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Capรญtulo 39
Los dรญas transcurrieron en aparente normalidad en el castillo Worwick despuรฉs de la planeaciรณn del consejo sobre el ataque que estaba procurando ejercer el consejo de Hillcaster en complicidad con el prรญncipe Verti y la guardia de la casa Worwick siguiรณ al pie de la letra las instrucciones del rey.
Bajo la supervisiรณn del primer jefe comandante de la guardia, los movimientos y la estrategia eran ejercidos con cautela para no poner en sobreaviso a los guardias que estaban bajo el mando del seรฑor Dorco y los turnos de vigilancia se alternaban con cuidado, evitando alertar a estos hombres, ya que tanto Valerio como sus guardias eran conscientes de que el ataque sorpresivo podrรญa ocurrir en cualquier momento, pero a pesar de la aparente calma que se palpaba fuera de los muros del castillo, habรญa alguien dentro que no lograba estar tranquilo, y el agobio diario por lo que pudiera pasar le ganaba.
Esa maรฑana, despuรฉs de despedirse de su esposo, la reina Luna se quedรณ junto a la compaรฑรญa de su nana Helen y mientras la mujer organizaba el pequeรฑo desorden de la habitaciรณn, Luna se dirigiรณ al cuarto de baรฑo en busca de un paรฑo limpio.
Los pasos de Luna eran un poco lentos debido al tamaรฑo de su vientre, y colocando una mano en su espalda, a la altura de la cintura, ella alzรณ su brazo para alcanzar un par de paรฑos que estaban en un estante de madera, cuando sintiรณ un fuerte dolor apoderarse de su vientre bajo.
El rostro de Luna se contrajo a raรญz de aquel dolor y dejรณ caer el paรฑo de sus manos, quedando inmรณvil en su lugar al tratar de controlar la respiraciรณn; sin embargo, una contracciรณn mรกs fuerte la sorprendiรณ, y ella se inclinรณ hacia adelante mientras sujetaba su vientre, soltando un quejido agudo al sentir que aquella contracciรณn era mucho mรกs intensa que la anterior.
Una humedad tibia comenzรณ a correr entre sus piernas y desconcertada, ella levantรณ el borde de su vestido confirmando que el lรญquido provenรญa de su interior, y al instante, otra contracciรณn aรบn mรกs fuerte la atravesรณ, haciรฉndola soltar un grito de dolor en el que alcanzรณ a llamar a su nana.
Luna se apoyรณ con fuerza en el estante de madera que estaba junto a la salida para no caer al suelo mientras sollozaba, sosteniendo su vientre. Fue entonces cuando la seรฑorita Helen entrรณ en el cuarto de baรฑo y al ver a Luna en ese estado, corriรณ hacia ella y se inclinรณ para sostenerla.
โยฟQuรฉ sucede, mi niรฑa?
Luna levantรณ la mirada y con los ojos empaรฑados por el dolor, dijo con la voz entrecortada:
โCreo que ya va a nacer, nana.
Valerio se colocรณ en posiciรณn a una considerable distancia del blanco, y sus ojos se entrecerraron, analizando la direcciรณn del viento y la distancia. Luego tensรณ la cuerda del arco y tras unos segundos, soltรณ la flecha que cortรณ el aire con un leve silbido, clavรกndose en el centro del blanco, lo que llamรณ la atenciรณn de los arqueros que entrenaban tambiรฉn a su alrededor.
Valerio observรณ el impacto desde la distancia criticando el resultado, y mientras lo hacรญa, uno de los guardias encargados del entrenamiento se acercรณ a รฉl diciendo:
โFue un buen tiro, mi seรฑor.
El rubio asintiรณ dejando escapar una pequeรฑa sonrisa y sin decir una palabra, le entregรณ el arco al guardia, quien lo recibiรณ tras una ligera reverencia.
โยฟDesea otra ronda de prรกctica, su majestad?
Valerio fijรณ su vista de nuevo en el resultado de su tiro y por un momento considerรณ la oferta, pero al final desistiรณ.
โNo, esto fue suficiente por ahora. โComenzรณ a colocarse los guantes de montarโ. Debo regresar al castillo; hay temas que requieren mi atenciรณn.
El guardia se inclinรณ nuevamente en seรฑal de respeto ante el rey, observando cรณmo Valerio se alejaba, dirigiรฉndose hacia su caballo, que dio un ligero brinco sacudiendo la cabeza, haciendo que su melena blanca se ondeara.
