004. Ni siquiera rima

Tal vez Stark no era tan idiota, pensaba Elektra, estaba bueno y parecía tener un buen corazón en el fondo, por lo menos eso parecía de como hablaba con Harley por teléfono y se imaginaba como era con su hija.

—Pásame a Jarvis— le pidió al niño, la inteligencia artificial le informo que había encontrado el lugar de emisión del mandarín—¿dónde está? ¿Africa, Asia?

—Está en Miami.

—¿Qué?— se sorprendió Elektra— creo que Jarvis está fallando, mira la pantalla y dinos donde esta Harley.

—En Miami—confirmo el menor.

—Bueno, necesitaré el traje, ¿cómo va?

—No está cargando.

Stark freno de la nada sacando el auto de la autopista—¡Estás loco!—lo golpeo la chica en el brazo.

—Si se está cargando, señor, pero la fuente de energía es cuestionable—informo Jarvis.

—¿Qué tiene de dudosa la electricidad? Es mi traje... yo no puedo... yo no quiero—comenzó a respirar agitadamente saliendo del auto, elektra salió detrás del deteniéndose frente a él.

—Hey respira—se arrodilló junto a él— resolveremos esto, pero debes respirar, sígueme a mí—comenzó a inhalar y exhalar despacio.

—¿No eres mecánico? Fabrica algo— le dijo Harley con obviedad.

—Tiene razón el chico.

Tony la miro a los ojos, le pasaban cosas con Elektra y cuando todo esto acaba haría algo al respecto.

—Es cierto—se levantó como sin nada—iremos de shopping.

(...)

¿Cómo había terminado aquí? Sus misiones normalmente eran ella dentro de alguna red recuperando o en SHIELD detrás de una computadora hackeando algo.

No metiendo en una casa para salvar el mundo de un loco que se hacía llamar Mandarían y un magnate como Killian.

Tony había creado algunas cosas mientras que ella solo usaba sus poderes para desmayar a la gente, no era fan de matar, sabía que había gente que se lo merecía, pero no le gustaba.

—Me siento como en la película de Angelina Jolie y Bad Pitt—susurro mientras llegaban a donde pensaban estaba el mandarín, encontrando a dos mujeres acostadas—shh—les susurro.

—Bueno, yo no entraría ahí por 20 minutos—salió el hombre del baño—¿cuál de ustedes es Vanessa?, ¿sabías que las galletas de la fortuna ni siquiera son china?

—Hay un tío y una tía aquí — informo una de las chicas al mandarín, quien estaba más concentrado en las galletas.

—¡Oye!—le reclamo Tony, el mandarín subió las manos.

—Me cago en la leche—exclamo.

—No se mueva— dijo Elektra mostrándole sus poderes.

—No me muevo, ¿queréis algo?, las armas son falsas, nadie quiere dejarme las reales, ¿o le apetece alguna de las chicas?

—Chicas salid de aquí, por favor—pidió la dectronita—usted no es el mandarín o no el real, al menos.

—Si soy bueno, no, pero sí.

—¿qué quiere decir?

—Es complicado.

—Siéntese.

El hombre comenzó a tratar de huir, a lo que Tony disparo al piso haciendo que este volviera a sentarse—Me llamo Trevor, Trevor Slattery.

—¿que eres un doble?

—¡En la cara no! Soy actor—chillo—es un papel, el mandarín no es real—explico.

—¿y como vino a parar aqui?

—Tenía un problema con sustancias y, acabe en la calle haciendo cosas... ya sabéis. Entonces ellos me ofrecieron el papel y sabían lo de las drogas.

—¿y le prometieron ayudarlo a limpiarse?—asumio Elektra.

—¿limpiarme?, me dieron drogas, este palacio y una cirugía plástica— parecía haberse muerto a lo que Tony lo golpeo—ah y una lancha preciosa, él necesitaba quien cargara con la culpa de algunas explosiones accidentales—hizo como boom.

—¿él?

—Killian—determino Tony—¿él te creó?—el "mandarín" confirmo— un terorista a medida.

