Los días restantes a la rueda de prensa fueron calmados. En el palacio se habían corrido los rumores sobre que ambas emperatrices habían tenido un breve romance cuando eran más jóvenes y la emperatriz T/n estuvo en China, y cuando el personal les hacía preguntas indirectas sobre eso ellas simplemente reían y negaban. Y así sucesivamente hasta que por fin aquella tarde había llegado.

Jihyo se había reunido con los representantes de las diecinueve provincias en el parlamento, allí la primera ministra había conseguido obtener la aprobación de todo el imperio para concretar la anexión de China al imperio y de aprobar a Tzuyu cómo la única y principal contendiente al trono. Tras darle las buenas nuevas a sus monarcas tanto T/n cómo Tzuyu suspiraron tranquilas, el pueblo las apoyaba incondicionalmente. Luego, Soojin llegó junto a Shuhua y sus madres hasta su oficina, dónde la productora televisiva preparaba todo lo necesario para la transmisión, Soojin le entrego el informe sobre lo que había escrito y la azabache le agradecido, concentrándose en el perfil de Tzuyu mientras una chica del staff la maquillaba. Todo debía de salir perfecto.

Cuando la estilista terminó con ella fue el turno de Tzuyu para ser preparada. La morena agradeció el gesto con la chica y ambas comenzaron una pequeña conversación.

—Y pensar que hace algunos años apenas estabas aprendiendo a gatear -musitó Sakura cuando llegó a su lado, T/n sonrió- Ahora mi niña está a punto de anunciarle al mundo que se casará.

T/n asintió mientras observaba a Tzuyu.

—Tenia mis dudas, de hecho aún las tengo -dijo, su sonrisa aumentó al ver cómo Tzuyu también sonreía- pero eso no me evitará hacer esto -respondió T/n, su madre asintió orgullosa- Tú y papá me enseñaron que debía de luchar por quiénes amaba, ahora es cuando puedo hacerlo.

Sakura asintió, acto seguido infló su pecho de orgullo. Su hija definitivamente era increíble.

—Y lo harás bien -dijo- Cuando Yi Cheng vino a mí en busca de ayuda me pidió el favor de que, si él llegaba a faltar en cualquier momento, protegiera a Tzuyu. Realmente siento que no le cumplí esa promesa a mi viejo amigo, pero me siento feliz y aliviada de que tú puedas hacerlo.

T/n solo atinó a suspirar, mientras la estilista terminaba y guardaba sus utensilios el equipo de producción terminó de organizar todo, en su escritorio pusieron los emblemas de la casa real de Miyawaki, el escudo y la bandera del imperio, seguido de una placa hecha en vidrio con el escrito de “T/n ll, emperatriz de América”. A su lado, estaba la bandera de China y una placa de doble faz con el nombre de soltera de Tzuyu y en el reverso el nombre que la morena adquirirá al contraer matrimonio con ella oficialmente. Esta transmisión sería la primera en más de treinta años que también será transmitida de manera global, por eso es que allí había una cadena televisa internacional y no la de siempre.

—Majestad -uno de los chicos de la productora llegó hasta ella haciendo una reverencia, T/n correspondió el saludo del muchacho- Ya hemos terminado de organizar todo, cuando de la orden saldremos al aire.

La azabache asintió, luego de despedirse de su madre está se acercó a Tzuyu.

—Estarás sentada junto a mi, no vas a esperar a que alguien más te de la orden de entrar -dijo, Tzuyu la miró confundida- ¿Por qué lo decidí así? -Tzuyu asintió- Fácil. Le diré a más de siete billones de personas que te pedí matrimonio, y de que tú aceptaste la propuesta. Su haremos eso tú brillarás conmigo desde el inicio.

—¿Aún crees que no debo ser una monarca de adorno o la emperatriz consorte? -preguntó, T/n asintió totalmente convencida- ¿Por qué?

—Lo mereces, simplemente.

Tzuyu no espero que T/n respondiera tan fácil, su voz sonaba convencida, sonaba determinada, sincera. Su expresión denotaba tranquilidad y seguridad de que todo saldría bien, justo lo que ella necesitaba en ese momento. Finalmente Tzuyu asintió, si T/n deseaba eso -de lo cual, formaba parte del plan que ella junto a Soojin y Shuhua habían planeado- no tenía más opción que aceptar los deseos de la mayor. Luchar contra ella sería una total perdida de tiempo.

