𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 - 09
Algunos años atrás...
—¿De verdad crees que es una buena idea que una niña tome el cargo de emperatriz? -preguntó un hombre sin importancia mientras se ponía de pie y veía avanzar a la susodicha por el pasillo hacia el trono, que estaba vestida con un ropaje tradicional de su cultura- Nos iremos a la mierda en pocos meses, la economía se irá al suelo y con eso la hegemonía de América en el mundo.
El imponente hombre que se había puesto de pie cuando la próxima monarca pasó miró con desden al contrario. —Ese no es tu problema Karl, hasta donde sé eres un ciudadano alemán, no americano, no te afectará en lo absoluto que la princesa ocupe el trono -este dijo, luego regresó su mirada al frente- Esa niña se ha estado preparando durante años para este momento, es hija de la emérita Sakura y nieta de la emperatriz madre T/n, si en este planeta existe alguien que es digno de llevar tal cargo es ella, todo el mundo estará a sus pies si lo desea así.
Ambos hombres hicieron silencio cuendo el primer ministro (en aquel entonces) recitó el juramento de la toma de poder y coloco la corona imperial sobre la cabeza de la azabache. Después de eso toda la sala del trono aplaudió a la nueva emperatriz, quién se giro hacia ellos.
—Sigo creyendo que tú eras la mejor opción para ocupar el trono -dijo este, aún aplaudiendo con un ritmo y tomo desganado y fingido- De entre todos los miembros de la familia real eras el más indicado, tienes experiencia y el poder para hacerlo.
Jinyoung solo negó sonriendo.
—Aún si yo fuera de la familia principal y pudiera ser el emperador ella seguiría siendo la mejor opción, ella simplemente nació para ser la emperatriz -respondió simple, luego miró al hombre- Será mejor que te vayas hoy mismo del país.
—¿Me están exiliando solo por decir la verdad? -preguntó incrédulo el alemán- Mi gente sabrá de esto.
Este asintió. —Es por tu propio bien, si quieres seguir viviendo con lujos tendrá que ser en otro lugar, aquí ya no eres bienvenido -respondió el coreano tranquilamente, sonriendo en cuanto la azabache lo miro con nerviosismo- Cómo aún siento algo de aprecio por ti te diré que tienes 18 horas libres antes de que el FBI y la CIA empiecen a buscarte, así que yo en tu lugar ya me iría yendo.
El alemán sonrió, este dejó de aplaudir para empezar a salir del palacio.
—Esperemos que el tiempo le dé la razón a mis palabras -este dijo seriamente, retrociendo lentamente- De ser así pronto tendrán noticias de mi, mis ancestros fundaron esta nación, regresaré para retomar mi derecho divino.
Sin más este salió, dejando atrás el festejo y subiendo a un auto con afán de camino al aeropuerto.
De regreso al presente...
Tzuyu miraba nerviosa al tablero del auto. Sus dedos bailaban al compás de la suave música que sonaba en la radio, sus manos, que descansaban en sus piernas, agarraban con incomodidad el borde de la falda que estaba usando. ¿Cómo había accedido a estar ahí?
Según Shuhua, irían a ver algo al centro de la ciudad y con total confianza se subió al auto, arrepintiendose casi de inmediato al ver quién era la conductora. T/n, que usaba una ropa bastante simple y casual como para alguien de su nivel estaba usando lentes de sol para evitar que los rayos de la tarde incomodaran su vista, Tzuyu trago fuerte y cerró la puerta, sintiendo como el auto se ponía en movimiento casi de inmediato.
—¿Y cómo has estado?
Se suponía que ambas irían a un tour en la capital auspiciado por la azabache, pero al momento de querer salir los planes cambiaron, ahora se dirigían hacia un lugar algo desconocido para Tzuyu, que según sus propias palabras estaban rodeando un lago demasiado inmenso.
—Yo... He estado bien -dijo, mirando hacía el frente- Obviando lo otro, por supuesto, he tenido buena salud...
T/n asintió, está sonreía levemente. —Puedes actuar con naturalidad estando frente a mi Tzuyu -esta dijo, la morena suspiró profundamente- No tienes por qué estar a la defensiva todo el tiempo, ni reprimir cualquier acción, hazlo con confianza.
La morena rió nerviosa.
—Nunca he estado en la parte delantera de un auto, siempre es en los asientos traseros, y rodeada de cuatro hombres con armas grandes -dijo, relajando su cuerpo- No es muy común que alguien importante vaya sin escoltas y manejando un auto por ahí tan... Tranquilamente...
T/n rio, dando vuelta a la esquina en la intersección.
—Como sabrás, aquí las cosas son distintas -Tzuyu asintió- en mi caso casi nunca he estado en los asientos traseros, solo en contadas ocasiones y cuando se amerita, me parece algo bastante innecesario ir rodeada de hombres y armas, digo, he estado en peligro algunas veces, pero por la fiebre y otras cosas -agregó riendo, luego se detuvo en una de las luces rojas- Y pues, como ya tengo la edad suficiente para tener una licencia de conducción me di ese lujo.
—Un pequeño lujo -agregó la morena, luego miró al perfil de la azabache, T/n seguía siendo tan hermosa como lo era años atrás, solo que un poco más madura, con sus rasgos acentuados, Tzuyu reprimió una sonrisa- ¿Cómo has estado tú?
T/n fue tomada desprevenida ante la pregunta, comúnmente la morena no era de hacer tales cosas, pero entendiendo el contexto de la situación y que muy seguramente Tzuyu estaría nerviosa solo atino a responder.
—Como te había dicho antes he estado bien, algunas veces me he enfermado pero es debido al estrés acumulado, algo común en este tipo de trabajos -respondió, y tras un corto recorrido más el auto se detuvo en un establecimiento pequeño acomodado en un jardín, Tzuyu la miró intrigada- Es un lugar agradable, seguro te encantará.
—Parece una cafetería.
—Lo es.
Tzuyu bajo del auto seguida de T/n, quién con total confianza le hizo señas para que la siguiera. La morena asintió y siguió a la mayor hasta adentro, asombrandose por el hermoso paisaje del lago Miyawaki que tenían al frente.
—Antes de hablar de cualquier cosa importante me gusta venir aquí y relajarme, dejar de pensar en todo por unos cuantos minutos -dijo T/n sentándose en una de las sillas, Tzuyu imitó la acción sentándose al frente de ella- Si quiero hablar contigo de negocios primero debes de relajarte un poco.
Tzuyu miró el menú, sonriendo por la simplicidad de este.
—¿Por qué este lugar en específico? -preguntó.
T/n miró al lago.
—Por que aquí solo soy una persona más común y corriente, no soy una emperatriz, no soy una Miyawaki, no soy T/n II, no soy nadie importante, solo soy una cliente más que viene a tomar un poco de chocolate o café -respondió sonriendo- Y antes de hacer algo que nos podría dejar en la cuerda floja me gustaría que vivieras eso también, ser una persona común y corriente, sin obligaciones ni nada por el estilo. Solo... Disfrutando del momento.
Luego Tzuyu también enfocó su vista hacia el frente.
—Solo ser Tzuyu... -musitó- No suena nada mal.
—Suena perfecto -aseguró la azabache- Cuando volvamos al palacio ven conmigo a mi oficina, hay algunas cosas que tenemos que hablar.
Tzuyu asintió y la conversación terminó cuando la mesera de la cafetería llegó hasta su lugar.
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