Cuando Valerio llegรณ a su lado, el equino bajรณ la cabeza y acercรณ su rostro al cuerpo del Worwick, presionรกndolo suavemente contra su pecho, y con una ligera sonrisa, Valerio le acariciรณ antes de tomar las riendas para subirse sobre su lomo, y despuรฉs comenzรณ a alejarse del campo de tiro, mientras los arqueros continuaban practicando.
En el castillo, el ambiente estaba un tanto tenso por la noticia del trabajo de parto que se habรญa iniciado en los aposentos del rey, mientras que Luna yacรญa acostada sobre su lecho, sintiendo cรณmo aumentaban sus contracciones, arrancรกndole fuertes quejidos de dolor que se oรญan por toda la habitaciรณn.
El rostro de Luna estaba ligeramente empapado de sudor, sus lรกgrimas rodaban por sus mejillas, y una de sus manos apretaba las sรกbanas con fuerza, mientras la otra se aferraba a su nana Helen, quien estaba a su lado acompaรฑรกndola.
En la habitaciรณn estaba un encargado junto a tres parteras, quienes preparaban todo para recibir al bebรฉ y atender de la mejor manera el parto de la reina. Una de las parteras mรกs jรณvenes se acercรณ a Luna para acomodarla mejor sobre la cama, mientras las otras dos seguรญan las instrucciones del encargado, cuando la puerta de la habitaciรณn se abriรณ y la reina Irenia entrรณ con afรกn, acercรกndose a su nuera.
โYa ordenรฉ que trajeran mรกs agua tibia y paรฑos limpios โdijo la mujer colocรกndose al lado de Luna y dirigiรฉndose a la partera preguntรณโ: ยฟYa estรก todo listo?
โSรญ, mi reina.
โIrenia se inclinรณ hacia Luna, quien la mirรณ a los ojosโ. Haz todo lo que las parteras te digan y verรกs que todo saldrรก bien.
โQuรฉdese, por favor โrogรณ Luna entre llantos, observando a Irenia.
โAquรญ voy a estar hija, no te preocupes. Tรบ puedes hacerlo.
โMi niรฑa, cรกlmate. Todo estarรก bien, te lo prometo โdijo la seรฑorita Helen mientras acariciaba la mano de Luna con ternura.
โDuele demasiado, nana โsollozรณ Luna con la respiraciรณn agitadaโ. Lo quiero a รฉl, nana. Por favor, traigan a Valerio.
Una de las parteras, que parecรญa tener mรกs experiencia por su edad, se acercรณ hasta Luna, acomodando sus piernas para que iniciara el proceso y tras posicionarse a los pies de la cama, dijo:
โMajestad, debe empezar a pujar, ahora.
Cediendo ante la necesidad de dar a luz a su bebรฉ, Luna comenzรณ a pujar mientras sus gritos ahogados rompรญan el silencio y al intentar tomar un poco mรกs de fuerzas, ella girรณ su rostro hacia la reina Irenia, con los ojos llenos de lรกgrimas por el miedo que la invadรญa, y dijo con la voz entrecortada:
โTengo miedo, reina. Quiero a Valerio.
โEscucha, hija. Sรฉ que esto es nuevo y aterrador para ti, pero eres capaz de hacerlo. โIrenia tomรณ la mano de Luna con fuerzaโ. No necesitas que Valerio estรฉ aquรญ para traer a tu hijo al mundo. Nosotras las mujeres somos capaces de hacer esto, sin la presencia de los hombres. Lo mรกs importante ahora es que tรบ y tu bebรฉ estรฉn bien.
โMajestad, debe tranquilizarse โhablรณ la partera, sintiendo la tensiรณn de Luna, lo que no estaba ayudando a facilitar el partoโ. Necesitamos que siga pujando de manera constante para que el bebรฉ nazca sano y sin riesgos.
Con lรกgrimas en los ojos, Luna asintiรณ, entendiendo las palabras de la reina Irenia y de la partera. Ella cerrรณ los ojos con fuerza, manteniรฉndose aferrada a las manos de las dos mujeres que estaban a su lado, y cuando otra contracciรณn llegรณ, comenzรณ a pujar como se lo habรญan indicado.
