: : :*ೃ࿔୭ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝐎𝟏 ミ
➤ Capítulo 1: Un nuevo año, comienza.
Narrador Omnisciente:
—Buenos días, señorita —saludó un chico de cabellos pelirrojos, haciendo una reverencia exagerada.
—Que buenas vistas hay en la mañana —siguió su hermano gemelo, junto a una sonrisa burlona.
—Son unos tontos —negó ______, pero aun así una minúscula sonrisa se formó en sus labios.
—¡Mira Fred, ya logramos sacarle una gran sonrisa! —dijo George de forma irónica, para luego echarse a reír junto a su hermano.
La joven rodó los ojos pensando en lo molestos que podían llegar a ser los gemelos Weasley pero aun así no se detuvo al bajar las escaleras en Grimmauld Place, dirigiéndose al comedor a toda prisa.
Sin embargo, un chasquido junto a un cuerpo se interpuso en su camino.
—¡Weasley! —se asustó y se puso una mano en el pecho— ¡No te aparezcas así como si nada! —reprochó.
—¿Y porqué no? La casa es libre... —canturreó Fred sonriendo de lado, apoyándose a un costado mientras la miraba fijamente.
______ amagó con seguir bajando las escaleras pero el cuerpo del mayor se lo impidió.
—¿Qué quieres ahora? —resopló ya cansada de estar encerrada en ese lugar.
—¿De ti? Muchas cosas —le guiñó un ojo, exasperándola.
La fémina estaba a punto de soltar una grosería pero sus palabras fueron calladas por unos pasos detrás de ella, seguido de un empujón en su hombro.
—¡Dejen de besuquearse aquí, estorban! —la mala actitud de Katsuki se hizo presente en el ambiente y se abrió paso entre los dos, empujándolos de mala gana.
—¡No nos estábamos besando, estúpido perro! —le contestó la azabache bajando detrás suyo, un poco sonrojada ante dicho disparate.
—¿¡Qué mierda has dicho, bastarda!? —Bakugo la encaró sacando la varita de su bolsillo, apuntándola con recelo.
—Estúpido perro —volvió a decir—. ¿O a poco estás sordo?
El rubio ceniza rechinó los dientes y la miró echando chispas por los ojos, acercando su varita hacia su cuello y apretándolo.
—¡Escúchame bien, inútil! —siseó acorralándola contra la pared, bajo la atenta mirada de la más baja— Te advierto que no quiero que te cruces en mi camino este año. ¡O de lo contrario te aplastaré como al resto!
La chica ni se inmutó ante su absurda y vacía amenaza, puesto que todos los años le decía lo mismo, así que solo se limitó a rodar los ojos en señal de fastidio.
—Ahora escúchame tú a mí, mago barato —habló firmemente, demostrándole que sus gritos no le hacían efecto alguno—. La que va a aplastarte seré yo.
Una sonrisa adornó su rostro junto a una expresión de burla, descolocando al contrario ante su repentina actitud. Katsuki aún mantenía presionada su varita cerca de su cuello y aquello estaba comenzando a incomodarle, por lo que alzó la rodilla hasta su cintura y comenzó a moverla pausadamente, logrando que el contrario se alejase de forma repentina.
—¿¡QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO, MALDITA CERDA!? —gritó el contrario con un muy pequeño sonrojo en sus mejillas, pero aun cabreado.
—¡Vamos, _____, es hora de desayunar! —llegó Nymphadora hacia donde ambos jóvenes estaban discutiendo— Luego juegas con tu novio.
—¡Él no es mi novio!/¡No es mi jodida novia! —exclamaron ambos al unísono, un poco incómodos.
—Pues parecen un matrimonio viejo —se rió la de cabello rosado jalando a su prima—. Venga, que pronto partiremos a Hogwarts.
Ambos chicos siguieron a la mayor en silencio pero aun así se mandaron unas miradas de odio puro, junto a unos empujones "accidentales" a lo largo de la trayectoria.
No era secreto para ninguno de sus compañeros que Katsuki y ______ se llevaban super mal en la escuela. Su rivalidad era bastante palpable en el ambiente y no perdían la oportunidad de fastidiarse el uno al otro cada que podían, comenzando así, una pequeña guerra entre ambos.
¿Que si esta historia de rivalidad tenía un comienzo? Pues claro que lo tenía, y todo había comenzado desde su primer año en Hogwarts.
