—Bueno,¿y qué quieres que haga? Hongjoong se ha vuelto un amigo excelente y Mingi es una persona grandiosa.A Yunho lo conozco por que trabaja en el laboratorio de fotografía y es un chico sensacional.Así estoy bien, no ocupo tener tantas personas en una vida que prontodejaré. No voy a quedarme a vivir en Venecia por siempre—dije

-Ya lo sé,Wooyoung.Lo que trato de decir es que disfruta el tiempo que estés aquí.

-Eso lo hago,créeme.

-Pero...

—iTu pizza está lista!—canté al oír el pitido del horno—Me
voy a dormir te quiero, buenas noches—le lancé un beso y me fui a paso apresurado a mi habitación.

Me sentía culpable, porque la verdad era que no me entusiasmaba tanto la idea de pasar el día con Seonghwa,al menos no si lo veía de la perspectiva de que no vería a San,o mejor dicho, de que no estaría yo solo con él. Me revolqué entre las sábanas de mi cama hasta que la apenas cálida luz del sol me llegó a los ojos.

—¡Bestia!—los golpes en la puerta no fueron tan intensos, pero sí molestos.

—Ya estoy despierto—farfullé.Salí de mi habitación y miré a Seonghwa sonreírme.Me sentí mal de nuevo.

—¿Cuáles son los planes de hoy?—pregunté, totalmente desganado.

—Conseguir un traje elegante—me dijo.

—¿Elegante? ¿Qué celebramos?—inquirí,confundido.

—El próximo domingo es el cumpleaños del señor Vittore
y ya sabes cómo son todas esas personas—puso los ojos
en blanco—Gastan hasta el último centavo para darle lujo al ambiente.

—¿El señor Vittore?—traté de pronunciar el apellido con
el acento que Hwa había utilizado.

—Sí, el dueño del Hospital,Roberto Vittore—explicó.

—Oh...¿y?

—Estamos invitados—sonrió ampliamente.

—¿lnvitados?—quería saber a quiénes se refería.

—Si, tú, yo y San.Quien por cierto ya debería estar aqui—divagó, mirando el reloj de su muñeca.

—¿San?¿Nos acompañará?—hice un mohín.

—Claro,¿y luego quién nos dirá que nos vemos lindos con los trajes?—bromeó.

—Pero a San tal vez no le gusta eso—intenté encontrar una excusa creíble para que San no fuera, yo no debía siquiera estar cerca de él.

—Pero es mi Sannie—dijo y me dolió—a él le encanta.

Entonces el timbre sonó.El corazón me latió ansioso,presuroso y...angustiado.Seonghwa corrió animoso hasta la puerta,mientras que yo me quedé parado allí,con ganas de correr en dirección opuesta.Después de la pequeña discusión que tuvimos ayer no sabía qué sentir.Pero entonces abrió la puerta y la luz apareció en mis ojos, allí estaba él,tan deslumbrante como siempre,usando una camisa en color azul a cuadros,desabotonada, y un jeans negro ajustado a sus despampanantes piernas.Hizo que el mundo se me volteara en un segundo cuando me miró.

—¡Amor!—dijo Hwa,sin duda feliz.Pero esta vez en darle un beso en los labios,se lo dio en la mejilla.

Agradecí aquello,aunque la
fierecilla igual se sintió celosa.

—Hola—musitó San.Lo saludé con la mano.

—Ve a cambiarte,Wooyoung-me
insistió Seonghwa,y sólo entonces caí en la cuenta de que estaba en
pijama,de nuevo—Nos espera
un largo día.

Sonreí y sin decir nada me fui a mi habitación,haciendo un mohín mental por el adjetivo que Seonghwa acababa de usar para calificar al día...largo.

Me puse una camisa negra combinándolo con un jeans en tono gris y peine mi cabello,luego salí al encuentro con ambos.

—¿Listo?—preguntó Hwa.

Asentí.Era raro,como si me hubieran quitado la voz,pero lo cierto es que me sentía realmente incómodo al recordar la discusión de ayer.Y al parecer no era el único,San tampoco hablaba mucho.

Nos fuimos en su Hybrid negro,Seonghwa en el asiento del copiloto,claro,y yo acurrucado atrás, mirando a través de la ventana polarizada.Recordé cuando íbamos solos los dos,yo en lugar de mi amigo y deseé fervientemente que ahora,Seonghwa se borrara de la escena y al instante me sentí mal,
traicionero.Suspiré,empañando el cristal negro.

—Wooyoung,¿tienes alguna idea
para el traje?—me preguntó Seonghwa.

—¿Ah?—musité,encerrando mis pensamientos en algún cajón de mi mente.

-Si,algún color que tengas ya en mente-me miró.

-Oh, bueno...no,en realidad--me encogí de hombros.

—¡Yo sí!—anunció—Creo que escogeré uno en tono tinto-me dijo, pero luego miró a San—¿Te gustaría?—le preguntó.

—Te verías hermoso con ese color—respondió.

Algo me picó cerca del pecho,como si una aguja se me enterrara en el corazón,me giré de nuevo a mirar hacía la ventana,tratando de ignorar la situación.San condujo hasta una calle que estaba repleta de tiendas de vestidos de gala,como si fuera alguna calle de Nueva York, así me pareció.

Al bajar,Hwa me tomó de la mano y me hizo apresurar el paso,emocionado,mientras que San nos seguía detrás.
Entramos a una tienda que en sus vitrinas exhibía tres preciosos trajes en maniquís blancos y sin cabeza.Al
instante,la calefacción del lugar me abrigó el cuerpo,ya que afuera estaba frío.

—¡Mira esos trajes,Wooyoung!—Seonghwa señaló hacia su derecha,mostrándome tres trajes con sacos en tono negro.

—¿Puedo ayudarle?—preguntó una señora amable,que tenía el cabello color caoba acomodado en un peinado de estética,con un acento italiano apenas reconocible.

—Si,estamos buscando trajes para una fiesta elegante—dijo Hwa y luego le sonrió.

—¿De noche?

—Así es.

—Síganme—dijo ella y caminó más al fondo de la tienda.Mi mejor amigo me hizo señas de que lo siguiera y luego volvió a girarse para seguir a la señora.Apenas iba a dar el primer paso,una mano me ató del antebrazo,con fuerza pero sin causarme daño alguno,no hizo falta que me girara para comprobar que era San,conocía sus manos muy bien.

🖇️23O52O2O

No quiero seguir jugando al instituto 😔👊🏻