Después de unos minutos ambas mujeres se sentaron en sus respectivas sillas y frente al escritorio que había sido cambiado para que fuera más grande. Una de las cámaras las enfocó, y uno de los hombres allí alzó sus tres dedos para bajarlos uno a uno hasta que se les dijo que ya estaban al aire.

Las pantallas pequeñas que estaban al frente mostrando todo lo que sucedió en vivo y en directo mostraron a dos presentadores en un estudio, y, tras unos minutos, estos dieron el aviso de que pronto T/n hablaría. Rápidamente la imágen de ambas mujeres apareció en la pantalla. T/n tomó la mano de Tzuyu por debajo de la mesa.

—Habitantes de América y ciudadanos del mundo, como siempre, me es un enorme placer poder dirigirme hacía ustedes, mi pueblo -dijo T/n primeramente- Cómo bien es sabido, cada dos meses es mi deber dirigirme a ustedes para darles unas palabras, en ocasiones anteriores se les ha dicho sobre el crecimiento que nuestra inmensa nación ha tenido en el último año, como siempre, la fortaleza de nuestros ciudadanos nos ha llevado más allá en el progreso, nuestra presencia en el mundo ha crecido de manera favorable, tanto así que nuestra calidad de vida se pone orgullosamente en el segundo lugar de entre las mejores, solo estando por detrás de nuestros vecinos finlandeses en Europa, como siempre -dijo en tono de broma, causando una suave risa en Tzuyu y en todos los presentes- Pero el día de hoy no he venido a hablarles sobre eso -dijo, rápidamente su sonrisa se transformó en una mirada algo seria- Desde que tomé posesión del trono imperial hace ocho años todos se han preguntado, y me lo han preguntado a mi directamente, sobre cuando contraeré matrimonio. Mis respuestas nunca han variado sobre "pronto" o "aún no esta en mis planes", y eso ha sido cierto, hasta hace poco.

T/n hizo una pausa, y, mirando a Tzuyu, alzó su mano y la de ella, poniendolas sobre el escritorio.

—Hace unas semanas recibí la visita de mi homóloga, la emperatriz de China, su majestad  Zhou Tzuyu -dijo, y aunque en realidad Tzuyu solo llevaba una semana allí esto no importaba realmente, Tzuyu sonrió levemente- Ambas compartimos un pasado en común, cuando apenas siendo solo unas simples princesas no decidimos iniciar una relación amorosa. Por cuestiones del destino tuvimos que separarnos por un tiempo, pero ahora, ahora que tenemos la oportunidad de estar juntas nuevamente me complace decirles que la emperatriz Zhou Tzuyu ha aceptado convertirse en mi esposa.

Y finalmente, soltó la bomba.

El corazón de Tzuyu de detuvo por unos segundos, presa del nerviosismo. Su agarre con T/n se hizo un poco más fuerte. Ambas mujeres se vieron fijamente a los ojos, ambas demostrando con solo una mirada que aquellos sentimientos que tenían reprimidos por fin podían ser libres. Tras unos cuantos segundos de verse en silencio T/n tosió levemente, y mirando a la cámara con su rostro sonrojado terminó sonriendo. Tzuyu imitó su acción de y aclaró su garganta para poder hablar con comodidad.

—Al aceptar la propuesta que su majestad T/n me ha dado, acepto convertirme en su esposa y ocupar el trono de emperatriz de Norteamérica -dijo- Ahora le pido a la señorita Chong Ting-yan, actual primera ministra de mi gobierno y a la embajadora de América en China, la señorita Kwon Eunbi que empiecen los procedimientos y requerimientos necesarios para la unión dinastica entre las familias imperiales Zhou y Miyawaki, además de legalizar los trámites de la anexión del Imperio de China al Imperio de las Provincias Unidas Americanas -y Tzuyu finalmente soltó la lo que tanto deseaba decir, sintiendo aquella tranquilidad en su interior- Espero que los ciudadanos Chinos y Americanos me acepten como la esposa y su segunda líder, procuraré dar todo de mi para hacerlos sentir orgullosos.

Luego, tras terminar de hablar la dos se pusieron de pie, para acto seguido dar una reverencia de noventa grados como señal de agradecimiento.

Imágenes de referencia para cuando sus majestades estén usando sus coronas: