Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

07. Y me voy, donde un alemán que aguanta a los vikingos

____ sabia que honduras era alguien que cumplía sus promesas, observándolo del como se quejaba incesante sobre sus deberes de país además de las preguntas fastidiosas que sus compañeros de hogar le hacía gracias que ella ya no se encontraba con ellos para pasar su tiempo, Preguntando el cómo ha estado estos días y si la han tratado bien, esas preguntas son las que honduras más ha recurrido a preguntar, no siendo alguien que se confíe de la palabra de un europeo corriendo solo hacia la palabra de su pequeña amiga.

Ella obviamente le contó que la está pasando muy bien, confesando sobre que se llevaba bien con los hermanos de reino Unido y con Australia y Nueva Zelanda con quienes pasa su dia cuando los hermanos del británico están ocupados, platicando sobre su vida en el otro mundo y de que quería hacer en un futuro.

"Oh _____, recordé el por que también vine aquí." Deje mi leche con chocolate a un lado, observando con una ceja alzada a honduras, quien rebusco en su maletín.

Sacó su teléfono e hizo algo para luego buscar algo en él.

"ONU nos informó que pasarías tiempo en Alemania,berlín, Hoy tendré que ir a dejarte junto a Polonia que estaba arreglando unos asuntos con su embajada." Asentí, mirando como el hondureño volvió a guardar su teléfono pero paró, ya que recordó algo y lo volvió a sacar.

"¿Me darías tu número?, se me había olvidado pedirlo la muchas veces que vine aquí." Comentó rascándose la nuca nervioso, soltando una risa, tome su teléfono y guarde en sus contactos mi numero teléfono y devolviendo su teléfono, este agradeció diciendo que lo había salvado de los insistentes compañeros de casa que tenía.

"¡____!" Escuche la voz de Australia, volteando la cabeza, observe que se acercaba junto a su hermano menor, Nueva Zelanda, que jugueteaba con sus dedos un poco.

Tras acercarse, honduras se levanto y arreglo un poco su saco, alzando la mano, Australia la estrecho con él y se sonrieron mutuamente, luego la soltó y nueva Zelanda tomo su mano estrechándola también y sonriendo, luego se apartaron y honduras se volvió a sentarse junto a Australia a mi derecha y nueva Zelanda a mi izquierda.

"Supongo que Honduras ya te contó, ¿no?" mencionó el australiano, Nueva Zelanda soltó un suspiro triste, mirando a un lado y esto había llamado mi atención, pero negué dejándolo pasar.

Asentí, por lo que Australia carraspeo un poco, "Te acompañaremos, por lo que es aconsejable que vayas a empacar, en unas horas nos iremos." El australiano mencionó, Nueva Zelanda solo asintió y pidió un té a una de las mucamas que pasaba por aquí para preguntarnos si necesitamos algo más.

Platicamos unos minutos, después de lo que considere una hora, Honduras mencionó que se debía de retirar para arreglar junto a Polonia y Reino unido el vuelo que daremos por la tarde para llegar en la noche, sin más, se despidió de mí por lo que tomo esto como para empezar a empacar la ropa que necesitaría.

Solté sonidos frustrantes, acostada en mi cama mientras escuchaba los varios pasos de las mucamas de Reino unido había mandado para ordenar mi maleta.

Alce mi mano hacia arriba observando la cabeza de la cama, moví mis dedos observando mis rojos nudillos luego de haberme tropezado varias veces a venida de mi habitación.

(soy tan torpe...)

Arrugue mi nariz y frunció el ceño, escuchando las chirriantes voces que retumban por lo más profundo de mi cráneo, una charla incesante retoma en todo mi cerebro, haciendo que mi cabeza se calentara del dolor y soltara gemidos llenos de angustia.

"¿Está usted bien señorita?" Una suave voz resonó por toda mi cabeza, escuchando la lejanía de este y las voces hacerse más fuertes e irritables a tal punto que la pared sería buena idea de golpear mi cabeza contra.

Asentí lo más que pude y me dejé recostar, escuchando los incesantes lamentos de mi cabeza además de fuertes blasfemias hacia las mucamas, y una de ellas me extendió un vaso de agua que había tomado con gusto.

