de protegerme a mi y a Tzuyu cuando tengamos que ir y enfrentar nuestro destino y a este sujeto.

—¿Es una petición de la emperatriz o es una orden? -preguntó él, riendo igual.

—Es un favor que le estoy pidiendo a mi tío -dijo- Después de mi madre y de Soojin eres la única persona a la cual le puedo confiar plenamente mi vida, has sido cómo un padre para mí desde que murió papá... -musitó, sonriendo suavemente- ¿Puedo contar contigo?

Jinyoung suspiró, para segundos después terminar asintiendo. Rápidamente este se puso de pie, reverenciando a T/n.

—Por supuesto que sí, majestad -dijo, permaneciendo inclinado por algunos segundos más, luego recompuso su postura- Estaré pendiente de sus deseos, por el momento iré a descansar, luego iré a visitar a tu madre para ir juntos a la capilla. El aniversario de mamá está cerca.

T/n asintió.

—Muchas gracias, tío, de verdad.

Finalmente, el pequeño reencuentro terminó con otro abrazo. Jinyoung salió pocos segundos después, dejando a la azabache sola.

—¿No dirás nada, mamá?

Su madre sonrió levemente a través de la pantalla, no sabiendo exactamente que decir. Su mirada se desviaba de ella, ¿Por qué parecía un poco incomoda, casi molesta?

—¿Estás molesta?

Su madre reaccionó rápidamente, negando casi de inmediato.

—No, no... Solo... Estoy un poco impresionada, eso es todo -esta dijo, acomodando su postura- No esperaba una noticia así -luego calmó sus facciones- Si me dices que te vas a casar con ella... Supongo que ya obtuviste la ayuda de T/n, ¿No?

La morena asintió.

—Al principio estaba indecisa, pero no fue difícil convencerla -esta explicó, señalando el dedo anular de su mano derecha, mostrando la sortija de oro y plata- Creo que ni siquiera tuve que hacerlo, ella solo... Bueno, tuvimos una conversación muy sincera.

—Si me pareció un poco extraño, pero si esa fue la decisión de T/n creo que es la mejor -explico su madre, dándole la razón a Tzuyu- Si esa es tu felicidad, como madre no puedo estar más feliz por ti -dijo- Tienes todo mi apoyo cariño.

La morena sonrió, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. —Muchas gracias mamá -dijo, está tomó un pañuelo para limpiar las pocas lágrimas que había derramado- Enviaré a un avión de inmediato para que te traiga hasta aquí, quiero que estés conmigo, Elkie estará a cargo, no te preocupes por eso.

—Esta bien, estare esperando con ansias -respondió ella- Mi niña se va a casar... Tu padre ha estar orgulloso de la mujer en la que te has convertido -dijo, también resistiendo las ganas que tenía de llorar- Tengo que dejarte cariño, ya es un poco tarde.

—Ve a descansar mamá -dijo- Te veré pronto.

Sin más, la videollamada fue terminada. Tzuyu suspiró y sonrió, dejando el pañuelo de lado.

La morena estaba tranquila, pronto todos esos problemas que atormentaban su alma serían erradicados, por fin, después de mucho, tiempo podría descansar.

La vida le había dado una segunda oportunidad con T/n, y esta vez no sería tan estúpida como para dejarla ir.