Katsuki Bakugo había sido seleccionado en la casa de los leones, Gryffindor, tal y cual él siempre había querido desde pequeño. Su ídolo, All Might, había sido un gran mago durante toda su trayectoria, colaboró satisfactoriamente en la primera guerra mágica y se había convertido en poco tiempo en el jefe del departamento de aurores. Aquel buen desempeño a la hora de la batalla había captado la atención del rubio por completo, queriendo ir a la misma casa que él y ser mucho mejor.
El sombrero seleccionador estuvo en duda sobre si mandarlo a Slytherin puesto que decía que ahí tendría un gran futuro por delante, sin embargo, Bakugo ya tenía las ideas claras para ir a Gryffindor, por lo que acabó allí.
______, muy por el contrario, había sido seleccionada para ir a la casa de las serpientes, siendo la rival de la de los leones. Si bien ella no era mala como todos pensaban, tenía un carácter bastante fuerte y la astucia predominaba por sus venas, tal cual y lo había sido su madre.
Ambos habían asistido a diferentes casas durante su estadía en Hogwarts, empezando así, con la rivalidad y otras muchas cosas por las cuales solían competir a menudo.
Pero esa era otra historia.
Estación King Cross.
—Por favor, cuídense bien —pidió la señora Weasley hacia sus hijos, mientras les arreglaba los abrigos y les daba algunos consejos amorosos.
—No se metan en problemas —advirtió Arthur, más hacia los gemelos que a los otros.
—¡Ay, mi Ronnie! —se emocionó Molly abrazando a su hijo con mucha alegría— Prefecto, como todos en la familia... —lo miró con cariño mientras apretaba sus mejillas.
—¿Y nosotros quiénes somos, los vecinos de enfrente? —ironizó George sacándole una risa a su gemelo.
—No sé de qué te quejas, Weasley —comentó ______, seria—. Al menos tu madre vino a despedirte al andén... Tienes suerte —su voz perdió tonalidad poco a poco pero aun así no dijo nada más.
La joven bruja observó hacia todos los lados en el andén nueve y tres cuartos, viendo con atención cómo todos sus compañeros se despedían de sus respectivos familiares.
Cerca de ella estaban casi todos los Weasleys reunidos junto a Harry y Hermione, los cuales estaban siendo custodiados por los señores Weasleys y un auror, Kingsley.
Por otra parte estaban Izuku Midoriya y Uraraka Ochako, junto al auror Toshironi, hablando de quién sabe qué cosas.
Los señores Bakugo estaban escoltando a su único hijo en el andén, dándole algunos consejos sobre que tenía que cuidarse y estar alerta todo el tiempo.
—¡Ya sé lo que tengo que hacer, maldición! —gruñó molesto sacándose a ese par de encima.
La mirada de Katsuki se topó con la de la fémina y ambos entrecerraron los ojos en señal de desagrado absoluto. Gris contra rubí, siendo una guerra mortal entre miradas en donde de seguro los dos ya estarían muertos.
—¡Katsuki! —su madre golpeó su cabeza al ver que le había sacado el dedo del medio vulgarmente— No seas así con _____-chan, discúlpate —ordenó empujándolo.
—¿¡Ah!? ¡¡Ni muerto, vieja bruja!!
La azabache observó la pequeña pelea entre madre e hijo y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, pues si bien las peleas eran por cosas absurdas, se notaba que el ambiente era bastante cálido en esa familia, queriéndose y protegiéndose a pesar de los malos ratos.
Todo alrededor de ______ estaba lleno de brujas y magos siendo despedidos por sus familiares y amigos, dejándole una sensación amarga en el pecho. Se sentía fuera de lugar y solo esperaba que el tren arrancase de una buena vez por todas para poder llegar al castillo en donde podría comenzar otro año en lo que consideraba su segundo hogar.
—Tú también cuídate, ______ —la señora Weasley interrumpió sus pensamientos y se acercó a la joven con una sonrisa, dándole un abrazo.
La expresión de ______ fue una de sorpresa al principio pero al sentir los cálidos brazos de aquella madre hizo que algo extraño despertase en ella, por lo que lentamente sus brazos se elevaron y le correspondió el gesto de forma breve.
—Canuto estará bien, ______. No te preocupes —aseguró Arthur con una pequeña sonrisa, abrazando a su esposa por los hombros.