(-----)

Bien, no espere enfermarme.

A medio vuelo privado me había sentido mareada y Polonia -quien estaba sentado a mi izquierda- pidió una bolsa, hice lo mejor para aguantarme y no vomitarle en sí, por lo que fue poco cuando la azafata trajo la bolsa extendiendola hacia mi y yo al instante vomite todo mi almuerzo.

Me ardía la boca y mal gusto de mi paladar estaba impreso, aclarando y pasando la saliva dolorosamente por mi garganta seca y rasposa, unas lagrimas se me escaparon por lo que me recosté en el asiento y me acomode un poco, abrazando mi mochila contra mi estómago.

Sentía como mi cuerpo comenzaba a calentarse y sentía pesada en todo mi cuerpo, cerrando los ojos y respirando por la nariz, sentía que las ganas de vomitar volvían otra vez estando en el esófago.

Trate de llevar mi mente al pasado, recordando lo que había pasado antes de esta situación.

[Flashback]

Caminaba cabizbaja, observado mis interesantes converse que me había puesto después de echarme tremenda siesta, soltando suaves bostezos y rascando mi ojo con fuerza, las mucamas frente mio platicaban entre sí mientras llevaba mi maleta con ropa limpia y nueva.

"Reino Unido, relájese, Ya sabe que Alemania y Polonia estarán allá." La voz de honduras parecía indecisa y dudosa, aunque carraspeo un poco y miro al inglés, que solo bufo.

Alce una ceja, observando a Polonia al lado de honduras un tanto encorvado mientras que Australia y Nueva Zelanda permanecían a cada lado de su padre.

"Señores." Las mucamas hicieron una reverencia y dejaron a un lado mi maleta, se despidieron cordialmente retirándose del lugar, dejando a una secretaria que no había vuelto a ver.

"Buenas tardes." Saludo un tanto avergonzada, corriendo rápidamente al lado de honduras mirando a mis pies.

"_____, Este es Polonia, no indonesia que ese es diferente." Honduras había puesto una mano en mi hombro y se hizo un tanto hacia atrás, dejando ver al polaco de ojos caídos y fuertes iris verdes además de sus cabellos muy bien peinados.

"Buenas Tardes, Señor Polonia." Hable cordialmente, preparándome para corregir sobre de señor pero el nada mas asintió y miro aun lado, luciendo impaciente y ansioso.

Extraño.

Uk carraspeo, "Te quedaras cuatro semanas con ellos, asi como te quedastes aquí, _____" Cuatro semanas. No me había dado cuenta del tiempo, habían pasado siete semanas desde que llegué aquí, básicamente 1 mes.

Asentí sin más, pasando mis huesudos dedos entre los de honduras que parecía sobresaltarse un poco pero lo dejo, apretando sus dedos contra los míos.

"Bien, sin más preguntas deberán de llegar al aeropuerto, a estas horas las calles comienzan a transitarse." Honduras me murmuró que iba hablar algo con Reino Unido por lo que soltó mi mano y me empujo suavemente hacia Polonia, indicando que me mantuviera con él mientras que dos sirvientas llamaban un auto y tomaba mi maleta.

Fue unos momentos incomodos donde Polonia se removía en su lugar incómodo, mirando cualquier lugar que sea yo, por lo que rápidamente se acercaron Australia y Nueva Zelanda, los saludé cordialmente con una sonrisa en mis labios.

"¡Buenas tardes a ambos!" Nueva Zelanda mencionó, Polonia nada más tarareo y dio unos dos pasos hacia la izquierda, queriendo no estar muy cerca de nosotros.

"En fin," Australia suspiro, mirando, "Queríamos ir acompañarte donde te quedaras pero padre nos dijo que no, teníamos el trabajo suficiente como para estar contigo." Bufo algo irritado, mirando aun lado donde el britanico daba unas palabras a honduras, que no parecía bien gracias a la mueca que evitaba hacer.

"Alemania está del lado de Mariana." De la nada, Nueva Zelanda soltó, mirando esta vez a Polonia que pareció tener un escalofrío. "Los demás que viven con alemania, le desagradan, escuche que de estonia que dijo que era muy engreída y de doble cara." Murmuró cerca mio, no queriendo que Polonia o los otros dos que platicaban y más específicamente Reino Unido escuchara.

Asentí, mirándolo de reojo, una sonrisa victoriosa paso por mis labios internamente, podría tener a mi lado a finlandia y los demás vikingos, por lo que mi tablero de ajedrez se estaba agregando mas jugadores, a este paso si logro mas podria obtener los suficientes como para decir que hicieran lo que quiera, no pasándome pero algo sería algo.

Seguíamos platicando otras cosas, entre ellas me habían dicho sobre un evento que se haría la próxima semana que viene, curiosa, pregunta de qué se trataba el evento.

"Es un conmemorativo, celebrando las culturas de nuestros ancestros que fueron olvidadas con el tiempo." Australia mencionó dando una sonrisa, pero al ver a un lado, observe que estaba recargada en el marco de la entrada un aspecto fantasmal de Dolores.

(¿¿¿¿Por qué sigo viendo fantasmas????)

"¡_____!" Rápidamente volví lo que sería la realidad después de quedarme viendo al marco vacío, los demás me miraban con una mirada preocupada, Honduras apretaba con algo de fuerza mis hombros.

"¿Estás bien?" Asentí mirando a mis piernas, sintiendo mi flequillo caer enfrente de mis ojos por lo que moví mi mano para apartarlo y ponerlo detrás de mi oído, alzó mi cabeza y mirando como Australia y nueva Zelanda estaba en ambos lados de honduras quien pasó sus tibias manos a mis mejillas hueco con cuidado.

Suspiraron llenos de alivio, por lo que nueva Zelanda revolvió mis cabellos y me queje, honduras apretó mis mejillas regañandome al quedarme como babosa mirando el marco y Australia solo negaba como un padre decepcionado.

Con un ojo cerrado y el ceño fruncido miré aun lado, observando a Reino Unido mirarme pálido y con ojos llenos de tristeza, rápidamente apartó la mirada para charla con su secretaria que parecía un poco saca de onda pero habló con su jefe.

yo por otro lado ignore eso, sintiendo como me sacudían y me decían que debería de bajar de las nubes, me queje, exclamado que estaba lo suficiente aburrida como para darme unas vueltas en las nubes.

"¡Dejadme!¡Parecen mis padres!" Me quejé tratando de soltarme de honduras quien apretó más mis mejillas.

"¡Es para cuidarte niña!¡Eres mi responsabilidad!" Chille como un gato, escuchando las risas burlonas de Nueva Zelanda y Australia, por lo que un sonrojo avergonzado adorno mis mejillas.

"¡Me vale!¡Suéltame!¡No todos los días babosean por hombres guapos!" Cerré rápidamente mi boca y miré con los ojos abiertos a los presentes, quienes soltaron bulliciosos jadeos.

¿Qué mierda hice?

¡Mi mayor secreto es quedarme como una pendeja soñando despierta con esos países tan guapos y musculosos, con sus diferentes actitudes!

"¿Es por eso que te quedaste mirando a Australia?" Jadee llena de sorpresa, ¿¡Me había visto!?, Honduras me soltó rápidamente para taparse la boca y no soltar una risa.

"¡Lo recuerdo ahora!" Comentó entre risas, "¡Por eso se quedó mirando a nicaragua, jamaica, cuba y puerto rico cuando estuvimos en la playa!" Retrocedió horrorizada, sintiendo como un espiral me lleva ante la vergüenza y pena que estaba pasando ahorita mismo.

¡Mis secretos! ¡Están siendo revelados!

"No sabia que te gustaran los mayores." Soltó pensante nueva Zelanda, mi sonrojo se extendió aún más por todo mi rostro, lo sentía arder demasiado.

Una suave risita resonó por el lugar, rápidamente nos volteamos y observamos a polonia que cubría su boca, ahogando esa risa y al ver que lo estábamos mirando, se volteo rápidamente soltando humos avergonzados.