—Sí, tuvieron la idea de la manipulación de la iconografía occidental, ¿listo para una lección?—imito el personaje ofreciéndole una cerveza a cada uno que ambos negaron—evidentemente mi interpretación es la que da vida al Mandarín.

—¿matando gente?—lo miro con horror Elektra.

—No morían, todo es actuado, miren los vestuarios—les enseño el alrededor.

—Lo siento, pero mi mejor amigo está en coma y tendrás que responder por eso colega.

Pero todo se volvió negro en segundos y cuando volvió a abrir los ojos estaba atada a un lugar, inmediatamente trato de usar sus poderes, pero no pudo.

—No cariño, en tu muñeca hay algo que evita que los uses —le informo Maya.

—¿Maya?—se sorprendió, la consideraba una colega—veo que cogiste el dinero de Killian.

—Y aquí estas en una mazmorra.

—No ustedes están en una mazmorra, yo soy libre de irme si lo deseo—se levantó—extremis está básicamente estabilizado.

—No lo está Maya por dios, la gente explota— le reprocho Elektra—eres mejor que esto.

—Tony puede ayudarme a arreglarlo—le mostró la fórmula que había hecho el mismo hace años.

—¿Yo hice eso?

—Sí.

—¿has estado persiguiendo eso?.

—¿No recuerdas?

—No puedo ayudarte, tú tenías moral e ideales, querías ayudar y mírate ahora. Sácanos de aquí—le pidió.

—¿Sabes que me decía mi padre? Uno de sus dichos preferidos, "el pájaro que madruga se lleva la oruga y el segundo ratón se queda el queso"

—Ni siquiera rima—murmuro Elektra.

—Sigues cabreado por lo de suiza, ¿no?

—¿cómo voy a estar cabreado contigo, Tony? Quiero darte las gracias, me diste el mayor regalo que me han dado jamás. La desesperación—se acercó—¿recuerda en Suiza?, durante los primeros veinte minutos realmente creí que aparecerías y durante la hora siguiente me plantee tomar el atajo directo al vestíbulo, ¿ya me comprendes?

—aún trato de averiguar qué le paso al primer ratón.

—Pero mientras estaba ahí, nadie sabía quién era, el anonimato ha sido mi secreto—confeso—cuando le pones rostro al mal, un Bin Laden, un Gaddafi o un Mandarin, le entregas un blanco a la gente.

—Te faltan algunos tornillos, amigo— dijo Elektra.

—Ya le habéis conocido, ¿no?

—Si, Señor Lawrence "Tontainer"

—Si a veces es un poco demasiado, no es culpa mía del todo, es actor de teatro. En cualquier caso, la cuestión es que desde que el grandulon del martillo cayó del cielo, la sutileza se fue por la ventana.

—¿qué viene ahora para el mundo según tú?

—Verás, quiero daros un regalo, el mismo que me diste tú a mi Tony—lanzo tres pelotas al piso proyectando a Pepper quien estaba siendo usada para el proyecto Extremis—la desesperación, esto es en directo no sé si te das cuenta, pero en estos momentos el cuerpo está tratando de decidir si acepta a Extremis o no, claro si no puedo siempre usar a tu hija, era el plan original, pero cuando fueron por ella no estaba, pero creo que Pepper sigue siendo importante aunque te hayas movido a otras cosas—miro a Elektra— ni siquiera hemos hablado del salario, ¿qué clase de beneficio extra te gustaría?

—Suéltalos—grito Maya amenazando con suicidarse—mil doscientos centímetros cúbicos, con la mitad estoy muerta.

—Maya—advirtió Elektra.

—Los momentos así de algún modo ponen mi genio, aprueba, Maya dame el inyector.

—Si yo muero, ¿qué pasa con tus solados?, ¿con el producto?, ¿contigo si te recalientas?— pero no salió como quería, Killian le disparo sin piedad.

—No—grito la chica.

—La buena noticia es que acaba de quedar vacante un alto cargo, ¿sabe si a su amiga le interesa?

—Púdrete—escupió a sus pies Elektra—eres un psicópata.

—Soy un visionario, pero tengo un psicópata y esta noche sale a relucir.

Estaban allí sin nada que hacer mientras dos idiotas los vigilaban.