Los ojos de la chica se mostraron un poco inseguros pero de todas maneras asintió a lo que le decían, confiando en su palabra.
Poco a poco el andén comenzó a llenarse de más y más gente conforme pasaba el tiempo y el bullicio era más fuerte, logrando que su compañera se alterase un poco.
—Tranquila, Arat —dijo ______ intentando calmar a su lechuza , la cual había comenzado a ululear dentro de su jaula.
La chica intentó controlar a su lechuza para que no siguiese llamando la atención pero un jalón en su ropa hizo que voltease de inmediato, encontrándose con un gran perro negro.
—¿Qué haces aquí, perro? —preguntó un poco nerviosa mientras miraba hacia todos lados, aunque a la gente parecía no importarle.
El can ladró potentemente y acercó su hocico hacia la mano de la chica, pidiendo unos mimos antes de que se fuese.
—¡C-canuto, espera! —Una voz femenina se escuchó detrás suyo y ambos voltearon para ver a la joven bruja, la cual se tropezó con sus propios pies y se cayó de bruces al suelo.
—¡Dora! —exclamó entre preocupada pero avergonzada, puesto que ahora sí, todos se les habían quedado mirando— ¿Estás bien?
—Sí, no te preocupes, no ha sido nada —le sonrió dándole un fuerte abrazo, logrando casi asfixiarla.
—Si viniste... —susurró aun así abrazándola— ¿Cómo está mamá? —le fue inevitable no preguntar.
—Más o menos, pero no corre peligro —aseguró Nymphadora intentando tranquilzarle, para luego mirar a Sirius—. Te estoy vigilando, perro.
El animal soltó un ladrido y se puso detrás de la menor, haciendo como que ella la defendiese.
—¡Todos a bordo, el tren partirá dentro de poco! ¡Todos abordo!
Se escucharon las indicaciones para poder adentrarse en el expreso de Hogwarts, por lo que ya todos comenzaron a despedirse de sus seres queridos.
—Cuídate mucho, ______ —la Hufflepuff le sonrió cálidamente y volvió a abrazarle, pues ella siempre sería como su hermana pequeña a pesar de todo.
—Tú también, Dora. Y ve por el profesor Lupin —intentó bromear para romper la incomodidad del ambiente, puesto que a ninguna le gustaban las despedidas.
—Y tú ve a por el gruñón ese —contraatacó Tonks señalando con la cabeza a cierto rubio malhumarado, por lo que el perro gruñó en desacuerdo.
—Preferiría unirme al lado oscuro —se rió un poco, para luego arrodillarse y abrazar al animal—. Tú también cuídate, papá.
Sirius en su forma de animago le lamió el rostro en señal de despedida y movió la cola frenéticamente, demostrándole que no tenía porqué preocuparse.
Pronto todos los estudiantes se subieron al expreso de Hogwarts y buscaron un compartimiento para estar junto a sus amigos, mientras se despedían de sus familiares a través de la ventana mientras el tren comenzaba a partir.
—¡Tráeme un inodoro si puedes! —gritó Nymphadora seguido de un ladrido de Sirius, siendo ambos reprendidos por Molly Weasley.
—No tiene remedio —negó ______ saludando con la mano a su prima y a su padre, para luego adentrarse al compartimiento de mejor manera.
Soltó un suspiro algo largo y cerró los ojos para intentar relajarse un poco, puesto que ahora estaba a punto de comenzar su sexto curso en la mejor escuela de magia que había en el mundo.
—¿Qué mierda haces aquí, perra? —una voz prepotente la sacó de su ensoñación y volteó a ver al rubio ceniza que estaba parado justo en la puerta del compartimiento, siendo secundado por Kirishima Eijiro y Ashido Mina— Este es MI compartimiento.
La Black soltó otro suspiro al tener tan poca paz en aquel instante y se levantó de su asiento para enfrentar a Katsuki, el cual no dio ningún paso hacia atrás.
—Pues ahora es MI, compartimiento, rubita —dijo con arrogancia, sin miedo a ser explotada.
Definitivamente, este sexto año recién comenzaba.
Bueno capítulo mierda xD pero necesitaba ponerle un poco de relleno para lo que es su sexto curso(¿
Siento que ya lo cagué alv :v en fin, nos veremos luego xD
Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺
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