"Tiene una bonita risa." Solté de la nada, mirando al polaco que me observó como un búho y la mitad del rojo de su cara como si se hubiera pasado rápidamente al lado blanco.

"Le diré a ONU." Comento a honduras cruzándose de brazos con el ceño fruncido. "Lo juro." Y como si fuera un hermano celoso, me aparto del polaco que estaba internamente muerto de vergüenza.

(-----)

"¡No quiero dejarte ir!" Chillo ruidosamente el kiwi, que me apretaba con fuerza con un abrazo, jurando que ya estaba mirando a diosito extenderme sus brazos.

"Kiwi, se nos va la niña." Australia comenta algo ansioso, pues si, me estaba ahogando con el tremendo abrazo que Nueva Zelanda me estaba dando.

Luego de forcejear y liberarme de esa prisión, respire adecuadamente, agradeciendo a todos los dioses que estaba en todos los cielos santos.

"____." Me había llamado por lo que me reincorporo correctamente y mire a Reino Unido y Polonia, el polaco al verme volteo a mirar a un lado manteniendo una posición formal.

"¿Si?" Observaba cómo el reino miraba de reojo hacia atrás, donde Nueva Zelanda lloraba dramáticamente, negando el que me fuera hacia una casa de completos desconocidos.

Después de todo estuve aquí, nada que fuera del otro mundo.

Otro mundo, que chiste.

"Cuidate, Alemania no es un buen tipo, tiene unos severos problemas desde que su padre murió a causa de un humano." Me sorprendí un poco, observando de reojo como Polonia tocaba su brazo derecho apretando con fuerza el puño y su mirada se había oscurecido.

Supongo que alemania sería alguien que trabaje a muerte, pero esto era nuevo, jamas me había tomado el tiempo de analizar con quienes me quedaría.

Polonia quien había tenido varios conflictos y ser divididos por grandes potencias de lo que sería la URSS y Third Reich, no era de suponer que Polonia aún tenía cierto resentimiento a los hijos de sus torturadores y secuestradores, además de estar mal psicológicamente.

Mientras tanto que alemania es otra cosa, aun no se si estara su llamado Alemania occidental o tal vez estará muerto y tenga cierto problema mental sobre eso y encima de lo que sería la muerte de su padre a causa de noah marly, algo que ellos piensa que no se pero me sigue intrigando el como Alemania aceptó con gusto a Mariana si debería de tener cierto odio hacia ella o los humanos, repudiarlos por lo que hizo.

Pero decidí arriesgarme ante esto, "Si alemania tiene problema con eso, ¿Por que dejaron que Mariana se acercara a él en primer lugar?" Pregunte llena de curiosidad, observando como vaciló por unos segundos pero carraspeo.

"Él mismo se ofreció." Abrió los ojos levemente, "Como ahora, se volvió a ofrecer para cuidar de usted también." O matarme, probablemente. Asentí mirando a un lado mientras que rascaba mi nuca, acomodando unos cabellos que cayeron a un lado.

'Vuelo 234, Aerolíneas British Airways, Por Favor ir a la Gate 2 para abordar su vuelo.'

Tras ese llamado, nos dispusimos a ir hacia el lugar y tras llegar nos despedimos, volví a escuchar el discurso de honduras que debo de cuidarme mucho y que siempre le mandara mensajes o lo llamara por algún problema, recordando lejanamente a mi madre, por lo que solo asenti, despidiendome de mis dos amigos y de los demás hermanos de reino unido, intercambiamos números y comentando que harían unos grupos para siempre estar hablando.

De repente, me sentí extrañamente mareada, tropezando visiblemente con mis pasos a la mitad del puente que conectaba al avión, Polonia miro esto pero solo me tomo por si me desmayaba.

"Estoy bien." Parecía forzada y cansada, el dolor de cabeza era inevitable y mi cuerpo reclamaba con dejarse caer contra el frío suelo, pero seguí caminando hacía donde la azafata nos llevaba.

Me recosté en la silla, mirando a un lado de la ovalada ventana mirando una de las alas del avión.