โยกEso es, hija! โsonriรณ Irenia ante el esfuerzo de Lunaโ. Estรกs haciรฉndolo muy bien.
Una nueva contracciรณn llegรณ y Luna volviรณ a pujar con todas sus fuerzas, sintiendo cรณmo la vida que llevaba dentro estaba cada vez mรกs cerca de estar en sus brazos.
En el jardรญn del castillo, la princesa Kathrina estaba sentada sobre el verde cรฉsped, disfrutando del sol de la maรฑana con una pequeรฑa canasta repleta de frutas, de las cuales apenas habรญa probado una.
El canto de los pรกjaros acompaรฑaba a Kathrina mientras intentaba bordar una pequeรฑa manta, y al alzar la mirada, observรณ cรณmo los sirvientes cruzaban con rapidez por el extenso corredor que conectaba los pasillos, llevando paรฑos y cuencos de agua. Poco despuรฉs, un grupo de guardias que parecรญan tener urgencia saliรณ de uno de los pasillos, y la continua agitaciรณn del personal del castillo le pareciรณ extraรฑa a la princesa.
En ese momento, ella vio cรณmo su nana Margot se acercaba a ella con una copa de agua en la mano. Kathrina sonriรณ al verla y dejรณ su bordado a un lado.
โAquรญ tienes, mi niรฑa โMargot le extendiรณ la copa con cuidado.
โAyรบdame a levantarme, nana โpidiรณ Kathrina, recibiendo la copa, y la seรฑorita Margot la ayudรณ sujetรกndola con cuidado del brazo mientras Kathrina se incorporaba y una vez en pie, preguntรณโ: ยฟSabes quรฉ estรก sucediendo, nana? Parece que todos en el castillo estuvieran agitados, moviรฉndose de un lado al otro.
Margot mirรณ hacia los corredores y dijo: โPor lo que escuche entre los sirvientes; al parecer, la reina Luna estรก dando a luz.
Kathrina frunciรณ el ceรฑo mirando a su nana, justo cuando una voz masculina cargada de molestia se escuchรณ cerca de ellas, y al girarse, ambas observaron a Valerio caminando con prisa hacia el interior del castillo, acompaรฑado de su consejero.
โHablarรฉ seriamente de esto con la reina Irenia. Independientemente de lo que estรฉ haciendo, yo deseo estar junto a mi esposa cuando mi hijo nazca, asรญ que por favor, lord; la prรณxima vez que ocurra algo de esta magnitud, no dude en tomar acciรณn de inmediato.
Kathrina se quedรณ casi pasmada observando la urgencia de Valerio y su necesidad por estar cerca de su esposa en ese momento, mientras lo veรญa entrar en uno de los pasillos, desapareciendo de su vista.
Por su parte, la seรฑorita Margot, percibiendo la forma en que Kathrina miraba al rey, sintiรณ cierta preocupaciรณn al conocer bien esa mirada sombrรญa, eย intentรณ llamar la atenciรณn de su niรฑa con otro tema para desviar su mente de ese asunto.
โยฟQuieres volver a sentarte, mi niรฑa?
Kathrina negรณ con la cabeza, devolviรฉndole la copa de agua.
โNo, nana. Creo que irรฉ a la biblioteca. Si deseas quedarte aquรญ un rato mรกs, puedes hacerlo.
Sin esperar respuesta de su nana, Kathrina se adentrรณ sola en los pasillos del castillo, pero no en direcciรณn a la biblioteca, como habรญa dicho.
Por otro lado, el prรญncipe Verti caminaba por los pasillos con esa postura recta y serena que solรญa ser muy caracterรญstica de รฉl, cuando comenzรณ a percibir la inusual agitaciรณn de la servidumbre que caminaba de un lado al otro con prisa, y al doblar un pasillo, vio a su esposa caminando hacia la misma direcciรณn a la que รฉl se dirigรญa y acelerรณ un poco su paso.
โยฟQuรฉ estรก sucediendo? โhablรณ Verti, tomando a Kathrina por sorpresa, quien al darse cuenta de que se trataba de รฉl, volviรณ a fijar su vista en el camino.
โLuna estรก teniendo a su bebรฉ.
Las palabras de Kathrina parecieron provocar un fuerte impacto en Verti, quien la mirรณ al oรญr aquellas palabras, pero al instante desviรณ la mirada hacia el pasillo, y sin decir nada mรกs, continuรณ caminando, dejรกndola atrรกs con indiferencia.
