❝*¹⁹. ⁱⁿᵗᵉⁿᵗᵃʳ ᵐᵃⁿᵗᵉⁿᵉʳ ᵈⁱˢᵗᵃⁿᶜⁱᵃˢ

𝑩𝒂𝒓𝒄𝒆𝒍𝒐𝒏𝒂, 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒏̃𝒂
𝟐𝟑/𝟏𝟎/𝟐𝟐

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AÍDA

Ya pasaron tres días desde la fiesta. Transcurrió con normalidad, aunque intercambiaba algunas miradas con Pablo.

Actualmente me encontraba grabando un partido. El Barça se enfrentaba contra el Athletic.

Después de un gol de Dembelé, otro de Sergi Roberto, y otros de Lewandoski y Ferran Torres, el partido se dio finalizado quedando cuatro a cero a favor del Barça.

—¡Aída, ven! —me llamó Bea cuando el partido ya indicó su fin.

Sin quejas fui rápidamente.

—Dime. —dije al ya estar a su lado.

—Ya has cobrado —me informó—. Ya te ingresamos el dinero en tu cuenta bancaria.

—Gracias por informarme. —le agradecí sonriente.

Con ese dinero más mis ahorros podría ya independizarme, cobraba bastante bien. Estuve mirando unos apartamentos con Ali que estaban geniales y ya tengo la idea.

Cogí mi bolso y me dirigí hacia el estacionamiento. Alguien me detuvo, cortando mi trayectoria.

—Hey. —me saludó Pablo.

—Hola —le correspondí—. Enhorabuena, lo habéis hecho estupendo.

—Muchas gracias, rizos. —agradeció con una sonrisa.

Sonreí ante el apodo. Ya a estas alturas me estaba acostumbrando.

El tono de llamada de mi teléfono sonó a través de mi bolso. Lo saqué y miré de quién se trataba: «llamada entrante de Ali<3».

—Un momento. —le pedí a Pablo. Él asintió.

—¡Aída! ¿Ya has cobrado? —me preguntó mi amiga nada más coger la llamada.

—Hola a ti también, eh.

Ella rió a través de la línea.

—Perdón, hola. Es que estoy emocionada por tu independización. —se escusó.

Reí.

—Yo también. Y sí, he cobrado. Creo que ya sé cuál es el apartamento que voy a coger, he visto uno que me ha gustado mucho.

—¡Perfecto! Pues yo te acompaño en todo el proceso, lo sabes. —habló, emocionada.

—Sí, lo sé —dije riendo—. Bueno, chao. Hasta luego.

—Bye, bye. —y al ella decir eso colgué.

—¿Te vas a mudar? —me preguntó Pablo.

—Sí, me voy a independizar.

—Mmm... Si quieres te puedo ayudar. Me refiero a llevar cosas a tu nuevo departamento y tal. —me propuso.

—No hace falta que te molestes, Pablo.

—No es molestia, quiero.

—Bueno, está bien. Yo te avisaré. —acepté.

—Pero para eso me tienes que dar tu número. —insinuó con una sonrisa deleada.

Reí.

—Está bien, te lo paso. —digo riendo.

Le di mi número y nos agregamos mutuamente.

—Bueno, Gavira, me tengo que ir. —dije, recordando mi salida de esta noche.

Dante me había invitado a una cena y no tuve problema en aceptar.

—¿Alguna salida?

—Sí. —asentí.

—¿Con un chico? —preguntó de nuevo.

Reí.

—¿Por qué ese interés? Sí, con un chico. —afirmé.

Su cara de un momento a otro transmitía seriedad.

—Pues que disfrutes tu cita. —dijo, forzando una sonrisa.

—Gracias, Pablo.

Y sin más me fui.

Se notaba que la idea no le hacía mucha gracia. Después del día de la fiesta, me recaté en el tema de indagar con Pablo. Creo que no es justo darle una atención más que un amigo si él lo único que quiere es sentirse alabado por la única mujer que no le dio atención desde un inicio.

Me haría daño a mí. Se nota que él no va a lo serio y yo siempre lo voy.

Me estaba gustando tener esos piques con él, pero no me quiero dañar a mí misma si sé que no es nada serio.

Llegué a mi casa. Me duché y me arreglé.

Poco después, Dante llegó a recogerme, y juntos en su coche, fuimos al restaurante.

—Estás preciosa. —me alagó cuando entré al coche.

—Gracias. —le agradecí sonriente mientras le daba dos besos.

El camino fue tranquilo, silencioso, pero no incómodo.

Llegamos al restaurante, era muy bonito. Para mi sorpresa, Dante había reservado.

—Es hermoso el restaurante. De verdad, gracias. —hablé yo, mirando el lugar cuando nos sentamos.

—¿Qué me vas a agradecer? Es un gusto tenerte aquí conmigo.

Sonreí calidamente. Él era muy amable.

La velada transcurrió con normalidad. La comida estaba riquísima y era entretenido tener a Dante como acompañante.

—Creo que ya es hora de irse. —habló mi acompañante.

—Sí. —le di la razón con una sonrisa.

Me llevó a casa y fue súper caballeroso. Era el chico que cualquier chica querría.

Pero en ese momento solo podía pensar en Pablo, y sabía que debía de mantener distancia en varios ámbitos si no quería quemarme con fuego.

¡FELIZ AÑO 2023! 🥳🥳🥳

Espero que tengáis un increíble año, lleno de salud y alegrias, y que podáis conseguir todo lo que os propongáis. Besos y gracias por vuestro maravilloso apoyo.

Atte: Ari la anónima ᕕ( ᐛ )ᕗ