Cerré profundamente mis ojos.

[End Flashback]

"Descansa, ______." La manos temblorosa y callosa de Polonia pasó por mi frente, quitando cualquier rastro de cabello pegándose a mi sudorosa frente.

Me queje cuando sus fríos y huesudos dedos tocaron mi frente, tratando de alejarme de su tacto pero volvió, volteando su mano y colocando su dorso en mi frente.

"Estás demasiado caliente." Sentía su voz lejana y cercana, al mismo tiempo, por lo que trague secamente y cerré mis ojos por unos segundos, queriendo olvidar estos momentos llenos de tortura.

"Me duele, demasiado." Se escapó de mis labios, quejándome gravemente, sin darme cuenta de la mueca que había hecho Polonia.

Lo siguiente que sentí fue que me envolvía y apretaban contra algo, es suave y cálido, sentía mis ojos pesar demasiado por lo que me acurruque en lo que fuera que estuviera, algo tembloroso de apretó contra mi y un murmullo se escuchó después de un fuerte suspiro.

Solo cerré mis ojos para dormirme en la dulce calidez que me estaban brindando.

(------)

Me removí entre lo cálido, escuchando un quejido y lentamente abrí mis ojos.

"....ertando!" Las voces eran diferentes y resonaban a mi alrededor.

El parpadeo se me hacía difícil y la luz se filtraba por mis pestañas, escuchaban las voces alrededor mío por lo que gruñí, escuchando un rotundo silencio para luego acomodarme en este cálido lugar.

Pero las voces siguieron.

"¡Callanse!¡Quiero dormir!" Exclame enojada, ¡Por supuesto! ¿¡Por qué mierdas hablan con alguien tratando de soñar con hombres o mujeres sabrosos!?

Restregué mis puños contra mis ojos, parpadeando ante la molestia de colores y mirando a mi alrededor, cuando todo se volvió a restaurar normalmente.

¿países?

¿¡Que hago alrededor de países!?

Grite apartándose rápidamente pero caía al duro y frío suelo, escuchando voces preocupantes a mi alrededor agachándose.

"¿¡Estas bien!? ¡Eso fue un golpe muy duro!" alguien de cabello rubio sucio, suponiendo que era Suecia.

"¿¡Cómo no iba a estarlo Suecia!?" Uno de cabellos castaños le gritó al sueco, supongo que era noruega.

"¿Podrían callarse?, Viene despertando y nosotros aquí gritando." El de cabellos naranjas habló, observando a sus discutir bajamente, este era Islandia quien se cruzó de brazos.

"Ella gritó primero." Dinamarca me apuntó con su dedo, sus cabellos rojos y alborotados.

"Con una razón cuestionable," la misma voz pausó unos segundos. "Aunque, Polonia la entregó a Finlandia para que la cargara y se retiró." Estonia dijo, quien estaba agachado aun lado, mire a mi derecha y finlandia tenía una mirada aburrida, sus rubios cabellos junto gorro, moviendo aun lado las cuerdas del gorro.

Polonia me había dejado...?

Supongo que no tenía nada que hacer conmigo, gracias a que arruine mi oportunidad de ser su amiga, tras enfermarse por el vuelo, suspire algo cansada mirando al suelo, escuchando la voces del fondo de los demás.

¿Tan rápido me enferme?

Era de notarse, no soy alguien que suele cuidar su dieta, no me importa lo delgada o gorda que sea, era algo que mis padres lucían insatisfechos, miraban como decepción mi plato lleno de comida aun, regañandome y restregándome como otros 'niños' necesitan esa comida y que yo no me la comía.

Probablemente me enfermaba por estar tan delgada, mencionando cientos de enfermedades y que estaría toda mi vida en un hospital con una aguja insertada en mi dorso, dependiendo solamente del suero.

Me importaba un carajo, tampoco era de esas adolescente que vomitaban para 'resguarda' su figura, sencillamente prefiero no entenderlas a que ponerme a discutir sobre eso.

"Niña." Dedos chasquean frente mio, por lo que volví forzosamente a la realidad, mirando a los demás darme unas miradas preocupadas.