Kathrina se detuvo por un momento, observando cรณmo, despuรฉs de casi dos dรญas sin verla, esa fue la รบnica reacciรณn de Verti hacia ella y con un pequeรฑo suspiro, continuรณ su camino, doblando por el pasillo.
En la habitaciรณn, los quejidos ahogados de Luna continuaban mientras ella pujaba con todas sus fuerzas.
โSiga, majestad, ya falta poco. El bebรฉ estรก por nacer โhablรณ la partera, percatรกndose de que el parto se estaba dificultando un poco.
En ese instante, la puerta se abriรณ de golpe y Valerio entrรณ apresurado, encontrรกndose con el encargado.
โยฟCรณmo va el parto? โpreguntรณ el rey, observando al encargado.
โLas parteras y la reina estรกn haciendo un buen trabajo, mi rey.
โTodo estรก bien, hijo. Ya estรก por nacer โhablรณ Irenia, observando a su hijo.
La seรฑorita Helen se apartรณ al ver a Valerio dirigirse hasta la cama junto a Luna, y al verlo arrodillarse a su lado, ella sonriรณ, buscando su mano.
โEstรกs aquรญ โsusurrรณ ella con un poco de esfuerzo, aferrรกndose a รฉl como si su sola presencia le devolviera fuerzas.
โYa estoy aquรญ, mi amor. โรl le dio un beso en la frenteโ. Vamos, tรบ puedes. Lo estรกs haciendo increรญble.
โMajestad โinterrumpiรณ la parteraโ. Me temo que tendremos que inclinar a la reina hacia adelante para facilitar la salida del bebรฉ.
โยฟQuรฉ ocurre? โintervino Irenia, preocupada.
โNo se preocupe, majestad โhablรณ la parteraโ. Solo que la reina ha hecho mucho esfuerzo y estamos buscando la manera de que el bebรฉ salga mรกs fรกcil.
Tomando el control del momento, Valerio subiรณ a la cama y se posicionรณ detrรกs de Luna, colocando sus brazos alrededor de ella, dejรกndola casi sentada al borde de la cama. รl la inclinรณ con cuidado hacia adelante, sosteniรฉndola con fuerza mientras ella seguรญa pujando aferrada a รฉl como si su vida dependiera de ello.
Mientras esto sucedรญa, desde la puerta entreabierta, Kathrina observaba en silencio el ajetreo en la habitaciรณn. Su mirada permanecรญa fija en Valerio y Luna, observando cรณmo a sus ojos, รฉl estaba al pendiente de ella y esto hizo que desde su interior, brotara un fuerte sentimiento de anhelo silencioso y doloroso que ella no podรญa controlar.
Ver a Luna ser acogida y protegida por Valerio le recordรณ lo sola y desprotegida que ella se sentรญa, y una vez mรกs, ese deseo por tener eso que era de Luna y que ella tanto querรญa se apoderรณ de su corazรณn.
El esfuerzo de Luna por tener a su bebรฉ continuรณ, pero para este punto ella ya no tenรญa miedo, y aferrada a su esposo, continuรณ pujando bajo las indicaciones de la partera.
โยกPuje, majestad! ยกYa viene, solo un poco mรกs!
โVamos, amor. Ya casi nace, falta poco โmurmurรณ Valerio al oรญdo de Luna.
Desde la esquina de la habitaciรณn, la reina Irenia observaba la escena de su hijo y su nuera con aparente calma, pero, aunque su rostro mostraba serenidad, por dentro el orgullo de madre y abuela luchaba por manifestarse, como si la realidad de que la presencia de Valerio junto a Luna era necesaria la hubiera golpeado, derribando sus argumentos y recordando que, en sus dos partos, ella estuvo sola mientras Dafert estaba ocupado en asuntos del reino.
Tras un fuerte gruรฑido ahogado al pujar una vez mรกs, la partera le indicรณ a Luna que ya se asomaba la cabecita del bebรฉ, y tras un รบltimo pujo, un agudo llanto rompiรณ el silencio, llenando la habitaciรณn con una emociรณn indescriptible. Luna dejรณ escapar unย suspiro mientras su cuerpo, caรญa relajado sobre el pecho de Valerio, al tiempo que ambos sonreรญan, escuchando aquel llanto.
โยกYa naciรณ! โdijo รฉl, besando las manos de Luna.
La partera entregรณ al bebรฉ a las otras dos mujeres encargadas de limpiarlo, y la seรฑorita Helen, junto a Irenia, se acercaron para observar mejor al reciรฉn nacido. Pero algo en la expresiรณn de Irenia cambiรณ al ver a la criatura, lo que la hizo murmurar con admiraciรณn y asombro:
โEs un niรฑo de casta blanca.
Valerio alzรณ la mirada, alarmado al principio por el gesto de su madre, pero al escuchar aquel murmullo, su expresiรณn se iluminรณ por completo.
โQuiero ver a mi bebรฉ โpidiรณ Luna, observando a las mujeres.
Al instante, la reina Irenia tomรณ al bebรฉ envuelto en una delicada manta y se dirigiรณ hacia la cama con cuidado.
Valerio se sentรณ sobre la cama y se inclinรณ mรกs hacia adelante, acomodando a Luna sobre su pecho, mientras la reina Irenia le extendรญa al pequeรฑo a Luna, colocรกndolo en sus brazos. Al tenerlo en su regazo, Irenia deslizรณ la manta con cuidado, dejando al descubierto su cabecita, mostrando unos ligeros cabellos blancos, y ambas mujeres sonrieron emocionadas.
Valerio sostuvo los brazos de su esposa mientras sentรญa cรณmo su corazรณn latรญa con fuerza al ver los diminutos movimientos de su hijo; sus pequeรฑas manitas cerradas, sus piernas moviรฉndose dรฉbilmente y sus ojos entreabiertos, buscando el tacto de sus padres sin poder ver, acompaรฑado de ligeros balbuceos.
โEs hermoso โsusurrรณ ella con la voz entrecortada por la emociรณn.
Con una sonrisa, Valerio extendiรณ su dedo hacia la manita de su hijo, dejando que el pequeรฑo lo encontrara y se aferrara a รฉl, mientras que el encargado en la habitaciรณn se dirigรญa hacia el rey diciendo:
โยฟQuรฉ nombre tendrรก el pequeรฑo prรญncipe, mi rey?
โBastian. โValerio mirรณ al encargadoโ. Avรญsele a Lord Havel que anuncie que el prรญncipe Bastian Worwick, de casta blanca, acaba de nacer.
Mientras todos celebraban dentro de la habitaciรณn el nacimiento de Bastian, afuera, Kathrina observaba en silencio desde la puerta entreabierta la devociรณn de la pareja junto a su hijo, y una lรกgrima rodรณ por su mejilla.
Finalmente, Kathrina se limpiรณ la lรกgrima y se retirรณ de la puerta, alejรกndose de la habitaciรณn en completo silencio rumbo a sus aposentos, llevรกndose consigo una amarga sensaciรณn de soledad.
En la biblioteca, el prรญncipe Verti se encontraba de pie junto a una de las ventanas, observando el paisaje exterior. En una de sus manos sostenรญa una copa de vino, mientras que la otra yacรญa dentro del bolsillo de su pantalรณn.
En ese instante, Sr Dorco entrรณ observando al prรญncipe junto a la ventana, e interrumpiendo el silencio en la sala, se pronunciรณ diciendo:
โยฟMe mandรณ llamar, prรญncipe?
Verti no respondiรณ de inmediato, sino que en su lugar, tomรณ un sorbo de su copa y tras un breve suspiro, finalmente se girรณ hacia Dorco, se acercรณ a รฉl sacando un papel del bolsillo de su pantalรณn y lo extendiรณ hacia el guardia diciendo:
โEnvรญa esto a Hillcaster de inmediato. Quiero que llegue hoy mismo.
Dorco tomรณ el papel sin hacer preguntas y asintiรณ.
โComo ordene, prรญncipe.
Justo en ese momento, un sirviente entrรณ con cierta prisa en la biblioteca, deteniรฉndose ante la presencia del prรญncipe y del guardia, y tras una rรกpida y poco formal reverencia hacia Dorco, se dirigiรณ hacia Verti.
โMi prรญncipe. โEl hombre se reverenciรณ antes de hablar.
โยฟQuรฉ sucede?
โSe acaba de anunciar que el heredero del rey Valerio ya naciรณ, y es un varoncito de casta blanca.
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