01. Gossip Girl

Si había una cosa que Elektra amara era definitivamente bailar cuando no había nadie, para ella era su manera de soltar estrés y más si la música era algo con un muy buen ritmo, preferiblemente viejo.

— Debo decir que no eres la mejor bailarina — la conocida voz de una rubia que tendía a estar en llamas se hizo presente.

— Tu tienes que dejar de aparecer así — la señaló seria para luego reír— a quien engaño, no vas a dejar de hacerlo. ¿Como estas fueguito?

Ambas se abrazaron pues eran unos meses que no se veían y la verdad se extrañaban.

— Estoy mejor que nunca — sonrió de lado, era muy cierto— no puedo decir lo mismo de ti, ¿musica y alchol? Son las diez de la mañana.

La alienígena levantó sus brazos riendo— ¡No puedo emborracharme!— le recordó para tomar su vaso y sentarse en el sofá de su enorme casa — ¿trago?— ofreció a la chica quien nego.

— Vengo con un mensaje y un favor— se sentó frente a ella.

— Todos siempre piden favores, nunca es un ¿como estas elektra?— dramatizo en broma — Elektra a tus ordenes.

— Enciende la televisión— señaló una de las tres que estaban en la sala, la dectronita confundida hizo lo pedido sin siquiera mover un dedo.

Una imagen de colores con un símbolo se presentó en esta, tal como Astrid había visto horas antes.

Algunas personas me llaman terrorista, pero yo me considero un maestro. Estados Unidos ¿listos para otra lección?

Ustedes saben quien soy...pero no saben donde estoy

El mensaje que continuó por unos segundos dejó sorprendidas a ambas chicas, si bien Keegan tenía una vaga idea de que era no se lo imagino así.

— ¿quien se cree este? ¿gossip girl?— bufo elektra dejando su trago de lado.

— El Mandarín— corrigió la chica entregando unos papeles con las letras clasificado en grande frente a ellos.

—¡Hey!— se quejo al ver que eran del gobierno— ¿como rayos hiciste para entrar en esos papeles? ¡Yo los cuido!

—¿Recuerdas cuando hace dos dias Astrid te los pidio?

Todo volvió a su mente, se los envio sin pensarlo mucho pues para ella había sido una broma, vamos ya que quien se pone de nombre de malo "el mandarín"

— Bien — se levantó cerrando sus ojos unos segundos, quería calcular que estaba pasando y por lo tanto acababa de entrar a las noticias e internet para ver todo lo que se decía— esto es malo, ¿quieren enviar a James Rhodes a encontrarlo?

— Veo que te informaste de todo antes que yo — no se sorprendió la rubia — la cosa es esta, muchas cosas van a pasar de ahora en adelante— le entregó otro informe — y una persona querida para mi necesita tu ayuda.

Una sonrisa creida se formó en los labios de la tecnopata—Stark— no tenía ni que abrir su archivo, ella lo había hecho.

— Se que no es de tu total agrado, pero estoy cobrando un favor— fue muy clara— no se muy bien en que está trabajando ni cómo puedes ayudarlo, la bruja de mi hermana no me pudo decir más, pero se que te necesita y que tienes que ir.

— No me puedo negar, ¿cierto?— bufo.

— No.



(...)

— Una niña no debería de recibirme— hablo Potts bajando las escaleras de la mansión— y tampoco llamarme por que no sabe qué hacer con su padre.

El magnate bufo, de todas las personas que Ella podía llamar ¿debía ser a Pepper?

— Soy un verdadero desastre, lo se— admitio, no habia ningun sentido en mentirle— llevo un tiempo asi...pero no dije nada a nadie. Nada ha sido igual desde Nueva York.

—¿En serio? No lo había notado, para nada— respondió con sarcasmo la mujer, aunque no quisiera admitirlo estaba muy preocupada pero no solo por tony sino por Ella.

—Cuando uno experimenta cosas y luego terminan y no las puedes explicar. Dioses,mutantes, aliens, otras dimensiones. La única razón para no volverme loco es Ella y es genial, por fin pude procesar la adopción soy muy afortunado pero...no puedo dormir. — no mentía, llevaba días de insomnio— ayudó a Ella con sus cosas, va a dormir y yo me la paso aquí abajo arreglando. La amenaza es inminente y estoy cien por ciento seguro que aquel tornado puede cuidarse solo.

— Pero tienes que cuidar lo más importante para ti— terminó su oración— ya no estamos juntos, pero te conozco y sé cuánto amor le tienes a Ella...por eso hable con Keegan.

— ¿Fueguito?— el y la rubia definitivamente se habían hecho buenos amigos desde Nueva York, pero no entendía mucho que tenía que ver allí.

— Tus trajes, son una distracción, que no apoyó al cien por ciento, pero mientras más rápido termines de hacer lo que sea que estés tratando de hacer — señaló las máquinas— más rápido vas a volver a la normalidad, por lo tanto, una pequeña ayuda vendrá por aquí.

— Keegan es probablemente una de las mentes más grandes del mundo, pero ¿tecnología de este calibre?— negó con la cabeza— no es exactamente lo que estudio.

—Oh, no es Keegan— negó con una sonrisa— es...tú en versión femenina, no puedes negarte ni quejarte. Ahora, voy a dormir en el sofá de tu habitación y me aseguraré que tú duermas— lo señaló con advertencia.

— Ya puedes salir, tornadito— bufo tony cuando la conversación se terminó y una cabellera cobriza se dejó ver detrás de un escudo hecho por partículas de aire, se había vuelto invisible.

— ¿cómo me viste?— bufo, llevaba meses practicando aquel poder.

— no cubriste tus pies— se acercó a ella besando su frente.

— Tía Potts no me vio— le mostró la lengua al hombre que había cambiado su vida.

—Es cierto— los tres subieron las escaleras— pero está mal espiar conversaciones de adultos.

Elektra salió de su escondite dentro de una de las computadoras del hombre para sonreír de lado, no parecía tan malo, aparte su laboratorio era... decente.

— nos vemos pronto, stark.



(...)

Aquella noche no había terminado para nada como hubiera querido Tony.

Una pesadilla había causado que Pepper tratara de despertarlo y que uno de los prototipos de Tony la atacaran.

— ¡No puede jodidamente ser!— le grito una molesta Potts.

—Escucha, debo calibrar los sensores... solo no— trato de explicar mientras tomaba aire el hombre.

Pero era muy tarde, sin duda Pepper estaba más que molesta— ¿Y si hubiera sido Ella?— le grito-susurro, pues la mencionada dormía— me la llevaré.

—¿Qué?— se levantó molesto.

— Mañana en la mañana la llevaré a mi departamento y se quedará allí hasta que tú y tus máquinas estén estables— se calmó un poco — no estás en momento para cuidarla, le diré que serán unas vacaciones con la tía Potts y dentro de poco estará de vuelta, es por tu bien y el de ella. Iré a dormir abajo.

Quiso pelear, decir que no tenía ningún derecho de llevarse a su hija, pero estuvo mudo porque como normalmente sucedía Pepper Potts tenía razón.