"Disculpen." Mire a un lado un tanto apenada, rascando mi nuca con cierto nerviosismo. "Me quede pensando sobr- *tos* ¡Disc- *toser*" Sentía como la fuerte tos invadía mi garganta, llevando mi mano rápidamente a mi boca, escuchando como ordenaban que me trajeran un vaso con agua.

Estonia daba unas palmaditas a mi espalda, tratando de calmar la fuerte tos que me había dado de la nada.

No sabia que me había pasado, no había tomado o comido nada malo, por lo que siempre me mantenían saludable y comía -a fuerza- lo que me daba, no era alguien que comía demasiado, no, solo trago mucho cuando algo me encantaba pero en ese lugar no hacían ese tipo de cosas que comía por lo que siempre estaba saludable y en perfecta condición.

Un vaso de agua se me había sido entregado por lo que lo tome y bebí del agua, tomando rápidamente y entregando el vaso vacío a Islandia, agradecí y este se retiró.

"¿Has comido algo que te cayera mal?" Pregunto estonia masajeando mi espalda, por lo tanto negué, sentía la mano de Finlandia, su gruesa y blanco colocando su dorso aun lado de mi cuello para luego pasarlo a mi mejilla y por ultimo a mi frente, sin mas quitarlo.

"Tienes fiebre, no tan alta pero si lo necesario para descansar un poco." La voz profunda y gruesa de Finlandia se hunde en lo más profundo de mi cabeza.

Joder, que voz.

Y uno aquí muriendo, esto es genial, debería de seguir muriendo.

Alguien me tomo, pasando sus brazos por debajo de mis rodillas y otra mano se puso en mi espalda, se levantó por lo que rápidamente tome lo que sería su chaqueta con cierta debilidad, mirando hacia arriba, era Finlandia quien me cargaba mientras que seguía a Suecia y los demás detrás de ellos, apretando contra el pecho del Finlandes, escuchaba su corazón palpitar con tranquilidad lo que cierta forma obligaba mis ojos pesarse, queriendo dormir profundamente en este cómodo claro.

Sin darme cuenta, había caído rendida en los brazos cálidos y cómodos de Finlandia.

>POV. Omnipresente.<

Suecia abrió la puerta de huéspedes haciendo aun lado y dejando entrar al finlandes con la menor dormida en sus brazos, recostando con cuidado y con ayuda de estonia colocaron la sábana gruesa hasta su barbilla, mirando arrugaba la nariz y frunció el ceño, para luego relajarse y acomodarse, una sonrisa tierna se asomo por sus rosados y carnosos labios, estonia apartó unos cabellos del la frente de la menor.

"Deberíamos de avisarle a ONU sobre esto." Noruega había comentado, dejando la mochila de la menor en la silla del tocador, mientras que Dinamarca dejaba aun lado del tocador la maleta.

"Tal vez pregunte a Polonia si _____ comió algo mal supongo." Estonia había comentado, mirando a sus amigos asentir, Finlandia se incorporó y estiró sus brazos, quejándose levemente.

"Supongo que también a Alemania, él está a cargo de ____ también." Islandia se acerco y miro a la menor, que dormía tranquilamente aunque su pecho subía y bajaba con rapidez, sus acorazonados labios entreabiertos y se había movido aun lado para acomodarse y volver a dormirse.

"Ire a cocinar algo, por si se levante y tenga hambre sería algo liviano." Suecia corrió detrás de Islandia, jurando que probablemente el islandés quemaría la casa entera con ellos dentro.

Estonia negó y fue hacia donde se fueron los otros, probablemente regañarles y terminar cocinando el mientras que esos dos desordenados vikingos lo ayudaban, noruega y Dinamarca se retirando dejando espacio y diciéndole al finlandes que probablemente debería de quedar sentado en una de las sillas cuidado a la menor por si tenía algún malestar.

Finlandia nada más aceptó y se fue a sentar en una de los sillones que estaba en la esquina, sacando su teléfono y sus piernas abiertas, pegando su cabeza al respaldo del sillón y observando su teléfono, buscando algo entretenido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro